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Las enfermedades infecciosas pueden deberse a las bacterias, los virus u otros organismos que ingresan al cuerpo de diversas formas. Estas suelen transmitirse con facilidad entre las personas, por lo que es relativamente fácil identificar un brote extenso de una enfermedad en una misma comunidad. Podrás protegerte de ellas si adoptas precauciones. Podrás mantener bajo control muchos gérmenes y enfermedades con solo unos pasos y algunos hábitos saludables.

Método 1
Método 1 de 2:

Evitar estas enfermedades

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  1. La higiene adecuada en las manos será esencial para evitar la propagación de enfermedades infecciosas. Los patógenos (como los virus, las bacterias y los hongos) se transmiten con facilidad de las superficies contaminadas a la piel, y de esta a los ojos y la boca. Esto les permitirá acceder al interior del cuerpo. Por lo tanto, lavarte las manos es una de las primeras medidas que podrás adoptar a fin de reducir la probabilidad de transmitir agentes infecciosos. [1]
    • Siempre deberás lavártelas después de ir al baño, cambiar un pañal, estornudar, limpiarte la nariz y entrar en contacto con los fluidos corporales. [2]
    • Hazlo antes y después de trabajar con alimentos.
    • Tendrás que usar jabón y agua tibia, mojarte las manos hasta las muñecas y restregarte la piel por un mínimo de 20 segundos o más. [3]
    • Si no tienes agua ni jabón, podrás aplicarte un desinfectante para manos hecho con alcohol desde las yemas de los dedos hasta las muñecas, así eliminarás los patógenos. [4]
  2. Las personas suelen tocarse el rostro varias veces en el transcurso del día. Estos son los momentos en los que los agentes infecciosos en las manos podrán acceder a tu organismo. La piel intacta no permitirá el ingreso de patógenos al cuerpo, pero sí los ojos y las membranas mucosas en la nariz y la boca. [5]
    • Además de mantener una higiene apropiada en las manos, no deberás tocarte el rostro ni siquiera con las manos limpias.
    • Evita el contacto directo entre las palmas de las manos y el rostro, y usa un pañuelo siempre que tosas o estornudes.
    • Si no tienes un pañuelo a la mano, cúbrete la boca o la nariz con el codo. Luego de usar un pañuelo, deberás desecharlo de inmediato en un recipiente para basura apropiado y lavarte las manos
  3. Las vacunas son una medida preventiva que ayudan a evitar o aliviar las enfermedades generadas por los patógenos infecciosos. Estas estimulan la respuesta inmunitaria contra un agente patógeno específico y, si llegas a exponerte a él, el sistema inmunitario podrá combatirlo con más eficacia. [6]
    • Recibe todas las inmunizaciones para niños y adultos en el momento apropiado, y ten un registro exacto de vacunas en casa para cada familiar, así garantizarás que todos estén al día.
    • Las vacunas están diseñadas para activar el sistema inmunitario a fin de identificar patógenos específicos; por ello, algunas podrían generar síntomas leves (como fiebre, fatiga y dolores musculares) por 1 o 2 días. [7]
    • Algunas vacunas requerirán inyecciones de refuerzo (como las del tétano y la polio) en determinados intervalos a fin de mantener la inmunidad. [8]
  4. Si tienes una enfermedad infecciosa, será importante que limites la exposición de otras personas al patógeno y la propagación de la enfermedad. Algunas enfermedades infecciosas no se transmiten con facilidad mediante el contacto entre personas, pero hay otras que sí, por lo que deberás quedarte en casa si presentas síntomas. [9]
    • Si estás en lugares públicos, deberás cubrirte la boca y la nariz con el codo cuando tosas (no con la mano), así no propagarás los patógenos por el aire ni transmitirás gérmenes con las manos.
    • Si estás enfermo, deberás lavarte las manos y limpiar las superficies compartidas con frecuencia a fin de minimizar la transmisión de gérmenes.
  5. Algunos patógenos pueden transferirse al cuerpo a través de los alimentos. Una vez que la persona consuma el alimento y el patógeno ingrese al cuerpo, este podrá multiplicarse y generar la enfermedad. Por lo tanto, será vital que prepares y guardes todos los alimentos de manera apropiada. [10]
    • Prepara la comida de forma responsable limitando la contaminación cruzada. Nunca deberás preparar los alimentos crudos en la misma superficie en la que coloques la comida ya lista, así evitarás la transmisión de patógenos.
    • Limpia las superficies en las que cocines con frecuencia, y mantenlas limpias y secas. Los patógenos pueden desarrollarse en los entornos húmedos.
    • Lávate las manos antes y después de manipular los alimentos. Asimismo, tendrás que lavártelas cuando cambies de ingredientes (p. ej., de alimentos crudos a frescos).
    • Deberás guardar los alimentos a temperaturas seguras (y refrigerarlos si fuese necesario) y desecharlos si no estás seguro de su calidad. Los cambios en el color y la textura, y los olores extraños son signos de que estos se han estropeado.
    • Los alimentos calientes deberán comerse cuando estés listos y, si tendrás que guardarlos, deberás mantenerlos calientes (como en los bufés) o refrigerados lo más pronto posible, así evitarás que los patógenos se multipliquen.
  6. Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) se propagan cuando las secreciones corporales entran en contacto con los genitales, la boca y los ojos de la otra persona. Practica un sexo seguro para así limitar los riesgos de contraer una ETS. [11]
    • Siempre deberás protegerte usando un condón o una barrera bucal durante las actividades sexuales, en especial si no estás en una relación monógama.
    • No realices ninguna actividad sexual si tu pareja o tú tienen un brote de herpes labial o verrugas genitales. Esto puede causar la propagación de herpes incurable.
    • Sométete a exámenes para la detección de ETS antes y después de realizar actividades sexuales con una pareja nueva, así conocerás tu estado.
  7. Conoce los riesgos de infección que sean más elevados al viajar. Algunas infecciones podrían ser más comunes en los lugares a los que vayas a viajar. [12]
    • Consulta con el doctor sobre las vacunas importantes que debas recibir al viajar. Esto te ayudará a aumentar tu inmunidad y estar más listo para exponerte a los patógenos oriundos de tus áreas de destino.
    • Lávate las manos con frecuencia cuando viajes, así evitarás la transmisión de gérmenes a tu cuerpo a través de ellas.
    • Protégete contra las infecciones transmitidas por portadores como los mosquitos. Para ello, deberás tomar precauciones, como dormir con un mosquitero, usar un repelente de insectos y ropa de manga larga.
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Método 2
Método 2 de 2:

Aprender sobre las enfermedades infecciosas y tratarlas

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  1. Deberás conocer los diversos agentes que pueden propagar las infecciones. Esto será de utilidad para controlar los factores de riesgo. [13]
    • Las bacterias son los agentes infecciosos más comunes. Estas pueden transmitirse a través de los fluidos corporales y la comida. Las bacterias son microorganismos vivos unicelulares que usan el cuerpo de las personas como un entorno en donde reproducirse.
    • Los virus son patógenos que no pueden vivir fuera del portador. Cuando uno ingresa al cuerpo, este toma el control de las células para multiplicarse y extenderse a las células cercanas.
    • Los hongos son organismos vivos sencillos de tipo vegetal, los cuales pueden alojarse en el cuerpo humano.
    • Los parásitos son organismos vivos que toman el control del cuerpo del portador y usan sus recursos para desarrollarse. [14]
  2. Los antibióticos son medicamentos que combaten las infecciones bacterianas. Estos incapacitan a las células bacterianas o las matan, lo que hace que el sistema inmunitario las elimine con más rapidez. [15]
    • Usa ungüentos antibióticos tópicos para tratar las heridas pequeñas que estén infectadas. Entre los signos de la infección tenemos al enrojecimiento, la hinchazón, la quemazón y el dolor. No apliques ungüentos antibióticos a las heridas profundas que sangren mucho. Solicita atención médica si tienes una herida que no deja de sangrar.
    • En el caso de las infecciones bacterianas sistémicas, deberás acudir a un profesional médico y consultar si deberías tomar antibióticos orales.
    • Será importante que tengas en cuenta que los antibióticos no pueden curar ni tratar las infecciones virales, como el resfriado o la gripe. El doctor podrá determinar si se trata de una infección bacteriana o viral, y tratarla adecuadamente.
    • Solo toma estos medicamentos siguiendo las indicaciones. Si consumes antibióticos cuando no los necesitas (p. ej., al tener una infección viral), esto aumentará la resistencia bacteriana a los mismos.
  3. Estas no pueden tratarse con antibióticos, pero hay algunos medicamentos antivirales que pueden usarse para combatir determinados virus. Algunas infecciones virales se tratan en casa con remedios caseros (como reposar y mantenerte hidratado). [16]
    • Hay medicamentos denominados antivirales o antiretrovirales, los cuales combaten ciertos virus al impedir que reproduzcan su ADN en el interior de las células.
    • En algunas de estas infecciones (como el resfriado común), solo tendrás que tratar sus síntomas para sentirte más cómodo. El sistema inmunitario podrá combatir el virus siempre y cuando no esté débil y obtengas el reposo y los nutrientes necesarios.
    • Podrás evitar muchas enfermedades virales con vacunas. Por lo tanto, deberás mantener tus inmunizaciones al día.
  4. Algunas de estas infecciones podrán tratarse con medicamentos que ayuden a aliviarlas y a eliminar los hongos. No obstante, hay diversos hongos patógenos que generan infecciones, y solo el doctor podrá diagnosticar y recetar los tratamientos adecuados. [17]
    • Algunas de estas infecciones pueden tratarse con un ungüento tópico si el área infectada se encuentra en la piel (como los hongos en los pies).
    • Las infecciones micóticas muy graves y peligrosas se tratan con medicamentos orales o inyecciones.
    • Entre estas tenemos a la histoplasmosis, la blastomicosis, la coccidioidomicosis y la paracoccidioidomicosis; las cuales pueden ser mortales.
  5. Los parásitos son organismos que toman el control de los recursos del cuerpo para poder vivir, desarrollarse y reproducirse en su interior. Estos incluyen a diversos agentes patógenos, desde las lombrices hasta las células microscópicas. [18]
    • Muchos de ellos pueden transmitirse al organismo a través de la comida o el agua contaminadas (como el anquilostoma), mientras que otros ingresan mediante la piel lesionada o debilitada (como la malaria a través de la picadura de mosquito).
    • Nunca deberás tomar agua de fuentes naturales sin filtrarla o purificarla, ya que podría contener parásitos.
    • Algunas infecciones parasitarias podrán tratarse con medicamentos orales o inyectables.
    • El doctor puede diagnosticar una infección de este tipo teniendo en cuenta los síntomas y exámenes específicos, y luego podrá tratarla de forma apropiada.
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Consejos

  • Mantén una higiene y un estilo de vida adecuados a fin de evitar las enfermedades infecciosas. Por ejemplo, deberás lavarte las manos, evitar tocarte el rostro y mantener tus inmunizaciones al día.
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Advertencias

  • Tendrás que consultar con el doctor de inmediato si crees que tienes una enfermedad infecciosa. Hay varios agentes patógenos que pueden generar estas enfermedades, y solo el doctor podrá diagnosticarlas y tratarlas apropiadamente.
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