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Quitar remaches puede parecer una tarea difícil, pero si cuentas con las herramientas adecuadas, en realidad es bastante simple. Si tienes remaches pequeños, puedes utilizar una broca para atravesar su superficie. En el caso de remaches difíciles que no se puedan perforar, puedes moler sus cabezas y luego taladrarlos. También puedes utilizar un martillo y un cincel para romper la cabeza del remache y atravesar su superficie si no cuentas con un taladro.

Método 1
Método 1 de 3:

Perforar el remache con un taladro

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  1. Toma una clavija, un pivote o un punzón, y sostenlo contra la parte superior del remache. Utiliza el martillo para golpear el extremo del punzón y crear una pequeña abolladura en la cabeza del remache. [1]
    • Ten cuidado de no fallar el golpe sobre el punzón, ya que podrías golpearte la mano con el martillo.
    • Algunos punzones cuentan con un resorte y perforan el remache por sí solos.

    Nota: es probable que tengas que martillar el punzón más de una vez para crear una hendidura lo suficientemente profunda como para que la broca se aferre.

  2. Coloca una broca que encaje perfectamente en la hendidura. Busca una broca que encaje en la hendidura y sea lo suficientemente larga como para atravesar el remache. Debes ajustar el mandril de manera que la broca quede firme y segura.
    • El extremo de la broca debe ser lo suficientemente delgado como para encajar perfectamente en la hendidura creada por el punzón y esta pueda aferrarse.
    • La broca debe ser del mismo tamaño que el remache o más pequeña. Por ejemplo, para un remache de ½ cm (¼ de pulgada), debes utilizar una broca del mismo tamaño 5 mm (3/16 de pulgada).
  3. Al perforar el remache, crearás mucha fricción y calor. Para ayudar a que la broca atraviese el remache sin sobrecalentarse ni dañarse, puedes agregar unas gotas de fluido de corte o lubricante al extremo. [2]
    • Utiliza los dedos para esparcir el lubricante por todo el extremo de la broca.
    • Puedes conseguir lubricante de perforación en ferreterías o a través de internet.
  4. Los remaches están hechos de metal y a menudo se sujetan a superficies metálicas. Al perforar metal, puedes crear chispas o hacer que algunos fragmentos salgan disparados, lo que podría lastimarte los ojos. Antes de comenzar a perforar, debes colocarte un par de gafas de seguridad que te queden bien. [3]
    • Las gafas comunes no representan una protección adecuada. Asegúrate de utilizar gafas de seguridad que estén clasificadas para perforar o cortar metal.
  5. La broca debe encajar en la hendidura, pero tendrás que aplicar presión para mantener el extremo contra el remache. Ten cuidado de no aplicar demasiada presión, ya que podrías hacer que el taladro se deslice y la broca raye la superficie que sostiene el remache. [4]
    • Mantén una mano sobre el mango del taladro para aplicar presión y utiliza la otra para mantener el taladro en su lugar.
  6. Para taladrar remaches metálicos, se necesita presión en lugar de velocidad. Enciende el taladro lentamente y mantén un ritmo constante mientras lo sostienes contra el remache y aplica una presión firme.
    • Evita presionar con demasiada fuerza contra el remache, ya que la broca podría deslizarse o posiblemente doblarse.

    Consejo: debes aplicar más lubricante si el remache comienza a humear o si la broca presenta problemas para acelerar.

  7. Continúa presionando y mantén una velocidad constante mientras perforas el remache. Con el tiempo, el remache atravesará el agujero.
    • No dejes de perforar hasta que el remache se haya retirado por completo de la superficie.
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Método 2
Método 2 de 3:

Moler el remache

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  1. El metal molido puede hacer que salgan chispas y fragmentos de metal. Es muy importante que utilices un par de gafas de seguridad resistentes antes de empezar a cortar remaches metálicos. [5]
    • Asegúrate de que las gafas de seguridad estén clasificadas para trabajos en metales.
  2. Coloca la rueda sobre la cabeza del remache tan cerca del punto donde se conecta con la superficie. Mantén la rueda en una posición estable y fija para evitar rayar la superficie. [6]

    Advertencia: no trates de calzar la rueda de esmeril debajo de la cabeza del remache antes de encenderla, ya que solo romperías la rueda y probablemente algunos fragmentos saldrían disparados, lo que podría lastimar a alguien.

  3. Aumenta la velocidad de la rueda y muévela lentamente a una posición paralela a la superficie hasta que haga contacto con la cabeza del remache. Debes mover la rueda lentamente a medida que cortas el remache de metal hasta que retires la cabeza expuesta. [7]
    • Si sientes resistencia mientras te mueves, debes sostener la rueda en su lugar para permitir que termine de cortar el metal antes de continuar cortando el remache.
  4. Una vez que hayas retirado la mayor cantidad posible de la cabeza del remache, toma una clavija, un pivote o un punzón, y colócalo en el medio del remache. Utiliza el martillo para hacer una abolladura en el centro de manera que el taladro pueda aferrarse al metal y penetrarlo. [8]
    • Asegúrate de hacer una buena hendidura en el metal. Es probable que tengas que martillar el punzón varias veces para hacer una abolladura lo suficientemente profunda.
  5. Toma una broca del tamaño de la hendidura hecha por el punzón para perforar un agujero piloto que guiará la broca más grande. Perfora la broca más pequeña hasta el final del remache. [9]
    • Debes perforar a una velocidad constante y mantener la presión contra la broca para perforar el remache.
    • Puedes conseguir lubricante o fluido de corte en una ferretería local o a través de internet.
  6. Cambia la broca por una del mismo tamaño que el remache y lubrícala. Una vez que hayas perforado un agujero piloto con la broca más pequeña, cámbiala por una del mismo tamaño que el remache. Esta broca será más gruesa que la que utilizaste para perforar el agujero piloto. Agrega unas gotas de lubricante al extremo de la broca. [10]
    • Asegúrate de que la broca esté bien instalada en el taladro para evitar que se desprenda mientras perforas el metal.
    • Esparce el lubricante alrededor del extremo de la broca con los dedos para asegurar una cobertura uniforme.
  7. Encaja el extremo de la broca en la hendidura y el agujero piloto que acabas de hacer. Este debe encajar perfectamente en el agujero. Aplica presión firmemente y taladra a un ritmo constante para perforar el remache y empujarlo hasta el final. [11]
    • Debes mantener una presión constante mientras perforas.
    • Asegúrate de no presionar demasiado, ya que la broca podría deslizarse y rayar la superficie.
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Método 3
Método 3 de 3:

Utilizar un martillo y un cincel

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  1. Toma un cincel y coloca el extremo afilado en el borde donde la cabeza del remache y la superficie se conectan para apalancarla un poco y ayudar a quitarla. Puedes mover el cincel un poco para encajarlo en su lugar. [12]
  2. Utiliza el martillo, y golpea contra el extremo romo o ancho del cincel para rebajar la cabeza. Probablemente sean necesarios varios golpes para retirarla. [13]
    • Ten cuidado de que el martillo no se deslice y te golpee la mano.

    Consejo: es probable que la cabeza del remache no se desprenda de manera uniforme. Utiliza el martillo y el cincel para retirar cualquier pedazo restante de la cabeza.

  3. Una vez que hayas quitado la cabeza del remache, puedes trabajar para perforar el remache a través de la superficie. Coloca el extremo delgado del cincel contra el remache y mantenlo firmemente en su lugar. [14]
    • Puede resultarte útil hacer algunas abolladuras en el remache para ayudar a mantener el cincel en su lugar.
    • Si el remache es pequeño, puedes utilizar un punzón para martillarlo a través de la superficie.
  4. Martilla el extremo grueso o romo del cincel con golpes firmes y controlados. Continúa martillando el cincel hasta que el remache atraviese la superficie. [15]
    • No te apresures ni trates de martillar el remache rápidamente, ya que será mucho más probable que el martillo se resbale y te lastimes.
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Consejos

  • En lugar de un martillo y un cincel, también puedes utilizar una herramienta especial que se conoce como cincel de corte frío para romper la cabeza del remache.
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Advertencias

  • Siempre debes utilizar gafas de seguridad al cortar o moler metal.
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Cosas que necesitarás

Perforar el remache con un taladro

  • un taladro eléctrico
  • un punzón
  • un martillo
  • lubricante o fluido de corte
  • gafas de seguridad

Moler el remache

  • una rueda de esmeril
  • un taladro eléctrico
  • lubricante o fluido de corte
  • un martillo
  • un punzón
  • gafas de seguridad

Utilizar un martillo y un cincel

  • un martillo
  • un cincel

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