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Ser enfermero tiene relación con mucho más que solo la obtención de un título universitario. Es una profesión para la cual necesitas habilidades muy específicas que te permitan brindarles a tus pacientes el mejor cuidado posible. Estas habilidades abarcan, entre otros, los atributos básicos, como la preocupación genuina, la atención y el cuidado, la capacidad para la enseñanza, la consciencia de la salud y la buena comunicación. Para ser un buen enfermero, debes destacarte en estas habilidades y considerarlas esenciales para tu trabajo cotidiano. Si bien es posible desarrollar estas habilidades antes de incursionar en la enfermería, podrías no saber en qué medida logras tener éxito al ponerlas en práctica hasta que trabajes profesionalmente en este rubro.

Método 1
Método 1 de 2:

Prepararte para convertirte en un buen enfermero

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    Piensa de una forma crítica. La enfermería se asemeja en gran medida a una partida de ajedrez; es decir, es una profesión compleja en la que es necesario pensar muy a futuro en los movimientos que vayas a realizar. Debes poder evaluar de una manera crítica a un paciente para así poder determinar cuáles son sus necesidades médicas tomando en consideración diversos factores y los posibles resultados. [1]
    • Mediante el proceso del pensamiento crítico, evalúas una situación, analizas lo que sucede y cuestionas lo que no sepas. Este proceso puede dividirse en 5 pasos: [2]
      • Paso 1: identificación del objetivo, el problema o el asunto.
      • Paso 2: revisión y diagnóstico del objetivo, el problema o el asunto. ¿Qué información tienes a tu disposición en relación con el objetivo, el problema o el asunto? ¿Cuál es la mejor solución con base en esta información?
      • Paso 3: exploración de las opciones. Considera las posibles resoluciones, quiénes las llevarían a cabo en realidad y cómo lo harían.
      • Paso 4: ejecución de la resolución en la vida real. Lleva a cabo la solución.
      • Paso 5: reflexión sobre el éxito o el fracaso. ¿Qué fue lo que salió bien y mal? ¿Qué puede cambiarse o mejorarse para la próxima vez? ¿De qué forma uno puede aprender de esta experiencia?
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    Comunícate de una forma eficaz. Para ser enfermero, debes poder comunicarte con tus pacientes para comprender lo que sienten y lo que les preocupa. La comunicación eficaz involucra escuchar bien cuando alguien te habla y la capacidad para hablarles de una forma clara y concisa a los demás (por ejemplo, a tus pacientes, al doctor, a otros enfermeros, a los familiares del paciente, etc.). Asimismo, es probable que esta profesión también requiera que tomes muchas notas, ya sea en un cuadro físico o en la computadora. Por tanto, debes tener habilidades para comunicarte eficazmente por escrito, ya que, en algunos casos, no podrás estar presente para explicar lo que hayas querido decir. [3]
    • Ten en cuenta que interactuarás con personas de diversas nacionalidades, incluyendo aquellas que no hablen tu mismo idioma o el mismo idioma que el doctor. Por tanto, debes averiguar a qué tipo de servicios pueden acceder los pacientes para contribuir a la comunicación eficaz. Por ejemplo, ¿el personal incluye intérpretes? ¿Estás informado sobre alguna creencia o práctica cultural que pueda interferir con la salud de los pacientes?
    • Un buen enfermero debe poder escuchar con atención las instrucciones del doctor y llevarlas a cabo con rapidez sin necesidad de aclaraciones para cada detalle. Por tanto, debes tener la capacidad para escuchar al doctor mientras llevas a cabo alguna otra acción y en un entorno que probablemente sea vertiginoso y frenético. [4] Sin embargo, tampoco dudes en pedir alguna aclaración en donde sea necesario. También es importante que los doctores puedan comunicarse eficazmente, al igual que los enfermeros. Si no te queda claro lo que un doctor o proveedor de servicios de salud quiere decir, no dejes de hacerle preguntas al respecto.
    • Para ser un enfermero excepcional, no es suficiente con escuchar y llevar a cabo instrucciones, sino que también debes abogar por tus pacientes. Mediante tus excelentes habilidades para escuchar, debes haber podido comprender mejor a tus pacientes, sus sentimientos y sus deseos y comprender también que podría intimidarles un poco hablar con su doctor y hacerle preguntas específicas o solicitudes. Por tanto, en tu calidad de enfermero, quizás tengas que hablar en nombre de tus pacientes. Puedes pedirles que anoten sus preguntas y asegurarles que sabes cuáles son, de forma que se facilite el proceso de hacer preguntas. Si el paciente es incapaz de hacer las preguntas, puedes hacerlas tú en su nombre.
    • Puedes leer el artículo de wikiHow Cómo comunicarse efectivamente para aprender más sobre cómo comunicarte de una forma eficaz.
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    Enfócate en los detalles. Esto quiere decir que debes prestar atención a lo general y también a lo más específico. En términos de los pacientes, incluso la anomalía o el síntoma más insignificante podría resultar importante. Por tanto, siempre debes estar atento. Al enfocarte en los detalles, te asegurarás de que todos tus pacientes reciban el tratamiento preciso que necesiten y en el momento en el que lo necesiten. [5]
    • Enfocarte en los detalles tiene una gran relación con la organización, aunque no son exactamente sinónimos. Sin embargo, si eres organizado, te será más fácil prestar atención a los detalles.
    • Asimismo, esto quiere decir que debes ser preciso. En la medicina, es imposible hacer estimaciones o adivinar la cantidad de un medicamento que deba administrársele a un paciente. En cambio, esto debe ser exacto, ya que la vida del paciente podría depender de ello. [6]
    • Para enfocarte en los detalles, también es necesario prestar atención. Si te distraes o dejas divagar tu mente, el resultado más probable es que te perderás de algo importante. Todos los detalles que conciernen al cuidado de tu paciente son de suma importancia, por lo que es necesario que siempre estés concentrado y enfocado en tu tarea. [7]
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    Organízate de una forma eficiente. Los enfermeros deben manejar a más de un paciente a la vez, sobre todo si trabajan en un hospital, y cada uno de ellos tendrá requisitos cruciales para su bienestar, así como también su propia personalidad y sus propias necesidades emocionales. Para ser enfermero, debes poder organizarte para monitorear quiénes son tus pacientes, cuál es su tratamiento, cuándo se les debe administrar y los pequeños detalles sobre ellos que permitan que se sientan mejor física y emocionalmente. [8] Si te organizas de una forma eficiente, podrás poner en práctica lo siguiente cuando sea necesario: [9]
    • Aprender a decir "no". Quizás esto no te sea posible con demasiada frecuencia cuando estés trabajando, pero con seguridad puedes ponerlo en práctica en tu vida personal. En ocasiones, deshacerte de todo lo que realmente no quieras hacer puede reducir tu nivel de estrés en general y ayudarte a estar más concentrado en tu trabajo.
    • Encontrar un equilibrio en tu vida. Existe un problema llamado agotamiento del cuidador. Antes de aceptar un turno adicional, siempre debes preguntarte lo siguiente: ¿cuáles son el costo y los beneficios? Si el costo es la pérdida de sueño, de gozo y de tu percepción de tu propia salud, no vale la pena hacerlo por el dinero que vayas a ganar.
    • Pedir ayuda. Será necesario que pidas ayuda si apenas empiezas en el área de la enfermería. No tengas miedo, solo hazlo. Si pides ayuda, lo más probable es que logres avanzar con lo que debas hacer y comprender cuál es la manera más eficiente de llevar a cabo la misma tarea en el futuro.
    • Priorizar. Organizarte implica priorizar todas las tareas que tengas que hacer teniendo en cuenta cuáles son las más importantes y aquellas cuyo plazo sea más cercano.
    • Emplear bien tu tiempo. Considera todo lo que tengas que hacer en el rato siguiente y llévalo a cabo de una forma eficiente. Por ejemplo, si es necesario que vayas al depósito para buscar algo, piensa en todo lo que necesitarás en el rato siguiente que también pueda encontrarse allí para que así realices un solo viaje. Evita perder el tiempo con tareas repetitivas e innecesarias.
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    Conserva tu resistencia física. En la mayoría de los casos, los enfermeros deben permanecer de pie durante todo un turno, y estos pueden llegar a durar 12 horas o más. Asimismo, como enfermero, deberás refrenar a los pacientes, ayudarlos a caminar de un lugar a otro, ayudarlos a mantenerse en pie, trasladarlos desde y hacia una cama o camilla y otras tareas que te exigirán mucho físicamente. Si no estás a la altura de estos requisitos físicos del trabajo como enfermero, es probable que termines tu turno muy adolorido. [10]
    • Debes prestar atención primero a tu propia salud. No podrás aconsejar a nadie sobre comportamientos relacionados con la salud si tú mismo no los tomas en cuenta.
    • Ten en cuenta que la resistencia física no tiene relación únicamente con la capacidad para llevar a cabo actividades físicas sino también con la capacidad para realizarlas durante un largo periodo de tiempo y repetidas veces.
    • A los enfermeros les está permitido usar ropa quirúrgica y calzado cómodo, así que aprovéchalo. Lo peor que te puede pasar es que tengas que estar de pie durante 12 horas con zapatos que te ocasionen mucho dolor.
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    Reacciona y piensa rápido. En general, la medicina no es el tipo de profesión en el que es posible "sentarse a esperar a ver qué pasa". Muchas veces, en tu calidad de enfermero, observarás algo que requiera una reacción rápida. No siempre te será posible detenerte y evaluar todas las opciones y tener un debate con otro enfermero en cuanto a la mejor forma de proceder. En ocasiones, simplemente tendrás que actuar. [11]
    • La capacidad para pensar y reaccionar rápido son productos derivados de la experiencia y la confianza. Conforme vayas obteniendo una mayor experiencia y confianza, tu capacidad para reaccionar rápido incrementará.
    • Para pensar y reaccionar rápido, también debes poder saber en qué momento es necesario pedirle ayuda inmediata a alguien más. No debes preocuparte por haber reaccionado de una forma exagerada o por que alguien pueda pensar mal de ti por haberlo molestado. Esto no tiene importancia. Debes tener en cuenta que lo más importante siempre es el bienestar del paciente y, por tanto, cuando este bienestar esté en riesgo, debes reaccionar con rapidez.
    • Sin embargo, al reaccionar rápido, tampoco debes dejar de lado el pensamiento crítico. En cambio, debes realizar con rapidez el proceso de pensamiento crítico y llevar a cabo de inmediato la decisión tomada.
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Método 2
Método 2 de 2:

Aprender de tu trabajo

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    Comprende la capacidad para la compasión y asegúrate de tenerla. Como enfermero, una de tus principales obligaciones será el cuidado directo de los pacientes, por lo que es probable que llegues a verlos en sus peores momentos. Debes poder comprender que estas personas son seres humanos y que es probable que estén estresados, asustados, deprimidos, molestos, adoloridos y confundidos. Para comprenderlo, debes poseer la capacidad para la compasión y la empatía. Si puedes ponerte en el lugar de tus pacientes, podrás comprender la situación por la que estén pasando y lo que necesitan de ti. [12] [13]
    • Con frecuencia, son los enfermeros quienes se llevan la peor parte de la ira que un paciente pueda sentir debido a que son quienes los pacientes ven más a menudo. Por tanto, la capacidad para la compasión y la empatía implica también evitar tomarte a personal estos arranques de ira. Es probable que los pacientes estén enfermos o heridos y hayan tenido un mal día. Ser una persona compasiva implica comprender que, en algunos casos, los pacientes deben desahogar su ira para reducir su nivel de estrés o sus miedos.
    • Asimismo, los enfermeros a menudo tienen que lidiar con los familiares y amigos de los pacientes, además de con los pacientes en sí. La capacidad para la compasión y la empatía también implica poder mostrarles a los amigos y familiares del paciente que realmente te preocupas por él y que estás haciendo todo lo posible por ayudarlo. [14]
    • Estos son seis pasos mediante los cuales podrías aprender a ser un poco más compasivo: [15]
      • Paso 1: escucha sin juzgar y sin responder de inmediato. Esfuérzate por comprender los sentimientos, las necesidades y los deseos de tu interlocutor para así poder idear un plan que pueda ayudarlo de la mejor manera.
      • Paso 2: responde basándote en las emociones del hablante, no en sus palabras. Por ejemplo, si alguien te habla con mezquindad e ira, esto probablemente indique que tiene miedo.
      • Paso 3: asegúrate de tener a alguien en tu vida que se comporte de manera compasiva contigo. Esto implica tener una red de apoyo en tu mismo trabajo o fuera de él. Podría serte más difícil preocuparte por los problemas de los demás si tú mismo cargas con el peso de muchos otros problemas.
      • Paso 4: considera a la persona en su totalidad en lugar de considerarla únicamente como la percibas en ese momento. Si bien verás a muchas personas en sus peores momentos, debes recordar que así no es como son en realidad. Ten en cuenta que tus pacientes son mucho más de lo que tú puedes ver.
      • Paso 5: piensa en las ocasiones en las que te hayas encontrado en una situación similar. Quizás puedas basarte en una memoria real propia o quizás tan solo sea necesario imaginarte en esa misma situación. Piensa en las emociones que hayas experimentado (o que experimentarías) y en la forma como te sentiste (o te sentirías) en esa situación.
      • Paso 6: ten la capacidad para perdonarte por fracasar. Esencialmente, debes ser compasivo contigo mismo. Nunca podrás ser perfecto y cometerás errores. Sin embargo, eres un ser humano, y esto es normal. No debes mortificarte por ello.
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    Asegúrate de tener estabilidad emocional. Al trabajar como enfermero, verás a muchas personas en sus peores momentos y también es probable que tengas que cuidar de personas moribundas, de pacientes que sufran un dolor extremo y de personas a quienes se les haya diagnosticado una enfermedad mortal. Estar en contacto constante con el sufrimiento de los demás puede afectarte emocionalmente. Los enfermeros deben poder mantener sus emociones bajo control mientras estén trabajando sin permitir que les nublen el juicio o que logren hacerlos reaccionar de una forma más lenta. [16]
    • La estabilidad emocional no quiere decir que debas contener todas tus emociones por el resto de tu vida sino, en cambio, saber cuál es el momento apropiado para desahogarlas y permitirte hacerlo regularmente. Para ello, puedes hacer ejercicio, pasar tiempo con tus amigos, hacer yoga, leer y adoptar pasatiempos.
    • Tener estabilidad emocional tampoco quiere decir que tu personalidad deba tornarse impasible y que no pueda importarte nada. Para poder mostrarles compasión y empatía a tus pacientes, debes tener la capacidad para preocuparte por ellos.
    • La capacidad para la estabilidad emocional quiere decir que quizás tengas que hacer determinadas cosas cuando no estés trabajando de forma que puedas mantener tus emociones bajo control cuando sí lo estés. Para ayudar a estabilizar tus emociones y controlar mejor tu ánimo, podría serte útil practicar la consciencia plena , [17] que quiere decir estar en el momento sin pensar en el pasado, el futuro ni en ningún juicio de valor.
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    Responsabilízate. Para ser un enfermero responsable, no debes descuidar nada. Si bien no debes permitirte cometer ningún error, si esto ocurre, debes asegurarte de hacérselo saber a quién tenga que saberlo y de corregirlo lo antes posible. Responsabilizarte también implica evaluar las necesidades de tu paciente según tu mejor criterio y tomar decisiones que tomen en cuenta lo que sea mejor para él. [18]
    • Los enfermeros que trabajen en una sala de urgencias o sala de operaciones, o en algún otro entorno similar, también deben practicar un manejo responsable de su tiempo. Es necesario comprender que nada suele ir según lo planeado y que las emergencias no siguen un horario que coincida con tus turnos. Para ser un buen enfermero, debes prepararte para trabajar en un horario más largo si resulta necesario, comprendiendo que esto es parte de la naturaleza de la profesión.
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    Respeta a los demás. Los enfermeros, además de la compasión, la empatía y la solidaridad con sus pacientes y sus necesidades, deben mostrar respeto y no emitir juicios de valor en cuanto a las decisiones que el paciente haya tomado en el transcurso de su vida. Como enfermero, no te corresponde juzgar a tus pacientes, únicamente ayudarlos y asegurarte de que, cuando termine tu periodo de cuidado, los dejes en el mejor estado posible sin importar las razones por las cuales hayan necesitado de tu cuidado en un principio. Tampoco debes tratar de una forma diferente a los pacientes dependiendo de sus trasfondos, su grupo étnico o su personalidad. Debes mostrar el mismo respeto por un hombre indigente al que debas administrar un tratamiento para una sobredosis de drogas que por una mujer embarazada que haya sido atropellada por un auto. [19]
    • Respetar a tus pacientes también implica decirles la verdad. Cuando debas darles alguna noticia, sea buena o sea mala, es necesario que comprendas que es su derecho que seas honesto con ellos. Debes ser directo, pero haciéndolo con respeto y compasión.
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    Mantén la calma bajo presión y durante una crisis. Mantener la calma implica no perder el juicio y tener confianza en lo que hagas y en las decisiones que tomes. Esta confianza se irá desarrollando no solo en el transcurso de tu educación sino también en el transcurso del tiempo que trabajes como enfermero. Esto, a su vez, también mejorará tu capacidad para mantener la calma. Tu labor como enfermero es no entrar en pánico a causa de los sucesos imprevistos ni quedarte helado cuando no sepas qué hacer. [20]
    • Cuando surja una situación de emergencia durante tu época de aprendizaje, es posible que un enfermero con más experiencia te haga a un lado para poder hacerse cargo de la situación. Esto no es algo que debas tomarte a personal o que deba molestarte. En cambio, aprovecha este momento para observar exactamente lo que ocurre, lo que hace el enfermero y cómo lo hace y los detalles específicos en los que basa sus decisiones. Una de tus experiencias más útiles de aprendizaje podría ser observar el trabajo de un enfermero con más experiencia, sobre todo durante una crisis.
    • Averigua si hay alguna capacitación disponible que te permita simular el trabajo en escenarios específicos, como un paro cardiaco, un paro respiratorio o un derrame cerebral repentinos. Mediante estas capacitaciones, podrás practicar los pasos que debas seguir en un entorno de menor intensidad. De esta forma, cuando surja esta situación en la vida real, podrás trabajar con mayor facilidad.
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    Adáptate a las situaciones nuevas y a aquellas que cambien constantemente. Al trabajar como enfermero, nunca habrá dos días iguales. Incluso si sigues una misma rutina, es probable que esta también cambie de vez en cuando. Nunca tendrás dos pacientes cuyo comportamiento sea exactamente igual, ni siquiera al administrarles el mismo tratamiento. Como enfermero, debes poder adaptarte y ser flexible y comprender que el entorno y los requisitos de tu trabajo cambiarán a diario. Si tienes adaptabilidad y flexibilidad y simplemente te dejas llevar, tus días se desarrollarán con mayor fluidez y, además, experimentarás una menor cantidad de estrés. [21]
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    Mejora constantemente tus conocimientos. Como ocurre con muchas profesiones, en la enfermería uno aprende de manera constante, independientemente de que lo hagan en un entorno formal de clase o mediante la observación. Lo importante es desarrollar constantemente tus conocimientos y tus habilidades y poder reconocer en qué áreas específicas es necesario mejorar. Asimismo, debes obtener retroalimentación crítica de tus pares y tus supervisores y trabajar con ellos y con los demás en conjunto para poder corregir las áreas en las que tus habilidades sean deficientes. [22] [23]
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Consejos

  • De las habilidades que uno aprende como enfermero, absolutamente todas pueden aplicarse de manera eficaz en otras áreas. Por tanto, si en algún momento decides dedicarte a otra cosa, no debes considerar que perdiste el tiempo al trabajar como enfermero. Por el contrario, podrás usar las habilidades que hayas aprendido en este rubro y aplicarlas en cualquier otro empleo que ejerzas. [24]
  • Puedes encontrar un excelente resumen del concepto del pensamiento crítico y de las formas en las que puedes trabajar para ponerlo en práctica en el sitio web de la Universidad de Kansas.
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