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Las ranas y los sapos pueden parecer similares, pero son muy diferentes. Existen muchas diferencias físicas, tales como diferencias en la piel, el color y el tipo de cuerpo. También existen diferencias en el comportamiento. Una rana tiene que estar cerca de una masa de agua, por ejemplo, mientras que un sapo puede encontrarse más lejos. Las ranas también tienden a saltar más alto que los sapos. Con un poco de atención en los detalles, serás capaz de distinguir un sapo de una rana.

Método 1
Método 1 de 3:

Examinar los rasgos físicos

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  1. Puedes notar la diferencia entre una rana y un sapo por la longitud de las extremidades. Si puedes acercarte lo suficiente, échales un vistazo a las extremidades traseras específicamente. [1]
    • Las extremidades traseras de una rana son muy largas, ya que las ranas saltan con más frecuencia que los sapos. Las extremidades traseras de una rana son más grandes que la cabeza y el cuerpo.
    • Las extremidades traseras de un sapo son más pequeñas, ya que los sapos tienden a arrastrarse. Las extremidades traseras son más pequeñas que la cabeza y el cuerpo.
  2. Las ranas tienen patas palmeadas, ya que pasan la mayor parte de su vida en el agua. Por lo general, tienen las patas traseras palmeadas, y algunas tienen las patas delanteras palmeadas. También puedes observar almohadillas pegajosas en los pies de una rana. Las patas de un sapo generalmente no son palmeadas y no tienen almohadillas. [2]
  3. Las ranas tienden a tener una apariencia esbelta y atlética. Los sapos, por otro lado, son más cortos y rechonchos. [3]
    • Si ves un anfibio delgado con extremidades más largas, probablemente se trate de una rana.
    • Si te topas con un anfibio bajito y regordete con extremidades más pequeñas, probablemente se trate de un sapo.
  4. La piel de una rana es mucho más suave que la piel de un sapo. La piel de un sapo tiene un aspecto protuberante. Mientras que una rana tiene una piel suave y gomosa, es posible que sapo luzca como si estuviese cubierto de verrugas. [4]
  5. En general, las ranas tienen un color más claro que los sapos. Tienden a lucir de un color verde más pronunciado. Mientras que los sapos pueden tener una piel verdosa, en general tienden a lucir más oscuros que las ranas. [5]
    • Los sapos muestran distintas tonalidades que abarcan desde el verde oscuro hasta el verde oliva.
    • Las ranas se encuentran en el lado más amarillento y brillante del espectro del verde. Las ranas pueden tener un color entre amarillo y oliva.
    • Sin embargo, no confíes solamente en el color. Siempre considera otros factores, ya que algunas ranas tienen un aspecto verde parduzco.
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Método 2
Método 2 de 3:

Tener en cuenta el comportamiento

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  1. Tanto las ranas como los sapos saltan. Las ranas, sin embargo, tienden a saltar más a menudo y mucho más alto. [6]
    • Las ranas saltan muy alto, y también pueden saltar grandes distancias.
    • Los sapos realizan saltos muy pequeños y carecen de la capacidad de saltar muy lejos.
  2. Los sapos son mucho más propensos a arrastrarse que saltar. Arrastrarse es la forma principal de movimiento de un sapo. Raramente verás a una rana arrastrándose. Si el animal se arrastra es muy probable que sea un sapo. [7]
    • Siempre ten en cuenta otros factores, ya que es posible que una rana herida se arrastre.
  3. Las ranas necesitan encontrarse cerca del agua para sobrevivir, mientras que los sapos pueden pasar mucho tiempo fuera del agua. Un animal que permanece cerca del agua probablemente sea una rana. Si encuentras un animal lejos del agua, probablemente se trate de un sapo. Es poco probable que una rana se aleje de una fuente de agua. [8]
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Método 3
Método 3 de 3:

Evitar los problemas con ranas y sapos

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  1. Las ranas pueden hacer mucho ruido durante la noche, especialmente cuando se aparean. Las ranas comen insectos y las luces brillantes pueden atraer insectos cerca de tu casa. Esto también puede hacer que las ranas se reúnan en tu patio trasero. [9]
    • Mantén apagada la luz del pórtico durante la noche.
    • También puedes usar cortinas durante la noche para evitar que la luz del interior de la casa atraiga bichos.
  2. Algunas ranas y sapos pueden ser tóxicos para los perros. Si un perro levanta a un sapo con el hocico, este podría liberar toxinas que resulten venenosas para el perro. Si ves a tu perro levantando a un sapo, llévalo a un veterinario inmediatamente. Esta es una emergencia médica. [10]
    • Los síntomas de las toxinas de un sapo incluyen babeo excesivo, pasarse la pata por el hocico o los ojos, convulsiones, dificultad para respirar y movimiento inestable.
    • Si tu mascota tiene alguno de estos síntomas, necesitará tratamiento inmediato.
  3. En general, abstente de manipular animales silvestres. Sin embargo, si has tocado una rana o un sapo, lávate las manos después. [11]
    • Si un niño pequeño ha levantado una rana o un sapo, asegúrate de que se lave las manos.
  4. Nunca es una buena idea adoptar a un animal salvaje como mascota. Las ranas y los sapos silvestres no se crían en cautividad, y no toman de buena gana que se les capture. También pueden ser portadores enfermedades. Si deseas tener una rana o sapo como mascota, consigue uno de la tienda local de mascotas.
  5. Las tiendas de mascotas venden ranas y sapos como mascotas. Si deseas tener una rana o sapo mascota, asegúrate de cuidarla adecuadamente. Proporciona el entorno y refugio adecuados para la mascota. [12]
    • Tendrás que limpiar el tanque de la rana o sapo todos los días. Los tanques sucios pueden constituir un riesgo importante para la salud de una rana o sapo.
    • Las ranas y sapos necesitan tener una dieta variada. Puedes comprar comida de una tienda de mascotas, compuesta de grillos y gusanos de maíz, pero también tendrás que darle a tu rana o sapo una gran cantidad de otros insectos para sobrevivir. También tendrás que alimentar a la rana o sapo con cosas tales como saltamontes, caracoles, y gusanos de seda.
    • Limita la frecuencia con la que tocas a una mascota reptil o anfibia. Incluso una mascota de una tienda de mascotas puede transmitir enfermedades. Lávate las manos después de manipular a tu mascota, no limpies su jaula en tu baño o cocina, y no beses o abraces una rana o sapo mascota. [13]
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Advertencias

  • Algunas ranas y sapos pueden ser venenosos. Consulta con la oficina local del Departamento de Recursos Naturales y obtén ayuda para identificar a aquellos anfibios potencialmente venenosos en tu área.
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