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La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual (ITS) que afecta tanto a hombres como a mujeres. Es una ITS generalizada pero curable y solo produce síntomas en aproximadamente el 30 % de las personas infectadas. Además, los síntomas de la enfermedad son más fácilmente identificables en las mujeres. En el caso de estas últimas, la tricomoniasis se conoce como Trichomonas vaginalis y, algunas veces, también como "tric". Sin embargo, solo un médico puede diagnosticar la tricomoniasis mediante pruebas. Además, no se puede diagnosticar solo a través de los síntomas.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Reconocer los síntomas de la tricomoniasis

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  1. La secreción anormal tendrá un aspecto amarillo verdoso y espumoso. El olor fuerte también es un signo de secreción anormal. Para la mayoría de las mujeres, tener secreción vaginal es completamente normal. Además, el color puede estar en el rango de transparente a blanco lechoso. [1]
    • La tricomoniasis se difunde a través del contacto con la secreción vaginal, lo que ocurre con mayor frecuencia durante el coito vaginal. Sin embargo, algunas veces, la transmisión no sexual puede ocurrir al usar objetos como boquillas de ducha, paños húmedos o asientos de inodoro que no estén suficientemente limpios. Afortunadamente, el parásito solo puede vivir hasta 24 horas fuera del cuerpo.
  2. La tricomoniasis puede causar enrojecimiento, ardor y sensación de comezón en los genitales en algunas personas infectadas. Estos síntomas pueden indicar una posible infección de tricomoniasis o de otra ITS.
    • La tricomoniasis causa irritación en el interior del canal vaginal o de la vulva.
    • La irritación vaginal puede ser normal si la irritación solo dura algunos días o mejora después del tratamiento. Sin embargo, si la irritación persiste o empeora, es mejor hablar con un doctor y obtener el diagnóstico y el tratamiento apropiados.
  3. La tricomoniasis puede causar inflamación y dolor en los genitales, lo cual puede hacer que el coito sea incómodo. Visita a un médico si experimentas estos síntomas y no tengas relaciones sexuales hasta que te hayan hecho las pruebas de ITS o ETS.
    • Evita todas las formas de sexo (incluidos el sexo anal y oral) hasta que te hayan hecho las pruebas y te hayas curado.
    • Además, debes informar a tu pareja sexual (o parejas) si sospechas que tienes una ITS o una ETS y animarla a que también se haga las pruebas y reciba tratamiento. Algunas clínicas te ayudarán a informar a tu pareja de forma anónima haciéndole saber a través de una hoja de contacto que ha estado expuesta a una infección de transmisión sexual. No aparecerá tu nombre y tampoco se le dirá necesariamente qué infección es. [2]
Parte 2
Parte 2 de 3:

Hacerse pruebas y recibir tratamiento para la tricomoniasis

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  1. Con cualquier actividad sexual, siempre hay un riesgo de contraer una ITS. En algunas circunstancias, estás más expuesta a la transmisión de una ITS. Saber de estas situaciones puede ayudarte a ti y a tu médico a determinar si necesitas hacerte pruebas. Es muy probable que debas hacerte pruebas en los siguientes casos:
    • Has tenido sexo sin protección con una nueva pareja.
    • Tú o tu pareja han tenido sexo sin protección con otras personas.
    • Tu pareja te ha dicho que tiene una enfermedad de transmisión sexual.
    • Estás embarazada o planeas salir embarazada.
    • El doctor o la enfermera ha notado una secreción vaginal anormal o tienes el cuello uterino enrojecido e inflamado.
  2. El doctor te pedirá que reúnas tejido celular o secreción vaginal usando un bastoncillo de algodón. Algunas veces, el bastoncillo puede parecer un lazo de plástico en vez de una punta de algodón. La herramienta se debe pasar sobre las partes del cuerpo que pueden estar infectadas (como el interior de la vagina o los alrededores). A menudo, este procedimiento es indoloro y solo causa un poco de malestar.
    • Un doctor será capaz de examinar la muestra bajo un microscopio y te hará saber los resultados inmediatamente. También puede ser que debas esperar una semana o 10 días para obtener los resultados. Durante este periodo, asegúrate de evitar cualquier actividad sexual para que no disemines la infección, en el caso de que la tengas.
    • Los análisis sanguíneos y las pruebas de revisión cervical no evalúan la tricomoniasis. Asegúrate de pedir una prueba de tricomoniasis o de ITS específicamente.
  3. Si la prueba resulta positiva, el doctor te prescribirá antibióticos para tratar la tricomoniasis. Algunas veces, el doctor te puede prescribir medicamentos antes de que se realicen las pruebas, por si acaso. Probablemente, el doctor te prescribirá un antibiótico oral llamado metronidazol (Flagyl), el cual detiene el crecimiento de las bacterias y de los protozoarios (la tricomoniasis es un parásito protozoario). Los efectos secundarios incluyen vértigo, dolor de cabeza, diarrea, náuseas, dolor de estómago, pérdida de apetito, estreñimiento, cambios en el gusto y boca seca. También puede hacer que tu orina salga más oscura. [3]
    • Asegúrate de avisarle al doctor si estás embarazada o que quizás lo estés. El metronidazol es seguro para las mujeres embarazadas.
    • Ponte en contacto con un doctor si los efectos secundarios persisten o empeoran hasta el punto en el que afecten tu vida cotidiana.
    • Avisa al doctor inmediatamente o ve a una clínica de emergencias si experimentas convulsiones, adormecimiento u hormigueo en las manos y en los pies, o cambios de estado de ánimo o mentales.
Parte 3
Parte 3 de 3:

Prevenir la tricomoniasis

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  1. Siempre es importante tener chequeos de rutina del doctor o del profesional de la salud, aunque no creas tener ninguna ITS. Recuerda, solo el 30 % de las personas infectadas con tricomoniasis muestran signos de infección. El otro 70 % nunca muestra ningún síntoma.
    • Si se deja sin tratamiento, la tricomoniasis puede aumentar la probabilidad de tener el VIH o la probabilidad de transmitir el VIH a tus parejas sexuales.
    • La tricomoniasis en las mujeres embarazadas puede causar rupturas prematuras de las membranas que protegen al bebé y causar el parto prematuro.
  2. Si no estás involucrada en una relación mutuamente monógama con una persona que no tenga ETS, siempre usa un condón de látex (para hombres o para mujeres) para evitar contraer cualquier condición de transmisión sexual. Los siguientes son otros métodos de protección:
    • Usar condones al tener sexo oral, anal y vaginal.
    • Evitar compartir juguetes sexuales. Si los compartes, lávalos o cúbrelos con un nuevo condón cada vez que alguien nuevo los use.
  3. Informa a las parejas sexuales con las que has tenido sexo sin protección o contacto genital directo para que puedan hacerse las pruebas y obtener tratamiento, si es necesario.
    • Algunas clínicas te ayudarán a informar a tus parejas de manera anónima haciéndoles saber mediante una hoja de contacto que han estado expuestas a una infección de transmisión sexual. No aparecerá tu nombre y no les dirá necesariamente de qué infección se trata, pero les instará a hacerse las pruebas.

Consejos

  • La única manera de prevenir la contracción de tricomoniasis es practicar el sexo seguro. Usa condones de látex o abstente de las relaciones sexuales, a menos que estés en una relación mutuamente monógama con una persona que no esté enferma.

Advertencias

  • La tricomoniasis sin tratamiento puede progresar y convertirse en infecciones de la vejiga o en problemas reproductivos. En las mujeres embarazadas, puede conducir a la ruptura prematura de las membranas y al parto prematuro. Además, la infección puede incluso infectar al neonato durante el parto.
  • Aunque hayas sido curada previamente de tricomoniasis, puedes contraer la infección nuevamente si no tomas precauciones durante el sexo.
  • La inflamación genital causada por la tricomoniasis aumenta tu vulnerabilidad ante el VIH. También aumenta la probabilidad de que transmitas el VIH a tu pareja (o parejas).

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