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Jugar a lastimarse o a peleas de mentira es una parte normal del comportamiento de los gatos. Sin embargo, algunas veces puede ser difícil determinar si tus gatos están jugando o peleando. A fin de determinar si están jugando o peleando, observa de cerca el lenguaje corporal. Asimismo, observa la naturaleza de la pelea. Los gatos que juegan por lo general se turnan. Si tus gatos están peleándose, detén la pelea al hacer un ruido fuerte o al poner una barrera entre ellos

Método 1
Método 1 de 3:

Observar el lenguaje corporal

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  1. En general, los gatos que juegan a las peleas no harán mucho ruido. En cambio, si hacen ruido, será más probable que escuches un maullido que un siseo o gruñido. [1]
    • Si escuchas una sucesión infinita de gruñidos o siseos, entonces tus gatos se podrían estar peleando.
  2. Durante una pelea de mentira, los gatos por lo general tendrán sus orejas hacia adelante o hacia arriba o solo ligeramente hacia atrás. Por otro lado, si ves que sus orejas las gira o pone hacia atrás contra su cabeza, entonces será muy probable que se estén peleando. [2]
  3. Los gatos que juegan por lo general tienen escondidas o retraídas sus garras la mayor parte del tiempo. Si están escondidas, no las usarán para herir de forma intencional a otro gato. Por otro lado, si ves que los gatos usan sus garras para hacer daño o para herirse entre sí, entonces será muy probable que se estén peleando. [3]
  4. Durante una sesión de juego, las mordeduras con frecuencia serán mínimas y no se harán daño. Sin embargo, si ves que un gato muerde al otro para causarle daño, entonces es probable que estén peleándose y no jugando. [4]
    • Por ejemplo, si uno de los gatos aúlla de dolor y sisea o gruñe, entonces tus gatos se podrían estar peleando.
  5. Los gatos que se pelean de mentira por lo general tienen el cuerpo hacia adelante. Asimismo, si ves que los gatos se inclinan hacia atrás mientras se golpean mutuamente, entonces se podrían estar peleando. [5]
  6. El pelaje de los gatos que tienen una pelea real se erizará en la cola. Lo hacen para hacerse ver más grandes. Por lo tanto, si ves que se eriza el pelaje de la cola, cuerpo o de ambas partes de tu gato, entonces será más probable que estén peleándose y no jugando entre sí. [6]
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Método 2
Método 2 de 3:

Analizar la naturaleza de la pelea

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  1. Durante una pelea de mentira, los gatos se turnarán para estar encima. En otras palabras, los gatos deben pasar una cantidad de tiempo igual encima y debajo. [7]
    • Si tus gatos se persiguen, entonces se aplica la misma regla. Se deben perseguir entre sí en vez de que solo un gato persiga al otro todo el tiempo.
  2. Los gatos que juegan a las peleas se detendrán y empezarán muchas veces. Esto les permite tomarse un receso y cambiar posiciones. Por otro lado, los gatos que pelean se mueven a un ritmo rápido y no se detendrán hasta que uno de los dos gane. [8]
  3. Si todavía no estás seguro de si están jugando o peleando, observa el comportamiento posterior. Los gatos que se pelearon se evitarán después o al menos uno evitará al otro. [9]
    • Los gatos que han estado jugando actuarán de forma amigable entre sí y reanudarán después su comportamiento normal.
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Método 3
Método 3 de 3:

Detener una pelea

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  1. Hazlo al hacer golpear una puerta, aplaudir con tus manos, gritar, hacer sonar un silbato o al chocar ollas u objetos entre sí para crear un ruido fuerte. Con suerte, dicho ruido fuerte distraerá a tus gatos y detendrás la pelea. [10]
  2. Las barreras son útiles porque evita que los gatos se vean. Pon una almohada, pedazo de cartón u otro objeto como barrera entre los gatos a fin de obstruir la vista. Una vez que los gatos dejen de pelear, ponlos en habitaciones separadas para que se calmen. [11]
    • Es posible que tengas que volver a presentar lentamente a los gatos entre sí para evitar una pelea en el futuro.
  3. Si pones tus manos en medio de los dos gatos que se pelean, te arriesgarás a que te arañen o muerdan. Asimismo, uno o ambos gatos podrían lanzarse hacia tu cara. [12]
    • Asimismo, uno de los gatos podría verte y redirigir su cólera hacia ti. Como resultado, su comportamiento hacia ti podría cambiar incluso después de que la pelea haya terminado.
  4. Puedes hacerlo al asegurarte de que tus gatos no tengan que competir por recursos. Cada uno debe tener su propia caja de arena, tazones de comida, cama, perchas y juguetes en lugares diferentes de la casa. Además, castrar o esterilizar a tus gatos podría ayudar a reducir las peleas entre ellos. [13]
    • Recompensa a tus gatos con elogios y golosinas cuando interactúen de forma amistosa.
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Consejos

  • Los gatos que no están familiarizados entre sí o que anteriormente han tenido una interacción hostil tienen más probabilidades de pelearse.
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