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La mayoría de las recetas tradicionales de horneado piden harina común para darle estructura a las galletas, los pasteles, los panes y otros productos horneados. Sin embargo, si tienes una alergia o una sensibilidad al trigo, la harina común está fuera de tu alcance. Una alternativa ideal es la harina de espelta porque no contiene trigo y tiene un sabor a nuez delicioso. Sin embargo, reemplazar una por otra requerirá modificar la receta un poco para darles a tus productos horneados la misma textura húmeda y estructura que les aportaría la harina común.

Método 1
Método 1 de 3:

Sustitución básica

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  1. Este tipo de harina viene en dos variedades: blanca e integral. A la harina blanca de espelta se le quita el salvado y el germen por lo que les proporcionará una textura más ligera a los productos. En consecuencia, este es el mejor sustituto para la harina común en tus recetas favoritas. [1]
    • Usualmente, se puede encontrar harina blanca de espelta en las tiendas de alimentos naturales o la sección orgánica de las tiendas tradicionales.
  2. La harina de espelta es más soluble en agua que la harina común. Esto quiere decir que no necesitas incorporar tanto líquido si la vas a usar como reemplazo. Normalmente disminuir los ingredientes líquidos de la receta en ¼ da los mejores resultados. [2]
    • Si vas a hacer una receta con un líquido que es difícil reducir, más bien puedes incrementarle la cantidad de harina que vayas a usar. Por ejemplo, si tienes que agregar huevos enteros, aumenta la harina de espelta en 10 a 15 % en lugar disminuir la cantidad de huevo.
  3. El gluten de la harina de espelta es diferente que el que se encuentra en la harina común, así que es importante manipular la masa o la mezcla que resulte de acuerdo a ello. La harina común se puede amasar o mezclar por un largo tiempo, pero si agarras demasiado una mezcla o masa de espelta, podrías terminar con productos que se desmenucen. Entonces, solo amásala o mézclala hasta que se haya unido. [3]
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Método 2
Método 2 de 3:

Modificar las cantidades

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  1. Cuando empieces a experimentar sustituyendo con este tipo de harina, lo mejor es hacerlo poco a poco. Reemplaza ¼ de la harina común que pide tu receta con la de espelta y para los ¾ restantes usa harina común para ver cómo resulta el producto. Podrás comenzar a incrementar la cantidad de espelta gradualmente cuando sepas cómo afectará tu receta.
    • Si solo vas a usar ¼ de harina de espelta para una receta, no tendrás que reducir la cantidad de los líquidos necesariamente. Fíjate cómo resulta el producto antes de decidir si tienes que modificar la cantidad de líquidos.
  2. En este caso, puedes hacer una sustitución de 1 por 1 entre las dos harinas. La espelta les dará a los panqueques un sabor intenso y dulce a trigo integral y, a la vez, creará una textura húmeda y esponjosa.
    • Si vas a reemplazar toda la harina en los panqueques, tendrás que disminuir los líquidos en un cuarto.
  3. En el caso de los productos como las galletas, muffins o panes dulces, es importante que la textura sea suave y húmeda. En lugar de sustituir la misma cantidad de harina común y espelta, será mejor usarla mitad de cada una, lo que evitará que el resultado sea muy arenoso.
    • Por lo general, no es necesario reducir los líquidos de una receta si vas a utilizar mitad y mitad de ambas harinas.
  4. Si vas a hacer un delicioso pan con levadura, reemplazar toda la harina común con harina de espelta puede tener como resultado un producto seco con un sabor marcado a trigo integral. Usar la mitad de harina de espelta hace que el pan mantenga la humedad y le da un sabor dulce y sutil.
    • No tienes que disminuir el líquido si solo vas a usar el 50 % de harina de espelta en tu receta de pan con levadura.
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Método 3
Método 3 de 3:

Conseguir los mejores resultados

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  1. La harina blanca de espelta es menos refinada que la integral. Entonces, es buena idea tamizarla antes de incorporarla a tus recetas para reemplazar la harina común. Esto contribuirá a separar los grumos y quitarle los pedazos de salvado que tuviera. [4]
  2. A menudo, esta pesa diferente a la harina común, así que una taza de harina de espelta no necesariamente equivale al peso de una taza de harina común. Para estar seguro de que las cantidades que uses sean adecuadas, pesa la harina de espelta en una balanza de alimentos ante de agregarla a tu receta. [5]
    • En 1 taza de harina blanca de espelta hay 100 g, mientras que 1 taza de harina común pesa 125 g.
  3. La harina de espelta no permite que los productos horneados crezcan mucho. Si vas a reemplazar harina común leudante en una receta, incorpora ¾ de cucharadita de polvo para hornear por cada taza (100 g) de harina de espelta que vayas a usar para conseguir un buen crecimiento. [6]
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Consejos

  • Si vas a hacer un producto menos estructurado, como una corteza de tarta, puedes comenzar con más de ¼ de harina de espelta en la receta.
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