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La vida puede a veces ser muy estresante . Las responsabilidades, los deseos insatisfechos, las relaciones turbulentas y las muchas necesidades o exigencias afectan considerablemente la salud emocional e inquietan la mente. Todos estos incidentes estresantes pueden exponer tu vulnerabilidad e impulsarte hacia influencias y elecciones que pueden llevar al mal en tu vida diaria. El “mal” es un término que puede significar muchas cosas diferentes en diferentes situaciones. Algunos lo llaman el “diablo” o la “negatividad”. ¿Cómo te protegerás del mal?

Si buscas la protección de Dios , verás que Dios tiene un plan bueno y gratuito presentado en la Biblia. Dios brinda toda la información necesaria para llevar una vida feliz y protegida. Pero sabemos que hay muchos males en el mundo. El mal no tiene una trayectoria fija. Viene por el medio que más le conviene y luego trata de engatusarte para que hagas el mal. Sin embargo, ningún mal es más fuerte que la voluntad de Dios para vencerlo. Incluso el hombre puede vencer las tentaciones con esfuerzo. Según la Biblia, hacer la voluntad de Dios trae el poder para blindarte del mal en tu día a día a ti y a las personas que quieres.

Método 1
Método 1 de 3:

Comprender qué fuerzas hay que evitar

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  1. Te será de utilidad saber cuán versátil puede ser el mal. El mal puede definirse de varias maneras: [1] 1. moralmente equivocado, perverso: obras malas . 2. perjudicial, inicuo: una malvada indiferencia de las reglas de seguridad . 3. que se caracteriza o es acompañado por la desgracia o el sufrimiento: ir de mal en peor 4. aquello que se debe al mal carácter o a una representación de este: una reputación malvada . 5. caracterizado por la ira, la irritabilidad o un temperamento irascible. 6. daño, desgracia: desear el mal de alguien . 7. aquello que causa daños o lesiones y sus efectos: El tabaco se considera un mal de la sociedad , que trae consecuencias. También el alcoholismo o la drogadicción. Reconocer el mal puede ayudar a prevenirlo.
  2. Cree en ti mismo. Si a veces sientes de pronto que no tienes valor alguno, no hagas caso. Cuando una persona comprende su importancia, se siente capaz de afrontar la vida con claridad. Así que, es común que el mal envíe mensajes para hacernos sentir inseguros mientras trabajamos o estamos a punto de hacer algo bueno. Frustra todas las emociones negativas y cree en ti mismo. Recuerda también que los humanos efectivamente son como granos de arena en el gran esquema de Dios. A nivel individual, Dios quiere que seas feliz con tus fortalezas y no te refrenes. Piensa en cómo Dios animó a Moisés a ir y hablarles a los israelitas sobre el éxodo. Moisés expresó su preocupación de hablar en público, pero Dios estaba con él. Dios fue delante de él y le permitió llevar a su hermano Aarón (Éxodo 4:10).
  3. Reconoce el mal que predomina en tu vida. Date cuenta de que debes resistir y vencer dos manifestaciones del mal, porque tanto los males externos como tus propios males internos afectan tu vida y las de las personas a tu alrededor. El mal puede afectarte desde fuera o desde dentro, ya que puede provenir de fuera o ya estar dentro de ti. En ocasiones, quizá te preguntes si tú mismo has ocasionado el daño o algo externo te ha provocado. Quizá estés en lo correcto a veces si crees que una fuerza maligna es la que te incita a hacer algo equivocado.
    • Si no puedes encontrar un mal predominante en tu vida y aparentemente tienes una buena vida con buenas personas, ponte a pensar si estás aprovechando tu buena vida al máximo. En la Biblia dice “Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace” (Santiago 4:17).
  4. Mantente alerta. La vida presenta peligros y dificultades sin advertencia ni alerta. Entonces, ¿por qué no estar alerta en todo tiempo? Mantenerte alerta a todo cambio de comportamiento perjudicial en ti o en las personas a tu alrededor te ayudará a cuidarte de no herirte a ti mismo y a los demás. Vigila todas las caretas del mal y todo aquello que parezca ser demasiado bueno para ser verdad.
    • Vigila no solo lo que es claramente malo, sino también lo que parezca demasiado tentador o bueno para ser verdad. El diablo intenta con todo su poder llamar la atención de los justos. Si no lo logra con simples tretas y trampas, va más allá y viene en un paquete atractivo, que puede ser la cara de una nueva persona, un “regalo”, un deseo, una idea, etc.
  5. No te inmiscuyas innecesariamente en cosas que no te conciernen. Presta atención a las advertencias o amonestaciones y evita hacer cosas solamente por curiosidad.
    • El mal trata de extender su alcance y se manifiesta no solo a través de lo que parece malo, sino también a través de algunas cosas que parecen tentadoramente atractivas. Ese es el engaño del mal y de los que lo practican.
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Método 2
Método 2 de 3:

Protegerte mediante tus acciones

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  1. Sé obediente. Dios ha dicho en la Biblia que la obediencia le complace más que los sacrificios (Isaías 1:11-20). Presta más atención a tus responsabilidades y obedece lo que debes hacer. Sé alegre todos los días y no permitas que nada te tenga ocioso por demasiado tiempo al punto de no hacer buenas obras.
    • Obedece lo que sabes que debe obedecerse. Procura ser respetuoso. Cultiva el respeto por ti mismo. Sé alguien digno de respeto. Durante los tiempos duros, te servirá mucho tener una figura a quien respetes. Te sentirás más relajado en lugar de tenso. Si pudieras respetar a alguien por algo, podrían respetarte por tratar de llevar también una vida buena. Presta más a atención a tus responsabilidades. No seas ocioso ni pagues las malas actitudes con la misma moneda
    • Si no encuentras a nadie a quien obedecer o respetar, no pasa nada. Puedes establecer buenos estándares y seguirlos para que puedas respetarte a ti mismo.
  2. Sé diligente . No seas perezoso ni ocioso. La pereza es una invitación al mal. “Por causa del ocio se viene abajo el techo y por la pereza se desploma la casa” (Eclesiastés 10:18). “Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano” (1 Corintios 15:58).
    • “La codicia del perezoso lo lleva a la muerte, porque sus manos se niegan a trabajar” (Proverbios 21:25).
    • “El necio se cruza de brazos y acaba muriéndose de hambre” (Eclesiastés 4:5).
    • “El de manos diligentes gobernará, pero el perezoso será subyugado” (Proverbios 12:24).
    • “Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará? ¡Es más valiosa que las piedras preciosas! Su esposo confía plenamente en ella y no necesita de ganancias mal habidas. Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida. […] Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir. Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor. Está atenta a la marcha de su hogar y el pan que come no es fruto del ocio”. (Proverbios 31:10-30).
  3. Sé responsable . Nunca dejes de obrar correctamente y ser justo en la vida. Aprende todo lo que sea necesario y aplica el conocimiento para prosperar en la vida. Sé justo en todo lo que hagas, incluyendo la escuela, el trabajo y cualquier otra tarea. Mientras trabajas, sé responsable. No estés inactivo, porque podrías terminar haciendo actividades inútiles o malvadas. Recuerda que la ociosidad es la madre de todos los vicios.
    • Jáctate en que el Señor ha vencido la carne. La arrogancia es iniquidad: “Pero ahora se jactan en sus fanfarronerías. Toda esta jactancia es mala” (Santiago 4:16).
  4. Mantén el equilibrio y la justicia . La gente y las responsabilidades generan muchos desafíos en la vida diaria. Incluso podrían poner a prueba tu paciencia hasta hacerte explotar. Si pierdes los estribos bajo situaciones conflictivas y actúas arrebatadamente, podrías crear negatividad en tu entorno hiriendo a alguien. También podrías dar la impresión de ser alguien de mal genio . Esta reputación podría herirte de muchas maneras. Deja pasar las discusiones conflictivas. Di solo lo que tengas que decir y mantén la calma en lo que queda de la situación estresante.
  5. La ira tiene una mala reputación. Se considera perturbadora e improductiva. Cuando uno pierde los estribos, podría comportarse de manera amenazante ante los demás y uno mismo. La ira no es mala en sí así como un cuchillo tampoco es malo en sí. Puede utilizarse como una herramienta. Te ha sido dada para que la utilices y no debes permitirte hacerlo de manera incorrecta. Así que, utiliza la ira para empoderarte a disciplinar a los revoltosos, indisciplinados y agresivos. No seas solo sumiso ni seas demasiado indulgente, sino el mal podría tomar las riendas y herirte a ti y a las personas implicadas. El mal es oportunista. Hace lo que le place cuando se le abre una puerta.
    • Sé disciplinado y consciente de lo que no hay que hacer. Procura ejercer disciplina lo mejor que puedas. No lo fuerces. Hazlo sabiamente teniendo en cuenta tus experiencias pasadas y tu capacidad de resolución de problemas.
    • Recuerda que Jesús se enfadó cuando su casa de oración fue transformada en un mercado (Mateo 21:12-13). Enfádate teniendo en cuenta el nivel de transgresión o error. Utiliza la ira teniendo un resultado final en mente y no solo muestres que estás enfadado. Hazlo de la mejor manera posible.
  6. Haz uso de tu buen juicio . Por desgracia, incluso nuestros seres más cercanos y queridos pueden ser tentados o usados como instrumentos temporales para atraernos hacia el mal. Por eso es recomendable no permitir todo lo que sugieren solo por su calidad de cercanos. Usa tu entendimiento para discernir el bien del mal en lo que dicen o sugieren.
    • Cuando comprendas y reacciones ante su comportamiento, procura no ser brusco con ellos. Quizá no se percaten de lo que hacen y de lo que has detectado en su comportamiento. Procura guiarlos y hacerles entender cordialmente según su naturaleza. Si lo haces sentir mal, los herirás y podrías crear más problemas al final. Haz lo posible por minimizar las reacciones conflictivas con el uso de un diálogo cuidadoso y diplomático.
  7. La mejor manera para controlar el temperamento y mantenerse cuerdo es siendo comprensivo. Perdónate a ti mismo y a los demás. No tienes necesariamente que ser amigo de las personas conflictivas, pero puedes decidir no albergar pensamientos malvados contra ellas. En tu corazón y mente, asegúrate que nunca odiarás ni guardarás ningún pensamiento negativo contra los malvados. Si le guardas rencor a alguien, entonces le darás un lugar en tu psique permanentemente. Esto hará que le sea más fácil manifestar sus costumbres malvadas justo dentro de ti, es decir, desde tu mente.
    • Perdonar y no sentirse agitado podría no suceder instantáneamente. Es natural sentirse así, pero procura no dejar que los sentimientos que te embargan en ese momento te lleven hacia más maldad. Refrénate y practica el autocontrol.
    • Sé comprensivo, pero no seas vulnerable.
  8. Incrementa tu fuerza moral . La fuerza moral da la fuerza suficiente para afrontar todos los males, ya sea de la gente, las tentaciones o cualquier experiencia. No, la fuerza moral no puede obtenerse de otra manera que no sea mediante el ejercicio de la justicia. Tienes que intentar ser una persona que dice la verdad, de lo contrario fracasarás o querrás escapar de todas las pruebas. Pero si buscas ser veraz de corazón, con el tiempo te acostumbrarás a seguir el camino correcto en todo tiempo. Gracias a esto, obtendrás una fuerza inmensa, que ninguna mente malvada podrá quebrantar.
  9. Persiste en la compasión. Lo único que el mal trata de lograr es que el mundo llegue a un punto donde ya no haya esperanza ni bondad. Para desafiar al mal y al diablo, nunca permitas que ninguna estratagema del diablo te afecte. Mantén tu equilibrio mental y lucha contra todas las manifestaciones del mal con esperanza y bondad.
    • Sé paciente con la gente irritable.
    • Sé comprensivo con las personas que les gusta hacer el mal.
    • Ten un corazón gozoso y procura sembrar gozo entre los que no tienen esperanza.
    • Acércate y aconseja a las personas afligidas.
    • Haz una pausa y regresa cuando sientas que ya no aguantas más negatividad.
  10. Sé más fuerte que el mal . Prepárate. A medida que observes lo que ha ocurrido a tu alrededor o contigo y trates de racionalizar la situación, aprenderás lo que deberá usarse para apaciguar los efectos del agravio. Comprende que tu mayor fuerza en cualquier circunstancia es la “paciencia”. La paciencia es la más fuerte, porque no recurre a peleas insignificantes o ataques verbales. Espera a que llegue el momento correcto para lanzar su ataque. Y, cuando lo hace, elimina toda la destrucción. Para poder tener dicho impacto, no tienes que ser alguien especial. Puedes tan solo ser tú mismo, pero un poco más paciente y atento. La persona que espera y observa logra una mejor comprensión de cuándo, cómo, a qué y a quién atacar.
    • Hay personas que practican el mal y hay aquellas que promueven o provocan a las primeras. Detecta a estos “autores intelectuales” y mantén una postura clara con ellos. Lidia con estas mentes malvadas con paciencia y no caigas en una pelea insignificante con ellas. El hecho de que lograron agitar tus emociones al punto de conseguir una pelea contigo solo inflará su ego. Este tipo de gente nunca queda demasiado humillada para detenerse ni aprende para que entienda.
    • Desarrolla tu defensa propia. Quizá prueben todas sus tácticas para atacarte. No reacciones a lo que hagan o digan. Muéstrate reticente a reaccionar. Déjales en claro que nunca tendrás interés por ellos ni te enfadarás con ellos. Esto los decepcionará. Es probable que elijan un blanco más fácil que tú.
    • No pierdas la calma. Prepárate siempre para los trucos más habituales de los que practican el mal.
  11. Evita dar opiniones caprichosas (buenas o malas). No reacciones con ninguna idea repentina ni cambio impredecible siendo errático: Es un jefe tan caprichoso que nunca sé cómo reaccionará . [2] Por ejemplo, la gente podría “explotar” (expresar ira repentina), quizá en base a un chisme, prejuicio o rumor. Decidir que algo es bueno o malo antes de ver y oír pruebas fehacientes es prejuzgar. Juzga correctamente.
    • No prestes oídos a opiniones positivas o negativas infundadas sobre los demás que no cuenten con suficientes hechos comprobables.
    • Mantente informado y resiste a las palabras falsas. No propagues, escuches ni aceptes opiniones infundadas, tales como chismes, prejuicios y rumores (Proverbios 6:16-19; Mateo 12:36; Salmos 64:2-4).
  12. Esto incluye el acoso escolar. No te detengas a observar, reír, sonreír o incluso admirar o disfrutar en secreto un mal comportamiento o algo de esta naturaleza.
  13. Lo que ves y experimentas tiene un motivo. Tiene un principio y un camino o trayectoria que ha conllevado a algún daño. Descifra el “propósito” del incidente y toma medidas en pos de un objetivo deseado. Una manera de hacerlo es haciéndote más fuerte.
    • Toma estas medidas teniendo en mente el resultado final. Al hacerlo, estarás preparado para aceptar completamente lo que has alcanzado. Hay muchos que ven lo que quieren, pero lo pierden porque no lo logran aceptar o porque se sienten incapaces de aceptarlo.
  14. Observa con cordialidad las motivaciones de los desconocidos, las personas que recién conoces o cualquiera que todavía tenga que demostrar tener buen juicio para que logre ser confiable. Evita dar demasiada responsabilidad a personas que todavía tengan que demostrar ser lo suficientemente confiables. No obstante, la Biblia muestra que a Dios le encanta usar a las personas comunes y corrientes y a los débiles, así que ábrete a formar nuevos ayudantes hasta alcanzar un nivel adecuado de comprensión.
    • Evita premiar a personas permisiva o inexperimentadas poniéndolas a cargo de eventos importantes. A su vez, protege a los vulnerables, como los niños indefensos que son tan tolerantes y divertidos. Recuerda que algunos jóvenes pueden hacer cosas sin tener visión o fracasar temporalmente debido a la inexperiencia o porque buscan emoción sin saber la realidad del peligro y daño de un comportamiento poco prudente.
  15. Procura tener una consciencia limpia. Mantente alejado de todo pensamiento negativo, tales como los siguiente:
    • Juzgar a los demás, ya sea que hagan algo bien o mal. Lo que los demás hagan es de su incumbencia y no tuya para juzgar. Si tienes que hacer algo para los demás, piensa bien de ellos u ofréceles tu ayuda.
    • Tomarte la libertad de decir verdades hirientes en nombre de la sinceridad.
    • Abusar de alguien a nivel físico, verbal, emocional o sexual.
    • Retribuir ira con ira. Reacciona para brindar una solución, pero no reacciones de forma exagerada cuando te provoquen.
    • No envidies a alguien que tenga algo que te gusta. No pienses en esa persona y disfruta lo que tienes.
  16. Si recurres a la delincuencia o a caminos equivocados para escapar de situaciones difíciles, es probable que no veas más allá del mal. Busca el camino correcto sabiendo que quizá pueda ser duro. Camina sobre sendas espinosas si es lo que tienes que hacer. Rechaza cualquier comodidad que te desvíe de los frutos simples de una labor verdadera. Tales esfuerzos y trabajo duro te darán una verdadera protección. Te darán fuerza moral para seguir adelante y ser enriquecido como ser humano y no solo saberlo en teoría.
    • No aceptes todo lo que alguien diga. Todos tienen la capacidad de pensar y tomar decisiones. Aférrate a lo que sabes que es correcto. Si no estás seguro, di que todavía no estás seguro y que por eso no quieres tomar una decisión o emitir un juicio apresurado.
  17. Tener meramente el deseo de protegerte del mal o elaborar un plan puede solo quedar en tu mente y nunca entrar en acción. Esperar el momento, la mentalidad o el motivo correctos parece ser una buena idea antes de actuar. Pero si permaneces inactivo demasiado tiempo, podrías caer presa de la pereza sin querer. Actúa cuando parezca recomendable. Tu progreso es tu responsabilidad.
    • Actúa proactivamente al máximo de tu capacidad en lugar de esperar a que aparezca algo que puedas hacer a la perfección. Mientras esperas, podrías permitirte tener pensamientos inútiles, los cuales podrían traducirse sin querer a acciones negativas.
  18. Prepárate para aceptar los beneficios de tus esfuerzos, pues los premios suelen venir en cuotas pequeñas. Tienes que tener la capacidad de ver cuál es el premio de todas tus batallas con el mal para poder beneficiarte de él. Algunos no logran verlo y lo dejan ir. Estas personas también se preguntan si están haciendo lo suficiente para protegerse del mal o si no están luchando lo suficiente para lograr ser positivos.
    • La experiencia es preparación. Prepara tu mente, tu corazón y cuerpo para recibir premios, pero decir meramente que estás preparado no ayudará de mucho. Las acciones dan experiencia y esta puede empoderarte para luchar contra toda la maldad a tu alrededor. Mantente alerta y no caigas presa de la inactividad para no perder tu oportunidad de prosperar. Pero reflexiona con calma en los sucesos de la vida, especialmente durante los sucesos angustiantes.
  19. Un deseo codicioso es aquel al que no se puede renunciar sin sentirse incómodo. Dios dijo en Mateo 16:25: “Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará”. ¿Qué tan dispuesto estás a renunciar a tus posesiones y sueños más preciados? Si definitivamente quieres poseerlos, ¿cómo podrás tener el coraje suficiente para dar lo mejor de ti, de ser necesario, a medida que Dios te guía mediante Su palabra en la Biblia? Esta es una prueba, tras la cual terminarás más fuerte, más bendecido y con todos los deseos de tu corazón entregados a Él.
    • Controla tus complacencias. En ocasiones, uno quiere demasiado o trata de acumular más de lo necesario o alcanzable. Quizá te veas tentado a adoptar medios malvados para obtener lo que tus ojos codician. Conoce lo que necesitas y cuánto cubrirá tus necesidades. Dios quiere que pidas y recibas prosperidad. El deseo de prosperar es diferente a codiciar. La codicia es cuando a uno no le interesa si lo logrado se logra a costa de los demás, no le parece equivocado robar o recurrir a medios ilegales para amasar fortuna o riqueza. Sin embargo, lo obtenido poniendo a un lado la honestidad y la lealtad a la humanidad, y a los seres queridos, indica que uno se está alejando del camino correcto.
  20. Recuerda a Abraham, quien después de esperar años para tener un hijo, fue raudo en obedecer a Dios. Sin titubear renunció a su único hijo, el hijo que tuvo después de muchos años de espera. No, no tienes que sacrificar a alguien, pero debes estar dispuesto a dejarle y seguir el camino de Dios, según se espera de ti. Ten presente que Dios esperó la decisión de Abraham y su acto final de entrega. Dios habló justo cuando estaba a punto de entregar a su hijo. De la misma manera, tienes que estar dispuesto a renunciar a los planes y las posesiones que te ordene y creer que Él sabe lo que hace.
    • Esto te dará una gran fortaleza para protegerte del mal, ya que Dios te mostrará el amor que tiene por ti y te fortalecerá cuando estés en tu momento más débil.
  21. [3] Vuelve a leer los mejores libros. Entre más leas, más podrás conseguir las soluciones para tus problemas y preguntas. Lo que no podías entender antes, hoy te resultará más lógico. Así que, escoge un libro y aprovecha las ventajas de tener un mejor entendimiento de la sociedad, el mundo y de tu propia mente.
  22. Está demostrado científicamente que la escritura relaja la mente. Escribir los pensamientos, los temores, las preocupaciones (por ejemplo, los sucesos diarios en un diario) ayuda a interpretar todo y a pensar en ello una segunda vez con una mente más centrada. Lidiar con los aspectos negativos de la vida está muy relacionado con el entendimiento de uno mismo y la facilidad de enfrentar diversas circunstancias. En el proceso, la escritura aumenta las probabilidades de tener una mejor capacidad de tomar decisiones.
    • No tienes necesariamente que llevar un registro de todo lo que escribes. Puedes escribir algo y desecharlo después para que nadie lea lo que has escrito.
  23. Habla con una persona madura y empática que conozcas y busca un buen consejo. A veces, incluso una breve charla conlleva a grandes soluciones. Las buenas conversaciones pueden abrir la mente y ampliar nuestra perspectiva. No debes perderte estas posibilidades. Por más maduro o instruido que te consideres, sigue interactuando con personas imparciales y que tengan un buen juicio. Comparte con ellas y pregúntales qué opinan. Luego, haz lo que consideres correcto. Así, compartirás y tomarás tu propia decisión quitando la carga de la responsabilidad a cualquier resultado que surja de dicha decisión.
    • Tener interacciones y compartir información prudente constantemente te ayudará a tener más esperanza y a discernir mejor las cosas a largo plazo.
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Método 3
Método 3 de 3:

Seguir las pautas bíblicas

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  1. En el cristianismo y la Biblia se encuentran las reglas y la orientación básica para que una persona sea un buen ser humano y evite todas las manifestaciones del mal. Si tienes problemas cumpliendo determinado mandamiento, puedes buscar la ayuda que consideres que te ayudará, según está escrito en Mateo 9:29: “Que se haga con ustedes conforme a su fe”.
    • El Señor ha establecido reglas que pueden ayudar a corregirte y también orientarte para saber qué hacer y qué no. Puedes usar dichas pautas para ayudarte a entender tus problemas y tomar una decisión.
  2. Esfuérzate para ser justo. Mantente alejado del mal. Si recurres al mal para ayudarte a escapar de situaciones difíciles, quizá no veas más allá del mal incluso si buscas el bien o protección. Busca el camino correcto sabiendo que es duro. Opta por caminar por lugares espinosos si es el paso correcto. Niégate cualquier comodidad que te haga desviar del dulce fruto de la labor verdadera. Busca esforzarte y trabajar duro, lo cual te brindará una verdadera protección. Te dará fuerza moral para avanzar y experimentar a Dios, no solo conocerlo de oídas.
  3. “A fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:17). ¿Cómo? Siguiendo y aplicando el camino y el plan de Dios presentes en las Escrituras, que nos exhortan a no solo hacer el bien, sino a volvernos del mal y corregir lo equivocado, si es posible.
  4. Ora, pero no solo emitiendo un grupo de palabras por la boca. Ve más allá de las palabras y ora teniendo en cuenta el resultado final que deseas. Al hacerlo, estarás preparado para aceptar con gracia aquello para lo que has trabajado u orado. Hay muchas personas que reciben lo que piden, pero lo pierden porque no lo logran ver o porque se sienten indignas de aceptar el regalo. Ora con una visión. Esto es fe. La fe es experiencia esperando ser aplicada. Decir meramente que tienes fe en realidad no te da la experiencia. La fe te empoderará para luchar contra todos los males del mundo. Di “Padre nuestro”, “Ave María” y, cuando estés angustiado, di “El Señor es mi pastor”.
    • Ten fe, aunque no hayas recibido una respuesta. Las oraciones sin respuesta simplemente no existen. Solo demoran más en responder, pero ninguna oración es desatendida por Dios Todopoderoso. Dios sabe exactamente lo que busca tu corazón. Él satisfará tus oraciones, pero debes tener fe y estar dispuesto a esperar.
  5. Al aplicar un mandamiento en tu vida, comprenderás más a nivel espiritual. La Biblia dice que hay que mantener el sábado santo. Eso quiere decir que nadie debe trabajar los sábados. Luego, la Biblia crea una condición en Mateo 12:11. Jesús dice “Si alguno de ustedes tiene una oveja y en sábado se le cae en un hoyo, ¿no la agarra y la saca?”. Comprende que todos reciben lecciones de vida de manera precisa en el libro de Dios. Y al hombre le ha sido dada una consciencia que lo guía en lo que es correcto e incorrecto. Al igual que la condición mencionada en cuanto a los sábados, las personas deben hacer lo correcto y evitar el fanatismo, que podría causar daños en la vida de otra o la de otro ser vivo. Todo deben servirse entre sí y no valerse de un mandamiento para no ayudarseå.
    • Cumple los mandamientos todos los días y recuerda que Jesús quiere que cada uno de nosotros viva en harmonía. Además, en Marcos 2:27, el Señor dice “El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado”.
  6. Lee y relee todo en la Biblia. Entre más leas, más comprenderás y obtendrás la respuesta a tus problemas y preguntas. Lo que quizá no entendías antes podría tener sentido hoy. Así que, toma tu Biblia y vuélvela a leer.
  7. Una manera de evitar los problemas y la maldad que afecta el espíritu, el cuerpo y la mente consiste en no dar tolerancia a los que practican la maldad. Quizá sea difícil prohibir a tu hijo, madre, amigo u otra persona a quien quieres y a quien quieres proteger en cierto grado de las consecuencias de sus malos actos. Esa persona podría ser abusiva, instigar a los demás a ser injustos, buscar maneras de divertirse de de o cosas por el estilo. Si sabes que tu familiar o amigo está profundamente inmerso en caminos torcidos, no seas indiferente ni lo ignores. No finjas que todo está bien o que Jesús no se dará cuenta. Deja que vea en tu conducta silenciosa que tienes conocimiento de sus caminos, que son claramente errados.
    • Observa las maneras en que Jesús trató dos comportamientos malvados de distinta gravedad durante la última cena. [4] Pedro afirmó que nunca traicionaría a Jesús cuando este anunció que uno de ellos lo haría, según se ilustra en Mateo 26:21. [5] Pedro no estaba siendo malvado, sino demasiado entusiasta debido al amor que le tenía a su Señor. Jesús dijo que oraría por Pedro. Por el contrario, refiriéndose a la traición malvada y satánica de Judas Iscariote, dijo “Bueno le fuera al tal hombre no haber nacido”.
    • Luego, Pedro lloró amargamente y llegó a convertirse en un profeta de Jesús, mientras que Judas se suicidó. La manera en que lidias con la maldad de la gente de tu entorno puede tener un impacto salvador o destructor en ella. Puedes quedarte callado si es peligroso o si confrontarlo podría causar una gran pena. Si ves que hay esperanza, puedes pedirles a los líderes, los padres de la iglesia o a familiares o amigos cercanos que consideren sus acciones y se alejen del mal.
  8. Habla sobre tu vida y problemas con alguien considerado más cerca de Dios. Habla con un cura y busca su buen consejo. En ocasiones, incluso una breve charla conlleva a grandes soluciones. No querrás perderte esas posibilidades. Por más maduro o instruido que te consideres, sigue interactuando con los sabios y los buenos siervos de Dios. Comparte con ellos y pídeles que oren por ti. Esto ciertamente te dará esperanza y un mejor discernimiento.
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Consejos

  • “Las Escrituras completas son inspiradas por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia” (2 Timoteo 3:16). ¿Cuánto? ¡Toda!
  • Ten la disposición de corregirte cada vez que sientas que estás equivocado. Si abordas la timidez ante los demás, empezarás a tener más confianza para decir “No” a cualquier propuesta desagradable, con la que no estás de acuerdo o que percibes te traerá algún tipo de maldad (lesión o herida a ti o a los demás, tentación para hacer algo malo, caer en la falsedad, engañar o estafar).
  • Si estás de pie en el nombre de Jesús, ningún mal puede destruir tu alma eterna.
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Advertencias

  • “Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace” (Santiago 4:17).
  • Recuerda que protegerte del mal normalmente se logra cumpliendo las responsabilidades y el trabajo. Mirar todo con sospecha puede distraerte de las oportunidades a tu alrededor.
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