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Nadie dijo que ser un buen padre era fácil. Sin importar la edad de tu hijo o cuántos tengas, debes saber que el trabajo de un padre nunca termina. Para ser un buen padre, debes estar presente, saber impartir disciplina y el buen ejemplo, y ser comprensivo con las necesidades de tus hijos sin mostrar debilidad. Si quieres saber cómo ser un buen padre, sigue los pasos a continuación.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Estar presente

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  1. A tus hijos no les importa si acabas de obtener una gran promoción en tu empresa o si tienes la casa más costosa en la manzana. Lo que les importa es si estarás presente para la cena, si los llevarás al juego de baloncesto el fin de semana y si podrás ver una película con ellos. Si quieres ser un buen padre, debes reservar tiempo todos los días para tus hijos (o a al menos todas las semanas) sin importar lo ocupado que estés.
    • Separa este tiempo en tu agenda. Quizás las mejores noches para tus hijos sean las de los martes, jueves y sábados. Tómate el tiempo para estar con ellos durante esos días y no dejes que otros compromisos se interpongan.
    • Si tienes más de un hijo, debes tomarte el tiempo para ver a cada uno de manera individual, de modo que puedas desarrollar relaciones únicas con ellos.
    • Si estás tan cansado que quizás no puedes ir a jugar baloncesto con tu hijo, haz algo más con él, como ver un juego de baloncesto o una película relacionada a ese deporte. Es importante que estés con él de alguna manera.
  2. Si bien planificar un tiempo para estar con tus hijos cada semana es una excelente forma de fortalecer tu relación con ellos, también debes estar presente en los momentos importantes de sus vidas. Organiza tu agenda laboral de modo que puedas estar presente en el primer día de clases de tu hijo, en el primer recital de ballet de tu hija o en la graduación de la escuela de ambos.
    • Tus hijos recordarán estos momentos por el resto de sus vidas y el tenerte ahí junto a ellos significará mucho.
    • Es posible que estés muy ocupado cuando uno de tus hijos esté a punto de lograr algo importante en su vida, pero si te lo pierdes, te arrepentirás en el futuro.
  3. También debes estar presente para enseñarles cómo completar las tareas básicas de la vida. Puedes ayudarle a tu hijo a usar el baño, a cepillarse los dientes de la manera correcta, a aprender a manejar bicicleta, a conducir un auto cuando sea el momento adecuado. También puedes enseñarle a afeitarse y a mantener una buena higiene. Tus hijos te necesitarán para aprender las grandes lecciones de la vida así como las pequeñas tareas cotidianas. [1]
    • Divide estas lecciones con tu esposa. Ambos deben enseñarles a sus hijos las cosas importantes que necesitan saber para crecer.
    • Ayúdales a tus hijos a aprender de sus errores. Si han hecho algo mal, debes ayudarles a ver la razón y hablarles acerca de cómo evitar ese comportamiento en el futuro en lugar de solo castigarlos y seguir adelante.
  4. Estar presente en los momentos importantes en las vidas de tus hijos es muy importante y también lo es ser capaz de comunicarte con ellos cada vez que estás a su lado. No siempre tienes que hacer algo emocionante con tus hijos para que se diviertan pasando el tiempo contigo, solo necesitas enfocarte en ser capaz de comunicarte con ellos para entender sus preocupaciones y dificultades.
    • Asegúrate de hablar con tus hijos diariamente para que sepas lo que les preocupa, lo que harán durante esa semana y lo que tienen en mente.
    • No solo preguntes superficialmente “¿Cómo estuvo tu día?” sin realmente querer saber la respuesta.
    • Si tus hijos son adolescentes o universitarios ocupados, es posible que no quieran discutir los detalles de su vida contigo. Solo asegúrate de hablar con ellos con la frecuencia suficiente para que sepan que te preocupas sin que se sientan abrumados.
  5. Para ser un buen padre, debes tomarte el tiempo para ir de viaje con tus hijos, ya sea con o sin su madre. Puedes ir a pescar una vez al año con tus hijos varones o a la playa con tu hija, o incluso a un viaje de campamento que tus hijos nunca olvidarán. Sin importar lo que hagas, haz que sea especial, memorable y que puedan repetir al menos una vez al año para que desarrollen una rutina de actividades entre padre e hijos.
    • Si la madre de tus hijos está presente durante los viajes, tómate el tiempo para crear vínculos individuales con tus ellos cada vez que puedas.
    • Planificar estos viajes con unos cuantos meses de anticipación les dará a tus hijos algo divertido y diferente que esperar.
  6. Si bien es importante estar presente en la vida de tus hijos, trata de tener un tiempo a solas cada vez que puedas, ya sea un domingo por la tarde haciendo lo que más te gusta, una media hora para salir a correr todas las mañanas o incluso relajarte con un buen libro todas las noches antes de dormir. Debes poner los intereses de tus hijos antes que los tuyos la mayor parte del tiempo, pero tampoco descuides tu propio ser.
    • Si no te tomas el tiempo para estar a solas, no podrás relajarte, recargar tus baterías ni darle a tus hijos el tiempo y la atención que se merecen.
    • Puedes tener una habitación o una silla especial en la casa en donde tus hijos sepan que no deben molestarte. Ayúdales a acostumbrarse a la idea del “tiempo a solas” y explícales que harás algo por tu cuenta durante un tiempo, a menos que realmente te necesiten.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Ser justo al impartir disciplina

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  1. Impartir disciplina no se trata completamente de castigar a tus hijos cuando cometan un error. También se trata de premiarlos cuando hagan algo bueno para que se sientan alentados y quieran repetir esa conducta. Ya sea que tu hijo haya obtenido calificaciones perfectas, haya ayudado a un hermano menor con una tarea difícil o sea lo suficientemente maduro como para alejarse de una pelea, debes hacerle saber lo orgulloso que estás de él, llévalo a su restaurante favorito o simplemente haz lo que puedas para expresarle lo mucho que aprecias su buen comportamiento.
    • Si tus hijos son más jóvenes, recompensarlos con afecto puede ayudarlos mucho a ver lo orgulloso que estás.
    • Si bien darle a tus hijos una sorpresa o un juguete nuevo cuando se comportan bien normalmente puede reforzar una conducta buena, no debes permitir que estos sean los únicos incentivos que ellos reciban por eso. Deben sentirse motivados porque les enseñaste a separar lo correcto de lo incorrecto.
    • No premies a tus hijos por algo que esperas de ellos, como hacer los quehaceres de la casa o limpiar su habitación. Si lo haces, pensarán que te hacen un favor.
  2. Castiga a tus hijos de la manera apropiada. Para disciplinar con justicia, tendrás que castigar a tus hijos cuando hayan cometido un error. Esto no significa ser cruel física o psicológicamente, solo significa hacerles saber cuándo han hecho algo incorrecto y demostrar que hay consecuencias por sus acciones. Cuando tu hijo tenga la edad suficiente para razonar, debe saber cuándo ha cometido un error. [2]
    • Asegúrate de que tanto tú como tu esposa estén de acuerdo con el castigo de sus hijos. Las consecuencias deben ser las mismas, ya sea que mamá o papá hayan presenciado la acción. Esto te ayudará a evitar el modo “buen policía, mal policía”.
  3. Ser consistente es simplemente tan importante como tener un sistema de castigos y recompensas. Si tu hijo se comporta mal, las consecuencias deben ser siempre las mismas, incluso si es inadecuado, estás cansado o te encuentras en un lugar público. Y si tu hijo hace algo bueno, no te olvides de hacerlo sentir especial, sin importar lo cansado o estresado que estés.
    • Si no te comportas de forma consistente, tus hijos sabrán que tu estado de ánimo puede afectar tus reacciones.
  4. Si bien puedas sentirte enfurecido a causa de la conducta de tus hijos, gritar no es la solución. Si debes gritar, intenta hacerlo cuando estás solo, en la ducha o en una almohada. Pero no les grites a tus hijos, sin importar los deseos que tengas de hacerlo. Puedes levantar la voz un poco para hacerles saber que cometieron un error, pero si gritas, te tendrán miedo y no querrán comunicarse.
    • Aunque pueda ser difícil, no debes permitir que tus hijos te vean perder el control.
  5. Sin importar lo enfadado que estés, evita golpear, lastimar o sujetar fuertemente a tus hijos. Hacerlo los dañará física y emocionalmente, y querrán evitarte a toda costa. Si tus hijos piensan que podrías volverte violento, se callarán y no querrán estar cerca de ti. Debes evitar comportarte violentamente cerca de tus hijos o de su madre si tu objetivo es ganarte su respeto. [3]
  6. Es importante que tus hijos sepan que eres alguien capaz de impartir disciplina de manera estricta y que no pueden engañarte, pero es igualmente importante que quieran tu amor y afecto, y que pasen un increíble momento contigo. Para ser un buen padre, debes mantener un equilibrio entre aplicar lecciones duras y hacer que tus hijos se sientan amados y apreciados.
    • Si te preocupas demasiado por que tus hijos te teman, entonces podrían no sentirse lo suficientemente cómodos como para ser sinceros contigo.
    • Si te preocupas demasiado porque tus hijos te amen, entonces podrían verte como alguien débil que no hará cumplir las reglas.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Dar un buen ejemplo

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  1. Si quieres guiar con el ejemplo, entonces tu lema debe ser “Haz lo que digo y lo que hago”, de modo que tus hijos sepan que no eres hipócrita cuando les enseñas a diferenciar lo bueno de lo malo. Si quieres que tus hijos se comporten de una manera que satisfaga tus expectativas, entonces primero deben ver el comportamiento positivo en ti. Estas son algunas formas en las que puedes guiar con el ejemplo:
    • Por ejemplo, si no quieres que tus hijos fumen o beban en exceso, entonces tampoco debes hacerlo en frente de ellos, o quizás en ningún momento.
    • Si quieres que tus hijos te traten con amabilidad y respeto, entonces deben verte haciendo lo mismo con otras personas, desde el mesero en el restaurante local hasta el vendedor telefónico.
    • Si quieres que tus hijos no se involucren en peleas, no elijas hacer lo mismo con su madre justo en frente de ellos.
  2. Si quieres ser un buen ejemplo, entonces debes tratar a la madre de tus hijos con respeto. Si estás casado con ella, debes dejar que vean lo mucho que la amas, la ayudas y disfrutas de su compañía. Si eres cruel con tu propia esposa, tus hijos verán que está bien ser cruel con mamá o con otras personas porque papá hace lo mismo. [4]
    • Parte de tratar a la madre de tus hijos con respeto significa compartir el cuidado infantil y los quehaceres de la casa con ella.
    • Deja que tus hijos te vean halagando a su madre y dándole el amor y el afecto que se merece.
    • No solo debes tratarla con respeto, sino amarla y esforzarte por mantener una relación de amor, diversión y educación. Si ella está feliz, entonces todos lo estarán.
    • Si se divorcian, nunca debes decirles a tus hijos nada malo acerca de ella, incluso si no terminaron en los mejores términos. Si les permites ver que tu relación con su madre no es la mejor, se estresarán y se confundirán.
  3. Admite tus errores. No necesitas ser perfecto para ser un buen ejemplo. De hecho, es mejor si no lo eres, porque tus hijos verán que nadie es perfecto y que todos cometemos errores. Si te has equivocado en algo, como al olvidarte de recoger a tu hijo de la escuela a la hora indicada o al perder los estribos, debes disculparte y reconocer tu error.
    • Si puedes tragarte tu orgullo en frente de tus hijos, entonces verán que está bien admitir cuando han hecho algo mal.
    • Admitir que has cometido un error desarrolla más carácter que “hacer lo correcto” todo el tiempo.
  4. Si quieres que tus hijos ayuden en los quehaceres del hogar, entonces tú también debes hacerlo, sin importar el tiempo que te tome realizarlos. Permite que te vean lavando los platos, limpiando la mesa y aspirando la alfombra, y también querrán ayudar. Si piensan que limpiar es solo el “trabajo de mamá”, entonces es probable que no quieran ayudar cuando sea necesario.
    • Ayudar en los quehaceres de la casa no solo hará más feliz a tu esposa, sino que servirá para que tus hijos vean que tanto tú como ella trabajan como equipo y que también deben participar.
  5. El respeto se gana, no se da y debes hacer lo posible para que tus hijos te respeten como padre. Si no estás a su lado mucho tiempo, le gritas a su madre o solo de vez en cuando estás de humor para disciplinarlos, entonces no te respetarán solo porque seas su padre. Debes comportarte de una manera que sea admirable, honesta y consistente para que tus hijos vean que eres un padre modelo y una persona digna de admiración.
    • Tus hijos no deben adorarte y pensar que eres perfecto, deben ver que eres solo un ser humano y querer hacer las cosas bien por sí mismos.
  6. Si bien podrías pensar que ser un buen ejemplo significa ser un poco distante y hacer siempre lo correcto, en realidad significa conectarte lo suficiente para darles besos y abrazos a tus hijos, y además hacerles saber lo mucho que significan para ti. No dejes que pase un día sin que les digas “Los amo” dándoles afecto físico y haciéndoles saber lo mucho que significan para ti. [5]
    • Tus hijos desean recibir amor y afecto de ti, sin importar la edad que tengan.
    • Halaga a tus hijos y hazles saber que tu vida no sería la misma sin ellos.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Ser comprensivo

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  1. Si bien puedes querer que tus hijos continúen con el negocio familiar, que asistan a tu alma mater o que sean estrellas del fútbol escolar como lo fuiste tú, debes aceptar el hecho de que tienen sus propias necesidades y deseos, y que podrían no ser los mismos que los tuyos. Es posible que creas que tu método es el único camino a la felicidad, pero para ser un buen padre, debes aceptar que tus hijos pueden tener una idea diferente de cómo vivir sus vidas.
    • Aunque podrías pensar que haces tu mejor esfuerzo al decirles a tus hijos lo que deben hacer o cómo deben vivir sus vidas, en realidad dañas su independencia al tratar de controlarlos.
    • Toma tiempo aceptar los deseos de tus hijos. Si no entiendes de inmediato la razón por la que tu hijo quiere ser un artista cuando tú eres un doctor, pídele que te lo explique y tómate el tiempo para escuchar y comprender.
    • Si tratas de controlar demasiado a tus hijos, se resentirán contigo y dejarán de ser honestos.
    • Deja que tus hijos tomen sus propias decisiones al permitirles ser independientes y de mente abierta. Es posible que quieras que jueguen béisbol, pero inscríbelos en una serie de actividades y deja que decidan lo que más les gusta.
  2. Para ser un buen padre, debes entender que tus hijos no crecen en el mismo entorno en el que te criaste, aun si los crías en la misma época. Con la globalización, la influencia de las redes sociales y las políticas cambiantes de la sociedad actual, es probable que tus hijos estén menos protegidos que tú y que sean más conscientes de los problemas y cambios en la sociedad moderna. [6]
    • Por lo tanto, sé consciente de que cosas como las perforaciones corporales, el sexo prematrimonial y los viajes alrededor del mundo son algo común hoy en día en comparación a cuando eras joven. Acepta que tus hijos son un producto de las épocas y que es posible que quieran explorar el mundo más de lo que tú lo hiciste.
    • Es posible que sientas que sabes exactamente la manera en la que el mundo debe funcionar, pero debes dejar que tus hijos se expresen por sí mismos y compartan sus puntos de vista contigo.
  3. Si quieres ser un padre comprensivo, debes aceptar que, al igual que tú, tus hijos no son perfectos y que cometerán errores. La vida está llena de errores que les ayudan a aprender y debes aceptar que muchas lecciones son necesarias (ya sea que tu hijo se vea envuelto en un accidente automovilístico menor, falle en un examen debido a que no estudió o que salga con la mujer equivocada cuando debe conocer a una mejor.
    • Si no permites que hijos fallen, no aprenderán nada. Si bien puedes querer protegerlos, dejar que cometan sus propios errores los ayudará a tomar decisiones mejor informadas.
    • Debes continuar disciplinando a tus hijos de la manera adecuada cuando cometan un error, pero también debes hablar acerca de lo que hicieron mal y permitirles ver lo equivocado de su decisión en lugar de solo gritarles.
  4. Si quieres ser un buen padre, debes ser consciente de los momentos en los que tus hijos atraviesan por un momento particularmente difícil y ser atento con sus necesidades. Quizás a tu pequeño hijo le cuesta mudarse a una ciudad nueva y no tiene ningún amigo o tal vez tu hija atraviese por su primera ruptura amorosa y se encuentre emocionalmente destrozada.
    • Si bien no puedes excusar completamente el comportamiento distante o emocional de tus hijos, debes ser consciente de lo que pasa por sus mentes para que puedas ser más comprensivo y puedas hablar con ellos cuando tengan un problema.
    • El solo hecho de decir “Sé que pasas por un momento difícil. ¿Quieres hablar de eso?” le ayudará a tu hijo a saber lo mucho que te preocupas.
    • Intenta ponerte en el lugar de tu hijo. Si estás frustrado, comprender el problema por el que atraviesa tu hijo te ayudará a entender su comportamiento.
  5. La vida de un niño puede estar llena de presiones, ya sea de los hermanos o compañeros de la escuela hasta de los maestros o entrenadores. Ayuda a tus hijos a entender sus deseos, y a evaluar sus capacidades y limitaciones. Ayúdalos a fijarse metas y aliéntalos a desarrollar todo su potencial pero evita vivir indirectamente a través de ellos esperando que logren lo mismo que tú o las cosas que no pudiste hacer.
  6. No asumas que una vez que tu hijo alcance la mayoría de edad o que tenga un título universitario tu trabajo como padre habrá terminado. Si bien es importante alentar a tus hijos a volverse independientes financiera y emocionalmente, también es importante hacerles saber que te preocupas, que siempre estás ahí para ellos y que los valoras.
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Consejos

  • Ten paciencia con todo lo que hagas por tus hijos.
  • Siempre escucha a tus hijos.
  • Siempre habla con tus hijos, no a ellos.
  • Practica lo que predicas guiando con el ejemplo y no inventes excusas para tus propias acciones como decir: “Haz lo que diga, no lo que haga”.
  • El objetivo de disciplinar a tu hijo es mostrarle que su conducta es inapropiada e inaceptable. El uso de la fuerza es pocas veces (o nunca) necesario para alcanzar esa meta, independientemente de la edad del niño. Por lo general, otros métodos, como el privar al niño de algo que valora, pueden ser más eficaces con el tiempo, mientras que al mismo tiempo preservas su autoestima y su respeto por ti como padre. Enseñarle a un niño a diferenciar lo bueno de lo malo es un proceso. Los métodos disciplinarios que parecer lograr resultados a corto plazo podrían presentar consecuencias negativas involuntarias a largo plazo.
  • Paga la manutención a tiempo.
  • No olvides que esta es una pequeña guía con consejos prácticos, pero siempre viene bien aceptar consejos de padres experimentados.
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Acerca de este wikiHow

Resumen del artículo X

Lo más importante para ser un buen padre es pasar tiempo con tus hijos. Designa algunos días de la semana para tener un tiempo familiar, incluso simplemente para ver una película o preparar la cena juntos. Además, trata de estar presente en los momentos trascendentales, como el primer día de clases, la graduación o los juegos deportivos importantes. Transmíteles a tus hijos lo que has aprendido, desde las lecciones fundamentales, como la forma de superar una ruptura, hasta las más pequeñas, como la técnica para atar los cordones de los zapatos. Asimismo, forma un equipo con la madre de tus hijos para disciplinarlos de una manera firme, amorosa y coherente cuando hagan algo mal.

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