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En ocasiones, puedes enfurecerte y frustrarte al jugar videojuegos. Tu furia podría deberse al contenido del juego, a no poder superar un nivel difícil o a otros jugadores. Se requiere tiempo para superar los problemas de furia; no obstante, existen algunas estrategias sencillas que puedes emplear para tranquilizarte cuando sientas furia a causa de los videojuegos.

Método 1
Método 1 de 3:

Tranquilizarte en el momento

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  1. No debes romper el mando de tu consola en un arranque de furia; por ello, lo mejor que puedes hacer al notar que sientes furia es dejar el mando con cuidado. Es probable que debas apagar la consola y deshacerte de todas las imágenes y los sonidos del videojuego que se encuentren en tu entorno.
  2. Tu cuerpo podría mostrar signos de furia, incluso antes de percatarte de que te sientes furioso. Concéntrate en lo que sientas a nivel físico. Podrías estar a punto de sufrir un ataque de furia si cuentas con alguno de los siguientes síntomas:
    • músculos tensos y mandíbula rechinante;
    • dolor de cabeza o de estómago;
    • aumento de la frecuencia cardiaca;
    • sudoración o temblores repentinos;
    • sensación de mareo.
  3. Si te has enfurecido, debes dejar de jugar el videojuego por un tiempo. Haz otra cosa por un momento, así te distraerás para no pensar en el aspecto o los aspectos del juego que te hayan enfurecido. Si te tomas un tiempo para relajarte, esto podría hacer que luego retomes el videojuego con la mente fresca, además podrías notar que tienes más éxito al jugar. [1] La próxima vez que requieras distraerte para no pensar en tu frustración puedes hacer lo siguiente:
    • Llama a un amigo (¡o encuéntrate con uno en persona!).
    • Prepárate una comida o un bocadillo.
    • Limpia tu habitación, la cocina o el baño.
  4. Si sales de casa y cambias de ambiente, esta será una manera grandiosa de tranquilizarte de prisa. [2] [3] Puedes mantener la furia recurrente bajo control; para ello, intenta equilibrar el tiempo en el que juegues videojuegos con el tiempo en el que salgas de casa todos los días. [4]
  5. El ejercicio es otra manera grandiosa de ayudar a mejorar tu estado de ánimo. [5] Si haces ejercicio físico, esto puede hacerte sentir más feliz en tan solo cinco minutos. [6] No importa lo que hagas para ejercitarte. Tan solo cerciórate de elevar tu frecuencia cardiaca, así tu cuerpo liberará algunas endorfinas que te harán sentir mejor. [7]
  6. Enfurecerte puede elevar tu frecuencia cardiaca, provocarte temblores y tensar todos tus músculos. Puedes contrarrestar estos efectos respirando profundo. Asimismo, puedes emplear la respiración profunda junto con la meditación para tener tus emociones bajo control. [8] No obstante, si solo empleas técnicas de respiración profunda, esto también puede brindar beneficios similares a los de la meditación. [9]
    • Practica la respiración profunda contando hasta 3 al inhalar. Luego mantén el aire en tus pulmones por otros 3 segundos. Ahora vuelve a contar hasta 3 cuando exhales. Cuando lo hagas, intenta concentrarte solo en los números.
    • Cada respiro debe llenar tus pulmones por completo, lo que expandirá tu pecho y tu vientre. Siempre exhala por completo y toma una pausa entre la exhalación y la próxima inhalación.
    • Sigue respirando hasta sentir que has recuperado el control.
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Método 2
Método 2 de 3:

Encargarte de la causa de la furia

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  1. Quizás tan solo juegues videojuegos porque te gustan. No obstante, si los videojuegos te provocan una furia recurrente, es probable que ya no los disfrutes tanto como antes.
    • Si sufres de furia crónica por jugar videojuegos, considera adoptar un nuevo pasatiempo que reemplace a los videojuegos por un tiempo.
    • Si no te diviertes, no vale la pena seguir jugando determinados videojuegos.
  2. Si juegas (o incluso si solo miras) videojuegos violentos, esto podría provocarte sentimientos de furia y agresividad cada vez mayores, en particular si ya tienes algunos problemas con la furia. [10] Si te sientes furioso luego de jugar o mirar videojuegos violentos, intenta jugar algunos que no sean tan violentos.
  3. Si no puedes superar un nivel o un obstáculo difíciles en un juego, esto también podría enfurecerte. [11] Ten en cuenta la razón por la que sueles enfurecerte al jugar y si tu furia surge al fallar un nivel o morir en el juego.
    • Puedes lidiar con este tipo de furia jugando por un momento un videojuego que ya hayas dominado, y disfrutando tu éxito. Por otro lado, si puedes elegir la dificultad de un juego, elige una menor para evitar enfurecerte.
  4. Si alguien te molesta o te acosa en un juego multijugador masivo en línea (MMO, por sus iniciales en inglés), bloquéalo o denúncialo. No vale la pena hacerle caso a alguien que tan solo intenta molestarte. Antes de denunciar a un jugador, debes conocer la comunidad del videojuego o las reglas para usuarios, así te cerciorarás de que se esté comportando de manera inapropiada según las expectativas del MMO.
  5. En ocasiones, podrías sentir furia (hacia las personas o los objetos inanimados) cuando afrontas problemas difíciles en tu vida. Si notas que te enfureces por un videojuego (en particular, si normalmente no te enfureces), intenta determinar si podrías estar molesto por otros aspectos de tu vida.
    • Por ejemplo, si acabas de perder tu trabajo o si tienes problemas en la escuela, podrías sentirte frustrado e incapaz de controlar tu vida. Además de las otras experiencias, si no dominas un nuevo nivel de un videojuego, este podría hacer que te enfurezcas, incluso si no es la causa principal de tus sentimientos de impotencia.
  6. Es probable que no desees que te digan esto; sin embargo, si hay un juego determinado que te genera una furia crónica (ya sea por ser violento, por no poder dominar los nuevos niveles o incluso por un personaje molesto), podrías ocultarlo por un tiempo o incluso cambiarlo por otro. Puedes alejar un juego de tu vista para garantizar tu bienestar emocional.
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Método 3
Método 3 de 3:

Identificar un problema más grave

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  1. La adicción a los videojuegos (trastornos de juegos en Internet) no consiste en un diagnóstico formal, pero está empezando a captar más atención. [12] Si los videojuegos o tus reacciones a ellos están empezando a brotar en tu vida cotidiana, es probable que seas adicto a los videojuegos. Para mantener una vida emocional saludable, es esencial que trates la adicción. Podrías ser adicto a los videojuegos si cumples con alguna de las siguientes condiciones:
    • Te enfureces, actúas con violencia o te deprimes cuando no pasas tiempo jugando videojuegos. [13]
    • Juegas en secreto y le mientes a los demás sobre el tiempo que pasas jugando videojuegos. [14]
    • Notas que los videojuegos han hecho que pierdas el interés por otros pasatiempos, las tareas de la escuela o tu trabajo. [15]
    • Crees que jugar videojuegos es más importante que pasar tiempo con otras personas que forman parte de tu vida. [16]
  2. Debes controlar tus emociones; ellas no deben controlarte. Si sientes que la furia que los videojuegos te provocan tiene vida propia y ya no puedes controlarla, debes solicitar ayuda para controlar tu furia. Es probable que debas acudir a un terapeuta o inscribirte en un curso para el control de la furia. Es probable que tu furia no solo se deba a los videojuegos, esta también podría influir (o hacerlo en un futuro) en otras áreas de tu vida.
  3. Debes solicitar ayuda para controlar tu furia si tus sentimientos furiosos hacen que seas violento con los demás. Podrías tener que solicitar ayuda en las siguientes situaciones:
    • Piensas en lastimar a otros o a ti mismo. [17]
    • Empleas la violencia física (como golpear) con las personas o los objetos. [18]
    • El problema es crónico, ya que ocurre una y otra vez. [19]
    • La furia que sientes hacia el juego se filtra a otras áreas de tu vida.
    • Cuentas con un historial de comportamientos violentos o agresivos en el trabajo o hacia un ser querido. [20]
    • Te sientes insatisfecho con tu vida. [21]
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