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Si tienes un acuario en casa, probablemente sepas cuánto trabajo se necesita para mantener el tanque limpio y en buen estado. Ya sea que estés limpiando el tanque o tratando de moverlo a un nuevo lugar, necesitarás tener cuidado cuando vacíes el acuario. Tomando las medidas correctas, puedes reducir el estrés que esto causará a las mascotas acuáticas y también reducir tus propios niveles de estrés.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Drenar el acuario

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  1. Tendrás que sacar a los peces, y a cualquier otro organismo acuático, antes de que puedas drenar el agua de un acuario. No obstante, esto requiere mucho cuidado, pues los peces tienden a asustarse por este proceso y pueden enredarse en las redes. [1]
    • Escoge el tamaño de red correcto para que el pez más grande quepa dentro. Incluso si las redes son lo suficientemente grandes, tendrás que tener cuidado para que los peces no se lastimen durante la transferencia.
    • Usa dos redes para atrapar a los peces dentro del tanque. Mantén una red quieta y usa la otra para "arrear" a los peces dentro de la primera, uno por uno.
    • Transfiere los peces a un segundo tanque, el cual sea lo suficientemente grande como para contenerlos a todos.
    • Si tienes dificultades para pescar, puedes intentar drenar un poco de agua. Trabajar en un tanque menos profundo hará más fácil arrear y atrapar los peces.
  2. Una vez los peces hayan sido retirados del tanque, deberás desconectar cualquier fuente de energía de este. Ya sea un filtro, un calentador o simplemente una luz de techo. No querrás que ninguna electricidad activa vaya al tanque cuando empieces a vaciar el agua.
    • Una fuente de electricidad enchufada podría causar electrocución si se moja. Esto puede causar graves lesiones que pueden ser incluso mortales.
    • Una vez hayas desenchufado cada dispositivo, puedes sacarlos del acuario para que no estorben.
  3. Sacar todo del tanque antes de drenar el agua hará mucho más fácil completar el proceso de drenaje. Estos objetos necesitarán ser enjuagados, así que puede ser mejor hacerlo cerca de un lavabo, si es posible. [2]
    • Saca cualquier planta artificial y decoraciones (como juguetes u objetos hundidos) del acuario. Déjalas en el fregadero para ser limpiadas.
    • Hacer esto antes de drenar el agua permitirá que los desechos revueltos se asienten antes de empezar a vaciar el tanque.
  4. Ya sea que seas nuevo en el mantenimiento de acuarios o que lo hayas hecho por años, siempre existe la posibilidad de que algo se derrame. Generalmente, es una buena idea colocar materiales protectores cada vez que se drena el tanque o se cambia el agua, para asegurarte de que nada se dañe en casa. [3]
    • Coloca unas cuantas toallas viejas en el suelo, alrededor del acuario.
    • Si realmente te preocupa derramar algo, puedes poner lonas o tapetes debajo de las toallas para lograr una mayor protección.
  5. Hay dos métodos principales para vaciar un acuario. El primero es extraer el agua con una manguera de sifón. [4] El segundo es drenar el agua usando un limpiador de grava que drene simultáneamente el agua, como un sifonador Python o uno Aqueon. [5]
    • Si extraes el agua con una manguera, sumerge un extremo en el tanque y comienza a llenar el otro extremo con agua de un grifo. Luego deja de llenar el extremo del grifo y deja que drene. Una vez el agua comience a drenar seguirá sacando agua del tanque.
    • Si usas un limpiador de grava, activa el dispositivo y sumerge el extremo de la entrada hasta el fondo de la grava. [6] Tendrás que levantar y volver a colocar el dispositivo periódicamente a medida que drene, pero puede ser mucho más fácil y menos complicado que usar una manguera de sifón.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Limpiar el tanque

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  1. Si usaste un limpiador de grava para drenar el tanque, la grava debería estar lo suficientemente limpia como para saltarte este paso. No obstante, si usaste una manguera de sifón, querrás limpiar la grava para quitar restos como comida sobrante y residuos orgánicos. [7]
    • Recoge la grava en un colador. Asegúrate de usar este colador solo para limpiar el tanque, pues estará muy sucio para usarlo para preparar comida.
    • Enjuaga la grava bajo el agua corriente y limpia del grifo. Puedes usar agua caliente pero debes evitar usar agua muy caliente, pues esto matará las bacterias saludables de las cuales dependen los peces.
    • No uses jabón o productos químicos para limpiar la grava, ya que estos también destruirán las bacterias sanas que han colonizado el tanque.
  2. El filtro del tanque atrapa muchos desechos orgánicos, incluyendo restos de comida y desechos. Es importante limpiar este equipo, pero hay que hacerlo con cuidado para no perturbar las colonias de bacterias de las que dependen los peces. [8]
    • Si usas un medio filtrante desechable, simplemente desecha el cartucho viejo y reemplázalo por uno nuevo.
    • Si usas un medio de filtración permanente, deberás enjuagar el medio de filtración con agua corriente y limpia del grifo. Puedes usar agua fría o tibia, pero debes evitar el agua caliente, porque puede dañar a las bacterias sanas del interior del filtro.
    • Enjuaga cualquier objeto del acuario, como juguetes y artefactos sumergidos, bajo el agua corriente y limpia del grifo y déjalos a un lado.
  3. Si quieres limpiar a fondo el tanque, necesitarás al menos limpiar las paredes del interior. Las algas acumuladas y otros desechos pueden necesitar ser raspadas; de lo contrario, deberías poder usar una esponja o un paño especial para limpiar el vidrio. [9]
    • Puedes usar una vieja tarjeta de crédito o de identificación para raspar las algas que están pegadas a las paredes. O, si lo prefieres, puedes comprar un raspador de tanque especial en una tienda de mascotas para completar esta tarea.
    • Usa papeles toallas limpios o paños de limpieza especializados para fregar el interior del tanque.
    • No uses productos de limpieza comerciales, pues éstos dejarán residuos químicos que pueden dañar o incluso matar a los organismos acuáticos.
  4. Una vez que termines de limpiar el tanque puedes comenzar a colocar los objetos de nuevo en él. Coloca la grava, luego coloca el filtro y cualquier planta artificial o juguete en el sustrato. Vuelve a conectar el filtro y el calentador y asegúrate de que el agua sea habitable antes de reintroducir a los organismos acuáticos. [10]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Montar el tanque de nuevo

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  1. Si tienes un sistema de filtración casero, puede que no sea necesario declorar el agua. Si no es así, necesitarás declorar el agua del grifo antes de introducir los peces. El proceso es bastante simple y hay dos métodos principales para declorar el agua.
    • Puedes declorar el agua de forma natural dejándola en un recipiente abierto durante varios días. Con el tiempo, el cloro se evaporará del contenedor, dejando solo el agua ya declorada.
    • Puedes declorar el agua rápida y fácilmente añadiendo unas pocas gotas de solución de decloración de la tienda de mascotas local. Sigue las instrucciones de la etiqueta para asegurarte de que los niveles de agua son seguros para los peces.
  2. De cierto modo, un tanque de agua dulce es más fácil de volver a llenar que un acuario marino. No necesitarás hacer mucho con el agua, aparte de declorarla y asegurarte de que tenga la temperatura adecuada (si los organismos acuáticos requieren un rango de temperatura específico). [11]
    • Una vez hayas declorado suficiente agua, puedes simplemente verterla en el tanque limpio.
    • Si los peces requieren un rango de temperatura específico, tendrás que controlar la temperatura del agua limpia antes de añadirlos.
  3. Un tanque de agua salada puede ser un poco más tedioso que un tanque de agua dulce, pero con un poco de paciencia es fácilmente manejable. La mayor diferencia entre los acuarios de agua salada y los de agua dulce es la necesidad de salinizar el agua antes de añadirla al tanque. [12]
    • Mezcla un nuevo lote de agua salada combinando la mezcla de sal comercial que prefieras con la cantidad adecuada de agua del grifo declorada. La gravedad específica del agua salada debería medir 1,025.
    • Vierte el agua salada, que preparaste, en el tanque y llénalo hasta el nivel que desees. Ten cuidado de no alterar a las plantas o a las rocas vivas del fondo del tanque.
    • Si los organismos acuáticos requieren un rango de temperatura específico, tendrás que asegurarte de que el agua tenga una temperatura aceptable antes de volver a introducir los peces.
  4. Una vez el tanque se llene y la temperatura sea correcta (si es relevante), estarás listo para reintroducir a los organismos acuáticos. Puedes usar redes para sacarlos del contenedor secundario y colocarlos en el tanque limpio, o puedes verterlos con cuidado y suavidad, junto al agua de su contenedor, en el tanque.
    • Asegúrate de que el filtro y el calentador (si es relevante) funcionan y de que has preparado el agua antes de reintroducir a los organismos acuáticos.
    • Recogerlos y transferirlos puede ser menos estresante para los peces que verterlos de vuelta en el tanque.
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Consejos

  • Asegúrate de que el contenedor al que transfieres al pez tiene suficiente espacio.
  • Recuerda lavarte bien las manos cuando termines. Usa agua y jabón, o un desinfectante de manos a base de alcohol, para asegurarte de que no te quedan bacterias en ellas.
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