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¿Tu piel se ve seca y áspera, sobre todo en las épocas más frías del año? Los bebés por naturaleza tienen la piel más suave, pero va perdiendo la suavidad conforme vamos creciendo. Aprende algunas técnicas, productos y tratamientos que te ayudarán a recuperar una piel suave y sedosa.
Pasos
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Cepíllate en seco la piel . Muchas veces, la piel se siente áspera y se ve opaca debido a la acumulación de células muertas. El aire seco reseca la capa superior de la piel y provoca su descamación, por tal motivo la textura de la piel deja de sentirse suave. Cepillar en seco las células muertas suavizará la piel de inmediato y gracias a que las técnicas de exfoliación mejoran la circulación, también mejorará la tersura de la piel a largo plazo.
- Podrás comprar esos cepillos en salones de belleza y farmacias. Escoge uno de fibras naturales, porque estas fibras son más suaves para la piel, evita las cerdas de plástico.
- Asegúrate siempre de que tu cuerpo y el cepillo estén completamente secos antes de empezar. Cepilla desde los dedos de los pies hacia las piernas hasta llegar al pecho con movimientos rápidos y firmes. Céntrate en las áreas donde la piel esté más seca. Sigue cepillándote hasta que hayas pasado por las piernas, torso y brazos. En total debería tomarte unos cinco minutos.
- Si quieres cepillar tu cara, compra uno especial con fibras suaves.
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Usa una crema exfoliante. Por lo general, las cremas exfoliantes están hechas de sal o azúcar y algunas lociones que hidratarán tu piel mientras la vayas exfoliando. Aplica la crema exfoliante en el área que quieras suavizar cuando estés en la ducha o tomando un baño, luego frótala enérgicamente. Los exfoliantes de sal o azúcar retirarán todas las células muertas de tu piel sin dañarla.
- Para tener mejores resultados deberás hacerlo una o dos veces por semana. Procura no realizarlo muy seguido, sino tu piel podría resecarse. Las cremas exfoliantes retiran las impurezas y las células muertas, pero también los aceites naturales que previenen la resequedad de la piel.
- Podrás comprar las cremas exfoliantes en cualquier farmacia o salón de belleza, pero también serán fáciles de preparar. Mezcla los siguientes ingredientes y coloca la mezcla en un envase de cosméticos que ya no uses o un tarro con tapa:
- 2 tazas de azúcar o sal (usa azúcar o sal fina, no gruesa)
- 1/2 taza de aceite de oliva o almendras
- 1/4 taza de miel
- 1 cucharadita de vainilla o algunas gotas de tu aceite esencial favorito
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Rasúrate o depílate con cera periódicamente. Si quieres tener piernas suaves, deberás rasurarte o depilarte las piernas con cera periódicamente. Además de quitar los vellos de tu piel, te ayudará a mantener tu piel firme mientras retira todas las células muertas de la superficie.
- Rasura tus piernas con cremas o espumas hidratantes, no con geles de limpieza, sino resecarán más tu piel.
- Escoge una cera para piernas fortificada con ingredientes hidratantes como la sábila para mejores resultados.
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Aplícate crema cada día. Proteger tu piel del aire seco con una capa de crema humectante será la mejor manera de tener una piel suave y sedosa. Escoge una crema hidratante para piel seca. Aplícatela apenas salgas de la ducha mientras tu piel siga húmeda y tibia, de esta manera retendrás la hidratación que mantendrá tu piel suave.
- Lleva contigo una botellita para que te apliques durante el día la crema en las zonas más propensas a resecarse, sobre todo en las manos y cara.
- Los bloqueadores solares con agentes humectantes serán una excelente opción para tu rostro, pues la hidratará y protegerá de los daños del sol al mismo tiempo.
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Hidrata tu piel a profundidad. Cuando una crema no sea suficiente para mantener tu piel suave, será hora de hidratarla a profundidad con aceite. Este proceso podría ensuciar un poco, pero los resultados serán maravillosos. Antes de irte a dormir, realiza los siguientes pasos:
- Aplícate aceite en todo el cuerpo. Usa aceite de oliva, almendras, jojoba o cualquier otro aceite cosmético. Los venden en los supermercados, tiendas naturistas o salones de belleza.
- Colócate una pijama de manga larga. La ropa mantendrá el aceite en la piel y evitará que manche toda tu cama mientras duermas. Escoge ropa de algodón, no de seda u otra tela que pueda mancharse con el aceite. Si quieres, podrías usar guantes y calcetines también.
- Toma una ducha en la mañana e hidrátate con una crema como de costumbre. Después de este tratamiento, tu piel deberá estar increíblemente suave, como la de un bebé.
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Prueba una gran variedad de productos hidratantes. No todas estas cremas darán buenos resultados para todos los tipos de piel. Podrías descubrir que pese a aplicarte cremas comerciales, incluso las que están diseñadas para pieles muy secas, tu piel sigue resecándose después de algunas horas. Experimenta con estos hidratantes naturales hasta que encuentres el que deje tu piel sedosa.
- El aceite de coco se esparce con facilidad y se derrite en la piel.
- La manteca de karité sirve para suavizar las rodillas y codos resecos durante el invierno.
- La lanolina es una sustancia natural que producen las ovejas para mantener su lana suave e impermeable.
- La sábila es ligera, hidrata la piel y no deja la piel aceitosa.
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Toma un baño de avena. La avena es suavizante y tiene propiedades reparadoras. Dejar que tu piel absorba el agua de avena en la bañera será un excelente método para suavizarla. Quizá estés reacio a bañarte directamente en avena, pero habrá una manera más fácil de gozar de sus beneficios:
- Echa una taza de avena (no instantánea) en un par de pantimedias viejas y amárralas bien. También podrás colocarla en un pedazo de tela fina.
- Llena la bañera con agua tibia (no caliente) y coloca dentro la tela con avena.
- Mientras te bañes, estruja la tela con avena mojada para que caiga el líquido sobre tu cuerpo. Pásala por tu piel sobre todo en las áreas secas o irritadas.
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Prueba una lámina de algas. Este tratamiento de spa está diseñado para mejorar el tono de la piel. Compra un paquete de algas sin sal. Llena un tazón grande con agua fría y pon dentro las láminas de algas. Párate sobre una toalla y coloca las tiras húmedas en la piel. Déjalas secar en tu piel hasta que empiecen a apergaminarse, luego retíralas. Enjuaga la piel e hidrátala con aceite o crema para darle el toque final.
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Ponte una mascarilla. Estas sirven para suavizar y exfoliar la piel del rostro y del cuerpo. Compra una en la farmacia o prepara una con los ingredientes que ya tengas en tu cocina:
- Prepara una mascarilla de miel y limón. Pon dos cucharaditas de harina en un tazón. Agrega dos cucharaditas de miel y 1 cucharadita de jugo de limón. Revuelve los ingredientes y aplícate esa pasta en tu rostro u otra parte seca de tu cuerpo. Déjala actuar durante 30 minutos, luego retírala con agua fría.
- Prepara una mascarilla de leche. Después de tomar una ducha, remoja una bola de algodón en leche tibia. Frótate el algodón en tu rostro y deja que la leche se seque. Después de que se haya absorbido por completo, lávate la cara con agua fría para que tus poros se cierren. También podrás agregar leche en la bañera para suavizar todo el cuerpo.
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Consejos
- Lo más importante será que tendrás que ser constante con tu rutina de cuidados y ¡seguir estos pasos con cuidado!
- Hazlo una o dos veces por semana.
- Podrías elegir hacer una máscara o las dos.
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Advertencias
- Ten mucho cuidado con la leche, porque podría entrar por los orificios de tu nariz.
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Referencias
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