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Secar semillas de quingombó es una excelente manera de ahorrar dinero mientras cultivas tu cosecha desde cero. Antes de comenzar, asegúrate de que las semillas que estás guardando provienen de una planta que ha sido cultivada junto a la misma variedad de quingombó, o que has mantenido tu planta de quingombó aislada de otras variedades. Esto ayuda a evitar la polinización cruzada y el riesgo de semillas híbridas. [1] Para guardar quingombó para conseguir sus semillas, es mejor dejar que el quingombó se seque naturalmente en la planta, pero también puedes recolectar el quingombó y guardarlo hasta que las semillas se sequen.

Método 1
Método 1 de 2:

Secar el quingombó en la planta

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  1. Escoge una planta que produzca de tres a cinco vainas. [2]
    • Ata una pequeña cinta alrededor de la planta que has escogido. Esta es la planta que usarás para las semillas. La cinta ayuda a distinguirla de las otras plantas, para que no recolectes accidentalmente el fruto equivocado al cosechar al final de la temporada. [3]
  2. Dejar las vainas en la planta para que maduren retrasa el desarrollo de nuevas vainas y puede hacerlas difíciles de comer. Si quieres que la planta siga produciendo frutos, es mejor esperar hasta el final de la temporada para guardar una vaina para conseguir sus semillas. [4]
    • Planea recolectar la cosecha final alrededor de septiembre (dependiendo de tu área). Esto te dará suficiente tiempo para cultivar y cosechar la vaina para la siembra antes de que llegue la helada. [5]
  3. El quingombó madura aproximadamente entre 50 a 65 días después de haber sido plantado. Es en este momento que el quingombó puede comenzar a ser cosechado para comer. [6] Espera varias semanas después de este momento para guardar las semillas.
    • Las vainas se volverán duras y leñosas, y se volverán marrones. Algunas variedades pueden crecer de 15 hasta 23 cm (de 6 hasta 9 pulgadas) antes de que empiecen a secarse. [7]
    • Vigila la planta diariamente. Esto es para que puedas quitar la vaina seca una vez que comience a partirse. Si esperas demasiado tiempo, puede que se abra completamente y libere las semillas antes de que tengas la oportunidad de recolectarlas. [8]
  4. Usa tijeras de jardín o un cuchillo afilado para cortar el quingombó de la planta. [9] Coloca las vainas en un tazón o en una cesta mientras continuas trabajando.
    • Asegúrate de usar guantes y mangas largas cuando manipules el quingombó. La fruta tiene pelos espinosos y espinas que pueden irritar tu piel. [10]
  5. Usa tus dedos para dividir la vaina por un lado o gírala hasta que se abra. Debido a que las vainas están secas, la mayoría de las semillas deben caer de la vaina. Para las semillas que están atascadas en las cavidades, simplemente usa tus dedos para quitarlas. [11]
    • Coloca las semillas en un bol o en un plato.
  6. Tira las que estén dañadas o magulladas. Si notas que algunas semillas todavía están húmedas, colócalas en un paño limpio o en una toalla de papel y déjalas a un lado. Guarda las semillas húmedas en un lugar fresco y seco durante una semana para que se sequen. [12]
  7. Puedes utilizar un frasco o un contenedor o bolsa de plástico. Mantén las semillas en un lugar fresco y seco como una despensa de cocina o en el refrigerador. [13]
    • Las semillas secas pueden estar aptas hasta por cuatro años; no obstante, muchas de las semillas no duran tanto tiempo. Para obtener los mejores resultados, planta tus semillas de quingombó durante la próxima temporada de crecimiento. [14]
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Método 2
Método 2 de 2:

Secar el quingombó recolectado

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  1. Usa tijeras de jardín o un cuchillo afilado para cortar el quingombó del tallo alrededor de 1⁄2 cm (1⁄4 pulgada) por debajo de la vaina.
    • Ten cuidado al manipular el quingombó y la planta. Usa guantes y mangas largas para protegerte de los pelos espinosos y las espinas afiladas, ya que pueden irritar tu piel. [15]
  2. Utiliza un secador de alimentos si tienes uno, o coloca una toalla limpia en una bandeja de hornear. Coloca el quingombó en una sola capa y guárdalo en una despensa, en un cuarto para lavar ropa o en otro lugar alejado de la luz del sol.
  3. El quingombó estará listo para desgranar cuando las vainas estén completamente secas, quebradizas y empiecen a agrietarse. [16]
  4. Utiliza tus manos para dividir la vaina con suavidad. Como la vaina de quingombó se ha secado completamente, las semillas se caerán muy fácilmente. Usa tus dedos para quitar las semillas que se han quedado atascadas en las pequeñas cavidades dentro de la vaina.
    • Coloca las semillas en un plato o en un bol mientras continúas desgranando el quingombó.
  5. Si algunas de las semillas están todavía húmedas, colócalas sobre un paño limpio o una toalla de papel y déjalas a un lado. Deja que las semillas húmedas continúen secándose en un lugar fresco y seco durante una semana. [17]
  6. Mantén las semillas en un lugar fresco y seco, como una despensa de cocina o un refrigerador, hasta que estés listo para plantarlas. [18]
    • Las semillas secas pueden almacenarse hasta cuatro años; sin embargo, muchas de las semillas pueden dejar de ser aptas. Para obtener los mejores resultados, planta las semillas en la siguiente temporada de cultivo. [19]
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Consejos

  • Cuando conseches quingombó para comer , las vainas deben recogerse cuando tengan entre 5 a 8 cm (2 a 3 pulgadas) de largo. Si crecen más que esto, pueden volverse duras y leñosas a medida que las semillas comienzan a desarrollarse. [20] Si pierdes la temporada de la cosecha principal, puedes guardar estas vainas de quingombó más grandes para recolectar las semillas.
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Cosas que necesitarás

  • cinta
  • tijeras de jardinería o cuchillo afilado
  • guantes
  • tazón o cesta
  • contenedores herméticos
  • secador de alimentos o bandeja de hornear y toallas de papel

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