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Los perros a menudo rascan las puertas cuando se sienten ansiosos, emocionados o agresivos. Afortunadamente, puedes proteger las puertas del daño si les haces algunas modificaciones. Mejor aún, puedes reducir el comportamiento destructivo de tu perro mediante un entrenamiento simple y cambios en su estilo de vida.

Método 1
Método 1 de 3:

Cubrir la puerta y usar una rejilla

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  1. Las rejillas contra rasguños son similares a un protector de pantalla para teléfonos y se colocan encima de la puerta para absorber cualquier daño causado por el perro. Puedes comprarlas de plástico en algunas tiendas de muebles y de mascotas, o puedes hacer una más durable en casa si cortas un pedazo de fibra de vidrio y lo colocas en la puerta. [1]
    • Con el tiempo, los rayones comenzarán a aparecer en la rejilla misma. Esto quiere decir que es tiempo de reemplazarla.
  2. Una placa protectora es una hoja delgada de metal que, dependiendo del modelo que compres, se atornilla en la superficie de la puerta o se desliza en el carril inferior de la misma. Cuando se instala de manera correcta, una placa protectora evita que el perro la arañe al pasar por ella.
    • Encuentra placas protectoras en tiendas de mejoras para el hogar.
  3. Además de la puerta, el perro podría arañar la delgada banda de burlete que se encuentra entre las bisagras de la puerta y el marco. Para evitarlo, corta un pedazo de celosía de vinilo del mismo tamaño que la jamba. Después clava el vinilo a la jamba y cubre los agujeros de los clavos con masilla para mayor seguridad. [2]
    • Si el perro ya lo ha arañado, vas a necesitar reemplazar el burlete con un hule o poliespuma.
    • Puedes comprar burletes y rejillas de vinilo en casi todas las tiendas de mejoras para el hogar.
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Método 2
Método 2 de 3:

Disminuir el riesgo de arañazos

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  1. Instala una puerta para que tu mascota pueda entrar y salir como le plazca. Los perros a menudo arañan las puertas cuando quieren entrar o salir. Para arreglarlo, puedes comprar una puerta para perros en una tienda de mascotas o en una tienda para mejoras del hogar e instalarla cerca de la parte inferior de la puerta. [3]
    • Casi siempre puedes instalar una de estas si haces un agujero en la puerta con una sierra de corte vertical y metes ahí la puerta para perros. Sin embargo, asegúrate de revisar las instrucciones en el manual para cada modelo específico.
  2. Lima las uñas del perro para que no pueda arañar. Para esto, primero asegúrate de que el perro esté tranquilo y relajado. Después, toma una de sus patas y límale las uñas con una lima o una piedra pómez. Hazlo con cada uña entre 10 y 15 veces y repite el proceso con todas las patas.
    • Al limar, evita las áreas de color rosa que comiencen cerca del centro de cada una de las uñas. Estas contienen vasos sanguíneos y nervios que, al cortarlos, pueden provocarle mucho dolor al perro.
    • Si quieres, puedes cortarle las uñas al perro primero y después limárselas.
  3. Si tu perro normalmente araña la puerta mientras estás en el trabajo o en algún lugar, piensa en contratar a un cuidador de mascotas para que venga y lo vigile durante el día. En algunos lugares, incluso puedes llevarlo a una guardería para mantenerlo alejado de la puerta y otros objetos de valor.
    • Como una alternativa un poco más económica, puedes contratar a alguien para pasear al perro en lugar de un cuidador.
  4. Los perros a menudo dañan las cosas cuando tienen mucha energía acumulada y no encuentran cómo liberarla. Para evitarlo, asegúrate de sacarlo a pasear a menudo y jugar con él cada vez que comience a actuar hiperactivo. [4]
    • Si es posible, mantén al perro jugando hasta que se acueste y se relaje.
  5. Si lo mantienes ocupado, no tendrá tiempo siquiera de pensar en la puerta, mucho menos en arañarla. La manera más sencilla de lograrlo es dejando juguetes que pueda masticar, huesos y objetos similares cerca de la puerta para que, si se acerca a la entrada, se concentre principalmente en los objetos divertidos. [5]
    • Además de los juguetes, compra objetos dispensadores que, al llenarlos con algo para comer, mantengan al perro ocupado durante mucho tiempo.
  6. Para una solución rápida, puedes simplemente bloquearle el paso a la puerta. Coloca objetos grandes frente a la puerta, como cajas o cofres grandes. Si eso no funciona, instala una reja para mascotas frente a la puerta. [6]
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Método 3
Método 3 de 3:

Entrenar al perro para no arañar ni morder la puerta

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  1. Si lo descubres arañando o dañando la puerta, interrúmpelo de inmediato. Llámalo o interrumpe lo que esté haciendo. Puedes tomar esa oportunidad para colocar algo entre el perro y la puerta. [7]
  2. Si el perro recibe atención cada vez que araña algo, continuará haciéndolo. Una vez que el perro deje la puerta, hazle saber que se ha portado mal e ignóralo. [8]
    • El castigo no funciona con los perros, así que no le grites, no le pegues, no le des patadas ni le hables mal.
    • Si el daño sucede mientras no estás, no le hagas nada al perro. Este no entenderá por qué lo castigas.
  3. Si lo dejas afuera o en otra habitación, comenzará a arañar la puerta para tratar de regresar contigo. Esta ansiedad por separación es común en los caninos, pero puedes vencerla si dejas al perro en una jaula o perrera durante largos períodos. [9]
    • Para obtener mejores resultados, comienza a enjaular al perro durante 30 minutos. Una vez que aguante este tiempo, agrega otros 30 minutos. Sigue aumentando el tiempo hasta que se sienta cómodo quedándose en la jaula toda la noche.
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