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Podrías sentir un gran aprecio por tu madre y al mismo tiempo sentir que en ocasiones te saca de quicio. Existen muchos tipos de relaciones que puedes tener con tu madre, desde disfrutar una relación feliz y satisfactoria hasta sentir abuso o menosprecio de su parte. Si tienes dificultades para llevarte bien con ella, ten en cuenta que, si bien no puedes cambiarla, puedes cambiar la manera en que ambos interactúan.

Método 1
Método 1 de 4:

Manejar los desacuerdos

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  1. Probablemente pienses que existe la justificación para esperar que tu madre se acerque a ti, pero no tengas miedo de iniciar el contacto. Es posible que tu madre quiera acercarse a ti, pero no sepa cómo hacerlo o quizás pueda tener sentimientos similares de temor al rechazo. Si sigues esperando a que ella dé el primer paso, no te sorprendas si tu relación con ella permanece atascada. [1]
    • Antes de decidir dar el primer paso, determina lo que quieres discutir y la manera en que deseas hacerlo. Adopta una mentalidad orientada hacia la resolución de problemas en lugar de una acusadora.
  2. En lugar de internalizar la ira y el miedo, ten en cuenta que no es necesario que reacciones. Hazte la siguiente pregunta: “¿Qué puedo hacer para apaciguar esta situación?”. No es tu responsabilidad manejar sus emociones ni hacer que su ira o frustración se conviertan en tu problema. [2]
    • Reconoce sus emociones sin asimilarlas al decir simplemente lo siguiente: “Puedo notar que estás molesta”.
  3. Si tu madre intenta arrinconarte para que tomes decisiones o sientas que no tienes elección, pídele que te lo demuestre. [3] Recuerda que siempre tienes elecciones, independientemente de lo impotente que alguien te haga sentir. Cuando llegues al punto sin retorno, mantente firme para que no cedas.
    • Dile a tu madre que efectivamente tienes elecciones y que depende de ti tomar una decisión. Agradécele su perspectiva, pero siéntete libre de tomar tu propia decisión.
  4. No te aferres al resentimiento. Al perdonarla no significa que estés excusando su comportamiento, fingiendo que algo no ocurrió o que estés librándola de toda culpa. [4] El perdón te permite liberarte de cualquier resentimiento o sentimiento negativo hacia tu madre al que puedas estar aferrándote. Además, mientras más pronto tengas la capacidad de perdonar, más rápido podrás reparar los daños.
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Método 2
Método 2 de 4:

Manejar situaciones específicas

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  1. Tu madre podría tratar de controlar tu vida, las personas con quienes pasas el tiempo, los lugares a los que vas o las cosas que haces. Quizás intente salirse con la suya en todo y demuestre su total insatisfacción cuando contradices sus deseos. Si quieres tomar tus propias decisiones sin experimentar la reacción negativa de tu madre, mantén tu determinación. [5] Al momento de tomar una decisión, no permitas que sus opiniones te influencien.
    • Si vas a comprar un artículo, di “Esto se ajusta a mis necesidades y es lo que necesito”.
    • Si estás haciendo algo que ella preferiría hacer de otra forma, dile “Lo haré a mi manera, lo que funciona bien para mí”.
  2. Recuerda que, así como tú cometes errores, tu madre también lo hace. Si se apresura a criticar a tu pareja, la forma en que vives o tus habilidades para criar a tus hijos, puedes admitir que haces tu mejor esfuerzo y que probablemente cometas errores. [6] Si remarca un error, es normal admitirlo. Puedes decirle lo siguiente: “Sí mamá, cometí un error. Lo importante es que aprendí algo”. Un comentario sucinto puede ponerle fin al tema.
    • Cada vez que tu madre haga un comentario crítico, responde con una frase como “Gracias por tu comentario, mamá. Estoy haciendo mi mejor esfuerzo para manejar la situación”.
    • Si en verdad te ofusca, quizás debas discutir con ella sobre su crítica. Dile algo como “No sé si eres consciente de esto, pero siento que me criticas con mucha frecuencia. Realmente quiero tener una buena relación contigo, pero me cuesta lograrlo si siento que quieres criticar mi manera de vivir mi vida”.
  3. Recuerda que es difícil ser padre y que nadie elige sufrir de síntomas de ansiedad. De cualquier modo, puede resultar fastidioso y frustrarte ser el objeto de la ansiedad de tu madre. Recuerda que no debes culparla por su ansiedad, pues esta es una condición agradable. [7]
    • Habla con tu madre y dile cómo te sientes. Puedes decirle lo siguiente: “No me gusta cuando te preocupas demasiado por mí. Me hace sentir que no confías en mí”.
    • Si crees que tu madre puede tener un trastorno de ansiedad, saca esto a colación de una manera sutil con la finalidad de buscar ayuda. Dile lo siguiente: “Mamá, me doy cuenta de que pasas mucho tiempo sintiendo preocupación. Quiero que sepas lo que se siente disfrutar de la vida y creo que ir a terapia podría ayudarte con eso”.
  4. Durante la niñez, no tienes más elección que hacer caso a todo lo que tus padres te dicen, pero al llegar a la madurez, obtienes un mayor control si así te lo permites. Probablemente tu madre no quiera que tengas un mayor control, pero pregúntate lo siguiente: “¿Soy yo quien controlo mi vida o es mi madre quien lo hace?”. Es poco probable que puedas ponerle fin al control que tu madre ejerce sobre ti mientras sigues complaciéndola. [8] Cambiar la manera en que interactúas con ella podría causarle molestia al darse cuenta de que ya no te controla de la forma en que le gustaría.
    • Depende de ti permitirle interferir y controlar tu vida o simplemente dejar que se adapte a ella. [9]
    • Si te molesta que tu madre te llame varias veces al día, toma la decisión de contestar la llamada o no. Si no te gusta hablar con ella tan frecuentemente, decide no contestar y ten en cuenta que si bien eso podría molestarla, tienes derecho a controlar tu propia vida.
    • Considera la posibilidad de decir lo siguiente: “Mamá, quiero ser un adulto responsable y productivo, y me gustaría hacerlo a mi manera. En realidad, me gustaría que me apoyes a medida que maduro para convertirme en una persona independiente”.
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Método 3
Método 3 de 4:

Mejorar la relación con tu madre

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  1. Ten en cuenta que, sin importar lo mucho que lo intentes, no puedes cambiar a tu madre o a su comportamiento. Quizás debas buscar una forma de aceptarla a ella, a tu relación con ella o incluso a sus “excentricidades”. [10] Aprende a aceptarla, tanto en sus cualidades positivas como negativas.
    • Si te sientes que debes cambiarla o incluso hacerte cargo de tus hermanos menores con la finalidad de tener una vida mejor, ten en cuenta que es muy poco probable que puedas influenciarla para que cambie su comportamiento. No es responsabilidad tuya.
  2. Si bien esto es más complicado si vives con tu madre, puede ser de utilidad durante las visitas en caso de que vivan separados. En lugar de ir a su casa o invitarla a la tuya, concreta una reunión en un lugar neutral. Si se encuentran en un lugar público, puede serte más fácil retirarte e incluso neutralizar la conversación, pues suele ser grosero explotar o tener un comportamiento inadecuado en un entorno público. [11]
    • Si no te gusta que tu madre vaya a tu casa por miedo a que critique tus posesiones o el nivel de limpieza, no la invites. Si llega sin avisar, indícale que ese comportamiento te resulta inaceptable.
  3. Tu madre puede tener dificultades para entender tus necesidades y deseos debido a que carece de empatía. Podrías preguntarte por qué te trata de esta manera, lo que quizás se deba a que no sabe lo que se siente se tratado de la manera en que ella lo hace contigo. Si bien la reacción natural es el rechazo o la evasión, opta por demostrar tu cariño. Dale la empatía que te gustaría recibir de ella. [12]
    • Cuando quieras reaccionar con ira o frustración, haz una pausa y responde con amabilidad y cariño.
  4. En la niñez, necesitas una gran cantidad de atención, afecto y orientación. Si tu mamá te decepciona, tiendes a recordarlo siempre y posiblemente se lo recrimines por no haber satisfecho tus necesidades. Mantén expectativas realistas para tu madre y tu relación, sin ponerla en un nivel inalcanzable. [13] en ocasiones, puede ser difícil aceptarlo, pero las madres también son seres humanos y cometen errores o no satisfacen tus necesidades.
    • Tal vez quieras hablar con tu madre acerca de la relación que tienen. Probablemente ella tenga la expectativa de verte tres veces por semana cuando tú solo quieres verla una vez. Saber las expectativas de ambos y la manera en que difieren puede ayudar a aliviar parte del estrés de la relación.
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Método 4
Método 4 de 4:

Cambiar tus acciones y mentalidad

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  1. En lugar de culpar a tu madre y hacer acusaciones (las cuales podrían estar muy bien fundamentadas), enfócate en tus propios sentimientos y en la manera en que te ves afectado. No puedes cambiar el comportamiento de tu madre, pero puedes cambiar tu reacción a ella y la forma en que te sientes. [14] Incluso si ella no reconoce tus sentimientos, ya habrás creado límites emocionales para demostrarle que se está excediendo.
    • En lugar de decir “Eres tan cruel”, dile “Cuando me hablas así, hieres realmente mis sentimientos”.
  2. El comportamiento de tu madre puede volverte loco, pero recuerda que no puedes cambiarlo. No obstante, sí puedes cambiar el tuyo. [15] Si tiendes a estallar cada vez que discuten, intenta reaccionar de una manera diferente, como al hacerlo de una manera tranquila en lugar de hacerlo con ira. Determina la forma en que el cambio en tu comportamiento afecta a la relación con tu madre, así como la forma en que ella reacciona ante ti.
    • Si tu madre critica continuamente tu falta de esfuerzo en algún aspecto (por ejemplo, por la forma en que guardas los platos), determina su reacción cuando haces la labor a la perfección y a tiempo.
  3. Probablemente sea adecuado que establezcas límites físicos y emocionales con tu madre. Quizás sea momento de mudarte de su casa o reducir la cantidad de veces que la visitas. Tal vez debas crear límites con respecto a las visitas que te hace sin avisar o a la limpieza que realiza en tu casa. Una forma de establecer límites emocionales puede ser mantenerte firme en la manera cómo quieres ser tratado. Por ejemplo, puedes decir lo siguiente: “Quiero tener una buena relación contigo, pero cuando me criticas, me dan ganas de irme debido a que eso no es saludable para mí”. [16]
    • Procura comunicarle claramente tus límites. Puedes decirle lo siguiente: “No quiero que entres en mi habitación cuando no estoy en casa y espero que respetes mi necesidad de privacidad”.
  4. Pueden tener riñas y perder el tiempo hasta que se den cuenta de que hay algunos temas en los que nunca compartirán el mismo punto de vista, entre los cuales pueden estar la religión, las citas, el matrimonio, la crianza de los hijos o las decisiones profesionales. [17] Aprendan a escuchar sus opiniones de manera respetuosa y luego pasen a otro tema. Acepten el hecho de que hay temas fundamentales en los que no estarán de acuerdo y déjenlo así.
    • No tomes decisiones para hacer feliz a tu madre si eso te genera infelicidad. Hazte la siguiente pregunta: “¿Vale la pena?”.
  5. Si sientes que no puedes mejorar nada en la relación con tu madre y su presencia en tu vida se siente tóxica, quizás sea momento de tomar un descanso o cortar el contacto con ella. Si tu salud física y emocional se ven afectadas, considera la posibilidad de alejarte o cortar todo vínculo con tu madre. Si la relación que llevas con tu madre afecta negativamente a tu salud física y emocional, piensa en tus opciones. Reconoce que esta es una alternativa extrema y debes pensar detenidamente en ella. Si tu madre es una persona que hiriente o detestable, no estás obligado a verla o pasar tiempo con ella.
    • Tal vez debas considerar la posibilidad de cortar el contacto personal con ella y solo comunicarte por teléfono o correo electrónico.
    • En última instancia, haz lo que sea mejor para ti. Dale prioridad a tu salud y felicidad.
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Consejos

  • Si experimentas una gran cantidad de estrés cada vez que hablas con tu madre, asegúrate de tener formas de tranquilizarte. Hacer ejercicio, escribir en un diario y tener a alguien con quien hablar puede ser de utilidad para aliviar el estrés.
  • Independientemente de lo frustrado que puedas estar con tu madre, evita recurrir a las drogas o el alcohol.
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