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Los hámsteres son una mascota popular en los Estados Unidos. En promedio, estos animales viven entre dos y dos años y medio. Al igual que cualquier mascota, los hámsteres son propensos a ciertos problemas de salud. Pueden experimentar dolencias menores, como un resfriado ocasional, o desarrollar problemas de salud crónicos como la diabetes. Debes examinar periódicamente al hámster para asegurarte de que esté sano y seguro.

Método 1
Método 1 de 3:

Hacerle chequeos diarios

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  1. El entorno de un hámster puede hacer que desarrolle un resfriado o un problema respiratorio. Por lo tanto, para asegurarte de que la temperatura sea la adecuada, debes revisar la nariz del hámster semanalmente para evaluar su salud.
    • ¿La nariz del hámster parece anormalmente húmeda? ¿Le sale alguna secreción por la nariz? Si no, es probable que tenga buena salud.
    • Si la nariz del hámster está mojada y goteando, es posible que tenga un resfriado. Los hámsteres se resfrían con bastante facilidad y, por lo general, se sanan solos. Solo dale espacio para descansar hasta que los síntomas desaparezcan. Si su nariz gotea durante más de una semana, puede ser alérgico a algo en su jaula. Trata de quitar cualquier juguete nuevo o material de suelo y observa si los síntomas desaparecen.
  2. Los hámsteres son propensos a tener problemas oculares. Las infecciones oculares y las afecciones crónicas como el glaucoma pueden causar ojos nublados, secreción y dificultad para ver. Revisa los ojos del hámster a diario. Debido a que las infecciones ocultares y las afecciones crónicas requieren medicamentes específicos, el veterinario debe evaluar cualquier cambio inusual. Él te puede ayudar o crear un plan de salud para tu mascota.
    • Los ojos del hámster deben estar limpios y claros. No deben tener secreciones ni lágrimas en las esquinas de sus ojos.
    • En caso de que tenga una infección, sus párpados del hámster se pueden hinchar y estar caídos.
  3. El trasero de un hámster debe estar limpio y libre de cualquier materia fecal o secreción inusual. Las afecciones como el estreñimiento crónico, los problemas estomacales y los problemas reproductivos suelen detectarse al examinar el trasero de un hámster. Debes revisarlo todos los días para estar atento a las señales de advertencia.
    • Las manchas o los excrementos sueltos pueden indicar que un hámster tiene diarrea o tiene dificultades para defecar. Esto podría ser un problema menor, como la comida que le das al hámster, o podría ser una señal de una afección médica subyacente. Lleva a un hámster al veterinario si notas manchas o excrementos en su trasero.
    • Una cola mojada también puede ser una señal de diarrea. Como el estrés puede ser una causa de diarrea, cualquier cambio reciente en el entorno del hámster puede desencadenar estos problemas de salud. Por ejemplo, si te mudaste a un apartamento nuevo, el hámster puede tener malestar estomacal durante unos días. Dale unos días para que se adapte y presta atención si los síntomas desaparecen. Si no, comunícate con el veterinario.
    • Una infección del útero en los hámsteres hembras, conocida como piometra, se puede detectar al examinar su trasero. Si notas secreción de la abertura sobre el ano del hámster, puede ser una señal de infección. La descarga puede producir un olor fuerte. Debido a que la piometra puede ser grave si no se trata, lleva al hámster al veterinario de inmediato si notas estos síntomas.
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Método 2
Método 2 de 3:

Revisar al hámster semanalmente

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  1. El pelaje y la piel de estos animales deben controlarse semanalmente para detectar cambios. Algunos cambios son normales. Por ejemplo, los hámsteres mayores son propensos a que su pelo sea más fino. Sin embargo, la caída del pelo en un hámster más joven puede ser una señal de un problema de salud, y un veterinario debe evaluarlo.
    • El pelaje y la piel del hámster varían según la raza. Debes conocer el estado normal del pelaje del hámster y saber si está cambiando. Un pelaje deteriorado en un hámster mayor es normal. Sin embargo, en el pelaje seco de un hámster más joven, los mechones de pelo enmarañados, las erupciones cutáneas, la piel escamosa y las calvas pueden ser una señal de advertencia.
    • La pérdida del pelo y las erupciones cutáneas pueden ser una señal de un problema fácilmente tratable, como pulgas o ácaros. Sin embargo, también pueden ser una señal de una enfermedad crónica como la enfermedad de Cushing. Es importante que un veterinario evalúe al hámster en caso de cambios en la piel y el pelaje para diagnosticar el problema correctamente.
    • Si un veterinario descarta ácaros, pulgas y enfermedades crónicas, el hámster puede ser alérgica al material del suelo o los juguetes. Trata de sacar ciertos artículos, como juguetes nuevos o juguetes para morder, de su jaula. También puedes cambiar el material del suelo. Si notas una mejora cuando quitas cierto material, los cambios en el pelaje probablemente fueron una reacción alérgica.
  2. Los hámsteres son propensos a tener dientes desiguales y demasiado grandes. Es posible que debas llevar ocasionalmente al hámster al veterinario para que le recorten los dientes. También debes prestar atención al color de sus dientes para asegurarte de que estén sanos.
    • Los dientes de un hámster deben tener más o menos la misma longitud. Los dientes inferiores deben ser más largos que los superiores. Si los dientes del hámster parecen estar alargándose, trata de proporcionarle juguetes que pueda masticar. Esto puede ayudar a mantener sus dientes a una altura adecuada. Puedes comprar juguetes masticables de madera tradicionales hechos específicamente para hámsteres o comprar galletas para perros.
    • Los dientes de un hámster deben ser amarillos. Si notas que los dientes del hámster se blanquean, llévalo al veterinario para que busque señales de una infección en la boca.
    • En ocasiones, es posible que sea necesario que el veterinario recorte los dientes del hámster. Si los dientes del hámster empiezan a curvarse hacia adentro de la boca y la mandíbula, llévalo al veterinario. Un veterinario calificado puede recortar sus dientes de manera segura. El veterinario también puede darte instrucciones sobre cómo recortar sus dientes por tu propia cuenta.
  3. Al igual que los dientes, las uñas del hámster pueden crecer demasiado. Puedes proporcionarle una gran cantidad de arena para hámster a un hámster con uñas más largas. Él excavará en la arena y desgastará sus uñas a un nivel apropiado. De cualquier forma, revísalas cada semana. Si parece que crecen más y se curvan hacia abajo, compra un poco de arena para hámster en una tienda de mascotas local.
    • No todos los hámsteres se adaptan bien a la arena. A algunos hámsteres no les gusta jugar en la arena. Otros tienen uñas muy fuertes que no se desgastan cuando excavan. Si las uñas del hámster no parecen mejorar con la arena, programa una cita con un veterinario para que se las recorte.
  4. Los hámsteres pueden tener tumores benignos y cancerosos en todas las partes de su cuerpo. Un veterinario debe evaluar estos tumores lo antes posible para decidir un curso de tratamiento. Una vez a la semana, saca al hámster de la jaula e inspecciónalo con detenimiento para ver si tiene protuberancias.
    • Deja que el hámster se acerque a ti. Coloca la mano en la jaula, con la palma hacia arriba, y espera a que él venga a olfatearte antes de que lo cargues o lo manipules. Manipula al hámster con cuidado para no causarle dolor.
    • Examina todo el cuerpo del hámster en busca de nuevos tumores o protuberancias. Si encuentras un tumor en el hámster, no te asustes. Los hámsteres son propensos a desarrollar quistes benignos y úlceras. Sin embargo, si el tumor es canceroso, la intervención temprana es fundamental. La eliminación de un tumor canceroso en sus primeras etapas mejora las posibilidades de recuperación del hámster. Mantén la calma y programa una cita con un veterinario para que lo evalúen lo antes posible.
    • Los hámsteres tienen glándulas olfativas cerca de las caderas. Las personas suelen confundirlas con cortes o protuberancias, pero son una parte perfectamente normal de la anatomía de un hámster. Sin embargo, un hámster lame enérgicamente sus glándulas olfativas, es posible que no le guste el olor de algo en su jaula. Considera quitar cualquier juguete o material del suelo nuevos y ver si este comportamiento se detiene.
  5. El peso apropiado de un hámster varía según la raza, pero debe permanecer relativamente estable. Puede fluctuar unos pocos gramos cada semana, pero cualquier cambio importante podría ser una señal de una condición de salud. Puedes pesarlo en una pequeña balanza de mano que usas en la cocina para pesar los alimentos.
    • Es normal que el peso de un hámster aumente hasta los seis meses o más. Sin embargo, el peso de un hámster adulto no debe seguir aumentando cada semana. Si su peso está aumentando, habla con el veterinario sobre cómo ajustar su horario de alimentación. La obesidad le puede causar una serie de problemas de salud.
    • Al igual que en los seres humanos, la pérdida de peso y la pérdida de apetito es una señal de una serie de problemas de salud. Si el hámster pierde peso cada semana, llévalo al veterinario para que lo examine.
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Método 3
Método 3 de 3:

Reconocer las señales de una mala salud

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  1. Para reconocer las señales de advertencia, comprende lo que es normal. El hámster debe ser bastante enérgico y social. Los hámsteres se mueven en su jaula con frecuencia y les gusta masticar viruta de madera y juguetes. Estos roedores son naturalmente nocturnos, pero tienden a adaptarse a tu horario con el tiempo. Si tienes al hámster por un tiempo, puedes esperar verlo despierto cuando tú también lo estás. Sus patrones de respiración deben ser uniformes y claros. [1] Si el hámster parece letárgico, duerme mucho o si le cuesta respirar, debes llevarlo al veterinario.
  2. Los hámsteres pueden desarrollar diabetes. El aumento del consumo de agua es una señal temprano común. Presta atención a la cantidad de agua que bebe el hámster y, si parece que consume más agua de lo habitual, llévalo para que lo revisen.
    • Los hámsteres beben diferentes niveles de agua según el tamaño y la raza. Sin embargo, trata de realizar un seguimiento de cantidad de agua que viertes al recipiente en un día o una semana promedio. Si de repente parece que llenas más el recipiente, debes llevar al hámster al veterinario para que lo examinen y detecten una posible diabetes.
    • No existe cura para la diabetes en hámsteres. Sin embargo, los cambios en la dieta de un hámster pueden ayudar a mejorar los síntomas. Si tiene diabetes, debes revisar un plan de tratamiento con el veterinario.
  3. La orina del hámster debe ser transparente o amarilla. Si te das cuenta de que la orina tiene un color marrón o rojizo, podría significar una serie de problemas. Puede ser algo benigno, como un efecto de los gránulos que usas. Sin embargo, el hámster podría tener una infección urinaria o cálculos en la vejiga. Un veterinario debe examinar la orina roja lo antes posible.
  4. Los hámsteres mayores a veces sufren accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, los accidentes cerebrovasculares pueden ocurrir a cualquier edad. Por lo general, ocurren por la noche y el hámster todavía puede estar quieto y tener problemas para caminar y correr en la mañana. Otros cambios repentinos de movimiento podrían indicar otros problemas de salud.
    • Si el hámster tiene problemas para comer o beber, es posible que haya sufrido un derrame cerebral o que tenga otra condición de salud que afecte su movimiento. Haz que un veterinario lo evalúe.
    • En casos raros, un hámster puede sufrir convulsiones crónicas. Puede mover sus patas delanteras y traseras de manera incontrolable mientras su boca está abierta. Se quedará mirando sin comprender con los ojos quietos y desenfocados. Las convulsiones son una afección hereditaria para la que no existe cura. Sin embargo, puedes ajustar la jaula, la comida y el agua del hámster para su seguridad y comodidad. Los hámsteres que tienen convulsiones pueden vivir una vida relativamente normal.
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Consejos

  • Siempre manipula al hámster con cuidado. Debes asegurarte de que el hámster se sienta cómodo contigo. El estrés excesivo puede provocar problemas de salud como la diarrea.
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