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Tener una mascota en la infancia puede ser beneficioso de muchas maneras. Esto puede enseñarte el valor de la responsabilidad, el compañerismo y el cuidado de otro ser vivo. Esto no es algo temporal, sino que es una responsabilidad permanente de la que tendrás que encargarte a diario. Debes cuidarla de forma apropiada para no descuidar sus necesidades y ayudar a tus padres a entrenarla para que se porte bien. Asimismo, debes lidiar responsablemente con todo problema que tenga para no lastimarla de ninguna manera.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Cuidar a tu mascota

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  1. Primero debes darle los elementos de primera necesidad, incluida la comida y agua fresca. Quizás tus padres ya hayan creado un horario de alimentación con horas fijas a las que debas darle de comer. Síguelo y pregúntales a tus padres si puedes ayudarles a darle comida y agua todos los días. [1]
    • Puedes ayudarlos a colocar la comida en su tazón y verificar que se la coma toda. También podrías darle una golosina saludable con la supervisión de unos de tus padres.
    • Siempre pregúntales si es hora de alimentarla antes de hacerlo. La mascota podría tener un horario de alimentación estricto para que no coma en exceso o de manera insuficiente.
    • Si tienes un perro, conejo, ave o hámster, también debes supervisar su tazón de agua, ya que podría beber mucha en el transcurso del día. Siempre mantenlo lleno con agua fresca. Si tienes menos de 10 años, podrías necesitar ayuda para cargar un recipiente con agua y verterla en su tazón.
  2. También puedes ser un buen dueño al limpiar lo que ensucie. Esto consiste en retirar la comida que caiga de su tazón y el agua alrededor de él, de modo que su área de alimentación esté limpia. Además, puedes recoger sus juguetes y colocarlos en un recipiente o en una sola área para que no estén esparcidos por toda la casa. [2]
    • También puedes ayudar a tus padres a limpiar la jaula o el espacio en donde viva. Si tienes un hámster, un ave, una lagartija o un conejo, podrías ayudar a tus padres a reemplazar la cubierta de periódico de la jaula o ayudarlos a recoger las heces. Si tienes un pez, podrías ayudarlos a cambiar el agua del acuario para que esté limpia y fresca.
    • Siempre usa guantes o un pañuelo para recoger las heces. Lávate bien las manos después de tocar sus heces.
  3. También puedes ayudar a acicalarla con frecuencia. Según el tipo de mascota que tengas, esto podría consistir en cepillar a tu perro, conejo o gato una vez al día. Podrás hacerlo por tu cuenta o con la supervisión de tus padres. [3]
    • Si tienes un perro, también puedes asegurarte de que reciba un baño una vez a la semana para que se mantenga limpio. Puedes ayudar a tus padres a bañarlo o hacerlo por tu cuenta. Usa las técnicas adecuadas para bañarlo.
    • No trates de bañar a otras mascotas, como un conejo, un ave, un hámster o un gato. Ellos pueden limpiarse y no necesitan baños frecuentes.
    • Si tienes un perro, debes revisarlo en busca de pulgas o garrapatas a diario. Si notas que tiene pulgas o garrapatas, debes decírselo a tus padres.
  4. Si tienes un perro, tendrás que pasearlo a diario, sobre todo si es de tamaño mediano o grande. Debes crear un horario de paseo con tus padres y ayudarlos a pasearlo. Puedes colocarle el collar o arnés, y pasearlo sujetando la correa, con la supervisión de uno de tus padres. [4]
    • Si es un cachorro, solo debes pasearlo por 5 a 10 minutos al día. Pregúntales a tus padres con qué frecuencia puedes pasear a tu nuevo cachorro y sigue sus indicaciones.
    • Si tienes otras mascotas (como un gato, un ave, un hámster o un conejo), quizás no tengas que pasearlo. En lugar de ello, debes pasar tiempo jugando con ellas para que se ejerciten un poco.
  5. Debes jugar con ella como mínimo por 10 a 15 minutos al día para que sienta que la quieres y la aceptas. También debes usar palabras alentadoras y premiarlo con una golosina si se porta bien.
    • Usa los dedos para acariciarla con cuidado. Siempre juega con ella de forma delicada para no lastimarla.
    • Usa juguetes para jugar con ella. Puedes usar un puntero láser para estimular a tu pez o una golosina para enseñarle a tu ave un nuevo truco divertido. También puedes usar pelotas para jugar con tu gato o perro.
    • No juegues con ella con demasiada frecuencia y dale un tiempo de descanso durante el día. Ella necesita tiempo para tomar una siesta y descansar, para que no esté demasiado cansada o estresada.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Ayudar a tus padres a entrenarla

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  1. Debes entrenar a tu mascota de forma apropiada para garantizar que viva contigo y tus padres sin problemas. Si está bien entrenada, causará menos problemas cuando se cruce con otras mascotas y desconocidos fuera de tu casa. Debes conversar sobre su entrenamiento con tus padres e incluir órdenes básicas de obediencia, sobre todo si es un perro.
    • Debes cooperar con ellos para enseñarle a sentarse, quedarse quieto y acudir a ti cuando lo llames . También debes aprender a tranquilizarlo cuando alguien esté en la puerta o cuando esté cerca de personas y perros nuevos.
  2. Tampoco le des alimentos o golosinas que tus padres prohíban. Si le das alimentos poco saludables, esto podría entrar en conflicto con su entrenamiento y causarle problemas de salud. [5]
    • Asimismo, no le des comida de tu plato, incluso si tus padres no te están viendo. Esto puede entrar en conflicto con su horario de entrenamiento y de alimentación.
    • No coloques comida poco saludable en su jaula. Algunas mascotas no pueden comer comida para humanos porque puede enfermarlas, así que siempre consulta con tus padres antes de darle una golosina a tu mascota.
  3. Probablemente tengan sus propias reglas de casa para la mascota, como no dejar que se suba a los muebles o que acceda a ciertas áreas de la misma. Asegúrate de que siga estas reglas, incluso cuando tus padres no estén en casa. De esta forma, no estará confundida sobre ellas y no fomentarás el mal comportamiento.
    • Si no estás seguro de las reglas de la casa para tu mascota, puedes pedirles a tus padres que las escriban y las coloquen en un área accesible, como la refrigeradora o la puerta principal. Luego podrás revisarlas si no sabes con certeza si puede hacer ciertas cosas en la casa.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Lidiar con los problemas de tu mascota de forma responsable

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  1. Siempre debes dejar que ellos lidien con tu mascota cuando se porte mal, ya que no debes ser agresivo con ella. Ella podría molestarse y correrás un mayor riesgo de lesionarte que tus padres si esto ocurre. [6]
    • En lugar de ello, indícales si se está portando mal y deja que se encarguen de ello de forma apropiada. A medida que crezcas, podrían enseñarte a abordar su mal comportamiento de una manera positiva y útil.
  2. Podrías notar que tu mascota luce enferma y muestra signos de una afección o un problema de salud. Si notas algo, díselo a tus padres de inmediato, ya que podrán llevarla al veterinario para que la evalúe.
    • Es importante que la supervises y le prestes atención con frecuencia, ya que esto garantizará que notes todo problema de salud antes de que se vuelva grave. También puedes conversar sobre los síntomas de las enfermedades comunes con tus padres para que sepas qué signos debes buscar en tu mascota.
  3. Cuando crezcas, tus labores como su dueño podrían cambiar. Quizás tus padres consideren que eres lo suficientemente maduro como para ayudarlos con otras tareas relacionadas con ella. Cuídala bien en la actualidad para que consideren que pueden confiarte más responsabilidades en el futuro.
    • Los niños de más de 10 años por lo general pueden asumir muchas de las responsabilidades básicas del cuidado de una mascota. Tus padres pueden supervisarte desde lejos, pero probablemente te dejarán que completes muchas de las tareas diarias necesarias para cuidar bien de tu mascota.
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