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Mantener una buena higiene es más que solo verse bien; es un factor clave para tener un estilo de vida saludable. Al cuidar tu cuerpo regularmente podrás evitar enfermedades, olerás mejor y te sentirás más limpio sin la necesidad de esforzarte por horas o gastar en productos caros. Sigue leyendo para aprender algunos hábitos y acciones sencillas de higiene, y mantener la limpieza personal día tras día.

Método 1
Método 1 de 4:

Mantener la higiene dental

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  1. Lávate los dientes dos veces al día. Aún si estás apurado, al cepillar tus dientes podrás eliminar restos de comida, bacterias y manchas que pueden causar problemas si no haces algo al respecto. Trata de lavarte los dientes en la mañana y antes de ir a dormir, y dedícale al menos dos minutos a cada cepillado.
    • Si estás constantemente en movimiento, lleva un cepillo de dientes para viajes en tu cartera o maletín para que puedas lavártelos en el baño de tu trabajo.
    • Dedica el mismo tiempo a cepillar la parte delantera, trasera y superior de los dientes, especialmente los molares.
  2. El dentista no miente al señalar que es uno de los hábitos de higiene más subestimados. Utilizar hilo dental de manera regular permite limpiar aquellas partes de los dientes a las que no llega el cepillo, además de estimular el crecimiento saludable de las encías.
    • Utiliza una pieza corta de hilo dental y asegúrate de pasarlo entre tus dientes y sobre la línea de las encías, utilizando los dedos para añadir presión.
    • Si usas frenos u otros aparatos dentales, pídele a tu dentista que te indique cómo utilizar el hilo dental.
    • Asegúrate de limpiar también entre los dientes posteriores, utilizando el hilo dental para limpiar los costados de los molares.
    • El enjuague bucal no permite retirar físicamente la placa y los restos de alimento, así es que no es un sustituto para el hilo dental.
  3. Aunque no es estrictamente necesario que los adultos vayan al dentista cada seis meses, los niños y las personas con problemas dentales deben realizarse revisiones de manera frecuente. Observa tus dientes, revisa que no haya cambios o dolores que causen preocupación y realízate una limpieza profesional al menos una vez al año. [1]
    • Los fumadores, diabéticos y personas con historial de caries deben ver al dentista dos veces al año o más.
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Método 2
Método 2 de 4:

Tomar duchas más efectivas

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  1. Toma un baño o una ducha al menos cada dos días. El baño permite eliminar los aceites, la suciedad y las bacterias de la piel muerta que se acumulan diariamente, así es que es esencial para mantener una buena higiene. Tomar duchas frecuentes es el hábito de higiene más importante que puedes desarrollar para beneficio de tu cabello y tu piel.
    • Si no tienes acceso a una ducha, puedes eliminar el polvo y los agentes irritantes de la piel con un paño y un poco de agua.
    • Claro que las duchas demasiado frecuentes también pueden ser perjudiciales para la piel; con una vez al día es suficiente.
  2. Las duchas largas no solo son un desperdicio de agua y energía, sino que pueden provocar que tus poros se tapen y que tu piel se reseque. Además, el calor también es malo para el cabello. Solo necesitas una ducha corta para mantener la buena salud de la piel.
  3. Utiliza jabón y una manopla de baño, una esponja o un paño de ducha y restriega bien todo tu cuerpo para eliminar la suciedad y la piel muerta. Esto permitirá que crezca una nueva capa de piel y podrás evitar infecciones o exceso de bacterias.
    • Asegúrate de lavar bien las zonas menos habituales, como los pies, las nalgas, los genitales y la espalda.
    • Utiliza un desodorante o perfume después de ducharte cada mañana.
    • Antes de salir, dúchate por 10 o 20 segundos con agua fría para cerrar los poros y evitar el sudor luego de salir de la ducha. [2]
  4. El champú elimina la suciedad y la mugre, pero también aquellos aceites naturales que son necesarios para mantener el cabello limpio y saludable. Muchos dermatólogos estiman que es más saludable dejar pasar un par de días entre cada lavado del cabello, en lugar de hacerlo diariamente. [3]
    • Cuando te laves la cabeza, asegúrate de frotar suavemente tu cuerpo cabelludo con los dedos para eliminar las células muertas de la piel.
    • Luego del champú, utiliza siempre un acondicionador para devolver los aceites a tu cabello.
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Método 3
Método 3 de 4:

Mantener la higiene en el hogar

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  1. La mayoría de las enfermedades relacionadas con los alimentos son provocadas por la contaminación humana, y la causa principal son las manos sucias. Protégete a ti mismo y las personas que te rodean lavando tus manos con agua tibia y jabón por 20 segundos después de ir al baño, de salir de la casa o de manipular alimentos.
  2. La cocina y el baño son lugares donde se acumulan bacterias rápidamente, así es que adelántate y limpia regularmente la superficie de los mesones, lavamanos y excusados cada vez que se vean sucios. No dejes migajas u otros restos de alimentos en la cocina durante la noche, ya que esto atraerá hormigas y gérmenes.
    • Utiliza un desinfectante en aerosol para el baño y la cocina una vez cada dos semanas.
    • Seca las superficies luego de lavarlas para evitar el crecimiento de moho.
    • No olvides limpiar con vapor o desinfectar las cortinas y los muebles al menos una vez al año.
  3. Utiliza siempre cuchillos, tablas de cortar, y ollas separadas para la carne cruda y lava los trastos a penas puedas para evitar el moho y los gérmenes.
    • Designa ciertos utensilios "solo para carne" para que no te confundas al momento de cocinar.
  4. Una buena circulación de aire fresco en la casa es buena para los pulmones y evita que se acumulen bacterias en el aire. Si no puedes abrir las ventanas por un período largo (como durante el invierno), utiliza un aerosol con desinfectante si notas que hay olor a humedad o a moho dentro de tu casa. [5]
  5. Las sábanas pueden acumular aceite, el cual puede causar acné e irritaciones. También se pueden acumular restos de piel muerta, suciedad de los pies o del cuerpo e insectos si no te das el tiempo de lavar estas prendas. Lo ideal es que no pases más de dos semanas sin lavar tus sábanas.
    • Es importante tener sábanas de repuesto para cuando laves el otro par, de modo que puedas hacerlo regularmente.
  6. Si alguien en tu casa se encuentra enfermo y no tomas las precauciones necesarias, es mucho más probable que los demás también se enfermen. Debes aislar a la persona enferma en un área pequeña de la casa para evitar que se esparzan los gérmenes y debes desinfectar los platos, toallas y lavamanos de manera regular. [6]
    • Asegúrate de limpiar y cubrir muy bien los vendajes o heridas diariamente.
    • Desinfecta inmediatamente las superficies de uso común en la casa (como interruptores, teléfonos y picaportes) cuando haya alguien enfermo. Muchas enfermedades tardan varios días en manifestarse, aunque los gérmenes permanecen aún por varios días luego de que alguien se enferma.
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Método 4
Método 4 de 4:

Vivir de manera más higiénica

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  1. La ropa sucia acumula bacterias y se torna hedionda e incómoda. Lava tu ropa luego de usarla y nunca te pongas prendas sudadas o húmedas.
    • Las prendas ajustadas se ensucian más rápidamente y atrapan el sudor.
    • Sácate las prendas ajustadas o sudadas a penas termines de hacer ejercicio, para así evitar que se acumulen bacterias. [7]
    • Los rayos ultra violeta del sol son un desinfectante muy poderoso que elimina insectos y bacterias.
  2. Bebe suficiente agua . Toma al menos 8 vasos de agua al día, ya que esto ayuda a tener un sistema inmunológico más saludable y es vital para mantener una buena higiene. Además, el agua también ayuda a mantener la piel y la boca más saludables. [8]
    • Lleva una botella con agua al trabajo, pero asegúrate de desinfectarla regularmente.
  3. Elimina la mugre de las uñas y mantenlas cortas y bien aseadas. Los padrastros y los cortes en las cutículas son áreas donde más se generan infecciones y acumulación de bacterias. [9]
  4. La menstruación en sí misma no es una situación poco higiénica, pero es importante mantener esas áreas sensibles bien limpias para evitar infecciones o irritaciones. Prepárate con anticipación y lleva siempre ropa interior extra y toallas higiénicas o tampones para evitar situaciones incómodas y mantener tu limpieza personal durante el día.
    • Algunas mujeres consideran que la copa menstrual es más cómoda y menos problemática que los tampones, y quizás efectivamente tiene algunos beneficios. [10]
  5. Visita a tu doctor si notas síntomas extraños o cambios en tu higiene. Lo mejor para mantener una buena higiene es estar saludable, así es que ve al doctor regularmente para evitar problemas y pedirle consejos sobre cómo puedes llevar una vida más feliz, saludable y limpia.
    • Asegúrate de pedirle a tu doctor un consejo personalizado si estás teniendo problemas para mantener una buena higiene.
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Consejos

  • Trata de realizar algún ejercicio físico semanalmente para tener un cuerpo más limpio y saludable.
  • Si logras adquirir ahora algunos hábitos de higiene, te será más sencillo mantener una buena higiene en el futuro.
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Cosas que necesitarás

  • ropa limpia
  • desodorante
  • champú y acondicionador
  • sábanas limpias
  • desinfectante en aerosol

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