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Una caminata en el desierto puede ser fascinante y reconfortante, sin embargo, resulta esencial vestirse de la manera más conveniente para evitar la deshidratación, las quemaduras de sol y el golpe de calor. Si nunca has estado en el desierto o estás planificando una caminata larga, asegurarse de usar la ropa adecuada y de llevar lo necesario puede ser un salvavidas.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Empezar con lo básico

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  1. Para empezar, ponte ropa interior hecha de una mezcla de nailon sintético, poliéster y licra que reabsorben la humedad, lo cual significa que es menos irritante y más cómoda. En el caso de las mujeres, se recomienda el uso de un sostén deportivo, fabricado para exponerse al calor y a la transpiración. [1]
  2. Sí, hace calor. Sin embargo, resulta fundamental proteger la piel del clima. Considera un pantalón holgado, liviano y de color claro, como un caqui o pantalón de camuflaje. Los pantalones más holgados dejan circular el aire y facilitan la evaporación del sudor. Además, protegen las piernas de las plantas espinosas.
  3. La mejor opción son las camisas de algodón, de manga larga y ligeramente sueltas. Asimismo, asegúrate de que te cubran la clavícula y el pecho. Elige colores claros, ya que ayudan a reflejar los rayos del sol. [2]
    • Llevar otra capa de ropa debajo de la camisa de manga larga, como una polera o una camiseta sin mangas, puede ser de utilidad, de tal manera que puedas sacarte lo que llevas encima para refrescarte un poco en los lugares con sombra. Elige una tela transpirable y ceñida al cuerpo.
  4. Insospechadamente, el desierto puede ser frío por la noche. Una chaqueta entallada cortavientos te protegerá de las ráfagas. Para las noches o meses más fríos, lo ideal es un suéter de vellón, ya que no solo se seca rápidamente, sino que de ser necesario, puedes usarlo como almohada. Si te pierdes o te quedas atascado, puedes evitar la hipotermia con una casaca o una manta térmica. [3]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Utilizar accesorios para protegerte

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  1. Si tus pies no están felices, el resto de tu cuerpo tampoco lo estará. Asegúrate de que te queden ajustadas y de que sean transpirables, elaboradas a base de una mezcla de tejidos. Además, deben subir a la altura de las medias deportivas (mitad de pantorrilla), de tal manera que no puedan colarse ni el sol ni los alacranes. [4]
    • Quizá parezca contradictorio, pero para los días calurosos de verano, una excelente opción como tejido transpirable natural es la lana merino. Además, repele los olores.
    • Evita las medias de puro algodón, ya que mantienen los pies húmedos, lo que podría provocar ampollas.
  2. Este el punto que implica una mayor inversión. Las botas son un elemento esencial de tu equipo, ya que pueden protegerte de lesiones, serpientes, espinas y del calor. Las botas de montaña de corte alto ofrecen un apoyo extra al tobillo. Quizá necesites usar un número más de tu talla usual.
    • Escoge unas botas con suela resistente y antideslizante, que funcione en terrenos rocosos e irregulares. [5]
    • Dependiendo del terreno, es probable que requieras unas botas catalogadas como aptas para caminatas a campo traviesa o campo traviesa irregular. Elige unas con ventilación para caminar bajo el clima caluroso del desierto. [6]
    • Busca un par que venga con la zona del tobillo adecuadamente acolchada, lo cual es fundamental para que estés cómodo si vas a usarlas por períodos largos. [7]
    • Cuando te pruebes las botas, asegúrate de ponerte las mismas medias que usarás en la caminata.
  3. Lo mejor es un sombrero de ala ancha, sin embargo, si estás encariñado con tu gorra de béisbol, usa un pañuelo para cubrirte el cuello. Asegúrate de ponerle una tira al sombrero para que los vientos fuertes no lo arrastren. [8]
  4. Asegúrate de que los lentes cuenten con protección completa contra los rayos ultravioleta. Busca un protector solar de amplio espectro con un FPS 30 como mínimo. Aplícate una cantidad generosa sobre todas las partes de la piel expuestas al sol, incluyendo labios y manos. Lleva un frasco pequeño para volvértelo a aplicar.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Llevar otros artículos

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  1. Elige una mochila que sea cómoda y que distribuya la carga equitativamente. Lleva poco equipaje. Lo más pesado debe ser el agua y la comida. [9]
  2. La deshidratación en el desierto puede ser mortal. La regla de oro es beber un litro de agua por hora, sobre todo si vas a caminar a una temperatura por encima de 30 °C (85 °F). [10]
  3. Caminar en el desierto quema muchas calorías, por lo que necesitarás una ingesta rápida de energía. Las opciones más habituales son las barras energéticas, mezclas de frutos secos, sándwiches, fruta deshidratada y tasajo. Elige alternativas no perecibles. [11]
  4. En tu mochila no deben faltar un botiquín de primeros auxilios, un espejo de señales, una linterna y una brújula. Quizá no los necesites, pero si te hicieran falta, te alegrará tenerlos a la mano. [12]
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Consejos

  • Ten presente hacia dónde te diriges. Revisa el mapa con anticipación y lleva contigo una copia.
  • Toma en cuenta la posibilidad de llevar un bastón, el cual te ayudará a recorrer los caminos irregulares.
  • Asegúrate de cargar tu teléfono por completo y de llevar contigo pilas de repuesto o un cargador.
  • Toma un descanso de 10 minutos cada hora. Las condiciones agrestes y las grandes elevaciones pueden significar que estás esforzándote más de lo que crees. [13]
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