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Si alguna vez has intentado recalentar el arroz con solo meterlo en el microondas, sabes que con frecuencia sale seco y poco apetecible. No obstante, si agregas agua y creas un sello para dejar que se cueza al vapor, puedes tener unas deliciosas sobras de arroz en el microondas, estufa u horno.

Método 1
Método 1 de 3:

Recalentar en el microondas

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  1. Pon el arroz en un plato o tazón, o simplemente utiliza un recipiente de plástico que sea seguro para colocar en el microondas. Si el arroz está en un recipiente de cartón para llevar y quieres dejarlo ahí, asegúrate de que la caja no tenga asas ni grapas metálicas.
  2. La cantidad de agua dependerá de la cantidad de arroz; sin embargo, por lo general no será más de una cucharada de líquido por taza (340 g) de arroz. Debe haber suficiente humedad para cocer al vapor el arroz, pero no lo suficiente como para que el arroz esté en un charco de agua después de calentarse. [1]
  3. Si hay grumos grandes que están pegados, no se calentarán de forma muy uniforme como todo lo demás, ya que el arroz de los grumos no obtendrá la humedad que necesita para estar suave de nuevo. Utiliza un tenedor a fin de romper esos grumos de tal modo que todo esté casi del mismo tamaño. [2]
  4. A fin de mantener la humedad del arroz, cubre el recipiente con un plato liviano o con una tapa de plástico que sea segura para microondas (no obstante, no deberás sellarlo por completo). También puedes cubrir el recipiente con un papel toalla húmedo para darle más humedad. [3]
  5. Utiliza temperaturas altas cuando calientes el arroz en el microondas. La cantidad de tiempo dependerá de la cantidad de arroz que tengas. De 1 a 2 minutos será suficiente para una porción. [4]
    • Si recalientas arroz que estaba congelado, caliéntalo durante 2 a 3 minutos en el microondas. [5]
    • Es probable que el recipiente se ponga caliente, así que déjalo reposar después en el microondas durante 1 a 2 minutos o utiliza guantes para horno a fin de sacarlo.
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Método 2
Método 2 de 3:

Recalentar en la estufa

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  1. Vierte el arroz del recipiente en el que está a una sartén. Una sartén de cualquier tamaño estará bien; no obstante, el arroz debe caber cómodamente sin que sea necesario que lo presiones para que encaje bien.
  2. La cantidad de agua dependerá de la cantidad de arroz, aunque un par de cucharadas debe ser suficiente para una sola porción. Dado que la sartén la pondrás sobre la estufa en vez de ponerla dentro de un microondas u horno, también podrás agregar cantidades pequeñas de agua durante el proceso de calentamiento si todavía ves que está muy seco. [6]
  3. Vierte un poco de aceite de oliva o una pequeña cantidad de mantequilla (menos de una cucharada) en la sartén encima del arroz. Así restaurarás más de la humedad y el sabor que se han perdido en el refrigerador, y evitarás que el arroz se pegue a la sartén. [7]
  4. Utiliza un tenedor para presionar los trozos más grandes de arroz que es posible que no se hayan calentado de manera uniforme cuando hayan estado pegados. Esto también ayudará a revolver y combinar el arroz con el agua y el aceite. [8]
  5. Si tienes la tapa que viene con la sartén, ponla encima para crear un buen sello a fin de encerrar el vapor. Si no tienes la tapa perfecta, utiliza una más grande a fin de ponerla sobre la sartén para que todos los bordes queden cubiertos.
  6. La cantidad de tiempo variará dependiendo de la cantidad de arroz en la sartén; no obstante, casi 3 a 5 minutos debe ser suficiente para una sola porción. Revuelve con frecuencia para evitar que el arroz se queme. Sabrás que está listo cuando toda el agua se haya evaporado y el arroz vuelva a humear y se esponje de nuevo. [9]
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Método 3
Método 3 de 3:

Recalentar en el horno

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  1. La fuente de horno debe ser segura para hornos y lo suficientemente grande como para contener el arroz sin necesidad de presionarlo y apretarlo.
  2. Para una sola porción, agrega 1 o 2 cucharadas de agua. Para cantidades más grandes de arroz, agrega más agua. [10]
  3. Vierte un poco de aceite de oliva o cualquier tipo de caldo sobre el arroz para darle más humedad y sabor. Revuelve un poco el arroz para que el líquido lo cubra de manera uniforme tanto como sea posible. [11]
  4. Asegúrate de que todos los trozos de arroz estén rotos y distribuidos de manera uniforme alrededor de la fuente para que todo se caliente a la misma velocidad. [12]
  5. Si la fuente para horno que utilizas ha venido con una tapa, coloca esa tapa sobre la fuente antes de ponerla en el horno. Si no tienes una tapa, solo arranca una hoja grande de papel de aluminio y envuélvela sobre los bordes de la fuente. [13]
  6. Si después de 20 minutos piensas que el arroz todavía está muy seco, sácalo del horno, esparce otra cucharada de agua sobre él y vuelve a poner la tapa. Deja reposar la fuente sobre la estufa o sobre un trébede, y haz que se cocine al vapor durante unos 5 minutos. [14]
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Vídeo


Advertencias

  • Es posible que el arroz cocido contenga esporas que se pueden convertir en bacterias cuando lo dejes a temperatura ambiente por demasiado tiempo. Para evitar enfermedades, coloca lo antes posible en el refrigerador el arroz que no hayas comido y consúmelo en el plazo de un día. [15]
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Acerca de este wikiHow

Resumen del artículo X

La manera más fácil de recalentar arroz frío es en el horno microondas. Ponlo en un tazón apto para microondas, échale un chorro de agua y luego utiliza un tenedor para romper los trozos apelmazados. Pon una servilleta o un plato de papel sobre el tazón y caliéntalo a una potencia alta de 1 a 2 minutos por porción. Si prefieres usar la cocina, echa el arroz a una cacerola. Echa un poco de agua y un chorro de aceite, y luego separa los trozos apelmazados con un tenedor. Tapa la cacerola y calienta el arroz a fuego lento de 3 a 5 minutos por porción.

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