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Puedes sentir mucho miedo si crees que un niño que conoces es víctima de abuso. Podrías tener muchas dificultades para identificar el abuso en los bebés y los niños pequeños, ya que no podrán hablar sobre el problema o no estarán seguros de hacerlo. Asimismo, puedes tener dificultades para diferenciar lo normal del abuso, ya que los niños de esta edad serán activos y estarán en desarrollo. Sin embargo, a veces los cambios notorios en el comportamiento y determinados signos emocionales podrán indicar la presencia del abuso. También podrías identificar los signos físicos, pero estos no siempre surgen. Si crees que un niño es víctima de abuso, deberás tomar medidas y comunicarte con las autoridades.

Método 1
Método 1 de 3:

Identificar los signos en el comportamiento

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  1. Es normal que los niños que sean víctimas de abuso empiecen a comportarse de forma diferente de un momento a otro. Si el niño normalmente es activo y extrovertido, este podría volverse tímido. Los niños que suelen ser amables podrían volverse agresivos. Todo niño afectado podría volverse ansioso de un momento a otro. [1]
    • Por ejemplo, podrías notar que el hijo de tu vecino solía ser extrovertido y estar lleno de vida, pero ahora parece que tiene miedo de salir o jugar.
    • Incluso los bebés y los niños pequeños pueden mostrar cambios en su comportamiento. Por ejemplo, podrían volverse muy irritables sin ningún motivo evidente.
  2. El abuso puede hacer que los niños se sientan inseguros y empiecen a comportarse como si fueran más pequeños. Por ejemplo, un niño que ya sabe ir al baño podría volver a mojar la cama, o un niño pequeño que ya no se chupaba el dedo podría volver a hacerlo. [2]
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    Observa si el niño es demasiado obediente o si exige demasiado. Por lo general, a los bebés y los niños pequeños les interesa complacer a los adultos y poner a prueba los límites. No obstante, si han sido víctimas de abuso, ellos podrían irse a un extremo. Quizás solo quieran hacer lo que un adulto les pida o podrían desafiarlo o exigirle de forma constante. [3]
    • Por ejemplo, si observas a un niño en una guardería y hace berrinche por todo lo que un adulto le pida que haga, podría tener un problema.
  4. Es normal que a veces los bebés y los niños pequeños sean quisquillosos con lo que comen. No obstante, si parece que los patrones alimenticios del niño han cambiado de forma considerable sin una razón evidente (como un crecimiento acelerado o una enfermedad), este podría tener un problema. También podría subir o bajar de peso en un periodo relativamente corto. [4]
    • Por ejemplo, si vas a cuidar a un niño que ha sufrido de abuso, podrías notar que es muy delgado y no le interesa comer.
  5. Los bebés que normalmente duermen bien podrían empezar a despertar en la noche, y los niños pequeños podrían hablar sobre pesadillas. Si no has visto al niño durmiendo, también podrías identificar otros signos. Por ejemplo, podría lucir demasiado cansado o débil por no haber dormido bien. [5]
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    Supervisa todo cambio que experimente en el jardín de niños o la guardería. Los bebés y los niños pequeños que sufran de abuso podrían tener una mala asistencia en la guardería o el jardín de niños sin un motivo evidente (como una enfermedad o unas vacaciones). Asimismo, podrían empezar a comportarse diferente en estos lugares. [6]
    • Si el niño regresa a la guardería o el jardín de niños luego de una larga ausencia, deberás preguntarle al padre o cuidador cuál ha sido el motivo de la inasistencia. Observa si no desea hablar de ello o si miente diciendo algo como “Fuimos a visitar a sus abuelos al otro lado del país”, cuando en realidad sabes que viven en la misma ciudad.
    • Podrías sentir mucho miedo de confrontar al padre o cuidador, pero al menos deberás preguntar sobre la inasistencia por el bien del niño.
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Método 2
Método 2 de 3:

Identificar los signos emocionales

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  1. Si un bebé o un niño pequeño han sufrido de abuso en el hogar, es probable que no quieran irse a casa. Ellos podrían evitar a sus padres u otros cuidadores. Por ejemplo, podrían aferrarse al profesor del jardín de niños cuando sea la hora de irse a casa (o viceversa). [7]
    • La ansiedad por separación leve también es un problema común en los bebés y los niños pequeños, y no siempre es una señal de abuso.
    • Ten en cuenta que el simple hecho de que un niño parezca temerle a su cuidador no quiere decir que esta persona abuse de él. Si hay un problema, el causante podría ser otra persona de la casa.
    • Si velas por la seguridad de los niños como cuidador, trabajador de guardería o por un cargo similar, deberás conversar con el menor si parece tener miedo de ir a casa. Si tienes en cuenta la posibilidad de que sufra de abuso, esto puede hacer que te dejes llevar por tus emociones, pero recuerda que estarás tratando de ayudarlo de alguna manera.
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    Determina si el niño está obsesionado con el trauma. Si el niño ha sufrido de abuso, será poco probable que comprenda lo ocurrido. Como resultado, podría hablar con mucha frecuencia sobre acontecimientos violentos o traumatizantes, o podría indicar que va a lastimarse a sí mismo o a los demás. [8]
    • Por ejemplo, si cuidas a un niño que siempre te dice que teme que su padre lo queme, este podría ser un verdadero problema.
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    Mantente alerta si el niño tiene conocimientos sexuales en una etapa temprana. El desarrollo sexual es un proceso largo y algunas etapas incluso inician cuando los niños son muy pequeños. No obstante, si un niño pequeño parece tener un conocimiento avanzado sobre el sexo o habla de ello con frecuencia, esta puede ser una señal de alerta de un abuso sexual. [9]
    • Ten en cuenta que, en algunas etapas, es normal que el niño sienta cierta curiosidad por los temas sexuales (como las diferencias entre los niños y las niñas).
    • No obstante, si descubres que uno de los amigos de tu hijo juega interpretando actos sexuales de manera muy detallada, esto será algo inusual y deberás investigarlo.
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Método 3
Método 3 de 3:

Identificar los signos físicos

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  1. Los bebés y los niños pequeños estarán ocupados investigando su mundo y es totalmente normal que sufran rasguños o moretones en este proceso. No obstante, si el niño tiene lesiones abundantes o de gravedad, o heridas que no luzcan como hinchazones y rasguños normales, estas pueden ser un signo de abuso. [10]
    • Podrías encontrar marcas, mordeduras, rasguños o quemaduras que parezcan haber sido provocadas con un objeto.
    • Asimismo, podrías identificar lesiones inusuales para los bebés o niños pequeños, como los ojos morados.
    • Podrías encontrar rastros leves de hematomas o heridas luego de que el niño haya faltado a la guardería o al jardín de niños.
    • Si le haces preguntas al padre o cuidador por las lesiones del niño, él podría inventar una excusa que suene falsa o improbable, como “Tim sufrió esa quemadura mientras hacía una fogata en el patio trasero”.
    • Ten en cuenta que los castigos físicos (como las palmadas leves) no siempre serán un signo de abuso. [11]
  2. Es probable que los bebés y los niños pequeños que sufran de abuso tampoco reciban los cuidados que requieren. Por ejemplo, podrían usar ropa sucia o prendas que no sean de su talla, o podrían estar sucios y desarreglados de manera constante. [12]
  3. Si el niño ha sufrido un abuso sexual, esto podría haberle causado un traumatismo físico. Quizás los bebés o los niños pequeños no puedan decir si han sufrido este abuso o no estén dispuestos a hacerlo. No obstante, podrías identificar otros signos, como dificultad para caminar o sentarse. [13]
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    Denuncia todo posible abuso de inmediato. Por ejemplo, puedes llevar a tu hijo al terapeuta para identificar la causa de todo signo de problemas o comportamiento. Si te preocupa un niño que no sea tu hijo, deberás acudir a una autoridad (como un empleado de la escuela o la guardería, los servicios de protección de menores del área o la policía). Indícales el motivo por el que estés preocupado por el niño y pídeles que investiguen.
    • Deberás mostrarles a las autoridades toda evidencia de abuso que tengas, como fotos de lesiones, el historial de inasistencia o las declaraciones del menor.
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Advertencias

  • El abuso no se limita a un solo tipo de niño. Cualquier menor podría ser víctima de abuso, sin importar su apariencia, su familia o su lugar de procedencia.
  • Los niños atraviesan un desarrollo constante, por lo que es normal que notes algunas variaciones en su comportamiento y sus emociones de un día para otro. No obstante, deberás adoptar medidas si identificas un patrón constante de comportamientos de alerta o evidencia de una posible amenaza grave o inminente.
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