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Cuando piensas en ser voluntario en un refugio de animales, podrías pensar en pasear perros o cepillar gatos. No obstante, ¡hay muchos trabajos adicionales que están disponibles! Los refugios por lo general necesitan voluntarios para el trabajo en oficina, eventos de adopción, limpieza de platos y tazones de comida, limpieza del refugio, eventos especiales (por ejemplo, programas de adopción y exhibiciones), promoción de animales y muchas responsabilidades más importantes. Antes de que seas voluntario, tendrás que prepararte para trabajar duro, dedicar tu tiempo y posiblemente lidiar con animales que estén enfermos o que sean maltratados.

Método 1
Método 1 de 3:

Encontrar el refugio adecuado

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  1. La organización podría tener una persona de contacto o un “coordinador voluntario que te ayudará a involucrarte con la institución. Visita la página web del refugio y revisa cualquier información para voluntarios. [1] Algunos refugios no ofrecerán mucha información en la página web y otros es posible que no tengan página.
    • Busca en línea los refugios que están cerca de tu casa u oficina. Considera la distancia desde tu casa, el tipo de animal y las necesidades de un determinado refugio. Si hay dos que están uno al lado del otro, pero uno de ellos tiene una mayor urgencia de voluntarios, entonces podría ser mejor que escojas el que tiene necesidades.
  2. La mayoría de los refugios reciben perros y gatos, pero te podría ser difícil encontrar un centro que se encargue de mascotas más exóticas. Podrías escoger entre trabajar con perros y gatos o se te podría pedir que te encargues de ambos. Ten en cuenta que tal vez al principio ni siquiera se te permita trabajar con animales. Con frecuencia tendrás que trabajar en el refugio por un tiempo antes de que puedas tratar con los animales de forma directa.
  3. Dependiendo del refugio, tal vez te asignen a un trabajo específico o tal vez podrías desarrollar varias tareas a medida que surjan. Así, es posible que se te pida que completes una determinada cantidad de horas de tareas de apoyo antes de que se te permita trabajar directamente con animales. Con frecuencia, es necesario hacer tareas como lavar prendas, lavar platos, fregar pisos y hacer trabajos en oficina a fin de un refugio funcione sin problemas. [2]
    • Pregunta sobre los programas de voluntariado dentro y fuera del lugar. La mayoría de los refugios necesitan personas para ayudar en las instalaciones: pasear perros, cuidar gatos y asear varios animales. Sin embargo, muchos refugios también tienen eventos de recaudación de fondos o eventos de adopción fuera del lugar con los que podrías ayudar.
    • Si tienes alguna habilidad especial relacionada con el trabajo en refugios, ¡cuéntaselo al refugio! Los voluntarios pueden brindar apoyo en la página web, ofrecer asistencia legal, donar servicios médicos, fotografiar animales adoptables para las páginas web de adopción o incluso crear y donar obras de arte originales para la venta en beneficio del refugio. [3]
  4. La mayoría de las oportunidades de voluntariado se dan durante el horario laborable del refugio; no obstante, es posible que también te pidan que cuides animales y que hagas trabajo de mantenimiento durante las horas en que no atienden. Los refugios por lo general atienden los siete días de la semana, aunque atienden menos horas los sábados y domingos.
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Método 2
Método 2 de 3:

Postular para ser voluntario

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  1. Llama, visita la página web o visita el refugio de forma personal. Mira cómo es el entorno y observa qué tan saludables y felices parecen estar los animales. Si todavía piensas que es el lugar adecuado para ti, pide una solicitud para ser voluntario. La mayoría de los refugios te dará un formulario para completar, junto con una lista de pautas básicas.
    • ¡No seas tímido! Hazle al personal cualquier pregunta que tengas sobre el voluntariado.
    • Si es posible, habla directamente con el dueño o con un empleado del refugio. Un empleado o voluntario actual por lo general te pondrá en contacto con el dueño en caso de que no esté disponible cuando estés ahí.
  2. Podría ser un formulario físico o digital. Tal vez tengas que entregar un certificado de nacimiento o un documento de identificación con foto. Llena la solicitud de forma cuidadosa y veraz, y asegúrate de que toda la información sea correcta. [4]
    • Es posible que tengas que completar una verificación de antecedentes penales. Los refugios querrán asegurarse de que sus voluntarios son personas confiables.
    • Busca un número telefónico si no puedes encontrar una solicitud. Llama al refugio y pregunta si buscan voluntarios. También puedes simplemente visitar el refugio de forma personal cuando tengas una tarde libre.
  3. Los diversos refugios tienen requisitos diferentes, los cuales a menudo dependen del trabajo específico que harás. Si quieres trabajar directamente con los animales, será útil tener experiencia previa con animales. Como regla general, debes:
    • tener al menos 16 años o, en algunas ocasiones, 18 (si tienes menos edad, algunos refugios contarán con programas familiares de voluntariado en donde los padres y niños podrán ir a trabajar juntos, por lo tanto, averigua en varios refugios, ya que, si no tienes suficiente edad para ser voluntario en un centro, tal vez sí tengas suficiente edad para colaborar en otro);
    • ser capaz de comprometerte en un puesto de voluntario a largo plazo (algunos refugios requieren un compromiso de hasta 1 año para que así vean que vale la pena el tiempo en capacitarte, de esta forma, muchos refugios requieren un mínimo de un turno programado de forma regular cada dos semanas, el cual puede durar 2 horas o más, dependiendo de cuánto trabajo sea necesario hacer);
    • ser capaz de cumplir con las tareas físicas (la mayoría de las tareas de voluntario requieren que puedas estar de pie o caminar hasta por 3 horas y que, además, puedas levantar 10 k (20 lb) o más);
    • ser capaz de escuchar, ver e interpretar el comportamiento animal y el lenguaje corporal (esto será más importante si trabajarás directamente con animales);
    • ser capaz de mantener una actitud positiva (puede ser difícil controlar emocionalmente un lugar de trabajo estresante).
  4. Muchos refugios tienen una sesión de capacitación para los nuevos voluntarios antes de que puedan empezar oficialmente. Esto por lo general incluye hacer un recorrido por las instalaciones, revisar las instrucciones sobre los trabajos a realizar, conocer al personal, etc. Dependiendo del refugio, es posible que debas confirmar tu asistencia a una sesión de capacitación grupal que realicen una vez al mes. Otros refugios te capacitarán cada vez que puedas estar disponible. Pide más información al personal del refugio.
    • Haz cualquier cosa que el refugio te diga que debes hacer antes de empezar. Por ejemplo, es posible que tengas que vacunarte contra enfermedades comunes que transmiten los animales.
  5. Tal vez puedas ofrecerte como voluntario después del trabajo o escuela o los fines de semana durante la mañana o tarde. El dueño del refugio por lo general te dirá lo que puedes hacer a la hora programada: bañar a los animales, socializarlos, alimentarlos, etc. Algunos refugios han elaborado “turnos” para los voluntarios, mientras que otros simplemente permiten que los ayudantes los visiten cada vez que tengan tiempo. Algunos refugios solo permiten una determinada cantidad de voluntarios a la vez. Pregúntale al personal qué días y horarios están disponibles y encuentra uno que se ajuste a tu horario.
  6. No te desanimes si el dueño te dice que no necesita ningún voluntario en ese momento. No te rindas si no hay un horario disponible que funcione para ti. Pídele al refugio que te ponga en una lista de espera de voluntarios. Una vez que estés en esa lista, es probable que te llamen y que te pidan ayuda una vez que haya algo por hacer.
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Método 3
Método 3 de 3:

Ser voluntario

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  1. Es posible que tengas que llevar tu propio almuerzo. Vístete de forma adecuada para el clima si trabajarás en un lugar externo. Considera llevar zapatillas o botas de goma, según tus tareas. No deberás utilizar joyas o adornos brillantes, ya que no querrás que los animales los rompan, jalen o tiren. También es una buena idea llevar vendajes, peróxido y crema desinfectante.
  2. Algunas personas piensan que los animales de los refugios son indeseables o desagradables de alguna forma. Una de las cosas más beneficiosas que puedes hacer es compartir con la gente los datos positivos sobre tu refugio, en especial con aquellos que nunca antes han adoptado una mascota. Al ayudar a cambiar la mentalidad del público, podrás ayudar a que más animales encuentren sus “hogares definitivos”.
  3. Si no puedes permitirte pasar mucho tiempo como voluntario en un refugio, todavía podrás ayudar al donar dinero y artículos para cuidado de los animales. Los refugios necesitan alimentos, juguetes, cama de animales y artículos de aseo personal para cada uno de los animales que tienen bajo su cuidado. La mayoría de los refugios estarán encantados de aceptar donaciones de artículos usados. Solicita una lista de las cosas que necesitan, las cuales pueden ser:
    • alimentos para mascotas, premios para mascotas, artículos para alimentar y tazones
    • mantas, toallas o almohadillas o cama de animales para las jaulas (trata de ir a un hotel local y pide las sábanas manchadas)
    • desinfectantes, artículos de aseo y periódicos para el entrenamiento y limpieza de los cachorros
    • juguetes, postes para raspar y pelotas
  4. Cuando acoges a un animal, te comprometes a llevarlo a tu casa y a cuidarlo. Es tu trabajo ayudarlo a que esté sano y socializarlo antes de que sea puesto en adopción. Asegúrate de tener espacio para un perro o gato temporal en tu casa y pregúntate si tienes la energía para cuidarlo. Si es así, pregunta si el refugio tiene un programa de crianza. Esta es una gran responsabilidad, pero puede ser muy gratificante.
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Consejos

  • ¡No tengas miedo! La mayoría de los animales tienen miedo y extrañan a sus familias y solo necesitan que alguien los ame. Abre tu corazón y muestra un poco de amor a los animales descuidados y ellos a cambio se abrirán a ti.
  • ¡Los voluntarios son muy valorados! ¡Si entras a un refugio, prepárate para ser apreciado por tu presencia y por las cosas que hagas en el refugio! Hay tantas cosas por hacer y hay tan poco tiempo para hacerlas.
  • El voluntariado en un refugio es diferente a trabajar en un refugio. Si eres voluntario, ofreces tu tiempo sin que te paguen por ello.
  • Si no puedes ser voluntario, todavía podrás ayudar al refugio al donar dinero en vez de tiempo. Considera la posibilidad de adoptar una mascota amigable del refugio como acompañante.
    • La mayoría de los refugios tendrán una lista de “Suministros necesarios”. Fíjate si hay algo que puedes donar al refugio.
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Advertencias

  • El trabajo de voluntariado no es todo un encanto y jugar con cachorros mimosos. Con frecuencia puede implicar hacer trabajo sucio, por ejemplo, recoger las heces, limpiar jaulas o perreras, etc.
  • Asegúrate de sentirte bien antes de ser voluntario. Si estás enfermo, podrías enfermar a los animales. Algunas enfermedades se pueden transmitir entre las personas y animales.
  • No todos los animales de un refugio son amigables. El personal debe enseñarte a tratar a los animales que no están bien socializados. Es posible que los voluntarios no tengan permiso para tratar a algunos animales.
  • Si tienes menos de 16 años, muchos refugios no te permitirán ser voluntario. Algunos tienen programas para que los adolescentes más jóvenes se ofrezcan como voluntarios con los animales; no obstante, estos programas por lo general tienen un costo.
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