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Las adenoides son parte del sistema inmunitario y ayudan a proteger a los niños y a los adolescentes de las enfermedades infecciosas. Se reducen a lo largo de la infancia y finalmente desaparecen. Algunas veces, las adenoides de un niño pueden agrandarse y producir un riesgo mayor de problemas respiratorios, sueño interrumpido o infecciones de oído. [1] Habla con un pediatra si tu hijo experimenta dolor o tiene problemas de salud que puedan ser producto de las adenoides agrandadas. Es posible que puedas tratar este trastorno con esteroides. Si los tratamientos con esteroides no funcionan, toma en cuenta las opciones quirúrgicas.

Método 1
Método 1 de 3:

Tratar la causa subyacente

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  1. El pediatra del niño puede determinar la causa subyacente de las adenoides agrandadas y sugerir un tratamiento. Las adenoides agrandadas pueden tener muchas causas, pero las comunes incluyen las siguientes: [2]
    • una infección viral (como resfrío o gripe)
    • una reacción alérgica a la comida o a algo en el aire
    • una infección bacteriana en la garganta o en el tracto respiratorio superior
  2. Si las adenoides agrandadas son consecuencia de una infección bacteriana, es posible que se reduzcan cuando la infección haya sido tratada con antibióticos. El médico del niño puede prescribir antibióticos junto con otros tratamientos, como medicamentos para reducir la inflamación o el drenaje quirúrgico de la infección. [3]
    • Sigue dándole antibióticos a tu hijo hasta completar el ciclo. Si quieres quitarle los antibióticos antes de este tiempo, habla con el médico antes. Hacer que deje de tomar los antibióticos demasiado pronto puede hacer que los síntomas vuelvan a aparecer.
    • Si tu hijo muestra algún signo de una reacción alérgica mientras toma los antibióticos, como comezón, ronchas, erupción, dificultad para respirar o síntomas similares a los de la gripe, llama al médico o busca atención médica inmediatamente. [4]
  3. No puedes curar una infección viral, como un resfrío común o la gripe. Sin embargo, el médico del niño podrá recomendar medicamentos o tratamientos caseros que puedan reducir la inflamación de las adenoides y otros síntomas. Las opciones de tratamiento pueden incluir las siguientes: [5]
    • medicamentos antiinflamatorios
    • descongestionantes
    • espráis nasales
    • un humidificador para la habitación del niño
  4. Si las adenoides agrandadas de tu hijo son producto de una alergia, tratar la alergia puede ayudar a reducirlas. La mejor manera de tratar la alergia dependerá de qué es lo que la causa y de que tan grave es. El médico del niño puede recomendar lo siguiente: [6]
    • Mantener a tu hijo lejos de los alérgenos. Los alérgenos comunes incluyen moho, polen, pelo de mascotas, ácaros del polvo, humo del cigarrillo y ciertos tipos de comida.
    • Usar medicamentos para las alergias de venta libre o prescritos. Siempre consulta con el médico del niño antes de darle un medicamento para las alergias de venta libre.
    • Las vacunas contra las alergias. Si tu hijo tiene alergias graves a cosas como el polen, los ácaros del polvo o las mascotas, las vacunas pueden ayudar a controlar las reacciones alérgicas. Estas vacunas pueden requerir de algo de tiempo o de varios tratamientos antes de que empiecen a hacer efecto. Además, no se usan para tratar alergias alimentarias.
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Método 2
Método 2 de 3:

Usar esteroides para reducir las adenoides

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  1. Si las adenoides de tu hijo están siempre o frecuentemente agrandadas, un tratamiento con esteroides puede ayudar. Trabaja con el pediatra para averiguar si este tratamiento es adecuado para tu hijo.
    • El tratamiento con esteroides puede funcionar mejor en niños con síntomas relativamente leves. [7]
    • El tratamiento con esteroides para las adenoides agrandadas generalmente se administra en la forma de un espray nasal.
  2. Los espráis nasales de esteroides pueden ser una buena alternativa a la cirugía para las adenoides agrandadas. Sin embargo, hay algunos riesgos en el uso de esteroides por un tiempo prolongado. Habla con el médico acerca de los riesgos y los beneficios del tratamiento con esteroides antes de tomar una decisión. Los riesgos y los efectos secundarios posibles incluyen los siguientes: [8]
    • irritación y sequedad en los conductos nasales
    • daño al septo (el cartílago y el hueso que está entre las fosas nasales)
    • dermatitis de contacto
    • retraso en el crecimiento de los niños (un efecto secundario poco común de los esteroides nasales)
  3. Puedes reducir los riesgos del tratamiento con esteroides usando una dosis baja. Trabaja con el médico del niño para determinar la dosis más baja que pueda ayudar a tu hijo a sentirse mejor. [9]
    • Los esteroides también son menos riesgosos si los usas según sea necesario y no todo el tiempo. El médico puede recomendar que dejes de usarlos una vez que el niño se sienta mejor y empezar a usarlos nuevamente si los síntomas vuelven.
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Método 3
Método 3 de 3:

Tomar en cuenta las opciones quirúrgicas

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  1. Una adenoidectomía es la extirpación quirúrgica de las adenoides. Si otras opciones de tratamiento no funcionan, es posible que debas hacer que le extirpen las adenoides a tu hijo. El pediatra puede recomendar una adenoidectomía en los siguientes casos: [10]
    • Si las adenoides agrandadas de tu hijo no desaparecen por sí solas o si no responden a otros tratamientos.
    • Si las adenoides agrandadas hacen que sea difícil respirar, dormir o comer para tu hijo.
    • Si las adenoides agrandadas conducen a otros problemas de salud (como infecciones de oído frecuentes o infecciones de los senos paranasales).
  2. Es extremadamente importante que sigas todas las instrucciones con el fin de preparar a tu hijo para la cirugía. Estas instrucciones tienen como objetivo mantener a tu hijo a salvo de complicaciones quirúrgicas dañinas o fatales. Las siguientes son algunas de las cosas que posiblemente el cirujano te pida: [11]
    • Lleva a tu hijo a un chequeo de salud antes de la cirugía.
    • Informa de cualquier síntoma de enfermedad, como resfrío, fiebre o gripe, durante los días previos a la cirugía.
    • Evita que el niño coma o beba algo durante un cierto período de tiempo antes de la cirugía.
    • También puede decirte que hagas que tu hijo deje de tomar algunos medicamentos unos días o unas semanas antes de la cirugía, especialmente los que afecten al sangrado y a la coagulación.
  3. Puede estar asustado o alterado por la idea de tener que someterse a una cirugía. Mantén la calma y hazle saber que la cirugía le ayudará a sentirse mejor. Las siguientes son otras maneras en las que puedes ayudar a tu hijo a prepararse: [12]
    • Quédate con él tanto como puedas antes y después del procedimiento.
    • Asegúrale que no se verá diferente después de la cirugía.
    • Dile que tendrá un dolor de garganta después de la cirugía, pero que le darás medicamentos para que se sienta mejor.
    • Responde todas las preguntas que pueda tener o haz que se las pregunte al médico.
  4. Las complicaciones graves de una cirugía de adenoides son poco comunes, pero pueden suceder. Los problemas más comunes después de una adenoidectomía son dificultad para tragar, dolor de garganta, dolor de oído, vómitos y fiebre. El sangrado también es un efecto secundario posible. [13]
    • Llama al médico o al cirujano del niño si tienes preguntas acerca de cómo lidiar con cualquiera de estos problemas.
    • Llama al médico o busca atención médica de emergencia si el niño tiene algún sangrado de la nariz o la garganta, o si ha desarrollado una fiebre nueva.
  5. El médico o el cirujano del niño te dará instrucciones detalladas sobre cómo cuidar a tu hijo después de una adenoidectomía. Asegúrate de seguirlas cuidadosamente. [14]
    • El médico probablemente le prescribirá analgésicos al niño. No le des ningún otro analgésico sin consultarlo antes con el médico.
    • El niño tendrá que tomar abundantes líquidos y tendrá que comer alimentos suaves y ligeros durante unos días.
    • Es posible que el niño deba descansar por unos días, especialmente si toma medicamentos que le produzcan somnolencia. No dejes que vaya a la escuela y mantenlo en casa o en una guardería para que pueda descansar y sentirse mejor.
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