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¿Alguna vez has sentido frustración en las situaciones sociales cuando parece que todas las personas quieren discutir temas superficiales y triviales? ¿Ansías tocar temas más profundos en las conversaciones que tienes con las personas? Describir adecuadamente lo que hace que una conversación sea profunda puede ser confuso, pero por lo general, sí sabes cuándo participas de una conversación profunda y cuándo no. Aprende a participar en conversaciones que sean satisfactorias y estimulantes para la mente.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Ocuparse de lo básico

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  1. Algunas veces, la química juega a favor de la profundidad de la conexión entre dos personas. Si has intentado tener conversaciones profundas pero has fallado, podría deberse a que lo intentas con las personas equivocadas. Busca otras personas como tú a quienes les va muy bien con las conversaciones profundas.
    • Una persona "profunda" podría ser alguien curioso, considerado, de mente abierta y demostrar emoción al discutir temas que van más allá de lo superficial.
    • Una manera de encontrar un grupo de personas a la que le agrade las discusiones profundas podría ser buscar un reunión de personas con ese propósito en la zona donde vives.
  2. Incluso si encuentras a la persona más ideal, podrías toparte con una pared si ella no está de humor para hablar o si el contexto o el entorno no es el apropiado. El nivel de educación y la base de conocimiento podrían también interpretar un rol en el hecho de si alguien estará dispuesto a compenetrarse contigo acerca de ciertos temas. Examina primero a la persona y trata de discutir temas que sean relevantes e interesantes para tu conversación que quieres tener con ella. [1]
    • Un mal momento para tener una conversación profunda podría ser cuando se está tarde para un evento, cuando alguien está molesto o afligido, cuando se está en un lugar ruidoso o concurrido, o cuando se acerca la hora para acostarse. Finalmente, dependerá de ti y de la persona con la que tengas la conversación.
  3. [2] Es posible que las conversaciones triviales te desagraden, pero es difícil llegar a una conversación más profunda sin algún tipo de introducción. Tienes que prepararte a ti y a la persona acerca de la idea de profundizar una conversación, lo que significa comenzar de manera superficial y ver la forma en que ambos siguen adelante.
    • Algunas maneras para tener una conversación trivial podrían ser hacerle una pregunta sencilla y directa o decirle un elogio. Por ejemplo, podrías decir "Oh, realmente me agrada tu bolso de mano. Es muy colorido" y ver la forma en que esa persona responda.
  4. Un método grandioso para hacer que una persona comparta más es siendo un oyente efectivo. Cuando escuchas activamente a lo que otra persona dice, se sentirá afianzada y podría compartir acerca de los aspectos de su vida. En muchas oportunidades, es posible que escuches para preparar una respuesta. Sin embargo, trata de escuchar para comprender realmente lo que esa persona trata de comunicarte. Escuchar de manera activa implica lo siguiente: [3]
    • Prestar atención y dirigirse hacia el orador. Despeja tu mente y el entorno para que no haya distracciones. Haz contacto visual ocasionalmente.
    • Demostrar que tienes interés y asentir con la cabeza cuando concuerdes. Responde al sonreír o reírte según sea apropiado. Mantén un lenguaje corporal receptivo con las piernas y los brazos sin cruzar y relajados a los lados.
    • Ofrecer una opinión, parafrasear lo que se dijo al decir "Lo que quieres decir es..." y pedir la aclaración a unas preguntas al decir "¿Es esto a lo que te refieres?".
    • Evitar juzgar y abstenerse de interrumpir al orador para discutir un punto. Deja que la persona termine de hablar por completo antes de decir algo.
    • Responder al compartir tus opiniones mientras sigues demostrando respeto al orador. Empéñate en tener una actitud receptiva y honesta.
  5. No puedes congeniar con todas las personas sin importar cuánto te esfuerces. Algunas veces, una conversación parece no ir a ningún lado, y así es. Al tener una conversación, su calidad es más importante que la cantidad o la duración de lo que se habla. Abstente de tratar de mantener el interés de la persona cuando está claro que no quiere conversar contigo.
    • Por ejemplo, es posible que le hables a alguien a diario con un simple "Hola, ¿cómo estás?". Sin embargo, es posible que notes que conoces más de otra persona con la que solo hablas una vez a la semana. Por ello, todo depende de la calidad de la conversación.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Hacer las preguntas correctas

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  1. Cuando tratas de hacer que alguien comparta acerca de los aspectos de su vida y profundice en una conversación contigo, debes evitar las preguntas que anulen la discusión. Por ejemplo, es posible que de inmediato trates de aprender los gustos y disgustos de la persona al preguntar "¿Cuál es tu color favorito? ¿Cuál es tu comida favorita? ¿Cuál es tu estación favorita?". El problema con este tipo de preguntas es que no promueve a una respuesta detallada, ya que se puede responder con una sola palabra (como "Morado", "Pizza" y "Verano").
    • Procura hacer preguntas que permitan dar una respuesta extensa en cuanto a varios temas. [4] Este tipo de preguntas puede conducir a cualquier dirección. Haz unas preguntas que permitan dar una respuesta extensa como un seguimiento a las preguntas que se puedan responder con una palabra. Por ejemplo, después de preguntar por el color, la comida o la estación favoritos, puedes preguntar "¿Por qué?". De igual forma, puedes hacer otro tipo de preguntas para conocer más acerca de la persona, como "¿Qué harás durante las vacaciones de verano?".
  2. [5] A las personas les agrada hablar cuando la conversación se centra en sus intereses. Para hacer que una persona profundice en una conversación, trata de aprender acerca de lo que la motiva cada día.
    • Puedes hacer una pregunta tan simple como "¿Qué es lo que más te apasiona?". Cuando te responda, asegúrate de demostrar emoción e interés en el tema para hacer que siga hablando.
  3. [6] Preguntarle lo que hace que se sienta en plenitud es una manera de revelar lo que le da felicidad. Cuando lo averigües, puedes modificar tu conjunto de preguntas por unos temas más profundos y emotivos.
    • Por ejemplo, podrías decir "Qué hace que te sientas en plenitud?". Si te responde "Mi familia", entonces puedes seguir con la conversación al decir "Cuéntame acerca de tu familia". Esto puede conducir a una discusión gratificante y a fondo.
  4. A pesar de que a las personas les agrada encontrar las similitudes entre ellas y otras personas, también les agrada destacarse. Pregúntale a esa persona acerca de lo que la diferencia o la convierte en única para incentivar una discusión más profunda. [7]
    • Podrías preguntar "¿Qué crees que te hace especial?" o "¿Qué es lo que las personas no suelen saber de ti?".
  5. Como regla general, puedes preguntarle "por qué" a esa persona después de casi cualquier intervención para incitarle a profundizar en el tema. Las personas no suelen optar primero por la respuesta más difícil de dar o la más detallada. Sin embargo, cuando demuestras más interés al preguntarle "por qué" a la persona, la invitas a profundizar sobre el tema contigo.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Ser vulnerable

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  1. Si quieres disfrutar de charlas sinceras y filosóficas con las personas a tu alrededor, tienes que tener la disposición de intervenir. Si temes arriesgarte por entablar una conversación con la persona equivocada en el momento equivocado o sobre el tema equivocado, entonces es posible que no encuentres a la persona con la que tengas una química alocada.
    • Ten en cuenta que, algunas veces, las personas estarán poco interesadas en tus intentos de conversación. Algunas veces, ni lo estarán. Si te topas con alguien que está aburrido, pasa a hablar con el siguiente mejor candidato. [8] Recuerda que el que no arriesga no gana.
  2. [9] Una revelación personal demuestra vulnerabilidad y abre la puerta a una conversación más profunda. Cuando compartes una historia personal con alguien, te expones de una manera valiente. Con suerte, la persona seguirá tu ejemplo y será receptiva ante lo que has compartido.
    • Ten en cuenta que debes utilizar la discreción cuando compartas acerca de historias personales. Por ejemplo, es posible que no te moleste compartir la historia de tu adopción con un conocido casual, pero es posible que debas evitar discutir acerca de una relación sentimental. Comparte aquello con lo que sientas comodidad y asegúrate de que tu revelación sea apropiada para el nivel de relación que tienes con esa persona.
  3. Si es un momento apropiado para que compartas o respondas, hazlo con honestidad y sinceridad. No tienes que fingir que concuerdas si no es así. En realidad, es posible que no tengas una conversación tan profunda si la persona y tú comparten la misma perspectiva acerca de todos los temas.
    • No temas discrepar, con tal de que no lo hagas de manera ofensiva. La conversación puede volverse más profunda cuando tienes varias opiniones que puedes compartir respetuosamente y sin tratar de hacer que la persona concuerde con tu perspectiva. [10]
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