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Todos nos metemos en problemas a veces. Algunas veces lo merecemos y otras veces no. Sin embargo, existen formas para salir de los problemas, castigos y peligros, dependiendo de con quién hables. Una forma de hacerlo es hablar con palabras suaves, una técnica de conversación que pueden ayudar a calmar la situación.

Método 1
Método 1 de 2:

Salir de un problema con tus padres

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  1. Esto te servirá muchísimo para ganarte el favor de tus padres. Una conducta que refleja honestidad puede ayudar mucho a convencer a alguien de que eres inocente o, al menos, que estás arrepentido. [1] Si discutes o te quejas, solo alargarás la conversación y esto no te favorecerá. [2]
  2. Estas pueden ser señales verbales y no verbales que muchas personas relacionan con la mentira. [3]
    • Haz contacto visual. No mires a tu alrededor de manera furtiva. Aunque se ha demostrado que el movimiento de los ojos no se relaciona con la mentira, muchas personas aún establecen una correlación.
    • No te muevas nerviosamente. Esto incluye jugar con las manos, hacer gestos, ponerte el cabello detrás de las orejas o tener otras contracciones nerviosas. Trata de sentarte sobre tus manos o juntarlas para evitar moverte con nerviosismo.
    • Prepárate con poder. Prepararte con poder significa recordar un momento en el que tenías el control o el poder. Traer estos recuerdos a tu mente puede afectar la forma en que te perciben los demás. Si regresas a un momento cuando tuviste éxito o sagacidad, la gente también te percibirá de esa forma.
  3. Este método para hablar demostrará que te interesa aprender y cooperar, y no estás a la defensiva. Di algo específico, y no algo general, para terminar la oración. Con esta táctica, demostrarás que escuchas y prestas atención. [4]
  4. La mentirá te traerá más problemas al final. Te sentirás atrapado con lo que inventaste o te descubrirán en una contradicción. [5]
  5. En lugar de externar tus sentimientos de una manera pasivo-agresiva, u ocultarlos por completo, exprésalos con una oración. Por ejemplo, puedes decir “Mamá, me siento avergonzado por lo que hice” o “Me siento culpable por lo que hice”. [6]
  6. Si comprendes la perspectiva de tus padres, se te abrirán muchas posibilidades [7] , y luego podrás empezar a hablar sobre lo que les causó la molestia.
    • Por ejemplo, supongamos que quebraste una ventana. Quizás no estén molestos a causa de la ventana rota; es posible que en realidad estén molestos porque no les informaste de inmediato, o porque hay escasez de dinero y este gasto imprevisto los está estresando.
    • Averigua por qué están molestos en realidad, lo cual quizás no sea lo que a ti te parece importante. Es posible que lo que les molesta sea distinto a tu perspectiva, pero es fundamental que lo averigües para que tus palabras expresen empatía. [8]
    • Para continuar con el ejemplo anterior, en lugar de decir “Siento haber quebrado la ventana” o “No quise quebrar la ventana”, aborda sus inquietudes. Puedes decir “Debí haberles informado sobre la ventana de inmediato” o “Sé que el presupuesto es limitado en estos momentos, y lo pagaré con mi mesada”.
  7. Puedes ser amable, respetuoso y hacerles halagos. Reconoce el trabajo que hacen y halágalos. Es probable que no lo escuchen con mucha frecuencia, así que puedes aprovechar este momento para encaminar la situación a tu favor. [9] Puedes decir “Sé que quizás sea lo último con lo que quisieran lidiar después de pasar un día largo en el trabajo” o “Ustedes hacen mucho por mí y esta conducta es inaceptable”.
  8. Esto es conveniente porque demuestra que puedes tomar la iniciativa y será una cosa menos que ellos tendrán que hacer. Esta es una forma excelente de enmendar la situación y demostrar que lo lamentas. [10] En el ejemplo de la ventana, puedes ofrecerte a pagarla o a limpiar las ventanas durante un mes completo.
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Método 2
Método 2 de 2:

Salir de un problema con una figura de autoridad

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  1. Este método para hablar demostrará que te interesa aprender y cooperar, y no estás a la defensiva. Di algo específico, y no algo general, para terminar la oración. De esta forma, demostrarás que escuchas, además de hacer sentir a la otra persona que le prestas atención. [11]
  2. Cuenta un chiste o usa el humor, no para que todos se rían, sino para aprovechar que el humor puede ayudar a calmar la situación. [12] De esta forma, también demostrarás que no tienes miedo. Asegúrate de no pasarte del límite y decir algo que ofenderá a la persona y hará que te metas en más problemas.
  3. A todos les gusta escuchar cosas buenas sobre sí mismos, así que busca alguna forma de adular a la persona. [13] Hazlo con amabilidad y respeto, pero no exageres porque sospechará de tus intenciones. Recuerda que adular no es solo halagar; Algunas veces implica hacer un mimo al ego de alguien para que sienta que tiene el poder y el control. “Vaya, ustedes usan los uniformes más asombrosos. Siempre quise ser policía cuando creciera”.
  4. Si estás metido en un lío, la persona se concentrará en hacerte sentir incómodo. Si desvías la atención hacia ella, la situación se neutralizará y la persona no tendrán tanto control sobre ti. [14] De nuevo, debes tener cuidado, ya que únicamente quieres dirigir la conversación hacia ella de forma natural, y no convertirte en el acusador de repente.
  5. Convéncela de que se beneficiará con el hecho de que salgas del problema. En lugar de aclarar tu propósito (salir del problema), usa tus palabras para que la persona sienta un interés propio en hacer lo que quieres. [15] Por ejemplo: “No quisiera que perdiera el tiempo extendiendo una multa. ¿Podríamos solucionarlo de otra forma?”.
  6. ¿Puedes encontrar una conexión con la persona? Es posible que sean de la misma área, o conozcan a una misma persona, o incluso que se conozcan muy bien. Aprovecha esta conexión para recordarle que ambos son similares. De esta forma, la persona sentirá más empatía por ti y será menos probable que quiera verte en problemas. [16]
  7. Aún debes negar la acusación principal, pero los estudios han descubierto que es más probable que le crean a alguien que admite haber cometido una falta menor que a alguien que niega rotundamente haber participado. [17] “Bueno, es posible que me haya metido en el área donde no está permitido andar en patineta, pero en realidad no andaba en la patineta” o “Debo confesar que sí anduve en patineta aquí una vez, pero eso fue hace muchos años; era más joven y no sabía lo que hacía”.
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