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El bife de chorizo es un delicioso corte de carne de res de la parte más tierna del animal. Este corte es bastante sencillo de cocinar; no importa qué utensilios de cocina tengas a mano, con los principios básicos podrás darle a la carne una cubierta exterior crujiente y cocinarla bien en el interior, obteniendo un resultado de gran sabor. Dependiendo del método de cocción que utilices, es fácil obtener un bife jugoso en no más de 20 minutos o media ahora, ¡así es que comienza a cocinar de inmediato!

Ingredientes

Para un bife simple sellado al sartén

  • 2 bifes de chorizo (de 2,5 cm o 1 pulgada de grosor) deshuesados
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • Sal y pimienta a gusto

Para un bife marinado a la parrilla

  • 2 dientes de ajo (picados)
  • 1 cucharada de salsa Worcestershire
  • 1 cucharada de vinagre balsámico
  • 2 cucharaditas de mostaza Dijón
  • 1 cucharada de salsa de soya
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • Sal y pimienta a gusto

Para un bife sous vide

  • 1 taza de hongos ostra o champiñones blancos
  • 2 cucharaditas de aceite de oliva o vegetal
  • 2 cebollinos en cubos
  • 1 diente de ajo picado
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • Sal y pimienta a gusto
Método 1
Método 1 de 4:

Preparar un bife simple sellado al sartén

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  1. El secreto para conseguir un excelente bife sellado es que el sartén esté caliente y cocinarlo solo el tiempo necesario. Los mejores bifes de chorizo tienen una cobertura exterior sellada y crujiente, lo cual solo se puede conseguir sobre un sartén muy caliente, así es que el primer paso es colocar el sartén sobre la hornilla y encender el fuego al máximo. Mientras esperas que se caliente, puedes retirar los bifes de su envase y comenzar a sazonarlos.
    • Con esta sencilla prueba puedes verificar si el sartén está lo suficientemente caliente: moja tus dedos con agua del grifo y salpica unas gotas sobre el sartén. Si estas comienzan a chisporrotear de inmediato y se evaporan o "bailan" encima de la superficie ¡el sartén está listo! [1]
  2. Mientras el sartén se calienta, coloca los bifes sobre una tabla de cortar limpia o una bandeja. Sazona cada bife con sal y pimienta. La cantidad exacta de estos condimentos depende de tu gusto; por ejemplo, algunas guías recomiendan usar una mezcla de aproximadamente 1/4 de cucharadita de pimienta por 1 y 1/2 cucharaditas de sal para dos bifes. [2] Como regla, es mejor añadir muy poca sal que demasiada, ya que siempre puedes agregarle más una vez que el bife esté cocido.
    • En este punto, también puedes añadir todos los demás condimentos secos que desees. Los aliños preparados y envasados son una buena alternativa, aunque también puedes preparar tus propias mezclas (por ejemplo, una combinación bastante común es la de romero, tomillo y ajo picado).
    • Luego de sazonar los bifes, añade una capa de aceite a cada uno. Esto es importante para lograr que queden crujientes; el aceite, básicamente, permite "freír" la capa exterior del bife.
  3. Con un par de tenazas, coloca los bifes sobre el sartén caliente. Para no salpicarte con los jugos calientes, coloca los bifes en dirección opuesta a tu cuerpo, en lugar de acercarlos. Inmediatamente comenzarán a chisporrotear y crujir; ¡y eso es bueno! Muévelos unos 2,5 cm (1 pulgada) a partir de su posición original luego de algunos segundos para evitar que se peguen y solo déjalos terminar de cocinarse.
    • Algunas guías de cocina recomiendan dejar entibiar los bifes a temperatura ambiente antes de colocarlos en un sartén caliente, asumiendo que esto permite que se cocinen de manera más pareja. Aunque no hará daño dejar entibiar los bifes por 20 a 30 minutos, hay cierta evidencia que sugiere que esto es solo un mito. [3]
  4. El truco para obtener un bife al sartén excelente es cocinar cada lado solo por el tiempo necesario; si lo cocinas demasiado, la carne se tornará dura. Deja cocinar los bifes en el sartén hasta que tengan una costra dorada con algunos puntos negros y carbonizados. Esto suele tomar unos tres a cuatro minutos, dependiendo del calor de tu sartén, aunque puede demorar un poco más o menos, así es que vigila bien los bifes.
    • Para obtener un bife de chorizo bien cocido, puedes cocinarlo un poco más; hasta cinco minutos o incluso más. Por el contrario, para lograr un bife más crudo, debes voltearlo un poco antes; luego de dos minutos o dos minutos y medio.
    • Hay un viejo debate acerca de si se debe voltear el bife solo una vez o varias veces. La sabiduría popular indica que solo se debe voltear una vez para que la costra quede lo mejor posible. Sin embargo, muchos aficionados a la carne de hoy en día están en desacuerdo y recomiendan voltearlo de manera frecuente. [4]
  5. Una vez que hayas volteado el bife, no hay mucho más qué hacer además de observar mientras termina su cocción (a menos que consideres que la carne sabe mejor si la volteas varias veces). Espera a que el bife tenga una costra oscura por el otro lado y luego verifica si la carne está cocida. Si aún no lo está, puedes terminar los bifes en el horno o dejarlos un par de minutos más en el sartén. Estos son los signos más comunes para saber que un bife está listo:
    • Una textura firme en los bordes y más blanda hacia el centro de la carne
    • Sin rastros rojos en el centro (está bien si tiene tonos rosados o café claros)
    • Una temperatura interna de unos 49 a 65 °C (120 a 150 °F) [5]
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Método 2
Método 2 de 4:

Marinar un bife y cocinarlo a la parrilla

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  1. Al igual que con muchos otros cortes de carne, puedes darle sabor adicional al bife de chorizo si lo dejas marinar antes de cocinar. Más arriba encontrarás una receta simple y deliciosa para preparar una marinada, pero puedes probar con cualquier otra. No existen reglas rápidas y estrictas para preparar una marinada, aunque sí hay algunos principios básicos que debes seguir. Si eres nuevo en esto, intenta incluir los siguientes ingredientes en tu primera marinada:
    • Una fuente de grasa. Habitualmente se utiliza aceite, ya sea vegetal, de canola, de oliva, de sésamo, etc.
    • Un ácido. Puede ser un jugo cítrico (de limón o naranja), vino, vinagre (balsámico, de vino tinto, de sidra de manzana, etc.) o cualquier otro líquido ácido.
    • Otros condimentos. Aquí puedes ponerte creativo: puedes añadir cualquier cosa, como salsa Worcestershire, mostaza de Dijón, mantequilla de maní, perejil, ajo, salsa de soya, dependiendo de qué ingredientes combinen mejor.
    • Sal y pimienta a gusto.
  2. Una vez que tengas lista la marinada, coloca los bifes en una bolsa de plástico hermética o un recipiente apto para refrigerador y cúbrelos de manera pareja con la marinada. Déjalos reposar en el refrigerador por al menos dos horas para que puedan absorber los sabores de la mezcla. Algunos chefs prefieren marinar la carne toda la noche o por varios días para aportarle una dosis extra de sabor.
  3. Al igual que con el sellado al sartén, es necesario empezar con una parrilla a muy alta temperatura para sellar los bifes y obtener una deliciosa costra. Por eso debes asegurarte de calentar muy bien la parrilla o barbacoa antes de cocinar. Mantén la tapa cerrada para acelerar el calentamiento.
    • Si es una parrilla a gas, será sencillo precalentarla; solo coloca uno o varios quemadores a temperatura "alta" y cierra la tapa por unos 5 minutos aproximadamente.
    • Si tienes una parrilla a carbón, primero debes encender los trozos de carbón, esperar que se forme la llama y finalmente esperar que se vuelvan cenizas antes de poder comenzar. Este proceso puede demorar media hora a una hora, así es que asegúrate de contar con tiempo suficiente. Una vez que el carbón esté listo para cocinar, esparce las brasas de manera pareja con algún utensilio especial y prepara la parrilla para cocinar.
  4. Con una brocha de parrilla, coloca una capa de aceite vegetal o de oliva sobre las barras de la parrilla, luego pon los bifes en la superficie usando tenazas. Déjalos cocinar el mismo tiempo que lo harías si los estuvieras sellando al sartén, luego voltéalos después de tres a cinco minutos, una vez que se haya formado la costra.
    • Una vez que te familiarices con las parrillas a gas, normalmente puedes esperar resultados bastante consistentes. Pero no ocurre lo mismo con las parrillas a carbón, ya que el tiempo de cocción puede variar dependiendo de la cantidad de carbón y la temperatura a la que se consume. Por lo tanto, debes prestar más atención a los bifes cuando utilizas este método; voltéalos cuando estés satisfecho con el color de la corteza en uno de sus lados.
  5. Luego de voltearlos, deja cocinar los bifes por otros dos a cuatro minutos hasta que estén cocidos a tu gusto. Puedes aplicar los mismos signos descritos anteriormente para saber si la carne está cocida (textura firme en los bordes y blanda en el centro, sin rastros de color rojo dentro de la carne, etc.) y, una vez que estés satisfecho, ¡retira los bifes y sirve!
    • También puedes aplicar a los bifes un poco de marinada con una brocha durante el proceso de cocción, para así obtener un excelente sabor en el exterior. Sin embargo, no debes aplicar marinada una vez que los bifes estén cocidos dado que la mezcla estuvo en contacto con la carne cruda, esto puede contaminarla con bacterias.
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Método 3
Método 3 de 4:

Cocinar un bife sous vide

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  1. Este método para cocinar bife de chorizo no es muy común para los chefs aficionados pero, si se ejecuta correctamente, permite obtener un bife blando y cocido a término medio, de manera muy consistente. [6] Para comenzar, llena con agua el horno holandés hasta dos tercios de su capacidad y llévalo a fuego medio.
    • La temperatura interna del horno holandés debe ser de unos 54 °C (130 °F) antes de comenzar a cocinar los bifes. Si tu horno holandés no tiene un termómetro incorporado, puedes usar un termómetro para dulces y colocarlo a un costado del horno.
  2. El problema que se produce al cocinar bifes en un medio húmedo (como ocurre con el horno holandés) es que resulta imposible lograr esa corteza crujiente que se obtiene al dorarlos a la parrilla o al sartén. Pero hay una manera de solucionarlo: dorando levemente los bifes en el sartén antes (y también después, como se verá más adelante) de cocinarlos en el horno holandés, para así obtener la corteza crujiente deseada.
    • Sazona y prepara los bifes y llévalos al sartén, tal como está descrito en el método respectivo. Sin embargo, esta vez solo debes cocinar los bifes un minuto por lado; recuerda que la idea es solo dorar el exterior, no cocinar el interior.
  3. Una vez que los bifes estén ligeramente dorados, colócalos en una bolsa de plástico resistente y séllala (si lo deseas, puedes utilizar doble bolsa para evitar filtraciones). Retira el aire de la bolsa con algún utensilio de sellado al vacío o colocando lentamente la bolsa abierta en el agua, luego séllala cuando la presión del agua haya sacado la mayoría del aire.
    • En este punto debes soltar la bolsa dentro del horno holandés y colocarle la tapa. Si es necesario, eleva un poco la temperatura del horno para que el interior vuelva a los 54 °C (130 °F). Cocina los bifes a esta temperatura por unas dos horas o dos horas y media.
    • Revisa el proceso de cocción a medida que los bifes se cocinen. Mueve y voltea la bolsa cada una hora, aproximadamente, para asegurarte que la carne se cocina de manera pareja.
  4. Mientras esperas que los bifes se cocinen, tendrás bastante tiempo para preparar otros platos, si lo deseas. Considera preparar una salsa sencilla o algún acompañamiento para servir los bifes una vez que estén cocidos. Por ejemplo, puedes preparar una deliciosa guarnición de hongos; derrite unas cucharadas de mantequilla en una olla, luego agrega algunos hongos, cebollinos picados y ajo picado para dar sabor, luego solo cocina todos los ingredientes hasta que suelten todo su sabor y aroma.
    • Puedes usar cantidades aproximadas de estos ingredientes; es bastante difícil equivocarse y usar "demasiado" de cualquiera de ellos. Si deseas medidas más precisas, revisa la sección de ingredientes al principio de este artículo.
    • Para darle sabor adicional ¡prueba con un chorro de vino blanco!
  5. Luego de unas horas en el horno holandés, los bifes quedarán deliciosos, blandos y completamente cocidos. Si lo deseas, en este punto puedes volver a dorarlos en un sartén caliente con aceite por uno o dos minutos de cada lado, para así obtener una mejor costra. ¡Los bifes están listos!
    • Si preparaste una salsa o acompañamiento, vierte una cucharada sobre cada uno de los bifes antes de servirlos en una bandeja.
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Método 4
Método 4 de 4:

Servir el bife de chorizo

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  1. Una vez que retires los bifes del sartén, la parrilla o el horno, sentirás de inmediato su delicioso aroma. ¡Resiste la tentación! Déjalos reposar cubiertos con papel aluminio por unos diez minutos antes de cortarlos. Te alegrará haberlo hecho; al reposar, los bifes quedan un poco más húmedos y con más sabor. [7]
    • La razón de esto se debe a la manera en que la carne está compuesta a nivel microscópico; las fibras se contraen a medida que se cocinan, forzando a que la humedad salga del interior de la carne. Al darle un tiempo para que se enfríe luego de la cocción, permitirás que las fibras se relajen y vuelvan a absorber parte de esos deliciosos jugos.
  2. El bife de chorizo es un plato muy versátil que va bien con innumerables acompañamientos y guarniciones. Para una preparación rápida, prueba servir el bife de chorizo con una salsa. Algunas salsas precocidas se cocinan de inmediato, aunque hay salsas caseras que no requieren más de diez minutos de preparación, por lo cual son una alternativa excelente si estás con prisa. Aquí hay solo algunas salsas que los expertos recomiendan para acompañar el bife de chorizo: [8]
    • Mantequilla saborizada (con ajo, perejil, tomillo, etc.)
    • Salsa barbacoa
    • Salsa de pimienta
    • Pesto
    • Reducción de vino tinto
  3. No hay una comida más afable y satisfactoria que la carne con papas. Hay muchos tipos de papas que van excelente con el bife de chorizo, convirtiéndolo en un platillo completo y abundante. Prueba alguno de los siguientes acompañamientos a base de papas para tu bife de chorizo:
    • Papas fritas a la francesa (papas fritas)
    • Papas al horno
    • Escalopas de papas
    • Papas rostizadas
    • Puré de papas
    • Papas hervidas
  4. Aunque las papas son un acompañamiento muy confiable para cualquier preparación de carne, no son la única alternativa que tienes. Hay muchos alimentos que combinan muy bien con el bife de chorizo. Aquí tienes algunas sugerencias; recuerda que no hay límites para acompañar el bife de chorizo, excepto los ingredientes que tengas a mano:
    • Cebollas fritas o caramelizadas
    • Hojas blanqueadas de espinacas, acelga o repollo
    • Macarrones con queso
    • Tomates a la parrilla o fritos
    • Ensalada
    • Vegetales rostizados
    • Aros de cebolla
    • Bruschetta
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Consejos

  • Para un mejor sabor, utiliza carne de buena calidad. Algunas marcas de preferencia son USDA Choice o Prime.
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Advertencias

  • Para servir o comer la carne, no utilices los mismos utensilios usados para manipular carne cruda. Esto puede causar contaminación cruzada por bacterias que provocan enfermedades.
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