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Los trastornos alimenticios pueden venir en diferentes formas, pero todos afectan tu relación con los alimentos y pueden causar problemas de salud graves si los dejas sin tratar. Puedes aprender sobre las conductas, sentimientos y efectos físicos de los trastornos alimenticios para que te ayuden a determinar si padeces uno. Si crees que puedes tener un trastorno alimenticio, asegúrate de buscar ayuda cuanto antes. Los trastornos alimenticios pueden volverse mucho más graves si se dejan sin tratar.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Reconocer un trastorno alimenticio

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  1. Muchas personas con un trastorno alimenticio se preocupan demasiado por su contextura, peso y apariencia. Estos son algunos síntomas conductuales y emocionales comunes que indican que alguien podrían padecer un trastorno alimenticio: [1]
    • sentirte deprimido o ansioso
    • tener mucho miedo a subir de peso o a ser “gordo”
    • desear apartarte de los amigos y familiares
    • prestar demasiada atención a los alimentos y las calorías
    • tener mucho miedo a ciertos alimentos, como aquellos con azúcar o grasa
    • mantenerte alejado de las situaciones que implican comida
    • negar problemas con la comida o cambios en el peso
    • intentar purgar después de un atracón, mediante ejercicios, vómitos o el uso de laxantes
    • pesarte todos los días
  2. Las personas que sufren de anorexia no están dispuestas a mantener un peso corporal saludable. También les aterra subir de peso y se ven gordas, aunque sean delgadas o incluso se encuentren por debajo del peso normal. [2] Una persona anoréxica puede privarse de comida por días o llevar una dieta muy estricta con una baja cantidad de calorías todos los días. Por lo general, hay una sensación de logro al mantener ese tipo de pautas estrictas.
    • Tal vez tengas “normas” alimenticias muy estrictas, como colores específicos de alimentos que debes evitar, los momentos del día en los que te niegues a comer o límites calóricos estrictos que respetes.
    • Si sufres de anorexia, quizás te de miedo ser gordo o consideres que eres gordo, aunque te encuentres muy por debajo del peso normal. Aunque seas demasiado flaco, nunca te sientes satisfecho con tu apariencia y sientes que siempre puedes bajar más de peso para sentirte mejor contigo mismo.
    • Pregúntate si tus padres o amigos han comentado sobre tu peso o pérdida de peso.
    • Pregúntate si basas tu valor personal en tu peso, talla de ropa o en lo que comes.
  3. Las personas bulímicas se atiborrarán de grandes cantidades de comida y luego se purgarán para tratar de eliminar lo que acaban de comer antes de que eso les haga subir de peso. [3] Aunque sabes que quieres evitar atracarte de comida y subir de peso, parece que no puedes dejar de comer o de presentar episodios recurrentes de atracones. Una vez que el episodio termine, quizás te veas desesperado para eliminar cualquier peso que podría ser causado por el atracón. Es posible que te esfuerces por purgarte (vomitas), usar laxantes o diuréticos.
    • Aunque no te purgues justo después de comer, quizás aun así tengas bulimia si sueles privarte de comida por días después de un atracón, hacer más ejercicios de lo normal o seguir otro tipo de dieta drástica para evitar subir de peso. [4]
    • Tal vez trates de comer sano y seguir una dieta saludable (o restrictiva) por un tiempo, pero la tensión o los antojos te abrumen y termines cediendo ante la presión de un atracón.
  4. Las personas que padecen este trastorno comen grandes cantidades de comida en poco tiempo y sienten que no pueden controlarse durante estos episodios. El atracón no es agradable. Mientras que te atracas, puedes sentir muchas emociones negativas. Estas emociones pueden continuar aunque el atracón haya terminado. Las personas que se atracan de comida, no se purgan después de ello. [5]
    • Las personas que sufren de este trastorno alimenticio podrían sentirse deprimidas, disgustadas y culpables por sus episodios de atracones.
    • Si te atracas de comida, podrías darte cuenta de que has subido bastante de peso en poco tiempo.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Abordar los factores psicológicos

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  1. Algunas personas usan la anorexia como una manera de mantener el control y sentirse poderosas. [6] Para las personas bulímicas, es común que se sientan fuera de control e impotentes. [7] Aquellas personas que padecen de un trastorno por atracón de alimentos también podrían sentir que les falta control sobre lo que comen. [8]
    • Si sientes que tu vida está fuera de control, podrías recurrir a la anorexia para aprovechar la sensación de control en tu vida y sentirte realizado cuando logras privarte de comida.
    • Pregúntate sobre tu relación con el control y si te sientes feliz con él. ¿Ves que quieres más o menos control en tu vida? ¿Sientes que tienes suficiente control sobre tu vida u obtienes ese control de los alimentos?
  2. Tal vez te avergüences de tus hábitos alimenticios, en especial si te atracas de comida. [9] Puedes tratar de atracarte de comida o de purgarte en secreto o de sacar comida de tu plato discretamente para que nadie se dé cuenta de ello. Aunque este comportamiento trata de cubrir lo que haces, más profundamente podría ocultar tu vergüenza con el fin de mantener tu trastorno alimenticio.
    • Si ves que te avergüenzas de tus hábitos alimenticios, entonces podrías presentar síntomas de un trastorno alimenticio.
  3. Las personas a las que no les gusta su cuerpo son más propensas a desarrollar un trastorno alimenticio. [10] El hecho de que no te guste tu cuerpo podría incluir sentirte gordo, feo, indeseable o sentir vergüenza por una parte específica de tu cuerpo, como las cicatrices. Estos sentimientos también podrían verse influenciados por imágenes de celebridades o de las personas que ves todos los días. [11]
    • Podrías sentir que la única manera de aceptar tu cuerpo es bajando de peso. Podrías pensar “Cuando baje de peso por completo, finalmente me sentiré feliz”.
    • Reflexiona sobre tus propias creencias sobre el peso y la satisfacción corporal, y pregúntate si bajar de peso o ser flaco es la única forma de sentirte bien con tu cuerpo.
  4. ¿Te ves ocultando tus hábitos? Cuando te preguntan sobre tus hábitos alimenticios, ¿mientes sobre las razones por las que no comes? ¿Qué dices cuando los demás comentan sobre los cambios en tu peso? Si te ves inventando excusas por tu comportamiento, es posible que tengas un trastorno alimenticio. [12]
    • Tergiversar la verdad podría ser una manera de seguir viviendo con un trastorno alimenticio sin que nadie lo descubra. ¿Te encuentras inventando excusas por tu forma de comer? ¿Y qué hay de encontrar maneras de evitar reunirte con los demás para la cena o para tomar un café?
  5. Esto no necesariamente quiere decir que vayas a mirarte al espejo, pero piensa cómo percibes tu cuerpo. Existen muchas maneras de comprender tu imagen corporal. Por ejemplo, podrías percibir que eres obeso cuando en realidad te encuentras por debajo del peso normal según lo indicado por un médico. Después, reflexiona sobre lo que opinas con respecto a tu cuerpo: si te sientes bien o mal con respecto a tu imagen corporal y cómo consideras tu contextura y capacidad general. Tus pensamientos y comportamiento también afectan tu imagen corporal, como pensar “Soy muy gordo” y después aislarte debido a la forma en que percibes tu cuerpo. [13]
    • Piensa en cómo percibes tu cuerpo y pregúntate si te ves correctamente. Pregúntate cómo percibes tus defectos y si está bien tener defectos.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Lidiar con los síntomas físicos

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  1. La anorexia le pasa una gran factura al cuerpo. Si empiezas a notar cambios en el funcionamiento de tu cuerpo, es posible que estés presentando los efectos de la anorexia. La anorexia no solo te deja con un peso corporal demasiado bajo, sino que también puede tener otros efectos secundarios negativos, como los siguientes: [14]
    • estreñimiento o distensión abdominal
    • dientes y encíasdañadas
    • piel seca y amarilla
    • uñas quebradizas
    • dolores de cabeza
    • desmayos y mareos
    • pérdida de la densidad ósea
    • una capa de cabello delgado que crece en todo el cuerpo y el rostro
    • problemas de memoria y pensamiento lento
    • depresión y mal humor
  2. Las personas bulímicas suelen mostrar algunos síntomas físicos como consecuencia del trastorno, en especial aquellos que se purgan (vomitan). Si vomitas después de las comidas, es posible que presentes lo siguiente: [15]
    • dolor abdominal o distensión abdominal
    • aumento de peso
    • manos o pies hinchados
    • tener siempre dolor de garganta o voz ronca
    • tener los vasos sanguíneos rotos en los ojos
    • sentirte débil y mareado
    • tener llagas bucales
    • mejillas hinchadas (por vomitar)
    • caries dentales debido al ácido de los vómitos
    • no tener una menstruación
    • tener muchos problemas estomacales, como estreñimiento, úlceras y reflujo ácido.
  3. Aunque el efecto más evidente de comer en exceso es la obesidad, pueden ocurrir otros riesgos en tu salud como consecuencia de los atracones. Para comprender por completo cualquier riesgo de salud relacionado con los atracones, acude al médico para que te haga una prueba de sangre. Entre los cambios en tu salud y cuerpo relacionados con los atracones se encuentran: [16]
    • diabetes tipo 2
    • colesterol alto
    • hipertensión
    • dolor arterial y muscular
    • problemas gastrointestinales
    • apnea del sueño
    • enfermedad cardiaca
    • algunos tipos de cáncer
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Recibir ayuda

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  1. Tu trastorno alimenticio podría dañado tu cuerpo, por lo que es mejor que veas a un médico y te hagas algunas pruebas para evaluar tu salud general. [17] Acude con frecuencia a tu médica cuando sigas un tratamiento de un trastorno alimenticio.
    • No te engañes creyendo que los trastornos alimenticios no son grabes. Las tasas de mortalidad relacionadas con los trastornos alimenticios sin tratar son más altas que cualquier otro trastorno mental. [18] Un análisis de 35 estudios mostró que de 12800 personas con anorexia, 639 murieron. Un análisis de 12 estudios mostró que de 2585 personas con bulimia, 57 murieron, y un análisis de 6 estudios mostró que de 1879 personas con un trastorno alimenticio no especificado, 59 murieron. [19]
  2. Es muy difícil dejar un trastorno alimenticio sin ayuda. Trataba con un terapeuta capacitado que se especialice en tratar trastornos alimenticios. Un terapeuta podría ayudarte a confrontar tu relación con la comida y tu cuerpo, reformular los pensamientos negativos y trabajar en los problemas de autoestima contigo. Un terapeuta familiar también puede ser muy útil para tratar los trastornos alimenticios, puesto que algunos problemas relacionados con el control y los hábitos alimenticios se pasan o presentan en la familia. [20]
    • Ve a un terapeuta como alguien que está ahí para retarte y apoyarte en el proceso curativo.
    • Para más información sobre cómo ver a un terapeuta, revisa el artículo Cómo escoger un terapeuta.
  3. Para los trastornos alimenticios más graves o potencialmente mortales, podrías considerar un tratamiento hospitalario. El tratamiento es intenso y agudo, lo cual quiere decir que se confronta a diario los problemas con respecto a los trastornos alimenticios. El tratamiento hospitalario es más adecuado para personas con necesidades más intensas que no pueden controlar el trastorno alimenticio por sí solas. [21]
    • Si eres bueno en ocultar tu trastorno alimenticio y hacer que todo se vea normal en tu vida, pero te sigue costando mantenerte emocional o físicamente sano, el tratamiento hospitalario podría ser una buena opción para ti.
  4. De todas las personas que te ayuden en tu recuperación, lo más importante es que tú mismo no te rindas. Cree en ti y en tu camino de que puedes recuperarte por completo. Quizás no te parezca posible ahora, pero no te des por vencido. Muchas personas se han recuperado por completo de trastornos alimenticios y tú también puedes hacerlo.
    • Para más información, revisa sobre los tratamientos de trastornos alimenticios.
  5. No es necesario que sufras de trastorno alimenticio tú solo. Rodéate de amigos y familiares que quieran verte lograr el éxito y feliz. Evita a las personas en tu vida que hacen que te sientas mal contigo mismo, que no creen en ti o que influyen en ti para que recurras al trastorno alimenticio. Necesitas tiempo para recuperarte, y la recuperación será muy difícil si tienes ese tipo de influencias en tu vida. [22]
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