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El despido de un compañero de trabajo puede ser una situación incómoda, a veces desconcertante en el trabajo. Puede ser desafiante en especial si desarrollaste una relación positiva con el empleado despedido, o si el evento provoca miedo y pánico en tus colegas. En caso de que un compañero de trabajo sea despedido, debes saber qué decir, qué no decir y la mejor manera de protegerte de las consecuencias.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Saber qué decir

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  1. Muchas personas sentirán la necesidad de ignorar la situación o decir cosas triviales. Resístelo. Lo último que quiere escuchar tu colega es que su despido debe tener un lado positivo o de alguna manera "es para su bien". Sin embargo, al mismo tiempo, no ignores la situación. Apreciará las palabras positivas de simpatía o, mejor aún, las ofertas de ayuda real. [1]
    • En lugar de decirle al compañero de trabajo: “No te preocupes, pronto conseguirás un excelente trabajo” prueba algo simple y empático. "Lo siento" o “Avísame cómo puedo ayudarte” es mucho mejor. [2]
    • Haz una propuesta real para ayudar. ¿Puedes ayudarle a renovar su currículum? ¿Tal vez le gustaría practicar una entrevista? ¿O simplemente le gustaría reunirse para tomar un café? Todo ello puede marcar más la diferencia que las palabras. [3]
  2. Al ofrecer palabras afirmativas, evita a toda costa las bromas, el humor negro o una respuesta que minimice la situación. Tu compañero de trabajo acaba de ser despedido. Probablemente está angustiado y tal vez enojado o en estado de shock. Una de las cosas más insensibles que puedes hacer es minimizar la situación, porque puede parecer que sus emociones no importan. Decir "Tienes suerte de salir de este basurero", por ejemplo, o bromear acerca de cuánto tiempo libre tendrá libre es algo poco diplomático. [4]
    • Respeta el espacio también. Trata de leer su lenguaje corporal. Puedes darte cuenta que tiene un momento emocional difícil. En ese caso, no lo lastimes con una conversación larga ni lo presiones para que salga a almorzar u otras cosas.
    • Está bien tratar de ayudar a tu compañero de trabajo a que se enfoque en el lado positivo de la situación, siempre y cuando no minimices el estrés o la tristeza que lo aqueja. Por ejemplo, podrías decirle algo como “Siento que te haya ocurrido esto, pero me siento realmente feliz de que trabajar juntos nos haya dado una oportunidad de conocernos y entablar una amistad”.
  3. Otra respuesta natural al ver a un colega despedido es querer "arreglar las cosas". Resiste también ese impulso. En cierto modo, ser despedido es como experimentar la muerte de un familiar. Tu compañero de trabajo estará demasiado ocupado aceptando la pérdida para apreciar una opinión acerca de cómo debe iniciar su propio negocio o cambiar de carrera. Tampoco querrán tu posible consejo sobre cómo conseguir un mejor trabajo. [5]
    • En lugar de decir "Sabes, hay muchos trabajos en el cuidado de la salud, tal vez puedas conseguir uno allí", di algo concreto y útil. Prueba algo como “Avísame si puedo hacer algo. Me encantaría revisar su currículum o leer tus cartas de presentación”.
    • Si tu compañero de trabajo te pide algún consejo sobre lo que debes hacer a continuación, haz preguntas como “¿Qué es lo que en verdad te importa?” y “Idealmente, ¿en qué te gustaría trabajar tus próximos años?”.
  4. Ser empático requiere que le des prioridad a los sentimientos de la otra persona y que lo escuches. Tratas de ofrecer apoyo emocional a un compañero de trabajo y quizás a un amigo. No hagas la conversación sobre ti. No cuentes una historia sobre el momento en que te despidieron y cómo te las arreglaste. Permanece enfocado en la persona.
    • Pregúntale a tu compañero de trabajo sobre su vida: “¿Cómo te va? ¿Estás bien?”. Evita las frases que hablen sobre ti. Por ejemplo, "Una vez cuando me despidieron..." o "Una vez que solía trabajar en la compañía tal...".
  5. Dale a tu compañero de trabajo un poco de tiempo y espacio para aceptar su despido antes de contactarlo de nuevo. Intenta enviar un correo electrónico corto: "Hola Jane. Lamento mucho que te hayas ido de la compañía. ¿Cómo te va? Por favor, avísame si hay algo que puedas hacer para ayudarte”. [6] Asegúrate de ser comprensivo y no entrometido. No menciones los motivos de su despido a menos que la persona lo haga.
  6. A menos que lo mencione específicamente, no discutas el despido de tu compañero de trabajo con el jefe hasta que todo se calme. Probablemente también sea un momento estresante para él y quizás estará ocupado planificando el período de transición antes de que otra persona sea contratada para asumir el cargo. Puede ser difícil, pero guarda silencio.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Protegerte a ti mismo

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  1. A veces, puedes prever un despido: un compañero de trabajo tiene un historial de bajo rendimiento, malas relaciones con los compañeros de trabajo o ha tenido una pelea con el jefe. En otras ocasiones, puede ser completamente inesperado. En cualquier caso, resiste los chismes que quizás se dirán. Permanece callado y concéntrate en el trabajo si escuchas que un compañero de trabajo ha sido despedido. No especules en el área para tomar agua y no trates de entrometerte con nadie, tu antiguo compañero de trabajo, los compañeros de oficina o el jefe. Además, no creas los rumores que escuches.
  2. No te entrometas en las responsabilidades de tu antiguo compañero de trabajo demasiado pronto. Incluso si tuvo tareas más fáciles, una oficina más agradable o un mejor lugar para estacionar, no te sientas tentado a pedirlas poco después de su despido. Deja que las cosas se calmen. Es probable que el jefe tenga un plan para ti y el reemplazo del compañero de trabajo, y puede ver tu prisa como algo de mal gusto.
  3. Ten cuidado, en especial si sientes que el despido de tu compañero de trabajo puede ser el comienzo de una ronda de despidos. Evalúa tu trabajo. ¿Cumple con las expectativas? ¿Eres un empleado valioso o prescindible? Incluso si el despido fue un caso aislado, concéntrate en el trabajo que tienes delante. Un despido puede causar caos y agregar trabajo a todos los que quedan. Trata de estar aún más atento a las tareas y a la calidad de tu trabajo. Tu jefe apreciará tu rendimiento. Incluso puede originar una promoción a largo plazo. [7]
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