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Si tienes la menstruación de forma inesperada y sin los artículos necesarios a la mano, esto puede hacer que te sientas impotente y frustrada, en especial si tu flujo es abundante o usas prendas que se manchan con facilidad. La clave para sobrevivir a esta dificultad es guardar la calma y usar los recursos disponibles para controlar la menstruación hasta que regreses a casa.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Lidiar con la crisis

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  1. Esto te permitirá evaluar tu menstruación por completo para poder determinar qué productos necesitas por ahora. Por ejemplo, un flujo abundante requerirá una toalla higiénica o un tampón, mientras que uno ligero solo necesitará un protector delgado.
    • Todas las personas son diferentes, pero muchos periodos empiezan con un flujo leve durante las primeras horas y que se vuelve más abundante a medida que progresa el primer día. Tenlo en cuenta cuando elijas los productos que necesitarás. Un protector delgado podría bastar por ahora, pero si tus periodos suelen volverse abundantes, quizás lo mejor sea planificar de antemano y elegir algo más absorbente.
    • Disculparte para ir al baño podría ser más difícil en algunas situaciones. Por ejemplo, si estás en clase, pedirle permiso al profesor para ir al baño podría parecerte vergonzoso a pesar de que no haya nada de malo con hacerlo. Si te parece más cómodo, podrías pedirle permiso para ir a la enfermería o concebir una excusa adecuada para otra situación.
  2. La mayoría de las mujeres han experimentado una menstruación inesperada en el pasado y te ofrecerán uno o dos productos que podrás usar por el momento para sobrellevar el día. Sal de tu zona de confort para pedirles productos a desconocidas en el baño, personal femenino y compañeras de trabajo, o compañeras de clase que ya hayan pasado por la pubertad. [1]
    • Compra toallas higiénicas o tampones en un dispensador de productos femeninos, si hay uno disponible. Estos tipos de dispensadores se encuentran en la mayoría de los baños públicos para mujeres. Si otras mujeres no tienen productos y no tienes dinero, pregúntales si pueden prestarte algo de cambio para que los compres.
  3. Usa papel higiénico, gasa y otros implementos para crear una toalla higiénica improvisada. Si no puedes conseguir productos para la menstruación, crea una toalla improvisada que puedas usar hasta que regreses a casa. Por ejemplo, envuelve una cantidad considerable de papel higiénico o papel toalla en tu ropa interior varias veces para asegurarla en su lugar, o usa gasa del botiquín de primeros auxilios más cercano. [2]
    • Nunca uses tampones improvisados. Estos se introducen en la vagina, por lo que los tampones improvisados pueden aumentar el riesgo de sufrir el síndrome de choque tóxico si contienen bacterias o si están hechos con implementos que no son seguros para tu cuerpo. [3]
  4. Si experimentas cólicos menstruales y no tienes medicamento para el dolor a la mano, hay algunas opciones naturales que podrías probar para un alivio rápido.
    • El calor es una de las opciones más eficaces; por ello, si tienes una almohadilla térmica a la mano, colócatela en la parte inferior del abdomen hasta reducir la gravedad de los cólicos.
    • Tal vez no tengas una almohadilla térmica a la mano, por lo que también podrías relajar los músculos abdominales mediante la respiración profunda o la relajación muscular progresiva . Masajearte el abdomen de forma ligera con las manos también puede aliviar los músculos adoloridos y acalambrados de manera temporal.
  5. Amárrate una chaqueta o sudadera alrededor de la cintura si crees que el flujo se ha filtrado a través de la ropa. Esto suele ayudar a ocultar las manchas hasta que puedas regresar a casa o cambiarte de ropa.
    • También podrías ponerte ropa de color oscuro. Si estás en casa y no tienes productos a la mano, ponte una falda, pantalones o shorts de color oscuro (si los tienes disponibles). Los colores oscuros pueden ayudar a ocultar las manchas de la menstruación si va a pasar un buen tiempo antes de que puedas acceder a los productos femeninos.
  6. Si estás en un lugar público y no podrás llegar a casa en varias horas, o si sabes que no tienes productos en casa, tendrás que ir a la tienda y comprar lo que necesites lo más rápido posible. Según tus preferencias y necesidades, esto podría comprender a las toallas higiénicas o los tampones, los analgésicos, y los parches térmicos adhesivos.
    • Comprar tus propios productos podría parecerte abrumador si eres joven y nunca lo has hecho, pero ten en cuenta que esta es una experiencia que todas las mujeres comparten. No hay nada de lo cual avergonzarse.
    • No obstante, si te sigues sintiendo avergonzada, ve a una tienda con varias cajas para pagar y busca una en donde atienda una mujer, ya que podría parecerte menos vergonzoso que acercarte a un hombre. Otra opción es elegir una tienda con cajas de autopago, para evitar a los cajeros por completo.
  7. Absorber la sangre fresca y asegurar los productos debe ser tu principal prioridad, pero una vez que te encargues de todo, podrías tener que limpiar las manchas de sangre de la ropa , en especial si manchas tu falda favorita o tu ropa interior más cómoda.
    • Hay diferentes opciones que podrías probar, pero si la mancha es fresca y relativamente pequeña, primero dale toques suaves con agua fría. Agrégale un poco de sal o detergente de ropa al agua; o prueba un agente quitamanchas especial, y aplícalo con los dedos hasta que empieces a eliminar la mancha. Luego podrás lavarla de forma habitual, pero usando agua fría para no fijar la mancha.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Controlar tu respuesta

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  1. En algún punto de su vida, la mayoría de las mujeres afrontarán como mínimo una menstruación inesperada sin los productos necesarios a la mano. No te sientas frustrada, furiosa o impotente cuando esto ocurra. Tan solo acepta lo ocurrido y que puedes evitar que vuelva a suceder en el futuro.
    • Podrías sentir la tentación de esperar debido a la vergüenza, pero si tardas en actuar, esto solo hará que la menstruación tenga más tiempo para mancharte la ropa. Mientras más pronto aceptes la situación, más rápido podrás encargarte del problema y seguir adelante.
  2. Mientras más calmada estés, mayor será la eficacia con la que puedas manejar y abordar la situación de forma oportuna. Además, guardar la calma sin entrar en pánico o armar una escena evitará que alertes a los demás sobre tu dilema personal.
    • Si necesitas calmarte, respira profundo un par de veces: inhala con lentitud hasta la cuenta de cuatro, aguanta la respiración por otros cuatro segundos y exhala con lentitud por cuatro segundos más. Repítelo según sea necesario hasta que calmes los nervios.
    • También puedes reformular los pensamientos negativos de manera más consciente y positiva. Por ejemplo, en lugar de pensar “Todos lo descubrirán y me molestarán”, prueba algo más indulgente y proactivo, como “Esta es una situación incómoda, pero es temporal y normal, y la superaré pronto”.
  3. Podrías preocuparte de que otras personas descubran que tu periodo ha empezado, en especial si la sangre ha manchado tu falda o pantalones. La mejor manera de manejar la situación es contárselo a la menor cantidad posible de personas y decirles lo menos posible.
    • No hay nada de lo cual avergonzarte, pero es normal que sientas vergüenza sobre tu periodo cerca de los chicos, en especial si sigues siendo joven. Si algún chico te pregunta cuál es el problema (sin importar si es una figura de autoridad, como un profesor o jefe, o una persona casual, como compañeros de escuela o trabajo), puedes omitir los detalles desastrosos y tan solo decirle que no te sientes bien. Puedes disculparte y abandonar la situación sin lucir extraña.
  4. Las menstruaciones pueden ser lo suficientemente estresantes sin el drama de que no tengas los productos necesarios cuando ocurran. Una manera de hacer que la experiencia sea menos traumatizante es convertirla en una excusa para consentirte. Supera el momento planificando una actividad relajante que puedas disfrutar cuando llegues a casa y tengas tiempo para descansar.
    • Por ejemplo, podrías acurrucarte en el sofá con tu alimento reconfortante favorito y ver una maratón de tu serie de televisión favorita. Las películas sentimentales o divertidas pueden funcionar igual de bien.
    • Los ejercicios ligeros son otra opción. Dar una caminata podría no parecerte agradable cuando te retuerces de dolor, pero el ejercicio ligero puede reducir los cólicos y hacerte sentir mejor en general. Además, si caminas en un lugar agradable (como un parque hermoso), también podrías sentir que la experiencia es gratificante a nivel emocional.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Prevenir las emergencias futuras

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  1. Esta experiencia podría ser una que quieres olvidar, pero será mejor para ti que aprendas de ella antes de borrarla de tu memoria. Determina por qué la menstruación te ha tomado por sorpresa y concibe soluciones para evitar que el problema vuelva a ocurrir.
  2. Ten un registro de tu periodo cada mes, para poder garantizar que siempre tengas los productos que necesites. El ciclo menstrual promedio es de 28 días, pero puede variar de 21 a 45 días. Mientras más te familiarices con tu cuerpo, mayor será la eficacia con la que puedas predecir cuándo tendrás la menstruación.
    • Puedes marcar las fechas de inicio y fin de la última menstruación en el calendario, y haz lo mismo para cada una de las siguientes. Con el tiempo, podrás identificar el promedio de días entre cada menstruación, lo que te permitirá saber cuándo tendrás tu periodo con más facilidad. También podrías usar una aplicación para registrar la menstruación de manera similar.
    • Es normal que las adolescentes tengan periodos irregulares, pero si los tuyos son muy irregulares, dolorosos o abundantes, quizás lo mejor sea consultar con el ginecólogo. Él podrá descartar todo problema tratable o grave, y conversar contigo para encontrar maneras de regular tu periodo en el futuro.
  3. Esto te ayudará a predecir cuándo la tendrás, de modo que puedas tener los productos necesarios. La menstruación causa efectos secundarios como la sensibilidad en los senos, la distensión abdominal, los cólicos y los brotes de acné. También podrías notar una mayor irritabilidad o fatiga.
    • Definitivamente, hay similitudes entre la mayoría de las mujeres, pero cada cuerpo es un poco diferente; por ello, lo mejor es familiarizarte con tus propios síntomas premenstruales. Puedes anotar los síntomas en tu diario (si tienes uno) o crear uno aparte para este fin.
  4. Guarda toallas higiénicas y tampones en varios lugares para que siempre los tengas a la mano. Por ejemplo, guarda los productos en tu bolso, mochila, auto, escritorio, casillero y todos los baños de tu casa.
    • En lugar de esperar a la próxima vez que necesites los productos para la menstruación, reabastécete tan pronto como termine tu periodo actual. De esta forma, estarás preparada de antemano y no tendrás que preocuparte por ello cuando ocurra.
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