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El amor en el nido familiar es como un nido de aves. Cuando llega el momento de volar, el polluelo se irá, así es la vida. Los padres deben lidiar con la ausencia de la familia, amigos y amor cuando sus hijos vuelan fuera del nido familiar para crear el suyo propio. Sin embargo, para algunas personas, especialmente para las personas encargadas de cuidar niños, este puede ser un momento de gran vacío y tristeza que puede terminar fácilmente en depresión si se le ignora. Este artículo discutirá los métodos que ayudarán a tus hijos a marcharse de un hogar confiable sabiendo que dejan atrás un lugar sólido y las formas para que los padres puedan lidiar con el dolor de la separación.

  1. Si esperas que tus hijos se vayan de casa el próximo año, tómate el tiempo para comprobar que sepan hacer lo básico para poder cuidarse por sí solos. Asegúrate de que sepan lavar su ropa, cocinar, lidiar con los vecinos, mantener un presupuesto, negociar buenas ofertas al momento de comprar y saber apreciar el valor del dinero. Si bien algunas de estas cosas mejorarán con la práctica, es importante explicarles en detalle y mostrarles la manera de hacer algunas cosas básicas para que no se queden completamente a la deriva. Si es necesario, puedes utilizar un sitio web instructivo como wikiHow para obtener información sobre las tareas del hogar y los problemas del estilo de vida.
    • Si no sabes que se irán de casa hasta el último momento, no entres en pánico. Acepta que pasará y alégrate por ellos, de ser necesario, ofréceles tu apoyo en todo momento. Es mejor para ellos si saben que los apoyas, que los amas y que estás dispuesto a ofrecerles tu ayuda en lugar de verte preocupado.
  2. Tanto tú como tus hijos estarán mejor si tratas esto como una gran aventura. Ellos experimentarán toda una serie de emociones que van desde temor hasta euforia por sus próximas nuevas experiencias. Para los hijos que están asustados ante la posibilidad de mudarse de casa, es importante tranquilizarlos diciéndoles que lo desconocido es peor que la realidad. Ayúdalos a entender que cuando se integren a su nueva rutina, les será familiar, divertido y próspero.
    • Hazles saber que tu casa es su referencia permanente para cuando necesiten o quieran regresar. Esto les dará a ambos un sentido de pertenencia y seguridad.
    • Si tus hijos se sienten abatidos al principio, no te sientas contento en secreto por esto. Ellos tendrán que trabajar en estas emociones mientras se acostumbran a las nuevas disposiciones y necesitarán de tu apoyo incondicional en lugar de un deseo secreto de que vuelvan corriendo a casa. Esto no significa que debas ofrecerles enérgicamente el volver a casa como una opción ni que pongas todo en orden por ellos, permíteles aprender a hacer las cosas por su cuenta, incluyendo las labores administrativas y de negociación. Cometerán errores pero al mismo tiempo aprenderán mejor así.
  3. Tendrás una sensación de soledad y vacío cuando se vayan porque no podrás darte la vuelta y decirles las cosas como siempre solías hacer. Mantener comunicación constante es importante para conservar un sentido de unidad familiar y para estar al tanto de sus vidas. Algunos métodos que puedes tener en cuenta son:
    • Asegúrate de que tengan un teléfono celular aceptable que les permita conectarse fácilmente a las redes y que dure todo el año. Si han tenido un teléfono por algún tiempo, quizás sea hora de comprar uno nuevo, o por lo menos mejorar su batería. Compra minutos prepago para que no tengas que preocuparte por el costo de las llamadas.
    • Programa llamadas los fines de semana. Si bien podrías sentir la necesidad de llamarlos más veces, podría convertirse en una molestia a menos que ellos decidan hacerlo por su cuenta. Procura no esperar que lo hagan. Comprende su necesidad de madurar y de convertirse en su propia versión de un adulto.
    • Envía mensajes de correo electrónico o de texto para todas las cosas que quieras compartir. Estos son excelentes medios, ya que puedes decir las cosas sin ser demasiado emotivo. Sin embargo, ten en cuenta que a medida que pase el tiempo, tu hijo(a) podría no responder con tanta frecuencia como al principio. Esto es parte de su inserción y desarrollo dentro de un nuevo grupo de relaciones, pero eso no significa que hayas dejado de importarles.
  4. El síndrome del nido vacío es una condición psicológica que afecta principalmente a las mujeres, provocando pena cuando uno o más hijos se van de casa. . [1] Esto ocurre con mayor frecuencia cuando los hijos van a la escuela o a la universidad, o cuando se casan y se van de casa para vivir con su cónyuge. El síndrome del nido vacío generalmente coincide con otros eventos importantes en la vida, como la menopausia, una enfermedad o la jubilación. [2] Esto afecta principalmente a las mujeres debido a que la maternidad es vista como un papel primordial tanto para las madres que trabajan como para las que permanecen en casa, además es un papel que las mujeres toman como una responsabilidad principal durante un promedio de 20 años. Un hijo que deja la casa puede provocar un sentimiento de insignificancia, acompañado de una sensación de pérdida, desmerecimiento e inseguridad sobre el futuro. [3] Sentirse triste y llorar un poco es una reacción normal y saludable que se espera que ocurra en cualquier padre; después de todo, es un gran cambio. Se convierte en un problema cuando comienzas a tener sentimientos que obstaculizan tu vida, como pensar que tu ésta ya no vale la pena, que eres incapaz de dejar de llorar en exceso y que no puedes reanudar tu vida normal reuniéndote con tus amigos, saliendo de un lado a otro ni retomando algunas actividades que te permitan volver a tu rutina diaria. [4]
    • Los psicólogos consideran que el periodo de transición que va desde ser una madre que se involucra activamente hasta ser de nuevo una mujer independiente toma alrededor de 18 meses a un par de años. [5] Esto significa que es importante que te permitas tener tiempo para sentir pena, para lidiar con la pérdida y para rehacer tu vida. Sé amable contigo mismo y con tus expectativas.
  5. Si descubres que realmente no lo estás superando y que tienes un profundo sentimiento de vacío, tristeza o incapacidad para volver a tu vida normal luego de que tus hijos se hayan ido de la casa, es importante que consigas ayuda. Quizás sufras de depresión o de una enfermedad psicológica similar que evite que disfrutes de la vida al máximo. Es mejor que hables con un profesional. La terapia cognitiva u otro tratamiento similar que te permita discutir detenidamente tus problemas podría funcionar bien. O quizás sólo necesites prestar mucha atención y tener la confirmación de que lo que estás pasando es real, importante, pero que con el tiempo, pasará.
    • Admite tu pena. No importa lo que los demás piensen o digan acerca de seguir adelante con ella. Si no la afrontas ni te permites sentirte mal por un tiempo, terminará carcomiéndote. Deja que el dolor vaya saliendo de tu cuerpo con el tiempo.
    • Consiéntete. Mientras pasas por el estado de pena, no te olvides de ti. Date un masaje con regularidad, ve al cine de vez en cuando, compra tu caja de chocolates favorita, etc. Todos los momentos de tristeza e infelicidad son una receta para una melancolía constante.
    • Considera la posibilidad de tener un ritual de “liberación”. Tener un ritual en el que “te libres” de tus hijos a medida que se conviertan en adultos y hagas a un lado el rol paterno activo puede ser una forma importante y purificadora de ayudarte a seguir adelante. Algunas cosas que puedes hacer incluyen: colocar un farol con una vela en un bote y hacerlo navegar por un río, plantar un árbol, bañar en bronce alguna pertenencia especial de tu hijo, llevar a cabo una ceremonia que refleje tu fe, etc.
    • Habla con tu cónyuge acerca de tus sentimientos. Podría sentir las mismas emociones y apreciar la oportunidad para hablar acerca de ello, o podría simplemente escuchar y confirmar que lo que estás pasando es real, lo significa una fuente importante de aceptación para ti.
    • Considera tener un diario para documentar tu vida. La oración o la meditación también pueden ser de utilidad.
  6. Cuando estés satisfecho por haber puesto a tu hijo en el camino correcto, el trabajo desparecerá y empezarás a notar el gran cambio en tu vida. La forma en la que elijas percibir este cambio influirá en tus sentimientos y en tu enfoque, si lo ves como un enorme agujero, te sentirás mucho más deprimido que si eligieras verlo como una oportunidad para revivir algunos de tus propios intereses y pasatiempos.
    • Evita crear un santuario de la habitación de tu hijo. Si no la limpió antes de irse, ¡arroja todas tus emociones sacando toda esa basura! Remueve parte del desorden, pero coloca cuidadosamente todos los recuerdos de tu hijo en un lugar seguro.
    • Anota todas las cosas que te hayas prometido hacer algún día. Ahora es el momento para empezar a realizarlas. Coloca esta lista a la vista y comienza a trabajar en ellas.
    • Forja nuevas amistades o revive a las antiguas. Los amigos son una parte esencial de tu transición de padre a tiempo completo a una persona en casa sin niños. Sal y conoce a nuevas personas. Habrá otros con el mismo problema que tú que también busquen tener una amistad. Los amigos también pueden ser una fuente útil de información acerca de pasatiempos, actividades y ofertas de trabajo.
    • Inicia un nuevo pasatiempo o interés. O incluso retoma uno antiguo que hayas abandonado mientras criabas a tus hijos. ¡Realiza cualquier actividad desde pintura, fotografía, carpintería hasta practicar caída libre o viajar!
    • Vuelve a la escuela o a la universidad. Elige un curso que creas que es adecuado para ti en este punto de tu vida. Esfuérzate sin importar si tomas un rumbo completamente nuevo o si lo haces para actualizar el título que ya tienes. De cualquier forma es algo bueno.
    • Retoma un carrera, ya sea continuar desde donde la dejaste o iniciar una desde cero. Ten en cuenta que, aunque te hayas “oxidado” un poco, tienes la ventaja de la experiencia, así que luego de un reaprendizaje inicial, podrás tener un inicio mucho más rápido que cuando recién salías de la escuela.
    • Considera ofrecerte como voluntario. Si aún no estás completamente listo para volver al trabajo, ofrecerte como voluntario en lugares de trabajo potenciales puede ser una buena manera de hacer la transición de vuelta a la fuerza laboral a un ritmo adecuado para ti. También te brinda la oportunidad de probar cosas para ver si te gustan o no.
    • Intenta participar en obras de caridad. Hacer algo positivo con tu tiempo libre puede ser muy satisfactorio.
  7. A menos que seas soltero, cuando tus hijos se muden te quedarás con tu cónyuge o pareja. Este puede ser un momento difícil si descubres que hay un problema con tu relación que no habías afrontado porque la presencia de los hijos ayudó a consolidar tu relación conyugal. O simplemente puede ser un caso en el que después de ser padres por tanto tiempo, han olvidado como ser amantes. Este es el momento de hablar de manera abierta y honesta acerca de la dirección de su relación como pareja y decidir lo que ocurrirá después.
    • Si tus hijos fueron la única fuerza que mantuvo unido a tu matrimonio, entonces tu cónyuge y tú necesitan trabajar en su relación para recuperar lo que han descuidado, especialmente si creen que su vínculo es superficial. Busquen terapia de pareja si creen que les puede ayudar en la transición para volver a estar juntos.
    • Aceptar que este es un difícil momento de transición puede permitirles a ambos perdonar las incertidumbres y la desorganización de crecer nuevamente juntos como pareja sin la presencia de los hijos.
    • Puede ser útil si desarrollas una mentalidad que te haga suponer que tu cónyuge o pareja ha cambiado al menos un poco en todo este tiempo. Después de todo, ambos han envejecido mucho desde que se conocieron y han pasado por muchas experiencias durante la época en la que criaron a sus hijos, experiencias que probablemente ninguno imaginó cuando se enamoraron. A medida que pasa el tiempo, muchas personas descubren las cosas que les gustan y las que no, en lo que creen y en lo que no, y esos descubrimientos pueden ser más evidentes hoy en día que cuando se casaron o emparejaron. Tratar de ver esto como una oportunidad para descubrir sus “nuevos yo” puede ser una forma fructífera de revivir una relación debilitada.
    • Pasa más tiempo con tu cónyuge o pareja y logren conocerse nuevamente. Tómense juntos unas vacaciones para ayudar a revivir los sentimientos de cercanía y confianza entre ustedes con el fin de obtener apoyo emocional.
    • Date tiempo para que tu relación florezca nuevamente. Este puede ser una emocionante etapa de rejuvenecimiento para ambos.
    • A veces, nada de esto arreglará el hecho de que se hayan alejado. Si te das cuenta de que no te es posible reparar tu relación, discútelo o busca ayuda para poder tomar una decisión que les permita seguir adelante con alegría y con miras al futuro.
  8. Enfocarte en algunos de los cambios positivos resultantes de la salida de tus hijos del hogar puede aliviar considerablemente la sensación de pérdida cuando consideres lo que has ganado. Si bien esto no resta importancia a tu tristeza y a la gran transición que tú y tus hijos atraviesan, te ayuda a probar y a ver el lado positivo de tu futuro. Algunos de los puntos positivos incluyen:
    • Podrías notar que no necesitas volver a llenar el refrigerador con tanta frecuencia. ¡Esto significa menos viajes a la tienda y menos tiempo en la cocina!
    • Es posible que el romance con tu cónyuge aumente. Ahora ambos tienen tiempo y espacio para volver a ser una pareja; aprovéchenlo al máximo.
    • Si solías lavar y planchar toda la ropa de tus hijos, ahora tendrás mucho menos trabajo. Procura no hacerlo de nuevo cuando vuelvan a casa durante las fiestas. Confiar en que son lo suficientemente maduros para hacerlo por su cuenta es un paso importante para dejarlos crecer.
    • Has recuperado tu baño.
    • Un menor consumo de agua, teléfono y electricidad te ayudará a ahorrar dinero. ¡Además puedes usar ese dinero ahorrado para tomarte unas vacaciones con tu cónyuge o amigos!
    • Siéntete muy orgulloso de ti mismo por haber criado hijos capaces de salir al mundo, sobrevivir y prosperar por su cuenta. Felicítate por ello.
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Consejos

  • Ten en cuenta que la relación con tus hijos cambiará cuando se conviertan en adultos que vivan con sus propios medios.
  • Puede ser más traumático para el hijo que aún se queda en casa, ya que se queda sin su compañero de juegos y amigo. Quizás ahora se sienta muy inseguro, así que trata de pasar algo de tiempo con él/ella, hablen sobre las cosas que le pasan. Recuérdale que muy pronto se volverán a reunir todos.
  • Los padres que están más propensos a sufrir del síndrome del nido vacío son aquellos a los que les resultó difícil dejar su casa, aquellos con un matrimonio infeliz o inestable, aquellos que obtuvieron gran parte de su propia identidad de su labor como padre o madre, aquellos a los que cualquier cambio les parece estresante, aquellos que se hicieron cargo de sus hijos a tiempo completo sin tener un trabajo aparte, y aquellos padres que se preocupan demasiado de que sus hijos no estén listos para la responsabilidad de vivir por su cuenta. [6]
  • Es buena idea comenzar a planificar y a prepararse para un nido vacío antes de que tus hijos estén listos para irse. Esto facilitará considerablemente el proceso de transición y también le demostrará a tus hijos que continúas con tu vida y que esperas que ellos hagan lo mismo.
  • Si quieres y el lugar donde vives te lo permite, consigue una mascota. Con una mascota a la que cuidar, puedes disminuir tus ganas de consentir a tus hijos.
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Advertencias

  • En algunos casos, puede que no sea tu relación la que se encuentre en problemas. Cuando los hijos se muden de casa, si la madre estuvo siempre presente en sus vidas, probablemente experimentará la ansiedad de la separación. Algunos casos son severos dependiendo de la cercanía de la madre con su hijo. Puede que sólo se deba al hecho de que tendrá algunos problemas con los que lidiar y en los que trabajar, pero pueden hacerlo juntos. A la larga debería mejorar, quizás en algo menos doloroso de soportar. Las madres saben que los polluelos volarán, pero es muy difícil dejarlos ir, es posible que tengan miedo de no volver a verlos.
  • Para los hijos, es importante tratar de entender que para las madres, su partida es como un cuchillo en el corazón. Sean pacientes con ella, se pondrá bien. Para las madres, los volverán a ver. Es cierto, duele, pero deben dejarlos madurar, ellos quieren experimentar la vida. Todo lo que pueden hacer es estar ahí para ellos, escucharlos y amarlos.
  • No tomes grandes decisiones hasta que hayas superado la pena del síndrome del nido vacío. Podrías arrepentirte de vender tu casa o mudarte si lo hiciste bajo la influencia de una profunda tristeza. Espera hasta que te sientas mejor de nuevo para tomar grandes decisiones.
  • No trates de hacer sentir culpable a tu hijo para que vuelva a casa a visitarte. No empieces a preguntarle en julio si estará en casa para Navidad.
  • Si trabajas fuera de casa, no permitas que el síndrome del nido vacío afecte tu trabajo, ya que a tus compañeros no les agradará la idea de tener que ser cuidadosos con lo que dicen en frente de ti.
  • Ten un plan alternativo en caso de que tus hijos no puedan ir a casa para las fiestas. No te deprimas si optan por pasarla con sus amigos.
  • Ten en cuenta que la compasión puede ser muy escasa en estos casos, ya que el que los hijos se muden de casa es visto como un acontecimiento normal en la vida. Visita a tu médico, porque el síndrome del nido vacío es reconocido como una causa real de preocupación y cuidado. [7]
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Cosas que necesitarás

  • Pasatiempos y otros intereses
  • ¡Otras personas y amigos que te apoyen!

Referencias

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