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Las esferas de meditación o esferas Baoding son básicamente esferas chinas antiguas antiestrés. Con frecuencia, se utilizan para presionar los puntos chi de la mano, aunque también pueden proporcionarte un ejercicio relajante de mano y muñeca. Una vez que tengas dos esferas que quepan en tu mano, usa los dedos para hacer que den vueltas alrededor de la palma. Hacer que las esferas giren sin chocar entre sí ruidosamente requiere de práctica. No obstante, una vez que lo logres, te sentirás relajado y listo para ejercicios avanzados.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Dominar la rotación básica

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  1. Siente el peso de las esferas en la mano. No te gustará dejar caer una sobre tus pies. Para evitar accidentes, siéntate a la mesa o mantén la mano alejada del cuerpo. No uses las esferas sobre vidrio o cualquier otro objeto que pueda romperse.
  2. Mantén la mano plana. Coloca una esfera entre los dedos meñique y anular. Enseguida, pon la segunda esfera entre los dedos medio e índice. Luego, dobla los dedos sobre la parte superior de las esferas. Al principio, tendrás que confiar en la fuerza de los dedos para hacer que las esferas se muevan.
  3. El objetivo es cambiar las esferas de lugar. Usa el pulgar para empujar la esfera más alejada hacia tu cuerpo. Al mismo tiempo, usa los dedos más pequeños para mover la otra esfera hacia los dedos más grandes. Continúa haciendo rodar las esferas en la mano durante el tiempo que sea posible.
  4. A medida que domines el movimiento, las esferas chocarán una contra la otra cada vez menos. Si las tuyas tienen campanillas, escúchalas para que suenen suavemente y sin interrupción. Una vez que eso suceda, habrás dominado lo básico de manera exitosa. Siéntete libre de continuar practicando hasta que las esferas no se toquen para nada.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Conseguir esferas de meditación

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  1. Si eres principiante, busca esferas que midan alrededor de 40 mm (2 pulgadas) de ancho. Esta medida, la cual es ligeramente menor a la de una pelota de golf, es suficiente para que las esferas golpeen todos los puntos de presión en una mano común. Las esferas más pequeñas son recomendables para los niños o adultos que miden menos de 1,57 m (5 pies con 2 pulgadas), mientras que las más grandes son más recomendables para usuarios experimentados y personas que miden más de 1, 88 m (6 pies y 2 pulgadas).
  2. Las esferas de meditación están hechas de materiales que van desde la madera hasta el metal. Las esferas de metal son las más pesadas, así que estimularán más las manos y generalmente son la opción más económica. Las esferas de piedra, como las hechas de jade o mármol, son más inusuales y costosas.
    • Las esferas de madera dura son el tipo de esferas más inusuales y livianas que hay. Por lo tanto, no se utilizan con tanta frecuencia como otras variedades.
  3. Las esferas que tienen campanillas son huecas. Una esfera de metal hueca es mucho más ligera que una esfera completa. Sin embargo, esa característica permite que la campanilla haga ruido cuando la esfera se mueve. A algunos practicantes les gusta el sonido suave que las campanillas producen. Como principiante, las campanillas te permitirán escuchar la uniformidad con la que muevas las esferas en la mano.
    • Por ejemplo, si el sonido de una campanilla es suave y uniforme, sabrás que tus movimientos son fluidos. En el caso de las esferas normales, podrás escucharlo cuando ya no choquen ruidosamente entre sí.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Hacer trucos avanzados

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  1. A medida que te acostumbres a usar las esferas de meditación, tendrás un mejor control de los músculos. En lugar de usar los dedos, coloca las esferas en la palma de la mano y muévelas. Levanta un lado de la palma y baja el otro lado de manera que las esferas comiencen a rodar. Es difícil hacerlo, aunque el grado de fuerza y concentración que aprenderás es una recompensa agradable.
    • Recuerda que debes proporcionarle a las esferas un espacio vacío en las que puedan rodar en lugar de empujarlas dentro de ese espacio.
  2. El ángulo en el que sostengas la mano puede hacer que usar las esferas sea mucho más difícil. Normalmente, la mano debe estar plana, pero trata de inclinarla hacia arriba. Cuanto más apunte hacia el suelo, más tendrás que trabajar los músculos para controlar las esferas. Continúa hasta que estés listo para controlar las esferas mientras la palma de la mano apunte hacia el suelo.
    • Este ejercicio es para desarrollar más fuerza y rapidez en los dedos.
  3. En lugar de enviar las esferas hacia el dedo pulgar, mándalas hacia los dedos más pequeños. Gíralas en la mano como lo harías normalmente. Es un truco básico, aunque se sentirá extraño y difícil la primera vez que lo hagas. De ese modo, todavía podrás estimular la mano por completo con las esferas y, a la vez, incrementar la capacidad de controlarlas.
  4. Comienza con una tercera esfera. Luego, una vez que la domines, agrega una cuarta. Las girarás en la mano del mismo modo que hiciste con las dos. Se asemeja al malabarismo en que, al usar más esferas, incrementa la dificultad y el nivel de habilidad.
    • Una vez que sostengas las tres esferas, incluso puedes colocar una cuarta encima de ellas y mantenerla girando.
  5. Las esferas de meditación más grandes son difíciles de manipular. Ejercen mayor presión en las manos, lo cual prefieren algunos practicantes. También puede valer la pena hacerlo si ya dominas las esferas de meditación que tengas y quieres un nuevo reto.
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