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La fiebre es la respuesta natural del cuerpo ante una infección. Esta le ordena que produzca más glóbulos blancos y anticuerpos para ayudarte a combatir dichas infecciones. Algunos investigadores consideran que es importante permitir que una fiebre leve evolucione sola. Sin embargo, cuando se presenta en un niño pequeño, puede ser muy desconcertante. Aunque cuando la fiebre es baja, normalmente no requiere un tratamiento, a veces querrás reducirla para que tu hijo esté cómodo. Por otro lado, la fiebre alta puede ser grave y, unas cuantas veces, poner en riesgo la vida. En todos los casos, el pediatra de tu hijo debe revisarla. [1]

Método 1
Método 1 de 2:

Reduce la fiebre

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  1. Tómale la temperatura con un termómetro digital. La lectura más exacta la obtendrás por el recto, pero también puedes hacerlo por las axilas. Nunca combines los usos con el mismo termómetro. [2]
    • Asimismo puedes tomar la temperatura del niño por la frente con la ayuda de un termómetro para la arteria temporal. La temperatura axilar es la medida menos precisa.
    • Los bebés y los niños pequeños suelen tener la temperatura corporal más elevada y esta varía más en ellos que en los adultos. Esto se debe en parte a que su cuerpo tiene una relación superficie-volumen mayor y a que su sistema inmunológico todavía está en desarrollo. [3]
    • La temperatura normal del cuerpo de un niño pequeño es de 36 a 37,2 °C (97 a 99 °F).
    • Una fiebre baja para ellos oscila entre los 37,3 y 38,3° C (99 a 100,9° F).
    • Una temperatura de 38,4 a 39,7° C (101° F a 103.5° F) normalmente es indicio de que hay una enfermedad que requiere supervisión. La mayoría de las fiebres que están en este rango son provocadas por un virus o una infección menor.
    • Una temperatura mayor a 39,8°C (103,6° F) debe tratarse o reducirse (lee los siguientes pasos). Si esta baja con los métodos que se describen en la siguiente sección, por lo general podrás esperar a la mañana siguiente para ir al médico. De lo contrario, debes llevar a tu niño a emergencia enseguida.
    • Por favor, ten en cuenta que este artículo habla de la fiebre como un síntoma único. Si se presentan otros síntomas preocupantes o el niño tiene una enfermedad crónica que podría ser relevante, busca atención médica de inmediato. [4]
  2. Como el agua saca el calor de cuerpo más rápido que el aire, un baño es un método efectivo para reducir la fiebre y funciona más rápido que los medicamentos. También puedes usar un baño para bajarla mientras esperas a que el acetaminofén (Tylenol o Mejoralito), o algún otro analgésico o medicamento para reducir la fiebre, actúe. [5]
    • Utiliza agua tibia. Para este propósito, nunca la utilices fría. El agua de una temperatura un poco menor a la del cuerpo hace que la fiebre baje más rápidamente.
    • No uses alcohol isopropílico en el agua para el baño. Este era un método que se recomendaba anteriormente, pero que los profesionales de la salud ya no alientan.
    • También puedes colocar un paño mojado y frío sobre la frente o el cuerpo de tu niño para reducir la fiebre.
  3. La fiebre puede provocar deshidratación, lo que puede convertirse en un problema médico grave. Por lo tanto, es esencial darle muchos líquidos a tu niño a fin de mantenerlo hidratado. [6]
    • El agua sola siempre es la mejor opción pero también funcionarán otras alternativas si tu hijo es selectivo. Dale jugos de fruta diluidos con agua o dale sabor con frutas frescas.
    • Igualmente, puedes darle infusiones herbales sin cafeína (como la manzanilla y la menta) que estén heladas o soluciones de electrolitos como el Pedialyte, que pueden tomarlo niños de todas las edades.
    • Mantente alerta y presta atención a los signos de deshidratación. Mientras más alta sea la fiebre, mayor será el riesgo de que se presente esta condición.
    • Algunos signos de deshidratación son la orina concentrada (que es de color amarillo oscuro y podría tener un olor fuerte), micción poco frecuente (6 horas a más entre una y otra), labios y boca secos, ausencia de lágrimas al llorar y ojos hundidos.
    • Si tu niño pequeño presenta signos de deshidratación, busca atención médica. [7]
  4. Viste al niño con una capa ligera de ropa para tener un control térmico óptimo. Cada capa de ropa atrapa más calor contra el cuerpo. Además, las prendas delgadas y sueltas permiten que el aire circule con mayor libertad. [8]
    • Ten una manta cerca en caso de que tu niño se enfríe o se queje de frío.
    • Un ventilador mecánico o eléctrico moviliza el aire con mayor rapidez y ayudará a alejar el calor de la piel. Si lo utilizas, supervisa frecuentemente a tu niño para que no se enfríe demasiado. No apuntes el ventilador directamente hacia él.
  5. Tratar la fiebre con medicamentos es algo que solo debes hacer cuando sea necesario para que tu niño esté más cómodo o para reducir una temperatura alta que podría provocar complicaciones graves. [9]
    • Normalmente, es mejor dejar la fiebre leve o baja sin tratar a menos que hayan otras complicaciones; mientras que la moderada a alta, o la que está asociada a otros síntomas, por lo general puede y debe tratarse con medicamentos para reducirla.
    • El acetaminofén (como el Tylenol o el Mejoralito) o paracetamol se puede administrar a bebés y niños pequeños. Consulta con tu médico para saber la dosis adecuada.
    • El ibuprofeno (como el Advil y el Motrin) se puede administrar a niños de 6 meses o más. Pregúntale al médico cuál sería la dosis correcta.
    • Ya no se recomienda darle aspirina a niños menores de 18 años debido a que se asocia con el síndrome de Reye. [10]
    • Este tipo de medicamentos vienen en supositorios y formas líquidas para niños. Adminístrale la dosis adecuada, que se define en base a su edad y su talla.
    • Nunca sobrepases la dosis recomendada o el intervalo de administración. Ten un registro de las horas y la cantidad de medicamento que le das a tu niño.
    • Si tu niño ya tiene una prescripción médica, consulta con su médico antes de utilizar cualquier medicamento de venta libre que se utilice para reducir la fiebre.
    • Si tu niño está vomitando y no puede asimilar los medicamentos, considera la posibilidad de utilizar acetaminofén en supositorios. Lee el empaque para saber cuál es la dosis adecuada.
    • Si el medicamento para reducir la fiebre no la baja de manera temporal, busca atención médica.
  6. Estos se utilizan para tratar infecciones causadas por bacterias y no se pueden usar para las que provocan los virus. [11]
    • El uso innecesario y en altas cantidades de antibióticos provoca que las bacterias desarrollen una resistencia. Por ello, la recomendación que se hace actualmente es utilizar estos medicamentos de la manera más prudente posible. [12]
    • Si tu niño está tomando antibióticos, cerciórate de que cumpla toda la prescripción.
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Método 2
Método 2 de 2:

Entiende la fiebre en niños pequeños

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  1. Hasta cierto punto, la fiebre es una aliada, pues es la respuesta natural de nuestro cuerpo frente a una serie de causas, que incluyen: [13] [14]
    • Las infecciones bacterianas, como en el caso de los estreptococos que provocan infecciones en la garganta o el oído, pueden causar fiebre y por lo general se tratan con antibióticos.
    • Las infecciones virales, como el resfriado, la gripe y otras enfermedades típicas de la niñez (varicela y sarampión), no se pueden tratar con antibióticos y con frecuencia el único tratamiento es esperar a que terminen y combatir los síntomas. Este tipo de infecciones son la causa más común de fiebre en los niños pequeños y pueden durar entre 3 y 4 días.
    • A menudo la dentición produce una fiebre baja.
    • Las vacunas están diseñadas para generar una respuesta inmune leve por lo que con frecuencia provocan una fiebre baja.
    • Es posible que tu niño presente fiebre si tu está sobrecalentado debido a un ambiente caliente y tiene agotamiento por calor o un golpe de calor. Estos casos son una emergencia médica.
    • En pocas ocasiones, la fiebre puede ser causada por una enfermedad inflamatoria como la artritis u otros problemas graves de salud, incluidas algunas formas de cáncer.
  2. Supervisar la fiebre de tu niño pequeño es un poco similar a un acto de equilibrio, no debes exagerar pero tampoco sobreestimar la situación. Por lo general, mientras más pequeño sea el niño, más grave será el problema. Hay algunas direcciones generales que debes seguir de acuerdo a su edad: [15]
    • 0 a 3 meses: una fiebre de 38 °C (100,4 °F) es lo que te indicará que debes llamar al doctor de inmediato, incluso si no se presentan otros síntomas. [16] Cualquier bebé que tenga menos de 2 meses tendrá que ser evaluado inmediatamente.
    • 3 meses a 2 años: normalmente una fiebre menor a 38,9 °C (102 °F) se puede resolver en casa (ve a la sección anterior).
    • 3 meses a 2 años: una fiebre mayor a 38,9 °C (102 °F) podría requerir atención médica. Llama al pediatra de tu niño para que te dé más indicaciones al respecto. Esto es muy importante si se presentan otros síntomas, si la fiebre no responde a los medicamentos o si persiste por más de uno o dos días.
  3. Los padres por lo general pueden intuir hasta cierto punto la gravedad de la condición médica de su hijo. Además, los niños desarrollan patrones de respuestas y los padres pueden captar las anormalidades rápidamente. [17]
    • La fiebre acompañada de letargia y languidez podría ser una señal de algo más grave.
    • Si tu niño pequeño presenta síntomas graves como desorientación, un color azulado alrededor de la boca o las puntas de los dedos, convulsiones, dolores fuertes de cabeza, rigidez en el cuello o dificultad para caminar o respirar, ¡llama de inmediato al número de emergencia de tu país! [18]
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Consejos

  • Si no sabes bien si la fiebre de tu niño pequeño es alta o si debes tratarla, llama a tu médico. Siempre es mejor prevenir que lamentar.
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Advertencias

  • Consulta con tu médico o farmacéutico antes de utilizar dos o más medicamentos juntos. Varios de ellos podrían contener los mismos componentes, lo que provocaría que excedas la dosis recomendada de casualidad.
  • No trates de bajar la fiebre de un niño pequeño con alcohol isopropílico. Este podría enfriarlo demasiado rápido y, más bien, elevar su temperatura.
  • Si tu niño tiene fiebre por haber estado expuesto a un ambiente caliente, busca atención médica inmediata.
  • Nunca le des aspirina a un niño menor de 18 años, pues se ha establecido una relación entre ella y el síndrome de Reye, una enfermedad grave que podría provocar daños en el hígado. [19]
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