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Muchos niños pueden experimentar el dolor en el pie durante su crecimiento por una variedad de razones. Si tu hijo se queja de un dolor en el pie, significa que podría estar sufriendo dolores de crecimiento en el hueso del talón [1] , que podría tener problemas médicos en los pies (p.ej. si sufre de pie plano) o que podría estar usando los zapatos incorrectos. [2] El dolor en el talón y el pie también es un mal común en los niños de entre siete a ocho años debido a la gran cantidad de actividad que realizan y a que corren por todas partes diariamente. [3] Antes de tratar el dolor de pie en tu hijo, es importante identificar su causa original y obtener un diagnóstico por parte de un profesional en medicina.

Método 1
Método 1 de 3:

Identificar la causa del problema en el pie

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  1. Pídele a tu hijo que señale el área o las áreas de los pies donde siente un dolor agudo o palpitante. También podría sentir dolor en otras áreas de sus pies, tales como sus rodillas, sus tobillos o los músculos de la pantorrilla. Esto te ayudará a determinar el lugar de donde proviene el dolor en los pies y las piernas, y a determinar sus posibles causas. [4]
    • Si indica que el dolor está en su talón, podría tener la enfermedad de Sever, también conocida como “dolor de talón” o talalgia infantil, la cual se produce a causa de alteraciones en la placa de crecimiento del pie de tu hijo y se presenta normalmente en niños que practican deportes, sobre todo durante la primera etapa de la pubertad.
    • Si se queja de dolor en todo su pie, así como en los tobillos y los músculos de la pantorrilla, podría sufrir de pie plano.
  2. Caer apoyando todo el peso en el pie, torcérselo, lastimarlo al dar una patada o dejar caer algo sobre él puede causar esguinces, torceduras, contusiones o fracturas que produzcan dolor. Si tu hijo siente dolor tras sufrir una lesión o experimenta un dolor repentino en el pie, acude a tu médico o ve a la sala de emergencias.
    • Cojear no necesariamente indica una lesión en el pie. Un niño pequeño podría cojear a causa del dolor producido por una lesión en la cadera, la pierna o el pie.
  3. Tu hijo también podría quejarse de un escozor grave entre los dedos. La piel de sus pies podría parecer escamosa o reseca y también podría sentir que sus pies le arden o están irritados. Estos son síntomas del pie de atleta. El problema cutáneo se produce a causa de un hongo que podría haber llegado hasta los pies del niño debido a la exposición a los hongos en una piscina, un gimnasio o un vestuario, o incluso por culpa de unos calcetines o prendas de vestir contaminados. [5]
    • El pie de atleta es una condición cutánea desagradable que solo empeorará si no se trata adecuadamente. En ese caso, deberás llevar a tu hijo al médico para que le recete polvos, ungüentos y cremas medicadas de venta libre.
  4. Algunos niños sufren dolor en el pie debido al uso de calzado inadecuado que aprieta demasiado los pies. Revisa el interior de sus zapatos en busca de partes puntiagudas o zonas que podrían rozar con los pies de tu hijo. [6]
    • Con frecuencia, los zapatos incorrectos producirán dolores superficiales, tales como ampollas y carne viva en los pies de tu hijo. No obstante, si tu hijo siente dolor en los músculos y articulaciones de los pies, lo más probable es que se trate de un problema más grave.
  5. Por lo general, los juanetes se producen debido a un aumento en el movimiento de la región del arco del pie y aparecerán como una protuberancia que se extiende de un lado de la bola del pie. Tu hijo podría haber heredado una predisposición genética a sufrir de juanetes o podría haber sufrido una deformidad de nacimiento en los pies que no se diagnosticó correctamente. Si sospechas que tu hijo tiene juanetes, llévalo a un podólogo para que le brinde un tratamiento. [7]
    • Para verificar si tu hijo podría tener una uña encarnada en el pie, examina sus dedos gordos para ver si hay algún enrojecimiento o carne viva alrededor de la uña de estos dedos, así como las áreas donde la uña está presionada contra la piel. Existen remedios caseros que puedes probar para aliviar el dolor provocado por uñas encarnadas . Sin embargo, la mejor medida a tomar es llevar a tu hijo a un médico para que pueda tratar la uña encarnada.
    • También debes buscar la presencia de verrugas plantares, las cuales son comunes en los niños y pueden causar dolor al caminar. Un pediatra, podólogo o dermatólogo puede encargarse de tratar este tipo de dolencias.
  6. Pídele que camine algunos pasos hacia adelante y obsérvalo. Si parece apoyar la mayor parte de su peso en los dedos, o caminar con una cojera ligera o pronunciada, podría estar sufriendo un problema en el pie común en los niños (p.ej. una tialgia infantil, conocida también como enfermedad de Sever). [8]
    • La tialgia infantil se produce debido al crecimiento de los pies de tu hijo, pues los huesos del pie podrían estar creciendo más rápido que los tendones y el hueso del talón (conocido médicamente como calcáneo). Esta brecha entre la placa del crecimiento de tu hijo puede dar lugar a un área débil en la parte posterior del talón y estirar el tendón en los pies de tu hijo. Es por ello que esto ejerce más tensión en la placa del crecimiento en los pies de tu hijo y puede producirle dolor en el talón.
    • Si sospechas que tu hijo podría estar sufriendo una tialgia infantil, es importante que lo lleves al médico, quien podrá derivarlo a un podólogo u ortopedista. El médico puede examinar los pies de tu hijo y proponer opciones de tratamiento. Podría derivarlo a un cirujano de pies y tobillos para que se encargue de solucionar los problemas de dolor en el talón. Detectar una tialgia en las primeras etapas en la mejor manera de evitar el desarrollo de un dolor y problemas en el pie de por vida.
  7. Este es un síntoma de pie plano, un problema que, de ser grave o generar síntomas, requerirá un tratamiento profesional. El pie plano es una condición hereditaria que también puede provocar otros síntomas, tales como los siguientes: [9]
    • Sensibilidad, calambres y dolor en el pie, la pierna o la rodilla
    • Torpeza o cojera al caminar
    • Dificultad para encontrar zapatos cómodos
    • Poca energía para participar en actividades físicas que involucren correr, trotar o correr a toda velocidad
  8. Lleva a tu hijo a una sala de emergencia en caso de que no pueda apoyar su peso sobre los pies o si tiene un dolor en ellos debido a una lesión o fiebre, además de una cojera. Si se vuelve demasiado doloroso que le impide a tu hijo apoyar su peso completamente en sus pies o si tiene un dolor ardiente, llévalo al hospital o clínica más cercanos. Tu hijo podría sufrir un problema grave en el pie que requiera un tratamiento inmediato. [10]
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Método 2
Método 2 de 3:

Utilizar tratamientos caseros

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  1. Si crees que los zapatos de tu hijo son los que le provocan dolor en el pie, considera la posibilidad de comprar plantillas acolchadas para otorgarles comodidad a su calzado. Las plantillas le permitirán a tu hijo levantar los talones y pueden aliviar el dolor básico, tales como molestias o rigidez. [11]
    • Si tu hijo se queja de dolor en el pie cada vez que usa los mismos zapatos, desecha estos últimos y compra unos que le queden mejor. Asegúrate de que tu hijo use zapatillas cuando practique algún deporte o pase el tiempo al aire libre, de modo que sus pies tengan un buen apoyo durante la realización de una actividad extenuante.
  2. (por sus siglas en inglés). Si tu hijo siente un dolor punzante en los pies después de un día de ejercicio, puedes utilizar el método R.I.C.E., cuyas siglas en inglés significan reposo, hielo, compresión y elevación. Este método probablemente ayude a resolver cualquier dolor inmediato durante varias horas o toda la noche. Para practicar el método R.I.C.E., deberás hacer lo siguiente: [12]
    • Deja que tu hijo repose los pies y las piernas al evitar cualquier actividad física o extenuante.
    • Aplica una compresa de hielo o una bolsa de guisantes congelados envuelta en una toalla en los pies de tu hijo al colocarla debajo de los talones. Mantén el hielo durante intervalos de 20 minutos y espera otros 10 entre cada intervalo para volver a colocarlo.
    • Envuelve un vendaje de compresión (p.ej. un vendaje ACE) alrededor de ambos pies para evitar que la hinchazón se agrave. El vendaje debe estar ajustado, pero sin cortar la circulación sanguínea hacia los pies de tu hijo.
    • Eleva los pies de tu hijo al colocarlos sobre una almohada o varias mantas. Esto servirá para reducir el dolor o hinchazón.
    • Utiliza un analgésico de venta libre si es necesario. Por lo general, los pediatras recomiendan ibuprofeno para aliviar el dolor temporalmente.
  3. Si los tratamientos caseros y el dolor en el pie de tu hijo persisten, haz una cita con el médico. Por lo general, un pediatra u ortopedista puede tratar este tipo de dolor en el pie. En algunos casos, podrían derivar a tu hijo a un cirujano de pie y tobillo o a un podólogo. [13]
    • Un podólogo ayudará a identificar la causa del dolor de tu hijo y está especialmente capacitado para tratar las placas de crecimiento, los huesos y los problemas leves en los pies de un niño en desarrollo.
  4. Si tu médico le diagnostica pie de atleta a tu hijo, podría hacer una receta para una crema o un polvo antimicóticos. Tu hijo deberá aplicarse el producto antimicótico para tratar sus pies durante unas cuatro semanas y seguir con el tratamiento una semana después de que la condición parezca haber desaparecido con la finalidad de eliminar el hongo por completo. [14]
    • También debes cambiar los calcetines de tu hijo por unos absorbentes que eliminen la humedad de sus pies. Esto evitará el crecimiento de hongos nuevos que puedan provocar el pie de atleta. Tu hijo también debe evitar los zapatos hechos de material no transpirable como el vinilo, pues puede producir una humedad excesiva en los pies y el posible crecimiento de hongos. [15]
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Método 3
Método 3 de 3:

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  1. El podólogo podría pedirle a tu hijo que se siente, se ponga de pie, que levante los dedos mientras está de pie y que se pare de puntas. También podría revisar el talón de Aquiles de tu hijo en busca de tensión y observará si sus pies tienen callos, verrugas, uñas encarnadas o desgaste. [16]
    • El podólogo también podría preguntarte si alguien en tu familia padece pie plano y si existe antecedentes de una enfermedad neurológica o muscular.
    • El podólogo podría realizarle una radiografía a los pies de tu hijo para obtener una perspectiva más precisa de la estructura ósea.
  2. Una vez que el podólogo haya evaluado los pies de tu hijo, diagnosticará la causa de su dolor. Si tu hijo tiene pie plano pero no es grave o si sufre la enfermedad de Sever (tialgia infantil), el podólogo podría recomendar opciones no quirúrgicas tales como: [17]
    • Descansar y evitar las actividades que causen dolor hasta que los síntomas desaparezcan
    • Analgésicos y antiinflamatorios de venta libre
    • Ejercicios de estiramiento para extender los tendones del talón en ambos pies [18]
    • Soportes acolchados de venta libre para los zapatos de tu hijo
    • Órtesis personalizadas para los zapatos de tu hijo que le permitan equilibrarse y apoyen las áreas sensibles de sus pies
    • Fisioterapia para fortalecer las áreas débiles en los pies de tu hijo
  3. En algunos casos, el pie plano de un niño no puede corregirse con opciones no quirúrgicas y el método más apropiado podría ser una cirugía. El podólogo te derivará a un cirujano de pies que pueda guiarte por el procedimiento quirúrgico.
    • La mayoría de los cirujanos recomiendan que el niño tenga por lo menos ocho años de edad para someterlo a una cirugía. En la cirugía para tratar el pie plano, el cirujano alargará el tendón de Aquiles de tu hijo. También alargará el hueso del talón mediante un injerto de hueso que se introduce por el lado exterior y el borde de la parte central del pie en un procedimiento conocido como osteotomía de alargamiento del calcáneo. [19]
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