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Ya conseguiste un saxofón y ha llegado el momento de tocar tu primera nota. Con el saxofón y la boquilla completamente ensamblados y listos para empezar, puede ser tentador soplar en la boquilla de inmediato para conseguir la primera nota. Sin embargo, soplar en un saxofón y producir una nota es un poco más complicado que eso. Significa sostener el saxofón correctamente, colocar los dedos en las posiciones apropiadas y ajustar la boca para producir un buen sonido.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Sujetar el saxofón correctamente

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  1. Mantén la espalda recta y la barbilla derecha. Con los pulgares en posición, mantén la boquilla del saxofón hacia el centro de tu cuerpo, con el extremo del saxofón apoyado en la pierna derecha.
  2. La parte trasera de un saxofón suele tener dos piezas negras de plástico, una cerca de la parte inferior del saxofón y otra cerca de la parte superior. Sostén la parte inferior del saxo con el pulgar derecho dejando que el resto de los dedos se curven alrededor de la parte delantera. Luego, coloca el pulgar izquierdo en el soporte superior con los otros dedos hacia el frente. [1]
    • Los dedos deben tener mucha movilidad y los pulgares deben ser capaces de sostener la mayor parte del peso del saxofón.
  3. Enrolla los dedos izquierdos alrededor de la parte delantera del saxofón. Deben descansar naturalmente sobre cuatro llaves perladas, tres grandes y una pequeña. Coloca el dedo índice sobre la llave superior. Sáltate el botón pequeño y coloca el dedo medio sobre la llave media. Luego, pon el cuarto dedo sobre la llave inferior. [2]
    • El dedo meñique estará suspendido sobre otras llaves, pero por el momento no tienes que preocuparte por ellas.
  4. Una vez más, enrosca los dedos derechos hacia la parte delantera del saxofón. Habrá tres llaves principales que estarán naturalmente bajo los dedos si tienes el pulgar en el lugar correcto. Coloca el dedo índice en la llave superior, el dedo medio en la llave media y el cuarto dedo en la llave inferior. [3]
    • El meñique caerá naturalmente sobre otras llaves, pero no tienes que preocuparte por ellas todavía.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Soplar a través de la boquilla

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  1. Con las manos en la posición correcta, colócate la boquilla del saxofón en la boca. No muevas la cabeza en este proceso. Las manos deben ser capaces de hacer todo el trabajo.
    • Mantén el extremo inferior del saxofón inclinado hacia el lado derecho, para facilitarle el trabajo a la mano derecha a la hora de tocar las llaves inferiores.
  2. Ahora, estarás listo para tocar tu primera nota. Coloca suavemente los dos dientes delanteros superiores a un tercio de la boquilla y deja que el labio inferior toque la caña o lengüeta que está debajo. [4]
    • Esto puede resultar incómodo al principio, pero cuanto más practiques, más cómodo te sentirás.
  3. Con la boca alrededor de la boquilla, aprieta los labios usando los músculos laterales para sujetarla. De esta forma crearás un sello de aire natural con una única salida a través de la boquilla que tienes en la boca, lo que significa que podrás tener el máximo control sobre el instrumento. [5]
    • Imagínate que te has comido un caramelo agrio o que le has dado un mordisco a un limón y aprieta los labios en consecuencia. La posición de la boca es muy similar a esto.
  4. La nota si es la mejor para empezar en un saxofón porque es la más fácil de tocar. Soplar el saxofón sin pisar una llave sonará estridente o no producirá ningún sonido. Con la mano izquierda sobre las llaves apropiadas, presiona la llave del si con el dedo índice. La llave del si es la llave superior hacia la cual el dedo índice se curvará de forma natural. [6]
    • Esto acortará la longitud que el aire tiene que recorrer al pasar por el saxofón, lo que dará como resultado una nota diferente.
    • No presiones demasiado fuerte la llave. Será demasiado incómodo hacerlo una y otra vez y podría dañar el saxofón. Presiona lo suficiente para que la válvula debajo de la llave se cierre. Podrás verla cerrarse debajo de la llave que estás presionando.
  5. Con la boca en posición y el dedo presionando la llave del si, sopla suavemente dentro de la boquilla. El aire viajará a través de la lengüeta, bajará por el saxofón y saldrá por el otro extremo, produciendo una nota si. [7]
    • Si no funciona, prueba a variar la fuerza con la que soplas. Muchos saxofonistas principiantes soplan demasiado fuerte. Imagina que vas a exhalar y trata de soplar a través de la boquilla otra vez.
    • Recuerda, la práctica hace al maestro.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Ajustar la respiración y la posición de la boca

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  1. Los ejercicios de respiración te ayudarán en tu técnica en general, pero también expandirán tus pulmones con aire antes de tocar.
    • Empieza con un ejercicio simple. Recuéstate en el suelo y respira profundamente. Luego, ponte un objeto pesado en el pecho, como una pila de libros. Inhala y exhala de nuevo. Los libros deberán moverse hacia arriba cuando inhales, y hacia abajo cuando exhales. Esto te ayudará a visualizar tu proceso de respiración.
  2. La posición de la lengua y la forma de la boca pueden cambiar la calidad de una nota. Sin el saxofón, respira profundamente y luego sisea todo lo que puedas. Debes dejar salir una corriente de aire larga y constante. Ahora, intenta el ejercicio de nuevo pero a través de la boquilla del saxofón. [8]
    • Escucha atentamente el sonido producido. Deberá sonar más fuerte y uniforme. Practica varias veces hasta que la nota suene igual durante 5 a 10 segundos.
  3. Aunque esto puede sonar como una forma de verte mejor en el escenario, también cambiará la afinación de la nota. Al sonreír, estarás forzando los lados de la boca hacia la boquilla. Esto cambia la forma de la boca, ajustando el sonido de la nota solo con los músculos de la cara. [9]
    • Practica tocando una sin sonreír y luego tocándola con una sonrisa. Escucha la sutil diferencia de afinación entre ambas notas.
  4. La respiración continua o circular es una técnica avanzada en la que podrás llevar aire a los pulmones mientras sigues tocando una nota. Para practicarla, llénate la boca con tanta agua como puedas. Luego, inhala y exhala por la nariz varias veces. Sin dejar de respirar, frunce los labios y trata de expulsar el agua de la boca con un chorro fino y constante. Este es el concepto básico de la respiración continua. [10]
    • Una vez que domines la respiración continua con agua, practícala con el saxofón. Llena las mejillas de aire y toca una nota si. Luego, lleva la parte posterior de la lengua al cielo de la boca para sellar la garganta. Luego, inhala por la nariz, tocando la misma nota. Luego, rellena la boca con nuevo aire bajando la lengua de nuevo.
    • Este proceso requiere mucha práctica, pero es una habilidad invaluable para que puedas tocar con facilidad las notas largas.
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