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Deshacerse del caramelo puede ser una tarea bastante difícil. Si siempre recuerdas quitarlo antes de que se enfríe, el trabajo será mucho más fácil. Puedes remojar el caramelo en agua caliente o en agua carbonatada a fin de prolongar el tiempo que le toma solidificarse. Una vez que se endurezca, si lo que queda es una capa delgada, será fácil quitarla quebrándola en pedazos pequeños con mucho cuidado utilizando un cincel de cocina. Sin embargo, una capa más gruesa tendrá que remojarse en agua hirviendo, agua con sal o agua jabonosa.
Pasos
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Espera hasta que el caramelo se enfríe y se solidifique. Si solo queda una capa delgada y ligeramente traslúcida en la olla, quizá puedas quitarla raspando el caramelo y sin necesidad de otros pasos. Si la capa es más gruesa, tendrás que dejarla remojar antes de rasparla.
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Utiliza un cincel de cocina para quebrar en pedazos el caramelo seco. Coloca el cincel en el borde de la olla que esté más cerca de ti y empújalo hacia adelante con movimientos cortos. Aplica una presión firme y constante.
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Enjuaga la olla para terminar de quitar los pedacitos de caramelo. Luego, sécala con un pedazo de papel absorbente.
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Examina la olla. Si queda algún rastro del caramelo en el fondo, repite el proceso de raspado y enjuague.
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Si aún queda mucho caramelo, coloca la olla en la congeladora. Déjala ahí por dos horas a fin de que tanto la olla como el caramelo quemado se congelen por completo. Es más fácil cincelar la comida congelada y el caramelo se vuelve bastante quebradizo a temperaturas bajo cero.
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Saca la olla del congelador. Repite el proceso de raspado para deshacerte de los últimos pedacitos de caramelo.Anuncio
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Vierte agua carbonatada en la olla antes de que se enfríe. Este método funciona especialmente bien con ollas de hierro fundido. El gas del agua tiene una reacción química con el hierro, lo que hace que los lados queden resbaladizos y nada quede pegado.
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Luego de remojar el caramelo por 15 minutos, restriega la olla con una esponja para vajilla o un paño. Todavía no botes el agua carbonatada de la olla. En vez de esto, sumerge la esponja en el líquido y continúa restregando.
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Bota el agua carbonatada. Limpia cualquier residuo de caramelo con un pedazo de papel absorbente seco.Anuncio
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Llena la olla donde está el caramelo con agua muy caliente. Solo necesitas suficiente agua como para cubrir el caramelo. Es mejor hacerlo inmediatamente después de terminar de usar la olla, antes de que el caramelo se solidifique por completo.
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Deja la olla en el lavadero o sobre el mostrador. Cúbrela y permite que el interior se remoje por una hora.
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Bota el agua de la olla. Si, luego de inspeccionarla, notas que todavía queda una buena cantidad de caramelo pegado, intenta utilizar agua mucho más caliente.
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Llena la olla con agua tibia. Al igual que antes, solo es necesario cubrir el caramelo con agua.
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Calienta la olla en la hornilla a fuego medio o medio alto. El agua debe burbujear, pero no hervir por completo. Permite que el agua burbujee por al menos 10 minutos.
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Apaga el fuego y bota el agua. Quita los restos de caramelo con una esponja para vajilla.Anuncio
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Llena una olla recubierta con agua con sal. Vierte 1 cucharada de sal por cada taza (250 ml) de agua. Procura que el caramelo quede sumergido por completo.
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Permite que la olla repose con el agua toda la noche. No botes el agua con sal antes de tiempo, sin importa cuán sucia o turbia se vea.
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Al día siguiente, hierve el agua con sal en la misma olla. Para este punto, la sal habrá debilitado el caramelo pegado, el cual deberá despegarse de los lados de la olla tan pronto como el agua se caliente.
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Bota el agua. Restriega suavemente los lados de la olla con una esponja. Cualquier residuo de caramelo deberá poder quitarse fácilmente.
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Enjuaga la olla. Con un chorro de agua retira los pedacitos de caramelo que hayan quedado.Anuncio
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Llena la olla con suficiente agua tibia como para sumergir el caramelo por completo. Puedes aplicar este método cuando el caramelo sigue caliente o después que se enfríe.
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Vierte la cantidad deseada de jabón lavavajillas o suavizante de tela. Si el caramelo está demasiado duro y se ve bastante pegado, es muy probable que tu mejor opción sea un suavizante de tela, ya que la mayoría de jabones lavavajillas son muy suaves.
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Permite que la olla repose por una hora como mínimo. Una vez que regreses a revisar la olla, el agua se verá de un tono marrón turbio.
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Restriega la olla con una esponja para vajilla. Sumerge la esponja en la solución de la olla y restriega vigorosamente hasta quitar todos los pedacitos de caramelo. Luego de remojar por una hora, deberá ser más fácil limpiar la superficie.
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Bota el agua. Enjuaga la olla una última vez con un chorro de agua.Anuncio
Consejos
- Cuando dejes remojando una olla, no olvides remojar los utensilios que has utilizado. Estos métodos también sirven para los utensilios de metal. Simplemente déjalos dentro de la olla y remójalos simultáneamente.
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Advertencias
- Ten en cuenta el material del que están hechas tus ollas. Algunos materiales necesitan un cuidado especifico. Por ejemplo, el hierro fundido se puede oxidar si lo dejas con agua mucho tiempo, y algunas coberturas antiadherentes se pueden dañar si las raspas o restriegas con sal o lana de acero.
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Cosas que necesitarás
- cincel de cocina
- congeladora
- agua carbonatada
- agua
- cocina
- sal
- jabón lavavajillas
- suavizante de tela
- esponja
- secadores de vajilla
Acerca de este wikiHow
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