Descargar el PDF Descargar el PDF

La diabetes es una enfermedad que ocasiona que el cuerpo no pueda controlar el incremento en el nivel de glucosa en la sangre y que surge cuando el páncreas no puede producir la insulina suficiente o cuando las células del cuerpo no reaccionan a la insulina que este produce. Esta enfermedad puede llegar a dañar casi todos los órganos del cuerpo humano si no se trata, incluyendo los riñones, los ojos, el corazón y hasta el sistema nervioso. Sin embargo, hoy en día, constituye un problema completamente manejable. Técnicamente, la diabetes no puede curarse, pero tampoco afectará tu calidad de vida si empleas la terapia con insulina y adoptas un estilo de vida saludable. Para asegurarte de que este problema sea algo práctico y fácil de manejar para ti y de que no surjan complicaciones, puedes empezar leyendo los pasos a continuación.

Parte 1
Parte 1 de 6:

Mejorar tu dieta

Descargar el PDF
  1. En general, el cuerpo no puede digerir ni absorber tan fácilmente los alimentos ricos en fibra, lo cual contribuye a la reducción del nivel de azúcar en la sangre. En particular, los frijoles contienen fibras, potasio, magnesio y, por supuesto, proteínas vegetales, todos en altas concentraciones. De esta forma, podrás satisfacer tus necesidades en cuanto a las proteínas sin tener que consumir carne roja, la cual contiene grasas dañinas.
    • También obtendrás una gran cantidad de vitaminas y muy pocas calorías de los vegetales de hoja como la espinaca, la lechuga y la col rizada. Otras opciones saludables son los vegetales que no contengan almidón, como el espárrago, el brócoli, la col, las zanahorias y los tomates, todos los cuales te brindarán fibra y vitamina E.
  2. Debido a su alto contenido de ácidos grasos omega 3, el pescado debe haberse convertido en un elemento principal de tu dieta. Los pescados particularmente ricos en estos ácidos son el salmón y el atún y también constituyen pescados muy ligeros y saludables. En general, puedes consumir la mayoría de los pescados de una forma segura, incluyendo el verdel, el arenque, la trucha lacustre y las sardinas. [1]
    • Otra buena fuente de ácidos grasos omega 3 son las nueces en general, sobre todo las nueces en sí y las semillas de linaza. Para incrementar tu consumo de estos ácidos, una buena forma es incorporar las nueces a tu dieta (por ejemplo, en una ensalada). Es más, si consumes más pescado, consumirás menos carne roja y, por tanto, menos grasas y calorías.
  3. Entre tus opciones se encuentran la leche, el yogur y el queso con tal que estén libres de grasa. Optar por estos productos evita que consumas las grasas dañinas pero de todas formas te brinda nutrición, calcio, magnesio y vitaminas.
    • Ten en cuenta que esto no quiere decir que las grasas en general sean malas. De hecho, tu cuerpo necesita ciertas grasas buenas (concretamente, las grasas naturales insaturadas) como las que obtienes del aceite de oliva, de girasol y de sésamo.
  4. En lugar de consumir carbohidratos en la forma de harina, pan o pasta blancos, consume sus variedades integrales, ya que estas últimas contienen más magnesio, cromo y fibra. Incluso puedes empezar a consumir batatas en lugar de papas blancas.
    • Por tanto, también debes evitar los alimentos fritos. Esto se debe a que la cobertura rebozada suele consistir de harina blanca en su totalidad. En cambio, puedes empezar a probar más recetas de platos a la parrilla o al horno y te sorprenderá que los mismos alimentos de esta forma son más deliciosos y jugosos.
  5. El azúcar proviene de muchas fuentes, como las frutas, las bebidas azucaradas, los helados, los postres y los panes dulces. En cambio, trata de consumir productos que contengan endulzantes artificiales, como la sacarina o la sucralosa. De esta forma, obtendrás el sabor dulce que deseas pero la glucosa no podrá descomponerse en tu organismo y hacer que tu nivel de azúcar en la sangre se eleve.
    • Puedes añadir fácilmente los endulzantes como la sucralosa a todas tus comidas y bebidas. De hecho, ahora puedes encontrar muchos productos cuya publicidad anuncia que están "endulzados con sucralosa" (o algún otro sustituto similar para el azúcar). Al comprar, asegúrate de revisar las etiquetas para determinar cuáles son tus opciones.
    • puedes comer frutas como las manzanas, las peras, las bayas y los duraznos, pero solo de vez en cuando. Debes evitar todas las frutas que tengan un alto contenido de azúcar, como las sandías y los mangos.
  6. Lo importante no solo es consumir la cantidad adecuada de calorías sino también las calorías del tipo correcto. Esto variará según cada persona, por lo que la dieta que tu doctor te recomiende dependerá de la dosis de insulina que recibas, tu salud en general y la forma como vaya progresando la diabetes.
    • Para la terapia mediante la dieta, suele recomendarse consumir 36 calorías por kg (79 calorías por libra) para los hombres y 34 calorías por kg (75 calorías por libra) para las mujeres. En una dieta normal, debe haber aproximadamente entre un 50 y un 60 % de carbohidratos, un 15 % de proteínas, un 30 % de grasa y se debe restringir el consumo de sal.
    • Si padeces diabetes tipo 2, el principal objetivo será la pérdida de peso a un ritmo de entre el 5 y el 10 % de tu peso corporal. En este caso, no necesariamente se debe limitar el consumo de calorías, pero sí reducir el consumo de carbohidratos y grasas.
    Anuncio
Parte 2
Parte 2 de 6:

Mantenerte activo

Descargar el PDF
  1. Realiza una prueba de tolerancia al ejercicio de forma que tu doctor pueda determinar cuáles son los ejercicios que no deberías practicar. Esta prueba le permitirá saber cuál es la intensidad y la duración más adecuadas para ti en cuanto al ejercicio y elaborar un cronograma mediante el cual puedas bajar de peso y mantenerte bien encaminado.
    • En general, el ejercicio puede mejorar el estado de salud de los pacientes con diabetes al punto de hacer que la enfermedad en sí mejore si aún no ha progresado lo suficiente. El ejercicio regular también te ayuda a bajar de peso y esto, a su vez, ayudará mucho a reducir el nivel de glucosa en la sangre, la presión arterial y el nivel de colesterol. Este constituye un excelente objetivo que puedes establecerte de forma que la progresión de la enfermedad se ralentice, tu condición se mantenga estable y tu salud general pueda mejorar.
  2. Incorpora ejercicios cardiovasculares a tu rutina . Los ejercicios aeróbicos logran incrementar la sensibilidad a la insulina y, en el caso de los pacientes con obesidad, pueden controlar el peso corporal. Algunas formas de incorporar los ejercicios cardiovasculares a tu rutina son las caminatas rápidas, saltar la cuerda, el trote o el tenis. Lo ideal es que realices ejercicios cardiovasculares durante 30 minutos al día, 5 veces por semana. Si eres principiante con el ejercicio, puedes empezar realizando entre 5 y 10 minutos e ir incrementándolo gradualmente y con paciencia. Recuerda que es mejor hacer un poco de ejercicio que no hacer nada.
    • Las caminatas constituyen uno de los ejercicios más fáciles para el cual no es necesario utilizar equipo ni asistir a un gimnasio. No te parecerá mucho, pero las caminatas diarias pueden mejorar tu salud, tu respiración, tu pensamiento y tu humor y disminuir tu nivel de azúcar en la sangre, tu presión arterial y tu nivel de ansiedad. Otros ejercicios placenteros que no parecen ejercicios y que también podrías incorporar a tu rutina son el ciclismo y la natación.
    • Los pacientes que tengan antecedentes de trastornos cardiovasculares, las personas de la tercera edad o los pacientes cuya diabetes haya desarrollado complicaciones necesitan someterse a una evaluación cardiovascular. No debes iniciar un régimen de ejercicios a menos que estés bajo la supervisión de tu doctor.
  3. Después de los aeróbicos, estos ejercicios constituyen el siguiente paso, ya que te ayudan a desarrollar tu cuerpo. Los músculos queman más calorías mientras más fuertes están, lo cual da como resultado la pérdida de peso y el manejo del azúcar en la sangre. Lo recomendable es realizar entrenamientos de fuerza y aeróbicos dos veces por semana.
    • No es necesario que asistas al gimnasio. Levantar botellas de agua en tu propia casa de por sí constituye una buena forma de practicarlo. Es más, la limpieza doméstica o el trabajo pesado de jardinería también constituyen otras formas de entrenamiento de fuerza.
  4. Trabaja para bajar de peso . A la mayoría de los pacientes se les estimula a bajar de peso apuntando a un nivel ideal del índice de masa corporal (IMC). Esto aplica sobre todo para los pacientes con obesidad, los cuales suelen padecer la diabetes tipo 2. Para medir el IMC, se divide el peso (la masa) del paciente en kg entre la estatura en metros cuadrados.
    • Un IMC ideal se encuentra entre 18,5 y 25. Tener un IMC de menos de 18,5 indica que estás por debajo del peso apropiado, mientras que, si sobrepasas este rango, esto implica que padeces obesidad. [2]
  5. Debes elaborarte un horario que te facilite lo más posible ceñirte a él. Para todos es necesaria una motivación de forma que puedan ser constantes con el ejercicio. Una buena forma de motivarte podría ser mediante una pareja, un amigo o un pariente que te apoye, te aliente y te recuerde cuáles son los beneficios de ese programa de entrenamiento.
    • Cuando logres alguno de tus objetivos en cuanto a la pérdida de una determinada cantidad de peso, por ejemplo, también puedes recompensarte (aunque no con una barra de chocolate). Con todo esto, tendrás energía adicional para demostrarte a ti mismo que puedes alcanzar tus objetivos y mejorar tu calidad de vida.
    Anuncio
Parte 3
Parte 3 de 6:

Emplear la terapia con insulina para la diabetes tipo 1

Descargar el PDF
  1. Esta está disponible en tres tipos básicos: la de acción corta, la de acción intermedia y la de acción prolongada. La insulina suele usarse con más prevalencia para tratar la diabetes tipo 1, pero sí se usa en el tratamiento de ambos tipos. Tu doctor es quien determinará cuál tipo de insulina es el más adecuado para ti. Ten en cuenta que, por el momento, la única forma disponible de administrar la insulina es mediante inyecciones.
    • La insulina de acción rápida es para los casos en los que el nivel de glucosa en la sangre disminuya a un ritmo muy rápido. Puedes encontrarla en preparaciones como "Actrapid" o Humulina R. Esta última tiene un efecto de acción rápida cuyo arranque se da en el espacio de 20 minutos con una duración de aproximadamente 8 horas. Este tipo de insulina puede administrarse de forma subcutánea, intramuscular o intravenosa.
    • La insulina de acción intermedia es para los casos en los que el nivel de glucosa en la sangre disminuya a un ritmo gradual. Se le conoce como "Monotard" o Humulina N y su efecto es de acción intermedia, con un arranque en el espacio de dos horas y una duración de casi un día. A este tipo de insulina también se le llama protamina neutra de Hagedron (NPH, por sus siglas en inglés) y solo puede administrarse mediante una inyección subcutánea.
    • La insulina de acción prolongada es para los casos en los que el nivel de glucosa en la sangre disminuya a un ritmo aún más gradual. Se le conoce como "insulina ultralenta" o insulina L y su arranque se da muy lentamente en el espacio de alrededor de 6 horas con una duración de hasta 2 días. Esta también puede administrarse únicamente de manera subcutánea.
    • Un ejemplo de una dosis de insulina es 20 unidades internacionales de Humulina R tres veces al día. [3] Esta dosis se administra junto con la comida para asegurar que obtengas el nivel necesario de glucosa en la sangre.
      • La diabetes tipo 2 puede llegar a controlarse únicamente con la dieta y el ejercicio adecuados, pero si no es así, tu doctor podría recetarte antidiabéticos orales.
  2. También existen fórmulas de insulina que consisten de mezclas, como la "Humulina Mixtard" o Initard 50/50. Esta es una mezcla de las insulinas de acción intermedia y rápida cuyos efectos son inmediatos y duraderos, lo cual claramente fue intencionado.
    • Esto podría parecer lo mejor de ambas opciones, pero solo se recomienda emplearlo en determinadas situaciones. Tu doctor podrá saber cuál tipo de insulina (y la cantidad que deba administrarse) será el más adecuado para ti y para tu salud.
  3. Para ahorrarte tiempo y frustración, puedes usar un dispositivo de inyección de múltiples dosis de insulina o autoinyector, como el Novolin. Podrás adecuarlo a tu plan de tratamiento y te ocasionará menos dolor que las agujas regulares. Asimismo, puedes llevarlo contigo con facilidad cuando estés por salir de casa o camino al trabajo.
    • Ten en cuenta que es mucho más preferible que emplees insulina humana en lugar de la que se deriva de fuentes animales, independientemente de que la administres mediante agujas o autoinyectores. Esto se debe a que la insulina humana es menos antigénica y el cuerpo no la detectará como una sustancia extraña. Por lo general, la insulina incrementa la capacidad de absorción de glucosa por parte de las células para que puedan utilizarla, así como también estimula el almacenamiento de glucógeno y reduce la gluconeogénesis (es decir, la producción de glucosa).
  4. Debes mantener la insulina en todas sus preparaciones en el refrigerador, no en el congelador. Algunas empresas farmacéuticas han producido autoinyectores de insulina que pueden mantenerse estables a temperatura ambiente, pero, según ciertos estudios, antes de usarlos por primera vez, se deben mantener en el refrigerador. [4]
    • Una vez que te hayas administrado la primera dosis, debes mantener el autoinyector fuera del refrigerador a temperatura ambiente. De esta forma, la insulina no se cristalizará.
    • También se ha encontrado que la inyección de insulina refrigerada y que, por tanto, se encuentra a una temperatura más baja, podría doler más que la de insulina a temperatura ambiente.
  5. Es importante que las personas que padezcan diabetes monitoreen su nivel de azúcar en la sangre en casa, ya que esto ayuda a regular los medicamentos que se recetan para el control de la cantidad de glucosa en la sangre. De lo contrario, podrías desarrollar hipoglucemia, lo que significa que el nivel de glucosa en la sangre disminuye y ocasiona muchas complicaciones, como deshidratación y visión borrosa.
    • Debes monitorear tu nivel de glucosa media hora antes y después de comer. Esto se debe a que hay un cambio en el nivel de azúcar en la sangre después de comer. Asimismo, esto ayuda a reducir tu riesgo de desarrollar complicaciones microvasculares, macrovasculares o derivadas de la neuropatía.
    • Por lo general, lo recomendable es tomar las muestras de un lado de tu dedo en lugar de la yema, ya que esto será menos doloroso debido a que esta parte del dedo no está tan inervada como la yema. Debes tener un cuaderno especial personal para registrar los niveles de glucosa de forma que tu doctor pueda volver a revisarlos y emplear el cuaderno como un calendario médico de tu nivel de azúcar en la sangre.
  6. Por desgracia, la terapia con insulina conlleva ciertos problemas que los pacientes deben tener en cuenta, siendo los siguientes los más comunes:
    • La hipoglucemia: esta surge sobre todo cuando el paciente no come lo suficiente antes de recibir su dosis de insulina o cuando ocurre una sobredosis de esta.
    • Las alergias a la insulina: estas pueden surgir cuando se administra insulina animal. Si esto ocurre, tu doctor debería recetarte insulina humana en su lugar junto con esteroides tópicos o antihistamínicos para combatir la reacción alérgica, la comezón, la inflamación o el dolor.
    • La resistencia a la insulina: es más probable que esta surja junto con otras complicaciones de la diabetes, en cuyo caso debes buscar asistencia médica. Esto se debe a que es posible que tu dosis de insulina tenga que incrementar o que tu plan de terapia deba modificarse en concordancia.
    • Aumento de peso y hambre: estos surgen sobre todo en los pacientes que padezcan diabetes tipo 2 que tomaban antidiabéticos orales y luego pasaron además a recibir insulina.
    • Lipodistrofia insulínica: este es otro problema común que constituye la hipertrofia de los tejidos grasos que se encuentran en la capa subcutánea de la piel en los lugares en donde se inyecte la insulina.
    Anuncio
Parte 4
Parte 4 de 6:

Considerar tratamientos médicos adicionales

Descargar el PDF
  1. Estos son medicamentos que inducen al páncreas a liberar más insulina de la que se necesita para regular el nivel de azúcar en la sangre, logrando de esta forma reducirlo. El ritmo de disminución del nivel de azúcar en la sangre es tan rápido que se debe tomar estos medicamentos junto con la comida de forma que el equilibrio de insulina pueda mantenerse. Esto evitará que tu nivel de azúcar en la sangre disminuya tanto que te ocasione hipoglucemia.
    • La tolbutamida o Diamol es un ejemplo de este tipo de medicamento antidiabético cuya dosis es de entre 500 y 3000 mg al día. Puedes encontrarlo en la forma de tabletas y su consumo es seguro para las personas que padezcan enfermedades renales y las personas de la tercera edad.
    • La clorpropamida o Pamidine es otro tipo de medicamento cuya dosis diaria es de hasta 500 mg en la forma de tabletas. Ten en cuenta, sin embargo, que puede ocasionar hiponatremia (es decir, una baja concentración de sodio en el plasma).
    • Puedes encontrar este medicamento en otras generaciones, como la glibenclamida (o Daonil, a una dosis de una tableta de 5 mg al día), la gliclazida (o Diamicron, a una dosis de una tableta de 80 mg al día, apto para personas con enfermedades renales), la glipizida (o Mindiab, a una dosis de una tableta de 5 mg al día) y la glimepirida (o Amaryl, la cual puede encontrarse en tabletas de 1, 2 y 3 mg).
      • Ten en cuenta que este medicamento contiene sulfamidas. Por tanto, si eres alérgico, deberías considerar otros antidiabéticos orales. Si padeces alguna enfermedad renal o eres una persona de la tercera edad, se debe consumir con cuidado.
  2. Estos medicamentos incrementan la cantidad de insulina que libera el páncreas y empiezan a surtir efecto en el espacio de una hora después de tomarse. Suele recomendarse tomarlos media hora antes de comer para que la posibilidad de un episodio de hipoglucemia sea menor.
    • Este medicamento reduce el nivel de azúcar en la sangre a medida que se lleva a cabo el metabolismo. La dosis suele ser de entre 500 mg y 1 g una o dos veces al día según el nivel de glucosa en la sangre. [5]
  3. Estos medicamentos reducen la absorción de glucosa en el tracto gastrointestinal y la cantidad de glucosa que el hígado produce. Asimismo, realzan la resistencia a la insulina y elevan el metabolismo anaeróbico de la glucosa. En los pacientes con obesidad, se suelen combinar con las sulfonilureas como una terapia adicional. Ten en cuenta, sin embargo, que sus efectos secundarios incluyen malestar estomacal y diarrea, así como también acidosis láctica en las personas que padezcan trastornos hepáticos o renales.
    • La metformina (o Glucophage, la cual puedes encontrar en tabletas de 500 y 850 mg) es un ejemplo de las biguanidas cuya dosis diaria suele ser de hasta 2000 mg. Otros ejemplos son la repaglinida (o Novonorm, a una dosis de 0,5 o 1 mg que debe consumirse antes de cada comida) y la pioglitazona (o Glustin, a una dosis de 15 o 30 mg una vez al día).
  4. Cuando los pacientes han desarrollado complicaciones graves debido a la diabetes, se puede realizar un trasplante de páncreas, el cual implica la implantación de un páncreas saludable (es decir, que pueda producir insulina con regularidad). Solo debes considerarlo cuando hayas agotado las demás opciones.
    • El páncreas puede provenir de un paciente que acabe de morir o puede realizarse un trasplante parcial proveniente de una persona viva.
    • Tu doctor te indicará si tu situación es adecuada para este tipo de tratamiento. En la mayoría de los casos, podrás manejar el problema con solo la terapia con insulina, la dieta y el ejercicio.
    Anuncio
Parte 5
Parte 5 de 6:

Visitar a tu doctor

Descargar el PDF
  1. Para poder obtener resultados precisos, debes ayunar durante alrededor de 6 a 8 horas (aunque sí puedes tomar agua) antes de hacerte la prueba. Los valores normales en ayunas se encuentran entre los 75 y los 115 mg/dl, mientras que, si tus resultados están en el límite, como entre los 115 y los 120 mg/dl, deberás someterte a otras pruebas, como la de tolerancia oral a la glucosa (OGTT, por sus siglas en inglés).
    • Las pruebas posprandiales (PP) de azúcar en la sangre suelen administrarse dos horas después de haber empezado a comer o dos horas después de haber consumido 75 mg de glucosa. Los valores normales se encuentran por debajo de los 140 mg/dl. Si estos sobrepasan los 200 mg/dl, esto confirma el diagnóstico de la diabetes mellitus.
  2. Esta prueba suele administrarse cuando los resultados se encuentran en el límite, cuando se sospecha que una persona podría padecer diabetes o en los casos de diabetes gestacional. Para someterse a esta prueba, el paciente debe llevar una dieta normal durante por lo menos tres días, luego de lo cual se toma una muestra venosa en ayunas para identificar el nivel de glucosa. Antes de someterse a la prueba, el paciente debe haber vaciado la vejiga.
    • Luego, el paciente adulto debe consumir 75 mg de glucosa por vía oral (a las mujeres embarazadas se les administra una tableta de 100 mg de glucosa), luego de lo cual se obtienen muestras de sangre y de orina a intervalos de media hora, una hora, dos horas y tres horas.
    • Los resultados normales en ayunas son de menos de 126 mg/dl y de menos de 140 mg/dl para la prueba PP. Los resultados no deben sobrepasar los 200 mg/dl en su nivel máximo.
      • Sin embargo, la prueba de tolerancia oral a la glucosa puede producir ciertas anormalidades, como la glucosuria alterada o una reacción sin cambios, lo cual ocurre cuando los resultados en ayunas y el nivel máximo de los resultados tienen una diferencia de entre 20 y 25 mg/dl. Esto podría deberse a anormalidades en la absorción o a la producción excesiva de insulina.
  3. En materia de la diabetes, lo más importante es la educación del paciente. Este debe comprender del todo la forma como deben usarse los medicamentos, sus mecanismos de acción y las razones por las cuales deba tomarlos y por las cuales el doctor los haya recetado. También es importante comprender los peligros, las interacciones negativas y los efectos secundarios.
    • Esto, junto con el control de la dieta y el ejercicio, te permitirá manejar la enfermedad con mayor éxito y contener la progresión de las complicaciones, lo cual realzará tu estilo de vida y te mantendrá saludable.
  4. Cuando tengas una cita con tu doctor, debes informarle sobre cualquier complicación o síntoma nuevo que hayas experimentado. Tu doctor podrá hacerte un examen físico para determinar tu estado neurológico y examinar tus pies y piernas para ver si detecta síntomas del pie diabético o de llagas o infecciones. También llevará a cabo todas las pruebas periódicas que sea necesario realizar, como las de sangre y orina, el perfil lípido y las pruebas del funcionamiento renal y hepático, y del nivel de creatinina en suero.
    • Tu doctor debe informarte sobre el riesgo de padecer pie diabético y sobre cómo controlarlo mediante un tratamiento temprano con antibióticos. También podrás evitar la progresión de la gangrena de una forma efectiva cuidando tu higiene personal.
    Anuncio
Parte 6
Parte 6 de 6:

Comprender la diabetes

Descargar el PDF
  1. Los síntomas de la diabetes al inicio son muy pocos y apenas son evidentes:
    • Orina frecuente : esto se refiere a que el paciente excreta una gran cantidad de orina durante el día o la noche debido al alto nivel de glucosa en la sangre, lo cual incrementa la absorción de agua en el torrente sanguíneo, incrementando, a su vez, la cantidad de orina que se excreta.
    • Incremento en la sed : esto se refiere a que el paciente consume una gran cantidad de agua al día (más de ocho vasos) sin que esto aplaque la sed. Esto se debe al incremento en la cantidad de orina que se excreta, lo cual deshidrata al paciente e incrementa su sed.
    • Incremento en el hambre : esto se refiere a que el paciente consume una cantidad de comida que excede a sus porciones habituales. Esto se debe a que el paciente no tiene insulina en el cuerpo, la cual se necesita para transportar la glucosa en la sangre a las células de forma que estas puedan proporcionarle energía al cuerpo. Si este no tiene insulina, las células no tendrán glucosa, ocasionando que el paciente se sienta hambriento.
  2. La progresión de la diabetes ocasiona lentamente síntomas más serios:
    • Excreción de cetonas en la orina : esto se refiere a la presencia insuficiente de carbohidratos y azúcar en el cuerpo debido al incremento de azúcar en la sangre. Por tanto, el cuerpo descompone las reservas de ácidos grasos y grasas para obtener energía, lo cual ocasiona que se formen cetonas. [2]
    • Fatiga : esto se refiere a que el paciente se cansa con facilidad debido a la falta de insulina en el cuerpo, ya que esta contribuye al transporte de la glucosa en la sangre a las células, las cuales la utilizan para proporcionarle energía al cuerpo. De esta forma, el paciente tiene un menor nivel de glucosa en las células y, por tanto, un menor nivel de energía.
    • Demora en la curación : esto se refiere a que, si el paciente tiene una herida, esta demorará mucho más de lo normal en sanar debido a la mayor cantidad de azúcar en la sangre. Como la sangre es la que transporta los nutrientes que el cuerpo necesita para sanar, los niveles excesivos de glucosa ocasionan que los nutrientes no puedan transportarse adecuadamente al lugar que necesite sanar, lo cual hace que este proceso demore más.
  3. Determinadas personas corren un mayor riesgo de padecer diabetes debido a circunstancias que suelen escapar a su control. Estos son algunos de los factores de riesgo para la diabetes:
    • La obesidad : es común que las personas con sobrepeso padezcan diabetes debido al incremento en el nivel de colesterol en el cuerpo. Este se descompone hasta formar azúcar, la cual se transporta al torrente sanguíneo. El nivel de glucosa es tan alto que queda una gran cantidad en el torrente sanguíneo aun después de que las células la absorban, dando lugar a la diabetes.
    • La genética : la diabetes es común en las personas cuyo perfil genético incluya la resistencia a la insulina o casos en los que el páncreas no produzca insulina suficiente.
    • La falta de ejercicio : el cuerpo necesita ejercicio para que el metabolismo se lleve a cabo de forma efectiva. Sin ejercicio regular, las células no pueden absorber adecuadamente la glucosa en la sangre, lo cual ocasiona la diabetes.
  4. La diabetes no tiene por qué tener un impacto en tu vida con tal que se trate. Sin embargo, la diabetes sin tratar puede conducir a diversas complicaciones. Estas son las que pueden surgir si no se sigue un tratamiento médico: [6]
    • Daños a las células : la acumulación de alcohol de glucosa en las células ocasiona daños osmóticos, lo cual, a su vez, daña las células. Esto puede afectar los nervios, los riñones, las lentes y los vasos sanguíneos. Por esta razón es que debes evitar las lesiones lo más posible.
    • La hipertensión : el colágeno glicosilado hace que el suelo capilar sea más grueso, lo cual estrecha los lúmenes y afecta los vasos sanguíneos de la retina. Esto da como resultado la esclerosis en los vasos sanguíneos a causa de la glicación de las proteínas y el glucógeno, incrementando la coagulación y la presión arterial.
    • Xantomas : este término técnico se usa para referirse a los nódulos amarillos de grasa que se forman en la piel o en los párpados a causa de la hiperlipidemia.
    • Complicaciones cutáneas : es común padecer infecciones bacterianas y micóticas, forúnculos recurrentes y úlceras neuropáticas en los pies. Estos tienden a no producir ningún dolor debido al mal suministro de sangre, lo cual da como resultado la neuropatía (es decir, el daño a los nervios) y, por tanto, la falta de sensibilidad.
    • Complicaciones oculares : podrían formarse vasos sanguíneos nuevos y anormales en el iris. Con el tiempo, también podrían formarse cataratas en la lente.
    • Complicaciones del sistema nervioso : esto incluye la demora en la conducción de los nervios, la neuropatía, la retinopatía y la nefropatía. Esto surge debido a la destrucción de los vasos sanguíneos pequeños en todos los órganos vitales.
    • Complicaciones macrovasculares : esto incluye la ateroesclerosis, las enfermedades cardiovasculares coronarias, los derrames cerebrales, la isquemia periférica (en particular en las extremidades inferiores) y la claudicación (dolor en las extremidades inferiores).
    • Gangrena en el pie : a este problema también se le conoce como "pie diabético".
    • Complicaciones renales : estas se manifiestan como infecciones al tracto urinario, con frecuencia recurrentes.
    • Complicaciones gastrointestinales : esto incluye el estreñimiento, la diarrea y la gastroparesis junto con la dispepsia gástrica.
    • Complicaciones genitourinarias : el mal flujo de la sangre podría ocasionar impotencia en los hombres. Por otro lado, las mujeres pueden desarrollar comúnmente infecciones vulvovaginales (infecciones a la membrana mucosa de la vagina) y dispareunia (dolor durante el coito cuya causa principal es la sequedad vaginal).
  5. La diabetes tipo 1 constituye en su mayoría un trastorno autoinmune que ocasiona la ausencia total de la secreción de insulina. Tiene un inicio agudo y suele ocurrir en pacientes más delgados y jóvenes. En 3 de cada 4 pacientes con diabetes tipo 1, esta se desarrolla antes de los 20 años. [7]
    • Por otro lado, la diabetes tipo 2 conlleva una reducción en la secreción de insulina y también la resistencia a ella. Esta última ocasiona que el cuerpo produzca insulina pero que las células musculares, grasas y hepáticas no reaccionen adecuadamente a ella. Para que la tolerancia a la glucosa sea normal (es decir, que no tenga un valor), se necesita una mayor cantidad de insulina, lo cual da como resultado una mayor cantidad de azúcar en la sangre y también de insulina al mismo tiempo. Los pacientes de esta enfermedad tienden a ser mayores y en su mayoría padecen obesidad o tienen sobrepeso. La mayoría de los casos de este tipo de diabetes son asintomáticos.
    Anuncio

Consejos

  • Consume grasas saludables en tus comidas, como las nueces, el aceite de oliva o la mantequilla de maní. Esto permitirá que tus comidas tengan un mayor sabor sin que consumas grasas malas ni azúcares.
  • Lo más probable es que las sulfonilureas sean la primera opción de tratamiento en el caso de aquellos que padezcan diabetes tipo 2 y no sean obesos, y que la segunda opción sean las biguanidas. Si ambas de estas opciones no son suficientes para estabilizar la enfermedad, se pasará a la terapia con insulina.
  • Los carbohidratos refinados (como las galletas, los chocolates, los pasteles, los cereales para el desayuno y, sobre todo, los refrescos) no son buenos para la salud, por lo que no debes consumirlos.
  • Tampoco debes consumir nunca productos lácteos, ya que contienen una gran cantidad de carbohidratos.
  • El consumo de pan blanco, arroz blanco y pasta hecha de harina por parte de personas que padezcan diabetes también puede ocasionar que la enfermedad se torne más severa.
  • Puedes reemplazar las grasas malas de los huevos y la carne por fitoproteínas, como los frijoles, el seitán, las legumbres, etc. Para lograr que tu nivel de azúcar en la sangre alcance un nivel normal, debes tratar de consumirlos dos veces al día. Un remedio efectivo son las judías verdes, los frijoles azuki y los frijoles comunes, ya que ayudan a regular el azúcar en la sangre. Aparte de ellos, el pescado también constituye una buena opción.
  • Los vegetales como el ajo y la cebolla se consideran uno de los mejores tratamientos para la diabetes.
  • Trata de consumir una mayor cantidad de frutas, vegetales y ensaladas de diferentes tipos. También puedes beber sus jugos si no quieres consumirlas directamente, ya que estos te brindarán una gran cantidad de vitaminas y nutrientes. Los productos que uses nunca deben ser artificiales ni contener químicos ni conservantes. La mejor opción es usar siempre productos orgánicos.
  • Puedes consumir granos, como la avena, el mijo, el trigo, el centeno y el amaranto, para que tu cuerpo recupere su funcionamiento adecuado.
  • Los aceites, como el de nueces crudas, el de semillas de calabaza y el de oliva, contienen grasas buenas.
Anuncio

Advertencias

  • Los pacientes deben conocer los síntomas de la hipoglucemia (la disminución en el nivel de azúcar en la sangre) y deben tener a su disposición una fuente de glucosa en caso de que la necesiten. Estos síntomas incluyen sudoración, hambre, dolor de cabeza e irritabilidad. Puedes consumir leche, jugo de naranja o un trozo de caramelo como fuentes de glucosa.
  • Los pacientes no deben consumir más de 300 mg de colesterol al día.
Anuncio

Referencias

  1. http://www.heart.org/HEARTORG/GettingHealthy/NutritionCenter/HealthyDietGoals/Fish-and-Omega-3-Fatty-Acids_UCM_303248_Article.jsp
  2. 2,0 2,1 Colbert, D., & Colbert, D. (2009). The new Bible cure for diabetes . Lake Mary, Florida: Siloam.
  3. Quinn & Kaufman, 2009
  4. http://www.humalog.com/Pages/insulin-storage-disposal.aspx
  5. Ripich & Healthy, 2010
  6. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2613584/
  7. http://www.webmd.com/diabetes/types-of-diabetes-mellitus
  8. Ripich, S., & Healthy, J. (2010). The 30 day diabetes cure: The proven step-by-step plan to control your blood sugar naturally and prevent diabetes complications . Santa Fe, NM: Editorial Jim Healthy Publications.
  9. Quinn, B., & Kaufman, F. R. (2009). The diabetes tour diet: The revolutionary new food cure . Emmaus, PA: Editorial Rodale.
  1. Clinical Pharmacy – II "Therapeutics- III" "Clinical and Pharmaceutical care – focused Approach" por Abdel Hameed IM Ebid, Ph.D.
  2. Profesor de Farmacia Clínica y presidente del Departamento de Prácticas Farmacéuticas de la Facultad de Farmacia – Universidad de Helwan, El Cairo.

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 7111 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio