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La sandía es un delicioso antojo de verano, pero debes estar pendiente de si una sandía está en mal estado para cuidar tu salud. Una buena manera de saber si una sandía está dañada es revisando si tiene moho o algún olor extraño. También puedes revisar la fecha de caducidad.

Método 1
Método 1 de 3:

Identificar señales de putrefacción

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  1. La presencia de moho o manchas oscuras en la parte exterior de la sandía puede indicar que se está dañando. El moho puede ser de color negro, blanco o verde y tener una apariencia felpuda o motosa. [1]
  2. La sandía debe ser de una tonalidad verde pino o tener un patrón de rayas. Las sandías con rayas tienen intercalados un color verde pino oscuro y un verde lima más claro. [2]
  3. Estos colores indican que la sandía está saludable. Si la sandía llega a tener otro color (como negro por ejemplo), no la consumas. [3]
    • Distintos tipos de sandías tienen apariencia distinta en el interior. Las sandías tipo “Dessert King”, “Tendergold”, “Yellow Baby” y “Yellow Doll” tienen pulpa amarilla o naranja. [4]
  4. Cuando una sandía está en mal estado, su crujiente pulpa empieza a marchitarse. La pulpa incluso puede empezar a despegarse de las semillas. [5] En otras ocasiones, la sandía puede tornarse babosa y blanda.
  5. Una sandía saludable y comestible debe tener un aroma dulce y fresco. Si tiene un aroma agrio o ácido, es porque ya está dañada y es mejor desecharla. [6]
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Método 2
Método 2 de 3:

Calcula la frescura basándote en las fechas

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  1. Si vas a comer una sandía precortada en el supermercado, en el empaque debe venir la información de “Consumir antes de”, “Consumir para” o “Fecha de expiración”. Esta información te permite saber cuánto tiempo queda antes de que la sandía se eche a perder. [7]
  2. Si la guardas apropiadamente, una sandía cortada se mantendrá bien entre tres y cinco días. Consúmela de manera prioritaria para que no se eche a perder. [8]
  3. Después de más o menos una semana, una sandía sin cortar y sin refrigerar empieza a echarse a perder, así que consúmela tan pronto puedas. [9]
  4. Una sandía refrigerada sin cortar empezará a dañarse tras dos semanas. Para evitar que la sandía refrigerada y sin cortar se dañe, consúmela las primeras dos semanas después de comparla. [10]
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Método 3
Método 3 de 3:

Extender la vida de estantería de la sandía

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  1. Las sandías se refrigeran usualmente una temperatura de 13 °C (55 °F). Si la guardas a 21 °C (70 °F), aumentarán sus niveles de licopeno y betacaroteno (ambos antioxidantes muy importantes). [11]
  2. Una bolsa resellable o un contenedor son los mejores lugares para una sandía, pues esta preservará su sabor y frescura. [12]
    • Si no te queda otra opción, envuelve bien la sandía con papel aluminio o plástico. [13]
  3. Muchas personas no recomiendan congelar sandías en lo absoluto, pues al descongelar o cortar una sandía congelada el jugo de la sandía se puede regar y perder. [14] Si aun así te atreves a congelar una sandía, ponla en contenedores herméticos o bolsas resellables para congelador y se conservará por diez a doce meses. [15]
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Acerca de este wikiHow

Resumen del artículo X

Para saber si una sandía está en mal estado, examina la cáscara para ver si tiene un color verde parejo o rayas verdes. Las manchas de moho u oscuras, que son enmarañadas y de color negro, blanco o verde, indican que la sandía no está fresca. Si todo se ve bien, acerca tu nariz a la cáscara para detectar un aroma fresco y dulce. Si huele a ácido o tiene un olor penetrante, tira el fruto. Luego, abre la sandía y observa si la pulpa es de color rosado o rojo intensos. Si es de otro color o si la pulpa se ve arenosa o seca, tira el fruto. Si quieres aprender a almacenar la sandía para que dure más tiempo, ¡sigue leyendo el artículo!

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