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El racismo en el lugar de trabajo agota los recursos de la empresa. Si bien es ilegal e inaceptable, no es inusual. En caso de que haya un jefe racista en tu lugar de trabajo, quizás tengas miedo de expresarte en su contra. Si estás preparado para lidiar con sus comentarios, podrás manejar mejor a un jefe racista. Asimismo, podría serte útil conocer cuáles son las opciones legales en caso de que optes por tomar medidas adicionales.

Método 1
Método 1 de 4:

Manejar un comentario racista

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  1. Si te alteras visiblemente como consecuencia de las palabras o comportamientos racistas de tu jefe, esto por lo general empeorará la situación. Si eres tú el blanco del comentario racista, quizás quieras responder, mientras que, si no eres el blanco directo, podrías sentir el deseo de defender a quien sí lo haya sido. Sin embargo, si lo que buscas es una forma de manejar la situación con tacto, será necesario que primero te tranquilices. [1]
    • Respira hondo y cuenta hasta 10 antes de decir nada.
    • En caso de que de todas formas consideres que no puedes tranquilizarte, discúlpate y aléjate de tu jefe de ser posible.
  2. En caso de que sea la primera vez que hayas oído a tu jefe hacer un comentario racista, quizás lo más fácil sea tan solo ignorarlo. Cambia de tema a alguna inquietud que tenga relación con el trabajo. Por ejemplo, después del comentario ofensivo, puedes tan solo mirar a tu jefe inexpresivamente, hacer una pausa y luego seguir hablando sobre el trabajo. [2]
    • Es posible que, sin que tengas que decirlo, le transmitas el mensaje de que no apreciaste su humor o su comentario.
    • Debes tratar de recordar que educar a tu lugar de trabajo sobre el racismo no es responsabilidad tuya. Tu principal objetivo es lograr que tu jefe deje de hacer comentarios racistas en tu presencia.
  3. En caso de que tu jefe no deje de decir cosas racistas en tu presencia, quizás sea necesario que tu desaprobación sea más evidente. Es posible hacerlo con tacto siempre y cuando puedas mantener la calma. En el momento en que tu jefe diga algo ofensivo, míralo inexpresivamente y di algo como "Vaya" o incluso "Vaya, eso fue racista". [3]
    • Después de tu comentario, evita dar una explicación sobre los motivos por los cuales lo que dijo tu jefe fue racista, sino más bien debes reorientar la conversación de inmediato hacia un tema laboral.
    • Ten cuidado de dirigir tu atención hacia el comentario y no hacia la persona. Es más probable que tu jefe reaccione de manera positiva si le dices que su comentario fue racista en lugar de decirle "Vaya, parece que eres racista".
  4. Si le preguntas a tu jefe "¿Por qué hiciste [ese comentario racista]?", es posible que reconozca que su comentario no fue apropiado o bien podría revelar que tú mismo lo malinterpretaste. En caso de que tu jefe reitere el comentario con una clarificación adicional racista, comprenderás mejor la situación. [4]
    • Asimismo, si le pides a tu jefe que explique las razones por las cuales haya hecho el comentario, tendrás tiempo para ordenar tus pensamientos y tranquilizarte.
    • En caso de que otras personas estén presentes, habrá más testigos.
  5. Si le pides que repita su comentario racista, esto resalta el hecho de que lo dijo en un principio y es posible que haga que tu jefe sienta vergüenza sin que lo acuses de manera abierta. Repite el procedimiento con la frecuencia que sea necesaria de forma que le dejes en claro que te niegas a participar en una conversación racista. [5]
    • Por ejemplo, después de que tu jefe haga el comentario racista, puedes fingir que no lo escuchaste y decir "¿Perdón?".
    • En caso de que lo repita, puedes fingir que no lo comprendes: "Lo siento, no entiendo".
    • A la larga, captará el mensaje de que o le estás pidiendo que explique su comentario racista de manera explícita o bien de que debería seguir adelante con la conversación.
  6. Aunque sea la primera vez que hayas oído a tu jefe hacer un comentario racista, deberás hacerle seguimiento. Toma nota con exactitud de lo que se haya dicho, quién haya estado presente, en dónde estaban y la fecha y hora. Debes ser específico. [6]
    • En caso de que en algún momento decidas acudir a la oficina de recursos humanos de tu empresa o consultar con un abogado sobre tus inquietudes en cuanto a un jefe racista, se necesitará documentación escrita.
    • Asegúrate de guardar tus notas escritas en un lugar en donde nadie vaya a encontrarlas en el trabajo.
  7. Los chistes y comentarios racistas pueden constituir un entorno hostil de trabajo si es que ocurren lo suficiente como para tener un efecto sobre el empleo de una persona. En caso de que estos comentarios y chistes sean lo suficientemente ubicuos como para interferir con la capacidad de un empleado para realizar su trabajo, esto constituye un acto de discriminación laboral ilegal. [7]
    • Puede ser difícil probar el acoso. Las principales consideraciones son si es que los comentarios fueron o no bienvenidos, así como también qué tan graves fueron las palabras o acciones racistas.
    • Date cuenta de que los comentarios racistas constituyen acoso, aunque no pertenezcas a la raza a la que se haga referencia de manera negativa. Con tal que dejes en claro que los comentarios no son bienvenidos y con tal que los comentarios o acciones sigan impidiendo tu capacidad para hacer tu trabajo, constituyen un entorno hostil de trabajo.
  8. Debes practicar la autocompasión saludable. Al salir del trabajo, prioriza las actividades que te hagan sentir bien contigo mismo. Si buscas actividades significativas y gratificantes, esto te será útil para mantenerte equilibrado a pesar de tu jefe racista.
    • Podría serte útil conversar con amigos cercanos, con un consejero o con un mentor religioso sobre tus dificultades en el trabajo.
    • En caso de que tengas una rutina de ejercicios, continúa con ella, ya que el ejercicio puede ser de ayuda para aliviar la tensión y el estrés. En caso de que no practiques algún ejercicio actualmente, considera la posibilidad de empezar con uno.
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Método 2
Método 2 de 4:

Lidiar con los comportamientos racistas

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  1. En caso de que tu jefe sea racista, es posible que te des cuenta de que trata de manera injusta a las personas de color. Estas acciones podrían ser directas (por ejemplo, negarse a emplear a alguien porque "no encajaría") o indirectas (por ejemplo, insistir que la lengua materna de los empleados sea el inglés, si vives en los EE. UU.).
    • No olvides que es posible que el lugar de trabajo tenga una razón genuina para su política de contratación.
    • No es necesario que las acciones racistas estén dirigidas a ti para que tu trabajo se vea afectado.
  2. En caso de que tú u otra persona que consideres calificada hayan sido pasados por alto más de una vez para un ascenso, puedes preguntarle a tu jefe lo que podrías hacer de manera distinta. Por ejemplo, pregúntale: "Me sorprendió que no se me consideró para ese puesto, porque parece encajar con mis habilidades y mi experiencia. Me interesa saber lo que podría hacer para avanzar en la empresa". [8]
    • Evita preguntárselo de una forma beligerante que haga que tu jefe se ponga a la defensiva.
    • No olvides que tu jefe podría no reconocer su propio racismo. De serte posible realizar tus observaciones con tacto, quizás se dé cuenta de lo que hace y cambie su comportamiento.
  3. No acuses a tu jefe de ser racista sino, en cambio, podrías darle sugerencias para un mejor manejo. Por ejemplo, no digas "Si no estás considerando a ese hombre para un empleo aquí, estás actuando como un racista", sino que podrías decirle "Me parece que sería útil que tratáramos de cultivar una fuerza laboral más diversa". [9]
    • Un formato de afirmación no solo es asertivo sino también deferente.
    • Trata de explicar las razones por las cuales te gustaría que haya cambios. De este modo, te enfocas en realizar cambios positivos en lugar de echarle la culpa a tu jefe por sus acciones.
  4. Existen determinados incidentes que pueden dar como resultado la acción inmediata. Por ejemplo, las amenazas físicas según la raza, colgar un nudo corredizo en el casillero o espacio de trabajo de un empleado afroamericano o emplear una palabra peyorativa sobre una determinada raza constituyen acoso con base en un solo incidente. [10]
    • En caso de que en tu lugar de trabajo ocurran comportamientos de este tipo, debes reportarlos de inmediato.
    • Ten cuidado de documentar estas acciones. Toma nota con exactitud de lo que se haya llevado a cabo, incluyendo la fecha, la hora, el lugar y las demás personas que lo hayan observado.
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Método 3
Método 3 de 4:

Tener en cuenta tus opciones legales

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  1. En caso de que los comentarios racistas de tu jefe empiecen a tener un efecto sobre tu desempeño en el trabajo, será necesario que busques a alguien con quien puedas hablar. Es probable que otras personas en tu lugar de trabajo hayan tenido experiencias similares con tu jefe, así que puedes preguntarles por la forma como manejen su racismo y lo que podrían estar haciendo al respecto (de ser el caso). [11]
    • Ten cuidado de hacerlo con discreción. Es recomendable que, para tener esta conversación, te reúnas con ellos después del trabajo a tomar un trago o un café.
    • Después de que la empresa esté al tanto del incidente, tiene la obligación legal de investigarlo. En caso de que aún no estés listo para una investigación completa, quizás quieras esperar antes de conversar con el departamento de recursos humanos.
  2. En su mayoría, los empleadores han desarrollado políticas de acoso en cuanto al comportamiento en el lugar de trabajo, aunque en algunos lugares esto no sea un requisito por ley. Esta política debe definir con claridad la conducta que esté prohibida y contener información en cuanto a la persona a la que se deba contactar dentro de la empresa en caso de tener preguntas o quejas. [12]
    • A la empresa le conviene desarrollar una política de este tipo, ya que, si no la tiene, será mucho más difícil comprobar que los empleados estaban al tanto de las prácticas no discriminatorias.
    • Es posible que las empresas pequeñas no hayan implementado una política y no cuenten con pautas claras en cuanto a la persona a la que se deba contactar si se tiene alguna inquietud, en cuyo caso quizás debas consultarlo con un abogado.
  3. Existen muchas acciones distintas que son ilegales en caso de que no solo no sean bienvenidas sino que también sean graves o ubicuas, lo que significa que, si dejaste en claro (con tacto) que no te gustan los comentarios racistas de tu jefe y tu jefe continúa, esto constituye discriminación laboral ilegal. [13] Esto puede abarcar lo siguiente:
    • los comentarios verbales sobre la ropa, los comportamientos personales o los cuerpos individuales de las personas; los chistes con base en la raza; el envío de mensajes de texto o correos electrónicos racistas a los empleados
    • el contacto físico, incluyendo el contacto físico no deseado con el cuerpo, el cabello o la ropa de un empleado
    • la conducta no verbal, incluyendo los gestos peyorativos y las expresiones faciales con una intención racial
    • las demostraciones visuales, incluyendo las imágenes, los dibujos, los protectores de pantalla, los afiches, las fotos o cualquier demostración visual de artículos que se entienda que tengan un significado racial
  4. Como se mencionó anteriormente, si llevas un registro cuidadoso de todos los incidentes racistas en tu lugar de trabajo, tendrás una base para cualquier posible acción legal. Toma nota con exactitud de lo que se diga o se haga, incluyendo a todos los posibles testigos. Asimismo documenta la fecha, la hora y el lugar. [14]
    • Quizás quieras pedirles a otros colegas que lleven sus propios registros por escrito para respaldar tu documentación.
    • Debes ser lo más claro y objetivo posible. Para los fines de este registro por escrito, no incluyas insultos, especulación, procesamiento emocional, etc.
    • No guardes este registro en tu lugar de trabajo sino en casa o en tu auto.
  5. En caso de que le hayas dicho a tu jefe con tacto que no aprecias su comportamiento racista y este continúe, quizás sea momento de tomar un enfoque más directo. Si es que de verdad te gusta tu trabajo y quieres conservarlo, valdría la pena que intentes hacer cambios en el entorno racista de tu trabajo. En caso de que no tengas mucho interés en conservar tu empleo, podrías tomar medidas para conseguir otro empleador.
    • Después de reportar el comportamiento de tu jefe a la empresa, esta tendrá la obligación de iniciar una investigación sobre tu queja.
    • La empresa no divulgará tu nombre, pero es posible que sea fácil determinar de dónde proviene la queja. Debes tener en cuenta que tu jefe podría estar al tanto de ella.
    • Las represalias son ilegales, pero existe la posibilidad que sufras como resultado de reportar a tu jefe.
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Método 4
Método 4 de 4:

Reportar el acoso racial

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  1. Para determinar el acoso en el lugar de trabajo, el primer requisito es que el comportamiento no sea bienvenido para la víctima. Debes tener cuidado de haberle dicho a tu jefe que sus comentarios o su comportamiento te resultan ofensivos. [15]
    • En caso de que todos se rían de los chistes racistas, no debes unirte. Es necesario que no envíes mensajes contradictorios en cuanto al comportamiento racial.
    • Esta comunicación puede llevarse a cabo de manera verbal o escrita.
  2. Podrías reportar el comportamiento al supervisor de tu jefe, al departamento de recursos humanos o a alguien más dentro de la empresa que esté a cargo de evitar que ocurra el acoso, aunque esto dependerá de la estructura de tu empresa. El acoso debe reportarse por escrito y debes tener cuidado de guardar una copia con fecha de tu queja escrita en un lugar seguro. [16]
    • Después de que tu empleador esté al tanto del acoso, la empresa tendrá la obligación legal de investigar la queja.
    • En caso de que tu lugar de trabajo requiera que haya un proceso específico para las quejas, debes seguir las directrices para el proceso de la forma más precisa posible.
  3. En caso de que hayas tomado la decisión de presentar una queja formal sobre los comentarios o comportamientos racistas de tu jefe, es imperativo que lleves un registro detallado por escrito de todos los incidentes que podrían respaldar tu queja. Guarda un cuaderno en un lugar seguro, en donde nadie de tu trabajo pueda leerlo por accidente. [17]
    • Registra con exactitud lo que se haga o se diga en cada incidente, así como también quién estuvo presente, la hora, la fecha y el lugar.
    • De ser posible, pídeles a tus colegas que lleven sus propios registros con los que se pueda corroborar el tuyo.
  4. Reporta a tu jefe a la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (o su equivalente en el lugar en donde vivas). Si vives en los EE. UU., la EEOC, por sus siglas en inglés, es una agencia federal que está a cargo de hacer que se cumplan las leyes que prohíben los prejuicios y la discriminación racial. Cada estado del país cuenta con su propio proceso para reportar los actos de acoso o discriminación racial. Los actos de este tipo son ilegales en todos los estados según el título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, aunque el mecanismo exacto para reportarlo variará. [18]
    • Es posible que en el estado en donde vivas haya una agencia administrativa (por ejemplo, la Comisión de Derechos Humanos de Misuri o la Comisión de Igualdad de Derechos de Nevada). Estas agencias estatales existen para cooperar con la EEOC.
    • Es necesario que presentes la demanda en el espacio de una cantidad limitada de días después de que ocurra la discriminación o el acoso. Si bien la cantidad exacta variará según el estado, en general es importante que sepas que tu caso será más eficaz mientras más pronto reportes la discriminación.
    • Si bien no es obligatorio, quizás quieras consultarlo con un abogado. Tienes derecho a seguir adelante con una queja contra tu jefe sin un abogado.
    • La comisión estatal podría resolver tu queja con éxito.
  5. En caso de que la comisión estatal (o su equivalente) no resuelva tu queja con éxito, tienes derecho a continuar con la queja mediante el sistema legal. Dependiendo del lugar en donde vivas, es probable que primero debas intentar resolverlo a través de una comisión de este tipo antes de tomar acciones judiciales. [19]
    • Si vives en los EE. UU., después del proceso con la EEOC recibirás ya sea una "Desestimación y Notificación de Derechos" o una "Notificación de derecho a litigar" (formulario 161).
    • A partir de la fecha en la que recibas estos documentos, tienes 90 días corridos para tomar una acción judicial. A este plazo se le conoce como el "plazo de prescripción". En caso de que no presentes la demanda a un tribunal para esta fecha, quizás no puedas proceder con tu caso.
    • Un abogado podría serte de ayuda para navegar el sistema legal.
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