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Las manchas de óxido problemáticas de un auto generalmente se expanden con el tiempo a medida que el metal de la parte inferior se expone a la humedad y al aire, lo cual hace que se oxide o corroa. Ya sea que planees conservar o vender tu auto, este lucirá más limpio (y costará más) sin el óxido, así que no dudes en quitarlo inmediatamente. Quita las manchas de óxido del auto y aplícale una capa nueva de pintura tan pronto como sea posible para detener el daño que el óxido produce antes de que la mancha se propague.

Método 1
Método 1 de 2:

Pulir y pintar nuevamente las zonas oxidadas

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  1. Este método implica usar una lijadora y un esmeril, dos herramientas eléctricas poderosas que pueden esparcir polvo fino de óxido y de pintura en el aire. Para evitar daños y protegerte de estas partículas que vuelan por el aire, asegúrate de usar guantes, gafas de seguridad y "especialmente" una máscara contra el polvo para evitar que el óxido y las partículas de pintura ingresen a tus pulmones.
    • Cuando realices tareas pesadas, considera usar un respirador en lugar de una máscara simple contra el polvo.
  2. Como se mencionó anteriormente, este trabajo esparce partículas de óxido y pintura en el aire. Si no eres cuidadoso, estas partículas pueden asentarse sobre el auto y darle una apariencia "sucia" que puede ser difícil de limpiar. Para evitarlo, cubre las partes del auto sobre las que no vas a trabajar con cinta adhesiva protectora y papel para enmascarar. Usa una lona sellada con cinta adhesiva protectora debajo del auto para definir tu área de trabajo y proteger el piso.
    • Cubrir el auto con cinta adhesiva protectora y papel para enmascarar es un arte delicado. No uses periódicos porque la pintura en aerosol puede filtrarse y dejar manchas antiestéticas. En lugar de eso, usa papel para enmascarar verdadero porque es menos poroso y evita que la pintura se filtre. Además, asegúrate de cubrir con cinta protectora cada borde del papel para enmascarar. No uses simplemente unos cuantos pedazos pequeños de cinta para fijar el papel en su lugar porque es muy probable que la pintura se filtre debajo de cualquier borde suelto.
  3. En general, no debes colocar la cinta protectora ni el papel para enmascarar en medio de un panel o dejará líneas visibles donde finaliza la pintura nueva y comienza la pintura vieja. Si eso sucede, no podrás quitar esas líneas puliéndolas o aplicando capas de pintura transparentes. Por lo tanto, evita este inconveniente cubriendo el auto de manera correcta, deteniéndote en las líneas de los paneles alrededor de las zonas oxidadas y evitando avanzar más allá de la parte interna.
    • Si tienes experiencia pintando autos, también puedes dejar de colocar la cinta protectora y el papel para enmascarar unos cuantos paneles atrás de la zona oxidada. Si sabes cómo mezclar la pintura gradualmente, lo cual se realiza mientras rocías la pintura, puedes usar esta táctica para hacerlo de manera que no haya una diferencia de color drástica entre un panel y el siguiente.
  4. Una lijadora de doble acción proporciona control sobre su velocidad mientras quitas la pintura. Comienza con una lija de grano 80 y avanza hasta usar una de grano 150. Usa la lijadora de acción doble con una lija de grano 80 a 150 para quitar el imprimante y la pintura, así como cualquier rastro de óxido ligero que no se haya fusionado con el metal. Además, debes nivelar la superficie que se encuentra entre la superficie pintada y el área sin pintura.
    • Cuando hayas terminado, colócate unos guantes y toca la superficie con los dedos. El área debe ser lisa.
  5. Usa un esmeril para retirar los depósitos gruesos de óxido y exponer cualquier marca. Usa el esmeril lentamente y de la manera correcta, de lo contrario, podrías dañar la carrocería del auto gravemente. Una vez que termines de esmerilar, aplica un ácido quita óxido para retirar las partículas microscópicas de óxido que queden.
    • Es mejor que uses ácido fosfórico para realizar este trabajo. Puedes comprarlo en la mayoría de tiendas de autopartes.
    • Si deseas, puedes usar una masilla para tapar agujeros o masilla para carrocerías (como la de la marca Bondo) para nivelar algunas abolladuras y llenar el espacio sin pintura. Termina de aplicar la masilla lijando a mano con una lija de grano 120 para obtener una superficie de metal lisa y agradable. Continúa leyendo para obtener más información sobre el uso de masillas.
  6. Compra imprimante especial para pintar sobre metal descubierto y pintura en aerosol del color de tu auto. Puedes encontrar ambos productos en una tienda de artículos para autos. Los imprimantes pueden variar, así que sigue las instrucciones que vinieron junto con el imprimante o habla con un experto en la tienda de artículos para autos para conseguir información fiable. Generalmente, deberás hacer lo siguiente antes de aplicar el imprimante:
    • Limpia el área con gasolina blanca o disolvente de pintura.
    • Coloca periódicos sobre todas las áreas circundantes dentro de 90 cm (3 pies).
  7. Rocía tres capas de imprimante y espera unos cuantos minutos entre capas para dejar que cada una se asiente. No apliques demasiado imprimante en cada capa para evitar que gotee o se corra.
    • Para la mayoría de imprimantes, necesitarás dejar que la capa fresca se seque de la noche a la mañana (al menos durante 12 horas).
  8. Este abrasivo está fabricado especialmente para lijar entre capas de pintura, alisar la superficie y quitar el brillo de manera que la pintura se mezcle apropiadamente. Ten a la mano un cubo de agua para enjuagar la lija con frecuencia y evitar que se pudra con la pintura. Para finalizar, lava el área pintada con una mezcla ligera de jabón y agua.
  9. Aplica capas delgadas de pintura y deja que cada una "repose" durante uno o dos minutos entre aplicaciones para que la pintura no se corra ni se hunda. Aplica tantas capas de pintura sobre el imprimante como sea necesario para lograr un color y acabado agradable.
    • Deja que la pintura se asiente al menos 24 horas antes de retirar la cinta. Ten paciencia. Si la pintura se siente pegajosa, posiblemente debas esperar más tiempo.
  10. Si es necesario, aplica una capa de pintura transparente que combine con el acabado del resto del auto. Finalmente, deja que la pintura se endurezca durante 48 horas.
  11. ¡Felicitaciones! Tu auto está libre de óxido y listo para que los manejes.
    • Como precaución, nunca apliques cera sobre la pintura fresca dentro de 30 días de haber pintado el auto porque la acción realizas al restregar o pulir la superficie puede quitar la pintura.
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Método 2
Método 2 de 2:

Usar "parches de masilla"

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  1. Este método es un poco diferente al descrito anteriormente. Sin embargo, funciona con los mismos principios básicos, especialmente en zonas oxidadas que han ocasionado agujeros o marcas. Para comenzar, quita todo el óxido con un esmeril para metal. Debes esmerilar hasta descubrir todo el "acero puro" (sin óxido) alrededor de donde se encontraba la zona oxidada, incluso si al hacerlo dejas algún agujero.
    • Es crucial que te deshagas de todo el óxido. Si dejas una pequeña mancha de óxido, con el tiempo esa mancha puede corroer la superficie debajo de la pintura del auto y oxidar otra zona.
    • Ten en cuenta que debido a que usarás un esmeril, las medidas de seguridad mencionadas al comienzo del artículo también se aplican para este método. Eso significa usar guantes, gafas protectoras y especialmente una máscara antipolvo que proteja tus pulmones de las partículas de polvo y pintura.
  2. Luego, debes aplicar una masilla sobre la zona donde se encontraba el óxido anteriormente. Puedes comprar masillas comerciales (como la de la marca Bondo, mencionada anteriormente) en la mayoría de tiendas de artículos para autos a precios bajos. No obstante, posiblemente debas improvisar si los agujeros son más grandes. En ese caso, necesitarás algo liso, muy durable, inoxidable y sobre el que la pintura pueda fijarse para parchar el agujero. Coloca este objeto en el agujero, aplícale una capa de masilla comercial y deja que se seque.
    • Aunque no lo creas, las latas de cerveza o bebidas gaseosas cortadas funcionan bien para parchar agujeros. El aluminio de estas latas es naturalmente resistente a la corrosión y muchas latas modernas están cubiertas con una capa protectora delgada. [1] Otra opción es usar láminas de plástico duro.
  3. Usa una lija para crear una superficie lisa y uniforme entre el "parche" nuevo y la carrocería del auto. Este puede ser un proceso largo y tedioso. Mientras lijas, probablemente descubras que necesitas agregar masilla adicional y dejar que se seque regularmente a medida que retiras la masilla existente. Sin embargo, el proceso puede describirse de esta forma: masillar, pulir, masillar, pulir, masillar, pulir..., etc.
    • Comienza a lijar con una lija áspera (de grano bajo) para alisar las protuberancias, avanza gradualmente a una lija mediana y finalmente a una lija fina (de grano alto) para lograr un acabado perfectamente liso.
    • Es recomendable que para este proceso lijes a mano, lenta y constantemente ya que los esmeriles mecánicos pueden quitar los parches.
  4. Luego, debes aplicar una capa fresca sobre la zona oxidada que hayas reparado. Prepara la superficie colocando cinta protectora y papel para enmascarar sobre la mayor parte del auto para protegerlo del imprimante y de las partículas que vuelan por el aire. No olvides cubrir también las ventanas y los neumáticos.
    • Alinea los bordes cubiertos con la cinta protectora y el papel para enmascarar con las costuras de la carrocería del auto para ocultar las diferencias mínimas entre la pintura nueva y la vieja (a menos que tengas la suficiente experiencia para lograr una mezcla suave).
  5. Aplica unas cuantas capas delgadas de imprimante y espera uno o dos minutos para que cada capa se adhiera antes de aplicar otra sobre la primera. Deja que el imprimante se seque de la noche a la mañana. Luego, después de aproximadamente 12 horas, utiliza una lija al agua de grano 400 para lijar la capa con la finalidad de que la pintura se adhiera apropiadamente. Cuando estés listo, aplica pintura sobre la capa usando la misma estrategia que usaste con el imprimante: rocía una capa delgada cada vez y deja que se seque.
    • Al igual que con el método anterior, puedes pulir los bordes de la pintura o cubrirlos con una capa transparente para que esa sección combine con el acabado del resto del auto.
    • Obviamente, es importante elegir una pintura que combine con el acabado actual del auto. Existe un código de color especifico para cada vehículo que puedes encontrar en una pegatina ubicada en alguna parte del vehículo. Necesitas esta información para hacer coincidir el color. La mayoría de vendedores en las tiendas de pintura para autos estarán felices de ayudarte. Sin embargo, ten en cuenta que la pintura de los autos viejos puede decolorarse gradualmente con el tiempo.
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Consejos

  • Los convertidores de óxido son una alternativa a los procedimientos largos. Se trata de imprimantes diseñados para aplicarlos directamente sobre la superficie oxidada. A diferencia del procedimiento que consiste en rascar, aplicar imprimante y pintura, no tienes que retirar la superficie hasta que el metal aparezca. El convertidor de óxido tiene dos componentes principales: un polímero a base de tanino y un polímero orgánico. El polímero orgánico proporciona una capa protectora de imprimante. El tanino reacciona con el óxido de hierro convirtiéndolo en hierro de tanato, un producto corrosivo estable de color azul o negro. Puedes comprar una lata de convertidor de óxido por 3 dólares en centros comerciales.
  • Si el auto tiene un área muy oxidada que cubre gran parte de la carrocería, puedes pedirle a un profesional que se haga cargo del trabajo.
  • El convertidor de óxido de una botella sin rociador es excelente para desportilladuras pequeñas, incluso si aún no han comenzado a oxidarse. Vierte un poco de convertidor de óxido en un vaso de cartón. Esa porción del convertidor se estropea rápidamente cuando se contamina con pedazos de óxido y debes desechar el exceso. Colócalo hacia los bordes de la pintura en buenas condiciones usando un mondadientes. Antes de usar el auto, espera durante varias horas hasta que el convertidor termine de actuar y secarse. Podrás conducirlo una vez que la superficie esté lo suficiente seca para no correrse. El convertidor deja una capa rústica negra que luce como una mancha de alquitrán y generalmente no es visible a través de un color intermedio, oscuro o metálico. La pintura de retoque se adherirá al convertidor.
  • Si las zonas oxidadas se sitúan sobre o alrededor del guardafangos, puede resultar útil levantar el auto con cuidado usando una cuña detrás de una de las ruedas. Retira la rueda y destornilla el plástico que la protege. Si lo haces, podrás golpear cualquier abolladura desde el interior y tendrás más espacio para esmerilar y pintar.
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Advertencias

  • Los propelentes tienen propiedades explosivas, así que no produzcas ninguna chispa o llama, incluyendo encender cigarrillos, cerca del área de trabajo durante todo el proceso de retiro del óxido.
  • Usa guantes, gafas de seguridad y una máscara contra el polvo para evitar que el polvo del óxido y de la pintura te causen irritación o algún daño.
  • Si vas a usar ácido fosfórico, ASEGÚRATE DE LEER Y SEGUIR las instrucciones del empaque del producto.
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Referencias

  1. http://www.theruststore.com/Does-Aluminum-Rust-W26C2.aspx
  2. Instructables (artículo escrito por el usuario: Intoon, fuente de información e imágenes, compartido con autorización)

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