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¿Disfrutas jugando Rome pero te sientes abrumado por todas las indicaciones que debes seguir? ¡Con esta guía harás ver a César como un catamito Gálico!

Parte 2
Parte 2 de 7:

Construir edificios

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  1. Mientras tengas dinero, asegúrate de que todos tus asentamientos tengan al menos un edificio en construcción.
  2. Si conquistaste una ciudad que ya tiene una estructura religiosa de una cultura diferente, destrúyela y construye una propia. La única excepción para esto es cuando el nivel de felicidad está muy bajo; no durarías un turno sin que haya una rebelión.
  3. Sin embargo, si puedes actualizar la ciudad y los ciudadanos empiezan a impacientarse, retrasa lo que estés construyendo en ese momento por la nueva estructura que subirá el nivel de tu ciudad.
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Parte 4
Parte 4 de 7:

Armar tu ejército

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  1. Incluye lanceros para defenderte de la caballería, infantería pesada para combatir a los lanceros y a la infantería enemiga, caballería para superar tácticamente al enemigo o combatir su caballería, y arqueros o jabalineros para hostigar a tu enemigo antes de que tus unidades cuerpo a cuerpo entablen batalla. Si una ciudad está lo suficientemente avanzada, construye maquinaria de asedio para atacar sin tener que esperar uno o más turnos.
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Parte 5
Parte 5 de 7:

Asediar

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  1. Mientras asedias una ciudad enemiga, recuerda hacer que tus tropas más débiles comanden las máquinas de asedio que construiste en tu ciudad (torres de asedio, arietes, etc. ) a menos que estén en riesgo de ser atacadas desde el exterior. No querrás ver a tu mejor unidad destruida por las flechas antes de que incluso empiece la batalla. Si llevas maquinaria de asedio, como onagros y balistas, no destruyas cualquier construcción que aparezca en el mapa de campaña. Cuando finalmente hayas roto el portón o una sección del muro, agrupa las unidades que planeas enviar dentro y presionar Mayús+8 para moverlas en una formación en columna. Esta es la mejor formación para atacar una ciudad.
  2. Mira la ventana en el espacio entre el pergamino de información de la ciudad y el borde de la pantalla. Si es rojo, puedes exterminar o esclavizar a sus ciudadanos. En este caso, es mejor exterminarlos. Si es azul, esclavízalos. Si es Amarillo, esclavízalos por precaución. Si es verde, no es necesario ni exterminar ni esclavizar. Pero como eres el rey, queda a tu criterio.
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Parte 6
Parte 6 de 7:

Responder a un asedio

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  1. Es posible defender tu ciudad con solo 21 débiles unidades de Caballería Griega contra 350 lanceros Macedonios y arqueros, y aun así ganar quedándote con solo 15 hombres y tu general vivos. Cuando te vayan a atacar, coloca tus tropas con la defensa más fuerte cerca del lugar donde hayan ingresado y ponlos en guardia. Hay muchos métodos diferentes para salvar tu ciudad. Algo que a menudo funciona es poner algunos lanceros unos metros por detrás de donde el enemigo ha empezado a entrar y dejarlos avanzar. Luego, ordena a cualquier unidad de espadachines, no importa que tan fuerte o débil sea, atacar sus ahora desprotegidos flancos; estarán atrapados entre tu ejército defensor y el portón.
  2. Siempre trata de ubicar a tu ejército en una colina antes de ser atacado. Esta colina también aparecerá en el mapa de batalla; la ladera puede ser la diferencia entre la derrota o la victoria.
  3. Si dejas a tus unidades a distancia en el modo “fuego a discreción”, puedes hacer que disparen y golpeen a tus propios hombres si estos están muy cerca del enemigo.
  4. Ponte en situaciones donde tengas todas las de ganar.
  5. Los carros que huyen pueden causarte bajas por las cuchillas de sus ruedas.
  6. La moral es un arma tan poderosa como cualquier otra, no la subestimes.
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Parte 7
Parte 7 de 7:

Expandirse

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  1. El primero es el militar; toma un asentamiento para defender tu imperio de forma más fácil o para debilitar al enemigo. El segundo, y el más importante, es la economía. Tu motivo principal para atacar un asentamiento es generar más dinero, ya sea con una nueva ruta de comercio o simplemente con más impuestos.
  2. Estos pueden ser invaluables por su capacidad de mantener a los enemigos fuera de tu territorio, sellar pasos en las montañas y cerrar puentes. Solo los miembros de la familia (Generales con retratos) pueden construir fuertes. Estos fuertes deben contar siempre con una unidad mínimo, sino se desmoronarán y desparecerán. Los fuertes pueden usarse para prevenir una guerra y también para asegurar que serás tú quien tenga la iniciativa cuando empiece el combate.
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Consejos

  • En batalla, aprovecha siempre la oportunidad para ocultar tus tropas en un bosque (algunas también pueden ocultarse en la hierba alta), aunque ya tengas ventaja. Coloca a tus tropas visibles detrás del bosque y luego haz que las tropas escondidas ataquen por sorpresa al enemigo cuando estén cerca, haciendo un “emparedado” con ellos entre tus dos fuerzas.
  • Recuerda que los templos extranjeros (que no son de tu facción) no pueden actualizarse. Si tienes un santuario en una Metrópolis, lo primero que debes hacer es construir un templo nuevo.
  • El fuego es bastante efectivo para disminuir la moral del enemigo y puede incluso destruir edificios dentro de los asentamientos. Solo ordena a tus onagros atacar las construcciones que quieras y presiona ‘F’ para activar la munición incendiaria. Puedes hacer lo mismo con las balistas, pero solo cuando la línea de fuego no esté bloqueada por una muralla u otras obstrucciones.
  • Si tienes una ciudad muy descontenta y no puedes elevar su nivel de felicidad o resulta muy costoso hacerlo, saca a todos tus hombres de la ciudad y eleva la tasa de impuestos al nivel más alto. Así la ciudad se rebelará y podrás conquistar a los débiles rebeldes y masacrar la población, de forma tal que será te saldrá rentable. Puedes acelerar la revuelta destruyendo cualquier edificación que haga felices a tus ciudadanos, como coliseos o templos, y hacer a los rebeldes más débiles destruyendo edificios militares, pero ten cuidado, ya que tendrás que reconstruirlos cuando recaptures de nuevo la ciudad. Esto es peligroso económicamente hablando, así que úsalo como último recurso –otras ciudades deberán pagar el impuesto de tus tropas. Si masacras a los rebeldes cuando retomes la ciudad, habrás reducido el poder económico de tu imperio.
  • Muchas de estas estrategias también pueden funcionar en Medieval 2: Total War, la secuela de Rome.
  • Si llevas a cabo una emboscada exitosa, puedes destruir un ejército entero con solo un puñado de hombres. En el mapa de campaña, coloca las unidades para la emboscada en un bosque adyacente al camino que creas que tu enemigo tomará en los siguientes turnos. Si el soldado que representa a tu ejército se agacha sosteniendo su espada, se está escondiendo. Puedes usar un cebo para asegurar el camino que tomará tu adversario, como una unidad débil que no quieras que pelee o un importante miembro de la familia que no tiene refuerzos (asegúrate de que el enemigo no tomará un camino diferente para alcanzar tu cebo, sino no habrá emboscada y tu cebo estará perdido). Tus tropas activarán automáticamente la trampa durante el turno enemigo, cuando su ejército pase cerca al tuyo. A veces la emboscada no funcionará y el enemigo será capaz de preparar a sus hombres antes del combate, pero si tienes éxito, tendrás todo el tiempo disponible para organizarte mientras tu enemigo empezará automáticamente la batalla en una vulnerable formación en columna. Antes de empezar, organiza tus tropas en una sola formación en línea con Mayús+1 mirando el lado desprotegido del enemigo. Haz que tus hombres carguen directamente contra quienes estén al frente formados en línea recta. En estos casos, no importa mucho qué tropas uses y qué unidad específica ataques, a menos claro que hagas algo como enviar campesinos contra Hoplitas Espartanos. Mientras tu enemigo no sea muy fuerte y no tomes este tipo de decisiones “inusuales”, será una batalla fácil, ya que el enemigo empezará a huir al inicio para colocarse en una formación adecuada.
  • Si una de tus ciudades contrae una plaga, no traslades a nadie de esa ciudad, ya que esparcirá la enfermedad. Sin embargo, puedes esparcirla entre tus enemigos reclutando a un espía de esa ciudad y llevándolo a un asentamiento enemigo. Como es la única unidad que puede penetrar una ciudad sin tomarla, la infectará.
  • Un modo bastante efectivo de repeler un asalto a una ciudad es agrupar lanceros/hoplitas en falanges (si es posible) y colocarlos en un semi-círculo compacto alrededor del portón/brecha. Posiciona arqueros en las murallas alrededor de la brecha para que disparen a las tropas enemigas que se aproximen a tu ciudad. Pon a tus espadachines detrás de tus lanceros para lidiar con los enemigos que penetren tu primera línea defensiva. Si el enemigo empieza superar tu posición, usa a la caballería y a tu General (si está a caballo) para cargar contra ellos y aplastar algunas unidades. Esto incrementará la moral de tus tropas. Luego puedes continuar destruyendo al enemigo, ya que estarán atrapados entre tus lanzas y sus propias tropas que se aproximan por detrás. Este método es particularmente efectivo ya que tu General estará muy cerca de la mayoría de tus tropas (que estarán formadas muy cerca una de la otra), y por lo tanto su presencia y bonificación de moral beneficiarán a muchos de tus soldados.
  • Los séquitos de los generales pueden darse a otro miembro de la familia abriendo el pergamino de información y arrastrándolo a la figura del otro general (no se puede hacer en una ciudad). Esto es útil para hacer super-generales. Cuando un super-general esté a punto de morir por vejez, simplemente haz que alguien más tome su séquito.
  • Las flotas navales pueden ser una gran ventaja. Usa tus barcos para transportar a tus hombres a regiones extranjeras sin que tengan que traspasar territorio neutral o aliado. También puedes usar tu flota para bloquear un puerto y reducir los ingresos y movimiento de tropas.
  • Puedes usar magia para derrotar a un ejército. Usa un “cheat engine” (mecanismo de trampa) sagrado y piratea el “mundo”. Envía a tus ejércitos divinos a la guerra. Observa mientras el resto del mundo cae ante ti… ¡Fin del juego!
  • Si posees la expansión “Barbarian Invasion” (Invasión Bárbara), hay una opción muy útil que aparece cuando uno de tus ejércitos comandado por un general lo suficientemente experimentado está a punto de entablar una batalla en el mapa de campaña. Se llama “Batalla nocturna”. Es bastante desmoralizadora para el enemigo y separará a su ejército principal de todos a su alrededor, a menos que uno de ellos sea comandado por otro general con la habilidad “Batalla nocturna”. De todas formas, sé cuidadoso, ya que esta característica también excluirá a tus hombres de cualquier refuerzo.
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Advertencias

  • Atacar la ciudad de Cartago, Patavio o Tapso sin una economía fuerte puede hacerte gastar cientos de denarios para mantener a tu pueblo feliz. Sin embargo, tomar una ciudad como Cartago en los primeros turnos puede darte muchas ventajas. Esta ciudad es por lo general más avanzada que otros asentamientos iniciales. Esto te permite entrenar unidades más avanzadas. Puede ser tu primer asentamiento en llegar al nivel de “Metrópolis”. Además, Cartago puede ser generar grandes ingresos. También es un lugar relativamente seguro para formar tropas que puedes exportar a Roma, Grecia u otros sitios.


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