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En los cuentos de hadas, la única respuesta a una propuesta de matrimonio siempre parece ser "¡Sí! ¡Claro que sí!". Sin embargo, en algunos casos, el matrimonio no es una buena opción. Existen muchos motivos válidos para rechazar una propuesta, como la incertidumbre de que sea una pareja sólida, no conocerse lo suficientemente bien, preguntarse si la persona que propone en verdad lo desea, o si el momento es el correcto. A la hora de tomar una decisión de vida, jamás digas "sí" cuando deberías decir "no". Una respuesta sincera permite que ambos puedan tomar la mejor decisión con respecto al futuro.

Método 1
Método 1 de 2:

Evadir una futura propuesta

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  1. No hay nada de malo en tener el "presentimiento" de que el matrimonio no será exitoso y actuar en función a esa sensación. Sin embargo, es importante que seas sincero contigo mismo acerca de tus preocupaciones. Si simplemente sientes nervios por asumir un compromiso tan importante (que no es raro), lee los consejos del artículo “Cómo superar el miedo al matrimonio” . Si te preocupa que tú y tu pareja no sean compatibles en algún aspecto, es importante que abordes tus preocupaciones tan pronto como puedas, mucho antes de que tu pareja haga la propuesta. Piensa en estos aspectos de la relación con anticipación para prepararte para tener una conversación seria:
    • ¿Sientes que la relación es seria y permanente, o más desenfadada o temporal? Si la otra persona se toma la relación mucho más en serio que tú, quizás sea difícil que encuentren un camino juntos.
    • ¿Es un momento en tu vida en que el matrimonio podría desviar el camino que has establecido para ti mismo? ¿Te imaginas casándote con tu pareja en el futuro?
    • ¿Tienes opiniones sólidas con respecto al matrimonio en general? ¿Preferirías convivir sin casarte, o vivir separados, por más que tengan una relación comprometida y afectuosa?
    • ¿Te preocupa el criterio de tu pareja con respecto a tener hijos, el cuidado del hogar, los hábitos financieros, los objetivos profesionales u otros aspectos que engloban el "panorama general" que podrían hacer que el matrimonio o la convivencia sean difíciles?
    • ¿Tienes otra preocupación con respecto a tu pareja o relación que sea relevante a la hora de decidir si deseas casarte o no? Es importante que hables al respecto cuanto antes, por más que el matrimonio aún esté fuera de discusión.
  2. En un mundo ideal, sería posible hablar sobre el matrimonio sin jugar juegos de adivinanzas. Sin embargo, dado que las emociones están involucradas, las personas generalmente intentan probar las aguas antes de hacer la propuesta, ya sea a través de bromas, comentarios encubiertos u otras "pistas" más sutiles. Si tu pareja aborda el tema del matrimonio, por más que lo haga de forma casual, expresa tu punto de vista de manera cortés, pero educada, o pídele que sea más clara.
    • Por ejemplo, si buscan una casa nueva y tu pareja dice "Esta casa sería perfecta para una pareja casada", respóndele con otra opción como "Y también para una pareja que no está casada".
    • Quizás puedas ser más directo al responder algo así como "Cariño, haces comentarios relacionados con parejas casadas y eso. ¿Intentas decirme algo? Prefiero que seas directo, en vez de hacer comentarios confusos".
  3. Pedirle la mano a una persona conlleva un gran peso emocional. Esto puede ocurrir en público, como en un restaurante, un estadio atlético, la cena de Navidad o de una forma mucho más elaborada. Rechazar una propuesta de matrimonio después de tal preparación puede ser muy humillante. Si las pistas se multiplican o encuentras un anillo oculto en alguna parte, ten una conversación seria con tu pareja antes de la propuesta de matrimonio.
    • El propósito de esta conversación es intercambiar información. Ambos deben comprender qué es lo que el otro piensa, no tratar de hacer que la otra persona cambie de opinión. [1]
    • Si tu pareja no puede dejar el tema a un lado o no logran llegar a un acuerdo con una solución a corto plazo, pueden pedir un turno con un consejero o terapeuta para obtener consejos. Otra opción es que tomen caminos separados.
  4. En ocasiones, quizás sientas que tus padres, amigos e incluso completos extraños están dispuestos a entregarte una licencia de matrimonio y un ramo de flores en el momento. Al final, tu decisión no es de su incumbencia, y no le debes nada a nadie más que educación a la hora de desviar estas preguntas o sugerencias:
    • Una respuesta simple y educada como "No tenemos planes en este momento" es un buen comienzo. También puedes responder "Te haré saber si algo cambia".
    • El humor puede ayudar a liberar la tensión entre los familiares y amigos cercanos que te presionan constantemente. Por ejemplo, puedes decir "He escuchado que están inventando un nuevo color para los vestidos de boda, así que esperaré algunos años hasta que llegue al mercado".
    • Actúa con seriedad si los extraños o conocidos no entienden tus comentarios sutiles. Por ejemplo, puedes decir "Nuestra relación está bien así. Gracias por tu preocupación".
  5. Si tú y tu pareja han tenido una conversación (quizás con la ayuda de un terapeuta), habrán ganado algo de tiempo. Esto es exactamente lo que necesitas, pero es importante que lo aproveches con inteligencia. Si deseas volver a evaluar la posibilidad de matrimonio al final de tus estudios, quizás te conformes con ver qué sucede. Si es la relación en sí lo que te hace dudar, evalúa detenidamente si quieres seguir con tu pareja , sigue conversando con ella y busca ayuda a través de un terapeuta de parejas, en caso de ser necesario, o a través de un amigo que no te juzgue, tenga una relación saludable y guarde tu secreto. [2]
    • Si ciertos acontecimientos de la vida te presionan por casarte, planifica todo con anticipación. Ciertas cosas (como un embarazo) se pueden evitar, mientras que hay otras que no podrás controlar (como las enfermedades terminales en la familia). Buscar consejos y apoyo es muy importante en estas situaciones en que podrías sentirte presionado por tomar una decisión en un contexto estresante.
      • No tomes decisiones por otro familiar. Sí, quizás tu abuela desearía ver que te casas antes de morir. Sin embargo, ella no tendrá que vivir con las consecuencias de casarse con la persona incorrecta, en el momento incorrecto y por los motivos erróneos. Imagina lo mal que se sentiría si supiera que la razón de tu (posible) divorcio ha sido su presión por que te cases.
      • Un embarazo extramatrimonial o accidental puede ser problemático, pero casarse por el bebé también suele terminar mal. [3]
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Método 2
Método 2 de 2:

Rechazar una propuesta

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  1. No sonrías durante la propuesta, o al menos no expreses emoción y alegría. Si tu pareja ha llegado lejos y te ha hecho la gran pregunta, supondrá que tu respuesta será afirmativa, y tu sonrisa solo confirmará sus esperanzas, por lo que el impacto del rechazo será mayor. Mírala a los ojos con ternura, pon tus manos sobre sus manos, y responde con suavidad.
  2. Si tu pareja te hace la propuesta en público, pídele que se ponga de pie (en caso de ser necesario) y abrázala. Esta es una forma de reconocer que su gesto te ha conmovido sin tener que decir sí. Con suerte, será suficiente para que cualquier persona que observe la situación pierda el interés y regrese a sus actividades. De esta forma, aliviarás cualquier incomodidad que tu pareja pueda sentir.
    • Si las personas siguen mirando, toma a tu pareja de la mano y pídele en voz baja que vayan a un lugar más privado.
    • Jamás aceptes la propuesta para escapar de la situación y poder dar tu respuesta real más adelante. Esto solo hará que el rechazo sea más doloroso.
  3. Se supone que sientes atracción por la persona que hace la propuesta. Si tu expareja de hace tres años se presenta repentinamente con un anillo, todo el consejo que necesitarás será "Rechaza la propuesta y márchate". Sin embargo, si la persona tiene un motivo para tener esperanzas, es mejor responder con suavidad y de manera clara. Puedes recordarle cuánto la aprecias, pero sé breve para poder expresar tu respuesta:
    • "Tu propuesta me conmueve. Necesito tiempo para pensar. No es algo que sienta que puedo responder de inmediato. Es una sorpresa para mí. ¿Te molestaría que me tome un tiempo para pensarlo mejor?".
    • "Gracias. Eso ha sido maravilloso, pero hay tantas preguntas que aún no te he hecho que no tengo la seguridad de que seamos compatibles en el futuro. Quizás sea un buen momento para que nos sentemos a hablar acerca de cómo sería pasar el resto de la vida juntos".
    • "Te quiero y aprecio tu propuesta, pero no planeo casarme (por un tiempo o nunca). ¿Por qué no mudarnos juntos?".
    • "Es un honor que me propongas matrimonio. Eres muy amable y amoroso. Desearía que fuera diferente, pero no creo que sea conveniente que nos casemos. Tengo que decirte que no".
  4. Es probable que la persona que haga la propuesta haya hecho un gran esfuerzo para hacer la gran pregunta y haya reflexionado acerca de los motivos profundos por los que quiere pasar el resto de su vida contigo. No será fácil decepcionarla con suavidad, pero ciertas cosas pueden ayudarte en el proceso:
    • Prueben darse espacio si alguno de los dos está enojado o demasiado molesto como para hablar. Dile a tu pareja que te comunicarás pronto (preferentemente, el mismo día o la mañana siguiente), pero dale tiempo para que piense.
    • Sugiere que hagan algo que los dos disfruten. Si tu pareja necesita afecto, pasen el resto del día juntos haciendo algo que los mantenga ocupados. Esto servirá como distracción y la ayudará a sentir que te importa.
  5. En privado, y una vez que ninguno esté molesto con el otro, explica detalladamente la situación. Deja en claro que la relación sigue siendo muy importante para ti. Describe exactamente los motivos por los que aún sientes que no es momento para aceptar. No permitas que tu pareja sienta que no es lo suficientemente buena para ti.
    • Si tienes dudas con respecto a la relación en sí (no solo en cuanto al matrimonio), explícalo con honestidad. Quizás no sea el mejor momento para expresar tus quejas, pero, una vez que ambos estén tranquilos, es importante que le expliques que hay problemas en la relación.
  6. A partir de este momento, las cosas podrían volverse incómodas. También es posible que todo siga bien con un enfoque amoroso para seguir cultivando el amor y la relación. En el caso de que tu pareja sea capaz de aceptar tu posición (ya sea una alternativa al matrimonio o demorar la decisión por el momento), la relación permanecerá fuerte y avanzará. Si, por el contrario, crea una brecha en la relación y causa sospechas, ira, resentimiento o incomodidad, quizás sea hora de volver a evaluar el propósito de seguir juntos. A menos que sea claro que la relación ha terminado, tómate algunas semanas para poner en orden las emociones posteriores a la propuesta antes de tomar una decisión drástica.
  7. Decirle a tu pareja "Aceptaré si tú..." no es un acuerdo razonable, ni está relacionado con el amor. Dentro de un año, quizás te encuentres en la misma situación que ahora, con muchos sentimientos de resentimiento por haberte puesto en esa situación. En cambio, pídele más tiempo para resolver lo que sea que haga que quieras responder de manera condicional. Lo más probable es que tu respuesta real sea "no", y solo debes cambiar de opinión si realmente lo crees con todo tu corazón.
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Consejos

  • Si se trata de una propuesta espontánea y sin preparación, puedes responder de manera más desenfadada al decir algo así como "Creo que deberías elegir un mejor momento" o "Es un poco pronto como para pensar en eso".
  • El hecho de que haya comprado un anillo no significa que tengas que aceptar la propuesta. Si aceptas, le dirás "sí" a la persona, no al anillo.
  • Acepta que las emociones serán intensas. Se necesita valor tanto para preguntar como para rechazar. Al aceptar que es una situación muy emotiva, te permitirás sentir confusión, incomodidad e incertidumbre.
  • Una solución alternativa es decir "no" directamente.
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Advertencias

  • Si sabes que tu pareja no es la persona con la que quieres pasar el resto de tu vida, no le des falsas esperanzas ni hagas comentarios confusos que se puedan interpretar de muchas formas. Es más amable dejar en claro tu opinión.
  • Evita hacer bromas o recurrir al ingenio. Este es un momento solemne y delicado de vulnerabilidad profunda, y las bromas o los comentarios ingeniosos pueden doler. En el caso de que tengas que recurrir al humor, asegúrate de enfocarte únicamente en ti.
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