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El herpes genital es una enfermedad viral de transmisión sexual (ETS) que ocasiona llagas incómodas alrededor de la zona genital y anal. Estas llagas pueden aparecer y desaparecer en brotes periódicos, y de todos modos podrías transmitir el virus aunque actualmente no tengas ninguna llaga. Si bien quizás tengas vergüenza de haber contraído herpes, es un problema manejable y de todos modos puedes llevar una vida normal y gratificante. Si consideras que tienes herpes, acude a tu médico lo más pronto posible para obtener un diagnóstico y medicamentos con receta. Sin medicamentos, no es posible hacer mucho por tratar este problema, aunque las llagas a la larga desaparecen por su cuenta. Mientras tanto, puedes reducir el dolor y tomar medidas para asegurarte de no transmitirle la infección a otra persona. En caso de que un brote dure más de 2 semanas sin mejorar para nada, llama a tu médico para hablar sobre opciones posteriores de tratamiento.

Método 1
Método 1 de 3:

Aliviar el malestar durante un brote

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Es comprensible que quieras un alivio rápido durante un brote de herpes. Sin embargo, por desgracia, sin medicamentos no existen tratamientos mágicos que hagan que las llagas desaparezcan con rapidez. Lo mejor que puedes hacer es tomar medidas para aliviar el dolor y no irritar las llagas. En caso de que no veas mejoras en el espacio de 2 semanas, consulta con tu médico para conversar sobre otras opciones de tratamiento. Es probable que te recete una ronda de medicamentos antivirales para acortar el brote, pero no olvides que, aunque las llagas desaparezcan, de todos modos tienes el virus. [1]

  1. Si bien lavar las llagas no hará que desaparezcan, evitará que se infecten. Moja las llagas con agua tibia una vez al día y frótalas muy suavemente usando jabón antibacteriano. Enjuágalas y palméalas con una toalla limpia para secarlas. [2]
    • Si bien podría ser doloroso limpiarte las llagas, es muy importante para evitar que empeoren. Haz tu mejor esfuerzo por hacerlo con suavidad y evitar ocasionarte más dolor.
    • Evita usar esa toalla más de una vez. Lávala inmediatamente después de usarla para secarte.
    • Lávate siempre las manos después de limpiar las llagas para no transmitirles el virus a otras personas.
  2. Evita cubrir las llagas con cualquier tipo de gasa o vendaje. Si bien quizás quieras mantenerlas cubiertas para que no se froten con tu ropa, lo que uses para cubrirlas atrapará la humedad y podría empeorar las llagas. Déjalas descubiertas para que se sequen al aire por su cuenta. [3]
  3. Debido a que las compresas frías pueden entumecer la zona, son de gran ayuda en caso de que las llagas te duelan. Envuelve una compresa fría en una toalla y sujétala contra las llagas por entre 15 y 20 minutos a la vez. Puedes repetirlo con tanta frecuencia como desees. [4]
    • Desinfecta siempre la compresa antes y después de usarla. Coloca la toalla en la lavadora y frota la compresa fría con un poco de alcohol.
    • Nunca debes aplicarte hielo directamente sobre la piel, ya que podría ocasionarte congelamiento.
  4. El calor también puede ayudar a aliviar el dolor de las llagas. Haz el intento de tomar un baño todos los días y permanecer allí por alrededor de 20 minutos. Esto podría aliviarte el dolor. [5]
    • Asimismo, podrías añadir sales de Epsom al baño para reducir aún más el dolor y la comezón. Independientemente de que uses o no sales de Epsom, debes permanecer en el baño por la misma cantidad de tiempo. [6]
    • No olvides secarte las llagas después del baño y luego lavar la toalla.
    • Evita añadir burbujas o fragancias al agua del baño, ya que podrían irritar las llagas.
  5. Los pantalones y la ropa interior ajustados ejercerán mucha presión sobre las llagas, y esto podría empeorar mucho el dolor. Usa en cambio ropa holgada durante un brote de forma que no se frote contra las llagas. [7]
    • Lo mejor es la ropa interior de algodón, ya que absorbe la humedad y mantiene seca la zona. [8]
  6. Orinar podría ser doloroso durante un brote, sobre todo si es que la orina toca alguna de las llagas. A algunas personas les alivia verter un vaso de agua sobre sus genitales mientras orinan. Pruébalo en caso de que te duela orinar. [9]
    • Esto suele ser de mayor ayuda para las mujeres que tengan herpes genital que para los hombres. No es tan común que los hombres sientan mucho dolor al orinar.
  7. Si bien podrías sentirte tentado, resístete a tocarte las llagas. Esto podría irritarlas y también propagar el virus. Evita tocarte ninguna de las llagas a menos que vayas a limpiarlas. [10]
    • Siempre debes lavarte las manos después de tocarte las llagas por cualquier motivo, aunque sea un accidente.
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Método 2
Método 2 de 3:

Evitar los brotes

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El virus del herpes vivirá siempre en ti, pero no siempre tendrás un brote activo. Puedes tomar algunas medidas para reducir las posibilidades de experimentar brotes. Ninguno de estos pasos garantiza la prevención de brotes y, en caso de que los tengas con frecuencia, es probable que debas tomar medicamentos con regularidad. Sin embargo, estos pasos podrían mantener elevada la inmunidad y reducir la cantidad de brotes que tengas. En caso de que tengas brotes con regularidad, conversa con tu médico. Tomar medicamentos antivirales de manera regular podría reducir la cantidad de brotes que tengas. [11]

  1. La nutrición forma una parte importante de tu salud inmunitaria, y una dieta saludable podría evitar los brotes en el futuro. Incluye en tu dieta bastantes frutas frescas, verduras, proteínas magras y productos integrales para que tu sistema inmunitario tenga los nutrientes que necesita. [12]
    • En general, las vitaminas C, D y E, el zinc y el caroteno son buenos para la salud inmunitaria. En su mayoría, estos nutrientes provienen de las frutas, los vegetales, las nueces, las semillas y las carnes magras. [13]
    • Asimismo, debes evitar los alimentos que suelan reducir la inmunidad (por ejemplo, los productos procesados, azucarados, grasosos o fritos). Cíñete lo más posible a los alimentos frescos.
  2. El sueño constituye otra parte importante de tu salud inmunitaria. Haz tu mejor esfuerzo por dormir 7 u 8 horas al día para que tu inmunidad permanezca elevada y evitar brotes futuros de herpes. [14]
    • En caso de que tengas dificultades para dormir por la noche, haz el intento de realizar alguna actividad relajante antes de dormir. Algunas excelentes formas de relajarte son leer, estirarte, escuchar música suave o tomar un baño.
  3. Los periodos de estrés definitivamente constituyen un detonante para los rebrotes de herpes. En caso de que actualmente tengas un brote, es probable que esto te estrese aún más. Aprende unas cuantas técnicas para reducir el estrés para así relajarte durante los momentos estresantes. Si manejas el estrés de inmediato, quizás puedas evitar o acortar un brote. [15]
    • Los ejercicios de relajación (por ejemplo, la meditación o el yoga) constituyen excelentes formas de despejar la mente. Haz el intento de dedicar entre 15 y 20 minutos al día a realizar una de estas actividades para reducir tu nivel general de estrés.
    • Hacer cosas que te gusten también es una excelente forma de reducir el estrés. Adjudica un poco de tiempo a tus pasatiempos de forma que no te sientas muy abrumado.
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Método 3
Método 3 de 3:

Proteger a los demás

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El herpes es un virus contagioso y, por ende, debes tomar medidas para proteger a los demás de la infección. Si bien esto aplica en particular si tienes un brote, la transmisión también puede ocurrir cuando no lo tengas. Ten cuidado en tu vida cotidiana, sobre todo durante las relaciones sexuales, para proteger a todos los que te rodean.

  1. Cada vez que te toques una llaga, el virus del herpes podría transmitirse a las manos. En caso de que no te las laves, podrías transmitirles el virus a otras personas. Lávate las manos cada vez que te toques una llaga, aunque sea por accidente. [16]
  2. Todas tus parejas merecen saber sobre tu problema de forma que puedan tomar decisiones informadas acerca de su propia salud. Quizás tengas vergüenza, pero debes decirles a todas tus parejas que tienes herpes antes de tener relaciones sexuales. Esto permitirá que ambos tomen las medidas adecuadas para no propagar el virus. [17]
    • Prepárate para que algunas personas se nieguen a tener relaciones contigo cuando les digas que tienes herpes. Si bien podría ser difícil lidiar con ello, trata de comprender que es su decisión y que tienen derecho a tomar la que consideren mejor para ellas.
  3. Aunque actualmente no tengas un brote, de todos modos podrías transmitir el herpes durante las relaciones sexuales. Usa siempre un condón para evitar el contacto genital directo y reducir las posibilidades de transmitir el virus. [18]
    • En caso de que tú o tu pareja usen anticonceptivos hormonales, esto no los protegerá de las ETS como el herpes.
    • Si tienes alergia al látex, los condones de poliuretano también surten efecto para bloquear el virus del herpes. [19]
  4. En caso de que tengas un brote, es posible que ni siquiera un condón sea suficiente para prevenir la transmisión del virus. Evita tener sexo vaginal, anal u oral del todo hasta que las llagas desaparezcan por completo. [20]
    • Aunque uses un condón, podrías tener llagas de herpes en lugares que no estén cubiertos por él. Por esta razón, no debes tener ningún contacto sexual durante un brote.
  5. No es tan común, pero el herpes podría transmitirse a otras personas por las superficies que hayas usado. Evita compartir toallas, ropa o artículos personales con otras personas para que el virus permanezca contenido. [21]
    • En caso de que no uses tus propios vasos o utensilios, asegúrate de lavar estos artículos muy bien antes de que cualquier otra persona los use.
    • En general, usar tus propios artículos personales de todos modos es una buena práctica. Esto evitará la transmisión de infecciones a otras personas en tu casa.
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⧼Lecciones médicas⧽

Quizás tengas vergüenza por tener herpes genital, pero el virus no tiene que definirte. Hay millones de personas que viven con herpes, y puedes manejarlo de forma que no interfiera con tu vida. La mejor opción es tomar medicamentos para acortar y evitar los brotes. Sin embargo, también es posible manejar el dolor de manera natural si deseas. Ya sea que tomes o no medicamentos, siempre debes tener cuidado para evitar la transmisión del virus a otras personas. Si tomas las precauciones adecuadas, puedes llevar una vida normal y gratificante teniendo herpes.

Consejos

  • Puedes encontrar otros remedios caseros para el herpes genital en internet. Algunos de ellos incluyen el uso de aceites esenciales, seguir una dieta especial o tomar probióticos. Por desgracia, no hay ninguna investigación que compruebe que estos remedios funcionan, y no figuran en ninguna recomendación oficial para el cuidado en casa. [22]
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Advertencias

  • El herpes genital podría infectar a los bebés nonatos. Por ello, trabaja muy de cerca con tu médico en caso de que tengas un brote estando embarazada. [23]
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