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La generosidad empieza tratando a cada persona como si hubiera alcanzado su mayor potencial de grandeza, presente en cada uno de nosotros. Dar algo voluntariamente y con alegría sin esperar nada a cambio es un acto de mucha generosidad, ya sea donar dinero a una organización en la que tengas fe o dedicar tu tiempo a un amigo en necesidad. En esencia, la generosidad es el deseo sincero por hacer que la vida de los demás sea más sencilla y agradable. Bueno, pero ¿cómo se la cultiva? Ve al paso 1 para empezar.
Pasos
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Da siempre de corazón. Si verdaderamente quieres ser generoso, entonces tendrás que dar por el simple hecho de dar, no porque tengas segundas intenciones y quieras algo a cambio. Deberás dar simplemente por el deseo de dar, porque has encontrado algo en lo que crees y porque quieres hacer buenas obras en el mundo. Si solo das para impresionar a los demás o para sentirte orgulloso contigo mismo de alguna manera, entonces no estarás siendo generoso realmente.
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Ten presente que ser generoso te hará más feliz. Si bien no deberás serlo para promover tus propias necesidades, deberás tener presente que la gente generosa es más feliz que la que no lo es. Esto se debe a que se ha demostrado que la generosidad hace que las personas sean más compasivas con las demás, aporta una sensación de comunidad y brinda una mejor imagen personal. Mientras eres generoso con los demás, también podrás serlo contigo mismo. [1] X Fuente de investigación
- Si eres más feliz, entonces tendrás una perspectiva más positiva y más energía para hacer el bien en el mundo. El ciclo positivo continuará.
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Observa qué hará la vida de alguien más sencilla. Ya sea que interactúes con tus vecinos o tu mejor amigo, observa a la persona con la que estés hablando y ve cómo podrías ayudarla. Quizá tu colega esté realmente estresado y necesite a alguien que cuide a su perro mientras visita a su madre enferma en otra ciudad. Quizá el auto de tu mejor amigo se haya estropeado y necesita que lo lleven a la escuela. Quizá tu madre ha trabajado demasiado y ni cuenta se da de la ayuda que necesita hasta que se la des. Cuando hables con alguien, empieza a pensar en las maneras en que podrías ayudarlo en vez de pensar en cómo podría ayudarte.
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Sé agradecido por lo que tienes. Ser agradecido podría inspirar generosidad porque tendrás consciencia de las grandes cosas que tienes en tu vida. Cada domingo, siéntate y haz una lista de al menos cinco cosas por las cuales estés agradecido y tómate el tiempo para valorarlas. Piensa en todo aquello que los demás hayan hecho por ti y nunca olvides de agradecerles, aunque sea por algo que hayan hecho meses atrás. Ser más agradecido hará que cambies tu mentalidad para ser una persona más generosa.
- Si eres capaz de apreciar lo que tienes, será muy probable que lo compartas con los demás para que también valoren la vida.
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No olvides ser generoso contigo mismo. Si bien ofrecerte como voluntario, cuidar de los demás y darte tu tiempo será excelente para ser generoso, no deberás olvidarte de ti por completo en el entretanto. No olvides escucharte y reconocer lo que quieres y necesitas, ya sea ir al restaurante o tomar un baño de burbujas. Si te descuidas por completo para atender a los demás, será muy probable que quedes exhausto y no tengas mucho para dar.
- No es nada egoísta cuidar de tus propias necesidades y hacerte feliz. Se convertirá en algo egoísta solo cuando te cuides a ti mismo y a nadie más, pero hay una diferencia.
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Celebra algo a alguien. La próxima vez que se acerque el cumpleaños de tu amigo, haz algo especial. Compra una torta grande, invita a algunas personas y organiza una fiesta, haz que esa persona se sienta amada y especial. Aun a las personas que dicen odiar los cumpleaños les encanta ser mimadas y que se lo celebren, así que deberás hacer un esfuerzo para que tus seres más queridos se sientan especiales. Podrás usar cualquier excusa para celebrar algo, podría ser un cumpleaños, un ascenso o porque sí.
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Sé cortés con los desconocidos. Aunque solo saludes a alguien que nunca hayas visto, le des un cumplido en la cola del supermercado o le sostengas la puerta cuando esté cargando bolsas, el tiempo para ser cortés con los que no conozcas será muy generoso y fácil de hacer. Y si estás apurado, entonces tomarte el tiempo para serlo será incluso más generoso.
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Dale tu tiempo a un amigo. Si tu amigo está decaído y necesita compañía, deberás ser generoso con tu tiempo y estar con esa persona. Crea espacio en tu agenda para pasar tiempo con él o ella, ya sea para salir a caminar, ir al cine o hablar tendidamente con una taza de té. Por más ocupado que estés, siempre deberás tener tiempo en tu vida para salir con tus amigos.
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Haz donaciones a una causa que consideres importante. No tendrás que ganar grandes riquezas para donar dinero a una organización benéfica de confianza. Aunque solo dones diez dólares al mes, estarás haciendo un bien al mundo y te sentirás bien contigo mismo. Deberás donar esa suma justo cuando recibas tu salario y no al final del mes, cuando veas el dinero que te queda. Te sorprenderá lo poco que echarás de menos ese dinero. Incluso echar unas cuantas monedas en la jarra de las propinas será un acto de generosidad.
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Ofrécete como voluntario. El voluntariado será excelente para ser generoso. Si quieres serlo, entonces dedícate una o dos horas a la semana como mínimo a trabajar como voluntario en un comedor de beneficencia, enseñando a adultos o niños, limpiando un parque comunitario o realizando otras buenas obras en el mundo. Podrás hacer tareas diferentes, por ejemplo, podrías ofrecerte como voluntario en una librería o ayudar en una campaña de recaudación de fondos para alguna organización benéfica. Busca algo que te dé significado mientras expandes tu generosidad.
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Comparte tus cosas. Si estás con amigos, comparte tu comida, tu ropa, tu auto, tu casa o todo aquello que tenga algún significado para ti. Si compartes algo que no te importa mucho, entonces no será tan significativo. Si solo tienes dos chocolates deliciosos y le das uno a un amigo, será mucho más significativo que si le dieras uno de los cientos de caramelos insignificantes para ti.
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Regala algo que te encante. Regálale tu suéter favorito a tu hermanita, tu novela favorita a un amigo, tu hermoso cuaderno a un amigo para animarlo a empezar a escribir sus poesías. Regalar algo que no te importa mucho en realidad no será un acto generoso porque no habrá sacrificio de por medio. Pero regalar algo importante para ti que sabes que hará un bien a los demás será la cúspide de la generosidad.
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Hazle un cumplido a alguien. Sé generoso con tus dulces palabras y procura hacer al menos cinco cumplidos a la semana ¡o incluso al día! Cuando hables con alguien, busca una manera de hacer un cumplido sincero o incluso decir algo tan simple como “Me encanta tu collar” o “Tus gafas están fantásticas”. Incluso el cumplido más pequeño, si es sincero, hará una gran diferencia en el día de esa persona.
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Envía tarjetas de agradecimiento. En vez de enviar un correo o un mensaje de texto de agradecimiento, tómate el tiempo de enviar una tarjeta a alguien que haya dejado un gran impacto en tu vida. Así, esa persona sabrá lo mucho que la valoras y verá el esfuerzo que hiciste para hacerle saber lo valiosa que consideraste su ayuda. Enviar tarjetas de agradecimiento hará que tengas una mentalidad más desprendida y generosa..
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Llama a un amigo que esté pasando por tiempos difíciles. Si no puedes estar en persona, llámalo para saber cómo está, para saludarlo y para demostrarle tu interés. Si puedes pasar unos cuantos minutos para hacerle saber que piensas en él, eres amable y sincero, entonces harás que su día sea más lindo, aunque siga pasándola mal. Pasar tiempo intentando animar a una persona que necesita apoyo por teléfono será un acto de mucha generosidad.
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Cede tu asiento. Sí, has tenido un largo día en el trabajo, pero esa persona mayor de pie frente a ti podría estar más cansada que tú. Y tampoco tiene que ser mayor, podrías también cederle tu asiento a otra persona porque en realidad no necesitas estar sentado y porque te hará sentir bien.
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Da una propina generosa. Si has recibido un servicio sobresaliente o si has estado con alguien que necesita ánimos, entonces dale una propina generosa cuando venga la cuenta. Escríbele una nota de agradecimiento en la parte inferior del recibo, así el camarero sabrá lo mucho que mejoró tu día.
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Escribe un comentario positivo a alguien en Internet. Ya sea que estés en el blog de un desconocido o en la cuenta de Facebook o Instagram de tu amigo, dejar un comentario positivo hará que la persona se sienta mejor y le hará ver que te importa. Además, ¡también estarás siendo generoso contigo!
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Sostén la puerta para que alguien pase. Por más ocupado, retrasado o cansado que estés, siempre deberás sostener la puerta o tomarte un momento de tu día para ser amable con una persona que esté cerca de ti. Este acto sencillo hará que tú y esa persona se sientan mejor y verás que siempre habrá tiempo para desacelerar y ayudar.
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Dona tus cosas. No dejes que tus suéteres y ropa vieja se queden en el armario por años. Tómate el tiempo para organizarlos y donarlos a una organización de beneficencia para que otras personas puedan darle un buen uso. No te tomará mucho tiempo organizarlos ni llevarlos a esa organización, además te sentirás bien pensando en el mejor uso que otro podría darle.
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Haz que alguien sonríe. Si ves a alguien que necesite ánimos, ya sea un desconocido o uno de tus parientes, tómate un momento para hacerlo sonreír, ya sea contando un chiste bobo, sonriéndole o haciéndole un lindo favor. Hacer sonreír a otra persona podría dejar un gran impacto en su vida mientras tú serás generoso por intentar que alguien esté más contento.Anuncio
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Consejos
- La generosidad también puede consistir en perdonar los defectos o errores de alguien.
- No te obligues a ser generoso, solo intenta motivarte para que lo seas según tu instinto.
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Advertencias
- Intenta evitar ser generoso con el dinero, ya que te podría causar problemas con otras personas. Si alguien que conoces realmente bien te lo pide, considera lo siguiente: ¿te devolverá el dinero? ¿Para qué lo usará? Si te satisfacen las respuestas, entonces adelante, pero recuerda, no permitas que te vacíe la cuenta bancaria e intenta encontrar algo con lo que pueda recompensarte por el préstamo, por ejemplo, un pequeño interés.
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