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Ser una mamá estupenda puede significar muchas cosas, pero suele asociarse con una madre que es una figura paterna y, al mismo tiempo, una amiga. Una mamá estupenda establece límites, pero también les permite a sus hijos ser ellos mismos. Lo más importante es que trata de conectarse con sus hijos y, al mismo tiempo, los ama, los aprecia y los respeta por lo que son.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Involucrarte en la vida de tus hijos

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  1. Cuando empiecen a confiarte cosas más profundas que suceden en sus vidas, recuerda que debes escucharlos con amor y sin juzgarlos. Sin embargo, tampoco esperes que te cuenten todo. Respeta su espacio, privacidad e independencia, y confía en que puedes tener una relación fuerte con ellos sin conocer cada detalle de sus vidas. [1]
    • Para expresar tu buena voluntad de escuchar, puedes decir algo así como “David, quiero que sepas que te amo de forma incondicional, y siempre estoy dispuesta a apoyarte y a escuchar cualquier problema tengas. Aunque sepas que no me agradará lo que dirás, quiero que sepas que estoy aquí para escucharte sin juzgarte”.
  2. Sin importar si se trata de una conversación sobre la escuela, las relaciones, la política o el clima, hablar con tus hijos es una parte importante de ser una mamá estupenda. Hablar con tus hijos no siempre es fácil, sobre todo en las edades difíciles, como la adolescencia. Sin embargo, el hecho de que te esfuerces por comunicarte y escuchar sus pensamientos, sentimientos y opiniones tendrá un impacto posterior en tu relación con ellos y en tu condición de mamá estupenda.
    • Hazles preguntas a tus hijos. Por ejemplo, para iniciar una conversación, puedes preguntar “¿Cuál fue la mejor parte de tu día en la escuela?”, “¿Cómo te sentiste cuando Juan no invitó a su fiesta de cumpleaños a tus demás amigos?” o “¿Te molesta cuando tu novio te recoge tarde para una cita?”. Después de iniciar la conversación, quizás obtengas una mejor perspectiva de los sentimientos y las opiniones de tus hijos de lo que creías posible.
  3. En particular, si tus hijos se acercan a ti con un tema importante o delicado, merecen que les prestes toda tu atención. Por ejemplo, en esta era tecnológica, es muy importante que dejes a un lado el teléfono cuando converses con tus hijos. [2] Demuéstrales que son tu máxima prioridad.
    • Apaga la radio o la televisión. Es difícil prestarle toda tu atención a alguien si tienes otras distracciones cerca.
    • No los interrumpas. Aunque sea difícil, trata de escuchar a tus hijos y procura no sermonearlos. Si tus hijos sienten que les espera un sermón cada vez que hablan contigo, serán más reacios a hacerlo.
    • Haz que tu lenguaje corporal demuestre tu interés. Voltéate hacia tu hijo para poder entablar adecuadamente una conversación con él. Haz contacto visual y procura que tus expresiones faciales sean lo más neutrales que puedas.
    • Acepta que quizás no siempre te agradará lo que escuches. Es inevitable que tus hijos hagan, digan o crean cosas con las que no estés de acuerdo. Sin embargo, es importante que escuches con atención y, en la medida de lo posible, tengas una mente abierta.
  4. Al igual que es importante que escuches a tus hijos, otra parte de ser una mamá estupenda es que les correspondas con honestidad. Esto te ayudará a ganarte su confianza y respeto.
    • Permite que tus hijos sepan que cometes errores. No temas admitir ante tus hijos si has cometido un error y no temas disculparte al respecto. Si les demuestras a tus hijos que también eres humana, sentirán que pueden relacionarse contigo de una forma más realista.
    • Habla con tus hijos sobre tus propias experiencias de vida. Por ejemplo, quizás quieras contarles sobre una ocasión en que tu propia madre te descubrió en una mentira o te metiste en problemas en la escuela. Cuéntales sobre los triunfos y las aflicciones que enfrentaste en tu travesía hacia la adultez. Tus hijos valorarán la sensación de que puedes identificarte con ellos.
  5. Un toque tierno de su madre puede ayudarle mucho a tu hijo si tuvo un mal día en la escuela o se peleó con un amigo. Todos los humanos anhelan un toque físico, por lo que un abrazo cálido (o lo que elijas para demostrar afecto) o un beso pueden fortalecer la relación con tu hijo. [3] [4] No subestimes el poder básico de un toque físico. [5]
    • El afecto también es una buena forma de demostrar que estás orgullosa de tus hijos. Las mamás estupendas no temen decirles a sus hijos que están orgullosas de ellos, y tampoco temen demostrarlo.
    • Si no eres del tipo de persona a quien le agradan las muestras físicas de afecto, expresa lo que sientes por tus hijos de una forma verbal. El simple hecho de decirles “Los amo” o “Son unos hijos fantásticos” aumentará su seguridad y fortalecerá tu vínculo con ellos.
  6. Cuando tus hijos están con sus amigos o compañeros, quizás no sea el mejor momento para ser muy cariñosa con ellos. Sin embargo, cuando están solos en casa, es un momento excelente para demostrarles afecto. Asegúrate de demostrarles o decirles que los amas en momentos que no sean vergonzosos para ellos. En particular, evita ser muy cariñosa en público.
  7. Conoce a sus amigos, aprende las reglas de los deportes que practican y averigua qué es lo que más les gusta de sus pasatiempos. Hazles preguntas sobre lo que les gusta hacer y por qué. Aunque no participes de forma activa en esas actividades con ellos, trata de entenderlas. [6]
    • Asiste a sus conciertos de coro, eventos deportivos, obras de teatro escolares, recitales de piano, etc. Nada hace que una mamá sea más estupenda que estar en el público apoyando a sus hijos. Ten como prioridad estar presente y, si es posible, involúcrate. Por ejemplo, puedes llevarle al equipo de futbol de tu hijo algunas rodajas de naranja para que las coman durante el medio tiempo. [7]
    • Pídeles que te expliquen el procedimiento de uno de sus pasatiempos preferidos e intenta hacerlo. De esta forma, tus hijos sentirán que en verdad te interesan sus vidas. Como alternativa, puedes hacer que tus hijos participen en tus pasatiempos. Las investigaciones demuestran que, si involucras a tus hijos en tus pasatiempos, se crea una unión entre ustedes. [8]
  8. Nunca trates de acorralar a tus hijos para que hagan ciertas actividades si les interesan otras cosas.
    • Cuando tus hijos encuentren actividades y pasatiempos que les interesen, participa sin abrumarlos. Involúcrate en sus pasatiempos e intereses, pero deja que exploren y desarrollen sus pasiones por sí mismos, de una forma que les permita crecer y desarrollarse junto a sus compañeros. Demuestra un nivel adecuado de entusiasmo; esto podría significar asistir siempre a los partidos de futbol de tu hijo, pero sin llevar tu propio megáfono para animarlo.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Conectarte con tus hijos

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  1. Aprender a usar las redes sociales más recientes que probablemente tus hijos utilicen puede ser una forma excelente de demostrar que estás al día con la última tecnología. Además de convertirte en una mamá estupenda, también es una forma sutil de vigilar las actividades de tus hijos y a sus amigos.
    • Sé “amiga” de tus hijos en las redes sociales, pero sin asfixiarlos. Aunque el hecho de tener un perfil de Facebook puede convertirte en una mamá estupenda, publicar constantemente en la página de tus hijos o hacer comentarios de sus actividades de una forma excesivamente protectora puede hacer que dejes de ser una mamá estupenda y hacer que tus hijos lamenten tu presencia en línea. Limita tus interacciones de Facebook (e Instagram, Twitter, etc.) a darle “Me gusta” y quizás hacer un comentario de vez en cuando.
    • Establece límites. No es recomendable que publiques declaraciones o sentimientos demasiado personales en las redes sociales de tus hijos. Nunca regañes a tus hijos en su página por el uso que hacen de las redes sociales; en lugar de eso, aprovecha la oportunidad de tener una conversación abierta, honesta y productiva con ellos. Mantén cierta distancia en las redes sociales.
  2. Asigna un día especial (puede ser una vez al mes, una vez por temporada o una vez al año) y úsalo para pasar tiempo a solas con uno de tus hijos. [9] Elige un día distinto para cada hijo para permitir que se produzca un vínculo importante entre madre e hijo. Sin importar si hacen la misma actividad cada vez o prueban cosas nuevas, tu hijo y tú valorarán el tiempo que pasen juntos. Estas son algunas sugerencias para pasar el día:
    • Crea un día de glamour para chicas. Pueden ir de compras, recibir un masaje, hacerse la manicura, ir a almorzar a un lugar elegante y beber champaña (o salir a tomar “cócteles sin alcohol” o batidos, si tu hija no tiene la edad legal para beber).
    • Reciban una clase. Prueba una actividad organizada para crear nuevos recuerdos, como una clase de yoga en un gimnasio, una clase de cocina en un restaurante local o una clase de alfarería en un estudio de arte.
    • Vayan a un evento especial. ¿Tus hijos tienen preferencia por un equipo deportivo o una banda? Si es posible, llévalos a un evento en vivo; de lo contrario, planifica una “cita” especial para ver el juego o el espectáculo en la televisión.
  3. Conocer a las personas con las que tus hijos pasan la mayor parte del tiempo es una parte importante de ser madre y puede fortalecer tu papel de mamá estupenda. Aunque ser una mamá estupenda no significa que debas permitirles participar en actividades que quizás no te agraden, sí significa que debes esforzarte por aceptar a sus amigos por quienes son.
    • Acepta el hecho de que empezarás a sentir como si algunos de los amigos de tus hijos fueran tus propios hijos, mientras que otros no harán más que decirte “hola” entre dientes. Lo más importante es que hagas que tus hijos sientan que pueden ser amigos de cualquier persona.
  4. Anima a tus hijos para que lleven a sus amigos a la casa. Lo más importante es que tu hogar sea un lugar donde se sientan cómodos y donde quieran pasar tiempo.
    • Debes estar presente, pero no ser controladora. Es buena idea detenerte en la habitación donde están tus hijos con sus amigos y los saludes, pero no exageres en tu bienvenida. Vigila las actividades en marcha, pero evita merodear.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Encontrar un equilibrio

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  1. Recuerda que, después de todo, sin importar si te consideran estupenda o no, eres su madre y la única que tienen. No trates de jugar el papel de hermana mayor ni de mejor amiga si eso implica descuidar tu papel de mamá.
    • No temas decir que no. Algunas veces, como madre, te verás obligada a tomar una decisión poco agradable. Aunque esta es una demostración del amor que sientes por tus hijos, es poco probable que ellos lo vean de esa forma. Este es el momento en que debes desempeñar tu papel principal de madre, pero asegúrate de premiarlos si hacen lo que se les ordena.
    • Debes estar presente cuando y donde te necesiten. Una madre es quizás la única persona que no se enojará porque su hijo la llame a la 1 a. m. “solo para hablar” si ha tenido un día muy malo. Sé esa persona para tus hijos y prepárate para ofrecerles orientación, sabiduría y un oído para escucharlos a cualquier hora del día.
    • Mantén cierta distancia. Deja que tus hijos tengan sus propias experiencias, tomen sus propias decisiones y vivan su propia vida. Míralos crecer y convertirse en lo que tú les ayudaste a convertirse.
  2. Establece normas y respétalas. Asegúrate de que un castigo sea acorde al delito. Aunque el hecho de disciplinar a tus hijos no te haga parecer una mamá estupenda en ese momento, recuerda que les enseñas una lección y les inculcas valores que, sin duda, te convertirán en una mamá estupenda a medida que tus hijos vayan creciendo y se den cuenta de que todo lo haces por amor. Sin embargo, es posible que no quieran hablar contigo durante un buen tiempo por lo que les hayas dicho, así que sigue siendo amable y, si te piden un par de minutos más, dáselos.
  3. Sin importar si decides aumentar su mesada, invitarlos a comer a su restaurante favorito o llevarlos a un parque de diversiones o al cine, premiar a tus hijos te convertirá en la mamá más estupenda del mundo.
    • No uses los premios como un soborno. En lugar de eso, úsalos como una recompensa o como un regalo “simplemente por ser tú”. Esto fomentará la conducta positiva de tus hijos y hará que se sienta especiales.
  4. Tus hijos tendrán secretos y esta es una parte importante de su crecimiento. [10] Si eres muy entrometida o fisgoneas en las pertenencias de tus hijos, seguramente crearás tensión en la relación. A menos que tengas un verdadero motivo para preocuparte por algo que tus hijos hagan, respeta su espacio personal y deja que tengan secretos.
    • Si crees que tus hijos pueden estar involucrados en algo que podría ser perjudicial para ellos mismos o para alguien cercano, es importante que converses con ellos y abordes el problema cuanto antes. Esto no te da permiso para fisgonear, pero en circunstancias que lo ameriten, es posible que debas infringir la privacidad de tus hijos si sientes que corren algún peligro.
  5. Es necesario que tus hijos tengan límites y te respetarán por establecerlos. [11] [12] Recuerda que, ante todo, tus hijos te necesitan como madre y luego como amiga.
  6. Lo más especial con respecto a tus hijos es que se convertirán en personas completamente únicas con sueños, deseos, ambiciones y emociones propias. La forma más fácil y conveniente de ser una mamá estupenda es simplemente amar a tus hijos y orientarlos a medida que van creciendo.
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