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La musofobia es el miedo a las ratas y ratones, una fobia específica provocada por una situación u objeto en particular (en este caso, ver una rata). [1] Como todas las fobias, este miedo es irracional en cierta medida, pero eso no hace que la ansiedad no sea real. Si reconoces este miedo, puedes aprender a vencerlo, en lugar de dejar que te controle. Podrás aceptar y hasta quizás llegará a gustarte interactuar con las ratas.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Reconocer tu miedo

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  1. Quizás sientas el miedo cuando te encuentras con una rata o tal vez lo sientas cuando ves imágenes impresas o en la televisión. Identifica qué tipo de exposición provoca el miedo. [2] Solo si identificas de forma positiva las circunstancias en las que sientes miedo, podrás esforzarte por vencerlo.
    • Ten en cuenta de dónde viene tu miedo. Es posible que se deba a un evento traumático específico relacionado con una rata o quizás estés muy informado sobre los peligros de las ratas. [3]

    ¿Lo sabías? Una de las causas de la fobia a las ratas es el hecho de que algunas de ellas suelen ser agresivas y que pueden morder.

  2. Quizás tu casa esté infestada y quieras poder habitarla sin miedo. [4] Es posible que un amigo tuyo tenga una rata como mascota y quieras visitarlo sin sentir mucha ansiedad. Si tienes una meta que quieras alcanzar, tendrás algo claro para lograr y podrás mantenerte concentrado en alcanzarlo.
    • Si identificas el tipo de interacción que quieres tener con las ratas, podrás descubrir la comodidad que necesitas tener. Por ejemplo, si simplemente quieres sentirte seguro en casa, no es necesario que te sientas cómodo acariciando o tocando a las ratas, sino simplemente debes aprender a mantener la calma si ves una.
  3. El miedo es una reacción emocional común ante una amenaza, sin importar si es real o solo está en tu imaginación. El miedo es algo que puedes vencer con un poco de esfuerzo y quizás la ayuda de tus amigos. Por otro lado, las fobias provocan un pánico incontrolable y pavor cuando te enfrentas a lo que temes. Es posible que una fobia grave sea mucho más difícil de vencer y que necesites la ayuda de un terapeuta para superarla. [5]
    • Una fobia no aparece simplemente porque te estresas cuando ves una rata. Ten en cuenta los síntomas que experimentas cuando te enfrentas a una rata y la forma en que las ratas (o la posibilidad de que se presenten) puede afectar tu vida. Aunque en realidad no veas a las ratas para sentir ansiedad, quizás evites los lugares o situaciones donde podrían estar presentes. Si cambias la dirección de tu vida de esta forma para evitar incluso la posibilidad de ver una rata, quizás también sea una señal de fobia. [6]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Vencer el miedo por tu cuenta

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  1. Este es un tipo de pensamiento negativo común en el que solo puedes pensar en el peor de los casos cuando ves una rata. Podría ser algo como preocuparte por que llegue una plaga después de ver que una rata corre por la cocina. [7]
  2. Las ratas son criaturas fascinantes y han tenido una relación larga con los humanos. Sin duda, tienen algunos aspectos negativos, como la propagación de enfermedades. Además, las ratas son mascotas excelentes porque son sociables e inteligentes. [8] También suelen usarse en los laboratorios para hacer pruebas químicas y psicológicas para poder comprender mejor a los humanos.
  3. Empieza con algunas fotografías y quizás algunos dibujos animados graciosos. La idea es llegar a un punto en el que ver a las ratas no te provoque miedo ni ansiedad, sobre todo si se trata de una imagen y no de una rata real. Este primer paso en el que debes exponerte a las ratas de esta forma es parte de una terapia de exposición, una técnica común para enfrentar los miedos y las fobias. [9]
  4. Si te sientes cómodo al ver a las ratas, debes tratar de acercarte físicamente a ellas. Un buen lugar para hacerlo es en un entorno controlado, como en una tienda de mascotas o en la casa de un amigo. Observa a las ratas en sus jaulas mientras comen, duermen, juegan o hacen cualquiera de las cosas que acostumbran hacer. Quizás te sientas más seguro si sabes que hay una caja o una jaula entre la rata y tú. [10]
    • Una técnica que podría funcionar es aumentar de forma gradual el tiempo que las observes. Empieza solo con un par de minutos, sobre todo si sientes que la ansiedad empieza a aparecer. Aumenta el tiempo a partir de allí, hasta que puedas estar cerca de las ratas sin preocuparte por el tiempo.
  5. Ahora te acercarás más y empezarás a tocar a las ratas. Primero, acaricia una, quizás mientras un amigo la sostiene. Si te sientes cómodo, puedes sostenerla tú mismo, pero ten cuidado, ya que las ratas son más pequeñas que tú y podrías lastimarlas si las aprietas con fuerza o las dejas caer. [11]
    • La primera vez, puedes usar unos guantes para acostumbrarte de forma gradual a sostener una rata. Además, es posible que la rata te muerda si se pone nerviosa o es temperamental, así que de esta forma puedes protegerte los dedos y evitar a contribuir con la fobia.
  6. No debes sufrir a solas. Además, si tus amigos están enterados de tu miedo, podrán ayudarte a evitar las situaciones incómodas mientras superas el miedo. También pueden ayudarte a encontrar algunas formas de vencerlo. [12]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Consultar con un terapeuta

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  1. El miedo a las ratas o a la posibilidad de exposición puede llegar a ser muy fuerte y empezar a agobiar tu vida. Si esto sucede, debes buscar un terapeuta para hablar de la fobia y recibir un tratamiento mayor. [13]
  2. Antes de consultar con el terapeuta, debes hacer una lista de todas las formas en que sientes miedo cuando te expones a las ratas, las situaciones en las que lo sientes y cualquier paso que hayas dado para vencerlo. Además, toma nota de todos los cambios en tu estilo de vida y cualquier medicamento, vitamina o suplemento que tomes. [14]
  3. Esto se llama Terapia Cognitivo-Conductual (TCC). Quizás el terapeuta te asigne tareas en las que tengas que pensar, escribir y hablar sobre el miedo a las ratas. A la vez que el terapeuta te ayude a comprender la irracionalidad del miedo, también te expondrá poco a poco a lo que te provoca el temor. Empezarás a aprender conductas aceptables que quizás te acerquen a tu miedo, pero no te expondrán a nada que sea peligroso en realidad. [15]
  4. Es posible que la fobia sea muy fuerte, por lo que los medicamentos para la conducta se convierten en la mejor opción. Pueden ser betabloqueadores que disminuyen el flujo de adrenalina en el cuerpo, antidepresivos que detienen la producción de químicos en el cerebro para controlar la conducta o sedantes que te ayudan a relajarte. Sigue la dosis y el tiempo de tratamiento según te lo haya indicado el terapeuta para poder ver si los medicamentos hacen el efecto esperado. [16]
    • Cuando consultes sobre los medicamentos, asegúrate de informarle al terapeuta sobre todos los demás medicamentos que tomes. Pregúntale cuánto tiempo tendrás que esperar para sentir los efectos y cuáles podrían ser los efectos secundarios.
    • Quizás sea una buena idea pedirle al médico un número para comunicarte con él después de su horario de trabajo en el caso que tengas efectos secundarios molestos. [17]
    • Como muchos medicamentos recetados, es posible que estos también sean muy adictivos, sobre todo los sedantes, por lo que deben tomarse únicamente con la supervisión del terapeuta.
  5. Si la terapia y los medicamentos no funcionan, quizás el terapeuta te sugiera algunos tratamientos alternativos. Estos podrían incluir varias técnicas de meditación y relajación, incluyendo el yoga, las prácticas de la medicina tradicional china, como la acupuntura, o los suplementos naturales de hierbas. Estos tratamientos podrían ser útiles para disminuir la ansiedad en general, lo que a su vez hará que sea más fácil enfrentar los miedos, como el miedo a las ratas. [18]
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Consejos

  • Recuerda que existe una diferencia entre los animales salvajes y domésticos, así que no debes interactuar de la misma forma con las ratas que son mascotas que con una intrusa desagradable que encuentres en tu casa o en la calle.
  • Recuerda que, por lo general, las ratas y los ratones sienten más miedo de ti que tú de ellos.
  • El hecho de que hayas vencido el miedo a las ratas no significa que aceptes que infesten tu casa. Si no te sientes cómodo eliminándolas tú mismo , llama a un exterminador.
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