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El trabajo de un caballo con cuerda implica guiarlo en círculo alrededor de un pequeño recinto. Este no solo se considera un ejercicio excelente, sino que además ayuda a formar un vínculo con el caballo a través del entrenamiento. Este trabajo también puede ayudar a mejorar el equilibrio y el trote del caballo. Aunque la mayor parte del entrenamiento se realiza con una brida cavesson pesada (sin embocadura), puedes utilizar un arnés con embocadura normal si no cuentas con este elemento.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Configurar el equipo

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  1. En general, vas a necesitar un espacio de aproximadamente 14 a 15 m (46 a 49 pies) para que el caballo pueda trotar, pero no tan grande que se sienta como si estuvieras al aire libre, ya que podrías hacer que el caballo trate de escapar. [1]
    • Si no cuentas con un corral, trata de utilizar pacas de heno para hacer un círculo.
  2. El trabajo con cuerda representa un ejercicio físico para el caballo. Para ayudar a protegerlo de lesiones, es probable que desees colocar un vendaje atlético especial (que se conoce como vendas de polo) alrededor de los tobillos del animal. Comienza aproximadamente a 2/3 del camino hacia arriba de la pata y luego envuelve hacia el tobillo. La venda debe quedar cómodamente ajustada. Coloca la venda debajo del espolón y continúa envolviendo la pata hacia arriba. Luego, abrocha la venda con velcro. [2]
    • Envolver los tobillos del caballo con vendas de polo puede ayudar a evitar lesiones en las patas si se tropieza con la rienda. Además, puedes prevenir lesiones causadas por el paso inadecuado, que representa especialmente un riesgo para un caballo joven.
    • También puedes colocarle botas deportivas al caballo si lo prefieres.
  3. Esta brida es una pieza especial del protector de cabeza que te permite controlar al animal sin causarle molestias. Debes colocar la brida de manera que se ajuste perfectamente a la nariz sin resbalarse. Además, asegúrate de que se asiente sobre el tejido blando para permitir que el caballo respire con libertad. [3]
    • Puedes conseguir bridas cavesson y riendas dondequiera que ofrezcan suministros para equitación.

    Consejo: si el caballo ya lleva puesta una brida, puedes colocar la cavesson encima.

  4. Una rienda para trabajo con cuerda es larga y se engancha a la brida. Por lo general, está hecha de correas u otro material liviano para que sea más fácil manejarla. Vas a utilizar la rienda para guiar al caballo en un círculo amplio, por lo que debe ser lo suficientemente larga como para permitir que el animal alcance el borde exterior del recinto. [4]
    • Si no cuentas con una rienda para trabajo con cuerda, puedes utilizar una cuerda resistente o una cincha plana de aproximadamente 8,5 m (28 pies) de largo. [5]
  5. Aunque una brida cavesson para trabajo con cuerda facilita la conexión cómoda de la rienda, aún puedes trabajar con cuerda si no cuentas con una. Simplemente fija el arnés sobre la parte baja de la cabeza del caballo y engancha la rienda al interior del arnés. [6]
    • Nunca conectes la rienda a la embocadura del caballo, ya que podrías hacer que la rienda jale dolorosamente del hocico.
  6. Al manejar la rienda, tómate el tiempo para plegarla ornadamente como si fuera un acordeón. Plegar las riendas ayudará a evitar que cualquier exceso se enrede y facilitará su sujeción. [7]
    • Nunca pliegues la bobina alrededor de la mano. Si el caballo sale corriendo, la rienda podría ajustarse alrededor de la mano y causarte lesiones graves.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Comenzar el trabajo con cuerda

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  1. Cuando estés listo para comenzar a trabajar con el caballo, guíalo hasta el corral y párate justo en el medio. Lleva el látigo y el exceso de rienda en la mano más cercana a la parte trasera del animal y utiliza la mano libre para controlar la rienda y tensar o aflojar su holgura. Imagina que formas un triángulo donde el cuerpo del caballo es la base y el látigo y la rienda son los lados. [8]
    • Por ejemplo, puedes sostener la rienda y el látigo con la mano derecha si deseas que el caballo se desplace hacia la izquierda, y utilizar la mano izquierda para ajustar las riendas. [9]
    • Lleva el látigo de manera que apunte detrás del caballo y hacia abajo cuando no lo utilices. Además, trata de mantener el látigo inmóvil, ya que resultará menos efectivo si lo sacudes constantemente.
    • Trata de apuntar hacia el centro del caballo, ya que podrías hacer que se estrese si lo miras de frente.
  2. Puedes emplear la palabra o el sonido que desees para ordenarle al caballo que camine, pero asegúrate de ser constante. Por ejemplo, si haces un sonido de clic para hacer que el caballo camine, siempre debes utilizar ese mismo sonido. [10]
    • Debes emplear tonos muy distintivos para cada comando y tratar de mantener los comandos verbales al mínimo. Si hablas constantemente, el caballo comenzará a desconectarse de tu voz. [12]

    Comandos comunes para caballos: puedes decir '"¡So!"' para hacer que se detenga de inmediato, trote para acelerar el paso, o lanzarle besos para que empiece a galopar . [11]

  3. Deja que la holgura se afloje poco a poco y trata de que no se arrastre demasiado por el suelo para evitar que el caballo se enrede en él. Mantén los codos suaves de modo que la rienda parezca elástica. Si ajustas las riendas demasiado, el caballo empezará a resistirse. [13]
    • Deja que el caballo camine alrededor del corral unas 3 o 4 veces.
    • Puedes pararte en un punto y girar mientras el caballo camina en círculo o puedes caminar en un círculo pequeño.
  4. Una vez que el caballo haya caminado 3 o 4 círculos, entonces es hora de acelerar al trote. Dale al caballo la orden de trotar y asegúrate de girar a la misma velocidad que él para evitar enredarte con la rienda. Puedes utilizar el látigo si necesitas corregir la velocidad del animal durante la sesión. [14]
    • La mayor parte de la sesión de trabajo debe realizarse al trote.
    • Si el caballo tiene experiencia en trabajo con cuerda, o si se comporta muy bien durante la sesión, puedes pasar al galope durante unos minutos antes de finalizar.
    • Si el caballo parece sin aliento o cojea, puedes detener la sesión un poco antes.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Utilizar las riendas y el látigo para dar comandos

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  1. Extiende el brazo de manera que la rienda jale hacia donde se dirige el animal, en lugar de salir directamente de él. Al mismo tiempo, levanta el látigo y colócalo más cerca de los cuartos traseros del caballo. Este movimiento debería animarlo a acelerar un poco. Baja el látigo una vez que lo logres. [15]
    • Además, puedes incluir un comando verbal o un sonido de clic para indicarle lo que deseas.
  2. Cuando trabajas con cuerda, es importante que evites que el caballo camine hacia el centro del círculo. Esto no solo anula el propósito del ejercicio, sino que además genera una holgura en la rienda con la que el caballo podría tropezar. Para evitar que gire, debes apuntar el látigo hacia su hombro o tocarlo ligeramente con el látigo. Este movimiento debería animarlo a retroceder hacia el exterior del círculo. [16]
    • No es necesario que le des un comando verbal.
  3. El látigo es una ayuda simple para el entrenamiento cuyo objetivo es permitirte dirigir al caballo mientras permaneces fuera de la distancia de una coz. En situaciones en las que un caballo se porta mal deliberadamente, puedes sacudir o chasquear el látigo, pero trata de no hacerlo a menos que sea necesario. Si chasqueas el látigo demasiado, el caballo comenzará a ignorarlo. [17]
    • Nunca utilices el látigo para golpear o asustar al animal, ya que perderá la confianza en ti y probablemente presentará problemas de comportamiento cada vez mayores.
  4. El caballo debe comenzar a averiguar qué hacer para que liberes esa presión. Si se comporta como deseas, debes aliviar la presión. De esta manera, sabrá exactamente lo que esperas de él y será más probable que se comporte de igual manera en el futuro. [18]
    • Evita jalar con fuerza la rienda, ya que podrías lastimar al caballo o hacer que corcovee, lo que podría provocar una lesión.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Detener al caballo

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  1. Después de unos 15 minutos de trotar en círculos, dale la orden de reducir la velocidad para que camine. Sin embargo, no jales las riendas para evitar llevarlo hacia el centro del círculo. En su lugar, haz que se detenga por completo en el extremo de la rienda. [19]
    • Haz que el caballo gire hacia el exterior del círculo antes de soltar las riendas. Si lo llevas al centro del círculo, querrá acercarse a ti cada vez que reduzcas la velocidad para hacerlo caminar mientras trabajas con la cuerda.
  2. Si el caballo comienza a avanzar demasiado rápido, debes sostener las riendas para jalarlas ligeramente hacia su cuello. Mantén el látigo hacia abajo y lejos del animal. [20]
    • Utiliza un comando como “Camina” para indicarle que reduzca la velocidad mientras jalas las riendas.

    Consejo: si sostienes el látigo demasiado cerca del caballo, se resistirá a reducir la velocidad. Si continúa avanzando más rápido, logrará alejarse del látigo.

  3. Una vez que hayas recuperado la rienda y el caballo haya disminuido la velocidad y empiece a caminar, debes mantener la presión sobre las riendas y luego chasquear el látigo de modo que quede frente al caballo. Este movimiento debería indicarle que deseas que se detenga. [21]
    • Espera hasta que el caballo disminuya la velocidad antes de colocar el látigo frente a él. De lo contrario, podría asustarse, en especial si es tímido. El caballo podría retroceder y enredarse en las riendas, lo que resultaría peligroso tanto para ti como para él.
    • Trata de decir “¡So!” al mismo tiempo que detienes al caballo.
  4. Este es un ejercicio excelente y ayuda a reforzar el entrenamiento del caballo. Aunque no existen pautas establecidas acerca de la frecuencia con la que debes trabajar con el animal, de 2 a 3 veces por semana es una buena pauta, en especial si no puedes cabalgar todos los días. Esto ayudará a mantener al caballo en buena forma y mejorará tu vínculo con él, ya que pasarás tiempo de calidad dándole instrucciones. [22]
    • Además, es probable que desees trabajar con el caballo antes de montarlo, en especial si ha pasado un tiempo desde tu última cabalgata. Esto puede ayudar a recordarle algunos de los conceptos básicos del entrenamiento, y puede ayudar a que adopte una mentalidad dócil antes de que lo montes.
    • Si el caballo no se ha ejercitado por un tiempo, comienza a trabajar con él de 1 a 2 veces por semana. Luego, puedes aumentar el entrenamiento a medida que el caballo se sienta más cómodo.
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Consejos

  • Mantén la duración de las sesiones a unos 20 minutos para mantener fresco al caballo.
  • El trabajo con cuerda es una excelente manera de hacer que el caballo adopte un estado de ánimo cooperativo antes de sacarlo a cabalgar. Además, representa un buen ejercicio durante los períodos en los que no puedes cabalgar demasiado.
  • El uso de guantes durante este ejercicio es una buena idea para protegerte las manos de quemaduras por las cuerdas, en especial si vas a trabajar con un caballo joven.
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Advertencias

  • Nunca guíes a un caballo con las riendas laterales, ya que esto puede hacer que retroceda y se vuelque.
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Cosas que necesitarás

  • un recinto circular
  • vendas de polo
  • una brida cavesson o un arnés
  • riendas
  • un látigo

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