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Dominar la técnica para tomarle la temperatura a un caballo de manera segura constituye un gran activo para el dueño del animal. Una temperatura elevada puede ser una señal temprana de que algo no anda bien, como una infección o un golpe de calor. Si descubres que tu caballo tiene fiebre, puedes tomar mejores decisiones y saber en qué momento es conveniente llamar al veterinario.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Prepararse para tomar la temperatura del caballo

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  1. Asegúrate de reunir tus suministros con anticipación para que tengas todo listo al momento de tomar la temperatura del caballo. Estos suministros incluyen:
    • Un termómetro digital. Es mejor utilizar este tipo de termómetro porque emite un sonido una vez que la temperatura se estabiliza. Además, muestra la temperatura en la ventana de visualización para grabarla fácilmente si es necesario. Consigue un termómetro digital en alguna farmacia de tu localidad. Puede ser un termómetro "oral" o "rectal", que es básicamente lo mismo. [1] Dedica este termómetro al caballo. Si no logras conseguir un termómetro digital, puedes trabajar con uno de mercurio (ya que funciona igual de bien). Asegúrate de que se encuentre limpio y no tenga ninguna grieta, ya que esto puede ser muy peligroso para el caballo.
    • Un lubricante suave. Es necesario para facilitar el paso del termómetro por el recto del caballo. Es ideal utilizar vaselina o un lubricante a base de agua. Estos productos están disponibles en las tiendas de abarrotes y farmacias.
    • Un par de guantes de látex o de goma
    • Alcohol y algodón
  2. El momento adecuado para tomar la temperatura de un caballo es después de que este defeque. Esto reducirá la posibilidad de que se inserte el termómetro en el excremento. El excremento registra una temperatura más alta y su lectura no refleja con precisión la temperatura corporal del caballo.
    • Trata de alimentar al caballo o darle una golosina. De esta manera, el caballo comenzará a familiarizarse contigo.
  3. Por lo general, es el dueño el que debe tomar la temperatura. Sin embargo, para los casos en los que tienes un caballo ajeno bajo tu cuidado o eres relativamente nuevo en brindarle primeros auxilios, es necesario que te familiarices con el caballo. También es necesario que dejes que el caballo se familiarice contigo.
    • Háblale al caballo con dulzura.
    • Dale una zanahoria o una manzana.
    • Acaríciale la nariz o detrás de las orejas.
  4. Ata al caballo de forma segura . Asegúrate de que el caballo no se mueva demasiado mientras le estés tomando la temperatura. Átalo a una cerca de madera o a un poste.
  5. El ayudante debe sostener al caballo y hablarle con dulzura mientras tú le tomas la temperatura. Esto no solo reduce el riesgo de que te patee y te pisotee, sino que puedes concentrarte mejor en el trabajo, mientras que la otra persona vigila las reacciones del caballo y te informa de lo que está haciendo.
  6. Si estás utilizando un termómetro digital, enciéndelo. Asegúrate de que en la pantalla aparezca la ventana de visualización. Esto te asegurará que el termómetro esté funcionando correctamente y que no necesitas cambiar la batería. Espera hasta que en la pantalla aparezca una lectura de temperatura baja. Esta debe parpadear durante unos 10 segundos antes de registrar una lectura de temperatura baja o normal.
    • Si estás utilizando un termómetro de mercurio tradicional, agítalo vigorosamente dos o tres veces para asegurarte de que el mercurio haya regresado a la punta antes de utilizarlo. Si no realizas este procedimiento con un termómetro de mercurio, el mercurio leerá una temperatura anterior "alta" y obtendrás una lectura falsa.
  7. Hazlo untando sobre la punta (el extremo que se inserta en el ano) una gota de vaselina o lubricante a base de agua. Una vez que realices esto, estás listo para tomar la temperatura del caballo.
  8. De esta manera, evitarás que se asuste. La mayoría de los caballos se entrenan para ser manipulados desde el lado más cercano (para el montaje, la captura, etc.).
  9. Acércate al caballo . Muévete hacia la parte trasera del caballo desde la parte frontal. Esto permite que el caballo te vea (ya que los caballos tienen un punto ciego directamente detrás y frente a ellos). Será mucho menos probable que logres asustarlo si te aproximas de forma angular.
    • Coloca una mano sobre el lomo del caballo para llamar su atención y asegurarle de que todavía estás presente.
    • Párate cerca de la grupa del caballo para evitar que te patee.
    • Bajo ninguna circunstancia debes pararte directamente detrás del caballo. Si llega a patearte, podrías sufrir lesiones graves o incluso perder la vida.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Tomar la temperatura

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  1. Al pararte con la grupa del caballo a tu izquierda, tendrás su cola enfrente. Acaricia al caballo con la mano izquierda (manteniendo el termómetro a tu derecha) y pasa tu mano por la grupa del caballo hasta la base de la cola. Sujeta suavemente la base de la cola con la mano izquierda y elévala lo suficientemente alto como para poder acceder al ano.
  2. Observa detenidamente hasta que consigas una buena vista, pero sin pararte detrás del caballo. Introduce suavemente la punta del termómetro en el ano.
    • Si el caballo "contrae" sus músculos, debes girar suavemente el termómetro. Esto permite que el termómetro se deslice suavemente más adentro del ano.
    • Como alternativa, puedes esperar unos segundos. La mayoría de los caballos no contraen sus músculos anales por mucho tiempo, así que una vez que se relaje, desliza el termómetro hacia adentro.
    • Solo es necesario que la punta del termómetro se encuentre dentro del ano. NO deslices el termómetro más allá de la mitad de la longitud de su cuello. NO hay necesidad de deslizar el termómetro entero dentro del recto (así es como los termómetros se pierden en el interior).
    • Aunque algunos métodos sugieren que se ate una cuerda al termómetro en caso de deslizamiento interno, esto no es aconsejable. Si el termómetro se mete totalmente al interior del caballo y oscila alrededor de 90 grados, jalar la cuerda podría dañar el recto. Es como querer pasar el ancho de una escalera en posición horizontal (y frontal) por el ancho de una puerta. Simplemente no va a funcionar. En vez de eso, te aconsejamos que seas cauteloso con la distancia en la que avanza el termómetro.
  3. Al insertar el termómetro, háblale al caballo suavemente para tranquilizarlo. A muchos caballos les disgusta la sensación, por lo que necesitan una voz suave para tranquilizarse.
  4. Presiona un poco el termómetro y empújalo hacia ti. No apliques demasiada fuerza, solo hasta que se produzca una ligera resistencia. De esta manera, te asegurarás de que la punta del termómetro se apoye contra la pared del recto y no dentro de esta.
    • Esto es importante para que el termómetro no se inserte en excremento (ya que el excremento registra una lectura de temperatura más alta).
  5. Un termómetro de mercurio incrementará gradualmente, por lo que debes esperar hasta que haya dejado de incrementar la temperatura y se asiente a una temperatura constante. Un termómetro digital emitirá un sonido una vez que se haya establecido una lectura.
    • Esto puede tardar entre 30 segundos y 2 minutos, dependiendo del tiempo que tarde la temperatura en permanecer constante.
  6. Saca el termómetro jalándolo suavemente hacia fuera del trasero del caballo en el mismo ángulo en el que lo insertaste. Asegúrate de no golpear o jalar demasiado rápido durante la extracción del termómetro, ya que podrías jalar la piel seca alrededor de este.
    • Si deslizas el termómetro o dejas que se deslice, podrías perderlo o hacer que se caiga, o dañar al caballo.
    • Ten en cuenta que algunos caballos sueltan gases durante este proceso, por lo que es mejor que contengas la respiración.
  7. Si sospechas que el caballo presenta una temperatura elevada, repite el procedimiento una o dos veces más. Esto asegurará que consigas una temperatura media en lugar de una sola medición. A veces, las variables como el excremento y un termómetro estancado pueden afectar tus resultados.
  8. Asegúrate de que el termómetro esté apagado, o sacúdelo hacia abajo. Frota bien el termómetro utilizando un pañuelo desechable o algodón. Remoja un pedazo limpio de algodón con alcohol desinfectante para limpiar y desinfectar el termómetro.
    • Asegúrate de eliminar cualquier rastro de excremento que pudiera haber quedado adherido al termómetro.
  9. Monitorea la temperatura del caballo para observar su reacción en función de la hora del día, el clima y otras circunstancias. Por ejemplo, en la madrugada, la temperatura debe estar un poco más baja, mientras que en la noche o por la tarde, la temperatura probablemente esté más elevada.
    • Si el caballo no está enfermo y le tomas la temperatura, tendrás una temperatura de referencia con la que puedes comparar las temperaturas anormales.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Interpretación de los resultados

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  1. Asegúrate de realizar esto antes de que se te olvide. Si anotas la temperatura en un diario, puedes realizar un seguimiento durante un determinado periodo de tiempo.
  2. La temperatura corporal media de un caballo es 37,5 a 38,5 °C (99 a 101 °F).
  3. La temperatura de tu caballo puede variar ligeramente en función de su raza. Existen tres tipos de caballos: los de sangre fría, los de sangre tibia y los de sangre caliente. [2] Esto no significa que tu caballo presentará una temperatura corporal drásticamente diferente a la de otro caballo, pero pueden existir ligeras variaciones.
    • Caballos de sangre fría. Los ponis de razas nativas (como galés, Fjord, o Fell) se adaptan mejor a los climas fríos y, naturalmente, presentan temperaturas corporales ligeramente más bajas.
    • Caballos de sangre tibia. Estos caballos son generalmente atléticos. Tienen fuerza y resistencia. Sus temperaturas corporales tienden a elevarse ligeramente. Algunos ejemplos son: Irish Draughts, Lipizzanos y Cuarto de Milla.
    • Caballos de sangre caliente. Por lo general, estos caballos son los más atléticos. A menudo, se utilizan para recorridos largos y carreras. Algunos ejemplos son los árabes, los Shagyas y los pura sangre.
    • Sin embargo, debes tener en cuenta que, por lo general, el rango normal es de 37,5 a 38,5 °C (99 a 101 °F). Cualquier temperatura por encima de los 38,6 °C (101,5 °F) se considera como una posible infección. [3]
  4. Si el clima es muy cálido o muy frío, la interpretación de la temperatura de tu caballo puede variar un poco. [4]
    • En invierno, la temperatura normal de un caballo no debe estar por encima de los 38 °C (100,5 °F).
    • Durante el verano, la temperatura del núcleo de un caballo puede elevarse hasta los 38,3 °C (101 °F) o más.
    • Llama al veterinario si la temperatura es superior a los 38,6 °C (101,5 °F). [5]
  5. Si tu caballo ha realizado una actividad intensa (como una carrera o un espectáculo), su temperatura puede estar más elevada de lo normal. Incluso, algunos caballos de carreras pueden elevar sus temperaturas centrales hasta los 40,5 °C (105 °F). [6]
    • Debes llamar al veterinario si la temperatura no baja al rango normal dentro de unos 90 minutos. [7]
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Conocer el momento en el que se debe llamar al veterinario

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  1. Si has tomado la temperatura de tu caballo un par de veces en el transcurso de varias horas o unos pocos días, y sigue estando elevada, llama al veterinario.
    • Llama al veterinario si la temperatura del caballo permanece por encima de los 38,6 °C (101,5 °F). [8]
  2. Si la temperatura de tu caballo está por encima del rango normal y presenta otros síntomas, consulta con el veterinario.
    • Observa al caballo y realiza un seguimiento de los otros síntomas (por ejemplo, pérdida de apetito o falta de energía).
  3. Es posible que el termómetro se deslice completamente dentro del recto del caballo. Si esto ocurre, contacta al veterinario de inmediato.
    • En estos casos, existe la posibilidad de que el termómetro salga por sí solo junto con las heces del caballo. Llama al veterinario de inmediato, pero controla la producción de heces y verifica la presencia del termómetro en el excremento. Siempre puedes cancelar una visita al veterinario si el termómetro llega a salir por sí solo.
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Advertencias

  • Bajo ninguna circunstancia debes pararte directamente detrás del caballo. Si llega a patearte, podrías sufrir lesiones graves o incluso perder la vida.
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