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Muchas madres necesitan o prefieren extraerse la leche materna para que sus bebés puedan alimentarse mientras salen a trabajar. Sin embargo, es importante que la revises regularmente para asegurarte de que no se eche a perder. Afortunadamente, existen muchas maneras de conservar la frescura de la leche materna y verificar que esté fresca es un proceso muy simple.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Verificar que la leche materna esté fresca

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  1. Es muy común que el color y la textura de la leche materna cambien, según vayan cambiando las necesidades nutricionales del bebé. La apariencia de la leche materna no es una manera segura de verificar su frescura. [1]
    • Es común que el color de la leche materna cambie durante su almacenamiento o incluso después de una sola comida. Es normal que la leche tenga un tono ligeramente azulado, verdoso, amarillento o marrón.
    • También es común que la parte cremosa de la leche se asiente y se formen dos capas distintas. Esta leche no es dañina para el bebé, pero debes batirla un poco antes de dársela.
  2. Aunque es posible conservar la leche materna extraída por mucho tiempo, su vida útil dependerá de las condiciones de su almacenamiento. Después de 3 días, es recomendable que la huelas, con mucho cuidado, para verificar que esté fresca. [2]
    • De la misma manera, debes tener cuidado si dejaste la leche sin refrigerar por más de tres horas. [3]
    • Puedes guardar la leche a temperatura ambiente de 3 a 6 horas, según lo fresca que esté la habitación. Si vas a guardarla en una hielera con aislamiento, podrás dejarla allí por 24 horas.
  3. La leche materna rancia tiene un olor fuerte, que es muy parecido a la de la leche de vaca rancia. Esta es la manera más confiable de verificar la frescura de la leche materna. [4]
  4. La leche de algunas madres desarrolla, con el tiempo, un olor ligeramente metálico o a jabón si es almacenada. Este olor no es un signo de que la leche se ha echado a perder y a la mayoría de los bebés no les importa.
    • Si tu bebé rechaza la leche, escáldala antes de almacenarla para que no desarrolle este olor.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Conservar la frescura de la leche materna

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  1. Si la colocas cerca de la puerta, quedará expuesta al calor proveniente del exterior cuando abras y cierres el refrigerador. La parte posterior del refrigerador es más fría, por lo que es más probable que la leche conserve su frescura. [5]
  2. Las mejores opciones son los recipientes de vidrio, las bolsas desechables para biberón y las bolsas para almacenar leche materna. Los recipientes hechos con plásticos duros como el polipropileno y polibutileno son preferibles a los hechos con plásticos suaves como el polietileno.
    • También es importante que cierres fuertemente todos los otros recipientes en tu refrigerador, para que sus olores no se impregnen en la leche.
    • Puedes colocar un paquete de bicarbonato de sodio en el refrigerador para que absorba los olores. [6]
  3. Si escribes en el recipiente la fecha en la que hayas extraído la leche, esto podrá ayudarte a garantizar que uses la más antigua antes de que se estropee. Puedes etiquetar cada recipiente o colocar toda la leche de la misma semana o mes en una bolsa o caja con una etiqueta.
  4. Si no vas a utilizar la leche dentro de 5 a 8 días, debes congelarla. Colócala en un recipiente hermético en la parte posterior del congelador. Utilízala dentro de 24 horas después de descongelarla. [7]
    • Dependiendo de cuántas veces abras el refrigerador, la leche puede durar desde 3 meses hasta un año. [8]
    • No descongeles la leche en el microondas. Más bien colócala en agua tibia. No dejes que hierva.
    • Es normal que la crema de leche se asiente al congelarse. Bate la leche ligeramente para que la crema vuelva a incorporarse al líquido. [9]
  5. Si la leche materna tiene un sabor a jabón y esto le molesta a tu bebé, debes escaldarla. Caliéntala hasta que llegue a una temperatura de 82 °C (180 °F), lo que hará que burbujee, pero no hierva. Después, enfría y almacena la leche de inmediato.
    • Si el sabor no le molesta al bebé, no escaldes la leche, porque perderá algunos nutrientes durante el proceso. [10]
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Advertencias

  • Si estás enferma o tomas medicamentos durante la lactancia, habla con tu médico para que te dé recomendaciones sobre si debes o no almacenar la leche extraída.
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