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Algunos cachorros no pueden empezar a respirar por su cuenta justo después de haber nacido. En otros casos, uno que ya haya superado la etapa de nacimiento podría quedar inconsciente debido a una enfermedad o lesión. En cualquier caso, si respondes con rapidez, esto mejorará en gran medida sus probabilidades de recuperarse. El proceso de evaluar si necesita reanimación cardiopulmonar de emergencia (RCP) y brindarle cuidados luego de reanimarlo será el mismo sin importar la edad. No obstante, la respiración de rescate y las compresiones en el pecho en un cachorro variarán un poco teniendo en cuenta si es un recién nacido o no.

Método 1
Método 1 de 4:

Evaluar al cachorro y pedir ayuda

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  1. Observa si su pecho se mueve, escucha los sonidos de su respiración y coloca la mejilla cerca de su cara para así sentir sus respiraciones. Si el cachorro respira con dificultad o de forma muy débil o irregular, deberás tratarlo como si no estuviera respirando en lo absoluto. [1]
    • Si el cachorro no empieza a llorar justo después de nacer, es muy probable que no esté respirando.
    • Aquellos que nacen primero por las patas (en lugar de la cabeza) son más propensos a correr peligro que los que nacen de manera normal.
    • Sin embargo, incluso uno que haya nacido con normalidad podría no respirar de inmediato. Se le deberá realizar RCP de emergencia a todo cachorro que no empiece a respirar unos segundos después de haber nacido.
  2. De este modo, podrás enfocarte en empezar los procedimientos de RCP de inmediato. El veterinario podrá darte pautas por teléfono. [2]
    • Si eres la única persona que está cerca, tendrás que realizar la RCP de emergencia por un mínimo de 5 minutos (o hasta que el cachorro responda) antes de comunicarte con el veterinario. Una vez que el cachorro empiece a respirar, tendrás que llamar al veterinario para pedirle consejos sobre los cuidados continuos.
  3. En el caso de un cachorro recién nacido que no esté respirando (sin importar si tiene pulso o no), primero deberás despejar las vías respiratorias y darle una respiración de emergencia, y luego continuar con las compresiones de pecho si no tiene pulso. Si se trata de un cachorro mayor, las primeras medidas dependerán de las circunstancias específicas, como las siguientes: [3]
    • Si no tiene pulso, empieza con las compresiones de pecho.
    • Si el cachorro es mayor y tiene pulso, pero no respira, empezarás despejando las vías respiratorias y dándole respiraciones de rescate.
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Método 2
Método 2 de 4:

Revivir a un cachorro recién nacido

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  1. En muchos casos, los cachorros nacen inconscientes porque tienen las vías respiratorias obstruidas con líquido. Primero deberás usar una toalla o un paño limpios para eliminar todo líquido o membrana del hocico y la nariz del animal. Luego deberás mantener su cabeza hacia abajo con cuidado por 5 a 10 segundos, de modo que la gravedad pueda drenar todo líquido amniótico o mucosidad del hocico, la garganta y los pulmones. [4]
    • También podrás usar la fuerza centrífuga con el fin de drenar los pulmones del cachorro, pero tendrás que pedirle a un veterinario que te muestre el proceso antes de intentar realizarlo. Tendrás que sostener la cabeza y el cuello del animal de forma segura mientras lo volteas con cuidado y lo colocas entre tus piernas. El movimiento no deberá ser brusco, y deberás detenerlo en un punto de forma gradual. [5]
    • Ten en cuenta que solo deberás usar la fuerza centrífuga como un último recurso y tener mucho cuidado, ya que un exceso de fuerza puede causar daño cerebral.
  2. Mantén la cabeza del animal inclinada hacia abajo y usa una jeringa de succión para eliminar el líquido de su hocico. [6]
    • Antes de introducirle la jeringa en el hocico, aprieta la pera para así eliminar el aire en su interior.
    • Introduce la punta de la jeringa en el hocico del animal. La punta deberá alcanzar la parte posterior del hocico, pero no la introduzcas mucho hacia la garganta, ya que esto puede lesionar las vías respiratorias.
    • Luego de colocar la jeringa en posición, tendrás que soltar la pera presionada poco a poco. La succión absorberá el líquido en el hocico y la garganta, y lo enviará a la pera.
    • Retira la jeringa del hocico y vuelve a apretarla para así expulsar el líquido y el aire. Repítelo 2 o 3 veces más, o hasta que deje de salir líquido.
  3. Deja al cachorro boca arriba. Coloca la boca de modo que esté conectada al hocico y la nariz del cachorro recién nacido. Por otro lado, si es un cachorro grande, podrás mantener su hocico cerrado con las manos mientras colocas la boca sobre su nariz. [7]
    • Si realizas un contacto boca a boca, esto podría hacer que el animal te transmita enfermedades como la brucelosis. Las probabilidades de que desarrolles una enfermedad grave a causa del cachorro son bajas, pero tendrás que decidir el nivel de riesgo que vas a aceptar para salvarle la vida.
  4. Exhala con cuidado hacia su nariz y hocico 2 o 3 veces a fin de llenar sus pulmones con aire. Según tu posición, podrás usar los ojos o la mano para confirmar que su pecho se eleve un poco con cada respiración que le brindes. [8]
    • Envíale ráfagas de aire suaves y pequeñas. La cantidad de aire necesaria para apagar un fósforo podría ser suficiente. No respires con demasiada profundidad, ya que esto puede dañar los pulmones diminutos del cachorro.
    • Si el pecho no se mueve, es probable que las vías respiratorias sigan obstruidas. Intenta despejarlas nuevamente con la jeringa.
  5. Tendrás que revisarle el pecho para identificar los latidos cardiacos luego de administrarle el tratamiento respiratorio inicial. Esta deberá ser la primera vez que revisas si el cachorro recién nacido tiene pulso. [9]
    • Coloca los dos primeros dedos de una mano sobre la pared torácica, en las axilas de las patas delanteras o justo debajo de ellas. Podrás identificar los latidos fuertes con facilidad y sin requerir herramientas adicionales.
    • No obstante, quizás tengas que usar un estetoscopio para identificar la diferencia entre los latidos débiles y la ausencia total de los mismos. Si tienes uno, colócalo sobre la pared torácica y escucha por unos segundos. Si no tienes este instrumento y no puedes sentir los latidos, deberás asumir su ausencia.
    • Ten en cuenta que un cachorro recién nacido saludable y normal deberá tener entre 120 y 180 latidos por minuto. Usa un reloj o cronómetro a fin de determinar si su corazón late 2 o 3 veces por segundo.
  6. Si el corazón del animal no late, tendrás que realizar algunas compresiones de pecho suaves a fin de hacer circular la sangre y, con suerte, restablecer su corazón. El cachorro deberá seguir boca arriba. [10]
    • Visualiza el punto en el que los codos doblados de las patas delanteras del cachorro tocan los lados de su pecho, o incluso coloca las patas en esta posición para asegurarte. Tendrás que colocar los pulgares e índices en estas posiciones.
    • Coloca ambos índices en un lado del pecho, y ambos pulgares en el otro.
  7. Presiona el pecho con rapidez usando los pulgares y los índices a fin de estimular al corazón. Presiona con una firmeza suficiente como para mover la caja torácica, pero no lo hagas con toda tu fuerza, ya que podrías causar una mayor lesión. [11]
    • Un cachorro recién nacido promedio tiene de 120 a 180 latidos por minuto, por lo que tendrás que realizar las compresiones en una sucesión rápida. Usa el ritmo de una canción popular para guiarte, como “Harder to Breathe” de Maroon 5 (150 ppm), “We Got the Beat” de Go-Go’s (152 ppm) o “Pressure” de Billy Joel (148 ppm). [12]
  8. Tendrás que alternar entre la reanimación boca a boca y las compresiones de pecho hasta que el cachorro muestre signos de vida. [13]
    • Dale 2 o 3 ráfagas pequeñas de aire cada 15 a 20 segundos.
    • Sigue realizando las compresiones suaves en el pecho del animal con rapidez entre cada ráfaga de aire.
    • Revísalo cada minuto para determinar si empieza a respirar solo. También deberás verificar cada minuto si su corazón empieza a latir.
    • Si no hay ninguna respuesta después de 5 minutos, es muy poco probable que puedas revivirlo.
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Método 3
Método 3 de 4:

Revivir a un cachorro que haya superado la etapa de recién nacido

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  1. Si el cachorro no tiene pulso, deberás empezar con las compresiones de pecho sin importar si está respirando o no (ve al siguiente paso sobre la forma de empezar las compresiones de pecho). Si tiene pulso, pero no respira, tendrás que despejar las vías respiratorias e iniciar la respiración de rescate. [14]
    • Para revisar si respira, observa el pecho, escucha los sonidos de la respiración y siente si exhala colocando tu mejilla.
    • Para verificar si tiene pulso, coloca los dos primeros dedos de una mano en el centro del pecho, justo en las axilas de las patas delanteras o debajo de ellas. Si tienes un estetoscopio, deberás usarlo para escuchar.
  2. Coloca el meñique en el hocico del animal a fin de identificar una obstrucción en las vías respiratorias. Si sientes una, deberás retirarla del hocico con el meñique. Si las vías están obstruidas con sangre o mucosidad, aprieta una jeringa, introdúcela en la parte posterior del hocico del animal y suelta la pera a fin de absorber el líquido. [15]
    • Si la lengua del cachorro está interfiriendo, retírala con cuidado para así tener acceso al hocico.
  3. Coloca al cachorro boca arriba, luego coloca una mano encogida debajo de su mentón y júntale los labios con los dedos. Con la otra mano, culmina este tipo de sello colocándola en su nariz. [16]
    • Tus respiraciones ingresarán por las manos y hacia la nariz abierta del cachorro.
    • Si su cara sigue siendo muy pequeña como para realizar esta maniobra, tan solo deberás colocar tu boca sobre su hocico y nariz para así crear el sello.
  4. Respira hacia las manos encogidas con la fuerza suficiente como para elevar su pecho, pero no tanto como para lesionarle los pulmones. Tendrás que tantear un poco y realizar un proceso de ensayo y error teniendo en cuenta el tamaño del perro, por lo que deberás empezar con suavidad y soplar más fuerte según sea necesario. [17]
    • Si no respira por su cuenta luego de un minuto, detente y verifica que siga teniendo pulso. Si es así, retoma la respiración por otro minuto y repite según sea necesario. Si no hay pulso, empieza las compresiones de pecho.
  5. Si se trata de un cachorro pequeño, deberás mantenerlo boca arriba y colocar los dos dedos índices en un lado de su pecho, y los dos pulgares en el otro. Deberás colocarlos de una forma en la que los codos doblados del animal toquen su caja torácica. [18]
    • Si es muy grande como para colocar las manos en su pecho, deberás colocarlo de costado derecho. Coloca una palma plana en el lado del pecho, en el punto que el codo doblado tocaría. Coloca la otra palma sobre la primera.
  6. Aprieta o presiona con la fuerza suficiente como para sentir y ver la compresión de pecho, pero no uses una fuerza excesiva. Usa un reloj o un cronómetro, o tan solo cuenta los segundos en tu mente con exactitud. [19]
  7. Ciérrale el hocico para crear un sello con las manos por el cual puedas enviar la respiración a su nariz. Puedes revisar el paso anterior para brindar respiraciones si aún no lo has hecho. Dale una respiración rápida y luego retoma las compresiones por otros 6 segundos hasta que el perro responda. [20]
    • Deberás detenerte por un momento breve cada minuto para revisar si respira y si tiene pulso.
    • Luego de 5 minutos, será muy poco probable que sobreviva.
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Método 4
Método 4 de 4:

Estimular y ayudar a un cachorro resucitado

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  1. Detén las compresiones y concéntrate en estimularlo tan pronto como su corazón empiece a latir. Sigue dándole respiraciones si aún no respira de forma constante y sólida. [21]
    • Emplea una presión suave y cuidadosa, y frota al cachorro de forma vigorosa con una toalla.
    • Dale la vuelta con cuidado en tus manos varias veces.
    • Si es un recién nacido o aún es muy pequeño, también deberás sujetarlo del cogote varias veces.
    • Al estimularlo, quizás debas seguir dándole algunas ráfagas de aire cada 20 a 30 segundos a fin de mantener sus pulmones bombeando aire.
  2. Cuando su corazón empiece a latir, deberás seguir frotándolo y dándole vueltas en tus manos por un mínimo de 20 minutos. [22]
    • La mayoría de los cachorros que reviven luego de recibir RCP de emergencia se estabilizarán luego de 20 minutos.
    • No obstante, si su corazón no empieza a latir en los 5 minutos de tratamiento, será poco probable que reviva.
  3. Todos los cachorros recién nacidos deberán recibir una supervisión atenta por varios días, pero será vital supervisar a aquellos que hayan requerido una reanimación al nacer. [23]
    • Una de las medidas más importantes que puedes adoptar es mantener al cachorro cálido. Los cachorros que sufren de frío durante la primera semana de vida pueden debilitarse con facilidad y morir. Deberás brindarle botellas de agua caliente, almohadillas térmicas, lámparas de calefacción y muchas mantas calientes a fin de mantener la caja en donde permanezca a una temperatura mínima constante de 30 °C (85 °F).
    • Es muy recomendable que el animal reciba atención veterinaria profesional. Si aún no has llamado al veterinario, deberás hacerlo después de que la madre dé a luz al resto de los cachorros. Menciónale a todo cachorro que necesite una reanimación y sigue sus indicaciones sobre los cuidados posteriores adicionales.
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Cosas que necesitarás

  • jeringa de succión
  • estetoscopio (opcional)
  • botellas de agua caliente, almohadillas térmicas, lámparas de calefacción y mantas

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