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El lipedema es un trastorno de la distribución de la grasa, en el cual el cuerpo acumula la grasa excesiva debajo de la piel en las extremidades inferiores, que afecta principalmente, la cadera, los glúteos y las piernas. Este doloroso trastorno afecta más que nada a las mujeres: la incidencia es de aproximadamente 11 % de todas ellas. También puede afectar a los hombres, pero es poco frecuente. [1] Si te han diagnosticado lipedema, deberás hablar sobre las opciones de tratamiento con tu doctor para determinar cuál será la mejor para tu caso. El lipedema puede ser un trastorno doloroso, vergonzoso y potencialmente debilitante para muchas de las mujeres que lo sufren. Si bien no hay cura, el diagnóstico y tratamiento tempranos pueden bajar el dolor y las molestias, y reducir significativamente el debilitamiento. No olvides que es importante encontrar una manera de lidiar con las emociones difíciles que también puedas estar teniendo.

Método 1
Método 1 de 3:

Tratar el lipedema directamente

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  1. Si bien la dieta saludable y el ejercicio no curarán el problema, ayudará a eliminar la grasa que no esté causada por el trastorno.
    • Llevar una dieta saludable y hacer ejercicio también pueden ayudar a reducir la inflamación.
    • Es importante comprender que este trastorno no es el resultado de la obesidad y, aunque hagas lo correcto en términos de dieta y ejercicio, no podrás curar el trastorno solo con dieta y ejercicio.
  2. Este es un tratamiento bastante directo en el que hay que usar una prenda para comprimir el área afectada por varias horas al día. Tendrás que hablar con un doctor o terapeuta y decidir cuál es la adecuada para tus necesidades. [2]
    • Se cree que las prendas de compresión mejoran la circulación sanguínea y también brindan apoyo. Además, la comprensión hace que el líquido salga del área y drene correctamente.
    • Si tienes dolor debido al lipedema, esta opción de tratamiento quizá no sea la adecuada para ti.
  3. El DLM es un tipo de masaje suave que sirve para activar el flujo de fluidos linfáticos en el cuerpo. Por lo general, un profesional capacitado hace este tipo de masajes y se hace en combinación con otro tipo de terapia, como la terapia de comprensión. [3]
    • Este tratamiento también puede ser efectivo para reducir el dolor.
  4. Este tipo de terapia es una combinación de varias técnicas no quirúrgicas, incluido el uso de prendas de comprensión, drenaje linfático manual, ejercicios para ayudar a expulsar la linfa de las áreas inflamadas y cuidados de la piel para ayudar a prevenir infecciones. [4]
    • Este tipo de tratamiento normalmente consiste en 2 fases. La primera fase es una fase activa, donde hay que hacer de 2 a 12 semanas de tratamientos de 1 hora. Estas sesiones normalmente están limitadas a 4 a 5 días cada semana. La segunda fase se llama “fase de mantenimiento” y consiste en hacerse masajes en las áreas afectadas, hacer ejercicios y usar prendas o vendajes de comprensión día y noche.
  5. En algunos casos graves, y si los demás tratamientos no han ayudado, el doctor podría sugerir una liposucción para tratar el trastorno. Este es un método quirúrgico y, por lo tanto, tiene sus riesgos.
    • Hay 3 variedades de liposucción: la técnica seca, la técnica mojada y la liposucción tumescente. Consulta qué método es el correcto para ti.
    • Por lo general, la liposucción para pacientes de lipedema se hace con mayor frecuencia en los países europeos que en los EE. UU. Por eso, si vives en los EE. UU., quizá sea un poco más difícil encontrar un cirujano experimentado en este método.
  6. Por desgracia para muchos, el lipedema no solo es desfigurante, sino también doloroso. La grasa en las piernas, la cadera y los glúteos es dolorosa, sensible al tacto y se amorata muy fácilmente. Esto puede dificultar tener una vida normal y solo empeora los efectos emocionales del trastorno. Si tienes dolor con el lipedema, asegúrate de que tu doctor lo sepa. Pregúntale cómo puedes tratar el dolor. Algunos pueden recetarte analgésicos, mientras que otros pueden derivarte a un especialista que te enseñará diversas técnicas para tratar el dolor.
    • Muchas de las terapias mencionadas en el presente artículo (como el DLM y TDC) no sirven solo para bajar la hinchazón, sino también para bajar el dolor al máximo. [5]
    • El sobrepeso (además del lipedema) puede contribuir al dolor causado por el lipedema. Por eso es importantísimo llevar un estilo de vida saludable. Muchos pacientes de este mal informan que la natación es una excelente manera de ejercitar, porque es de muy bajo impacto y no agrava el dolor.
    • Otros ejercicios que son buenos para reducir el estrés y mejorar la circulación sanguínea son el yoga, el pilates, las caminatas, los estiramientos y los saltos en un trampolín. Pruébalos para ver cuál (si alguno) te causa dolor y cuál disfrutas más.
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Método 2
Método 2 de 3:

Mantener tu salud

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  1. Algunas personas se desalientan al recibir el diagnóstico de lipedema. Para muchos, la grasa extra podría hacerles pensar que casi no tiene sentido llevar un estilo de vida saludable. Sin embargo, esto no puede estar más lejos de la verdad. Ser diagnosticado de lipedema significa que es más importante que nunca aprender a controlar el trastorno comiendo correctamente y haciendo ejercicio de manera regular.
    • Pregúntale a tu doctor qué régimen de ejercicios se adapta mejor a tus necesidades. Asegúrate de decirle qué ejercicios te resultan dolorosos debido a tu problema.
  2. Los pacientes de lipedema suelen tener otros problemas de salud después de ser diagnosticados con lipedema. La obesidad, los trastornos mentales y los problemas relacionados a las venas son solo unas de estas posibilidades. Esto quiere decir que es importantísimo acudir al doctor con regularidad, no solo para llevar un control del lipedema, sino de la salud en general.
    • En algunos casos, el lipedema puede avanzar y convertirse en un trastorno parecido conocido como “linfedema”, que podría necesitar de otros tratamientos.
  3. Hay ciertas afecciones médicas que pueden empeorar los síntomas del lipedema. Por ejemplo, los problemas a la tiroides, las deficiencias vitamínicas y las afecciones de salud que causan inflamación tienden a empeorar los síntomas del lipedema.
    • Asegúrate de que tu doctor conozca todos los medicamentos que tomas, incluido cualquier suplemento herbal o vitamina. Si tu doctor te receta cualquier medicamento, asegúrate de tomarlo según te lo indique.
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Método 3
Método 3 de 3:

Lidiar con los efectos emocionales del lipedema

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  1. Ser diagnosticado de lipedema puede ser un shock y lidiar con los síntomas físicos deja a muchos muy acomplejados. Buscar un grupo de apoyo que te ayude a darte cuenta de que no estás solo será excelente para sobrellevar los efectos sicológicos del trastorno.
    • Hay muchos blogs, foros y demás grupos de redes sociales cuyo objetivo es crear comunidades positivas y de apoyo para gente que sufre de lipedema. Lipedema Project es una organización creada con el fin de ayudar a la gente a encontrar un lugar comprensivo donde se pueda aprender y hablar sobre este mal. [6]
  2. Para muchas personas, el diagnóstico de lipedema es muy difícil de soportar. Quizá ya cuentes con un buen sistema de apoyo social, pero contar con una persona objetiva que tenga una perspectiva de fuera puede ser excelente para que puedas hablar sobre lo que sientes en un ambiente seguro.
    • Además, un profesional de la salud mental capacitado podrá ayudarte a fortalecer las habilidades que tienes para enfrentar los problemas y te brindará nuevas maneras de tomar tu diagnóstico. Además, escuchará lo que te preocupa del trastorno, lo cual será muy útil.
  3. Después de recibir el diagnóstico de lipedema, quizá hayas empezado a darte cuenta de que a ciertas personas en realidad no les importa tu bienestar. Justo después del diagnóstico, quizá seas muy vulnerable a las opiniones de los demás y no te ayudará en nada escuchar sus comentarios negativos. Más bien, rodéate de personas que te hagan sentir mejor.
    • Esto no quiere decir que tengas que cortar el contacto con todo aquel que no sea un manojo de optimismo. En su lugar, procura distanciarte de aquellas personas mientras aprendes a sobrellevar tu diagnóstico.
  4. Muchas personas diagnosticadas con este trastorno creen que es el resultado de comer demasiada comida chatarra o de no hacer suficiente ejercicio. Es importante recordar que no es así. Si bien la causa de la enfermedad no está del todo clara, los doctores consideran que probablemente esté vinculada a cambios hormonales (por ejemplo, cuando empieza la pubertad o durante el embarazo) y que este trastorno genético sea hereditario. [7]
    • Por consiguiente, si bien debes hacer lo posible por llevar un estilo de vida saludable, debes aceptar que ninguna cantidad de dieta y ejercicio curará el problema. Sin embargo, hacer suficiente ejercicio y tomar decisiones alimentarias saludables te ayudará a mantener una buena salud en lo posible.
    • Dada esta información, también es importante recordar que el trastorno no es tu culpa y que no debes atormentarte por ello.
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Consejos

  • Antes de empezar cualquier régimen de tratamiento para el lipedema, asegúrate de hablarlo con tu doctor. No se supone que debas tratar de solucionar este problema solo.
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Advertencias

  • Recuerda que un diagnóstico de lipedema no significa que hayas estado viviendo un estilo de vida poco saludable y tampoco significa que seas obeso.
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